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Aysén, tu lucha es mi lucha

category bolivia / peru / ecuador / chile | workplace struggles | news report author Monday March 19, 2012 05:36author by Rosa Melinka-Periódico Solidaridad - 1 of Anarkismo Editorial Groupauthor email publicacion.solidaridad at gmail dot com Report this post to the editors

La Patagonia ha vuelto a ser rebelde

Durante más de 21 días, vimos las tierras patagónicas arder. La gente de Aysén se levantó, para decir “basta ya” a las injusticias, dando una lección sobre unidad, organización y lucha, a todos aquellos que seguíamos el conflicto ya sea por la televisión, por la radio o por internet.
La patagonia rebelde
La patagonia rebelde

Las protestas de Aysén se gatillan el día 7 de Febrero, cuando organizaciones de pescadores artesanales, deciden tomarse el Puente Presidente Ibáñez, con 2 reivindicaciones claras: rechazo a la nueva ley de pesca, que avala la pesca de arrastre practicada por las grandes empresas, y que incluso restan sus cuotas de pesca, y la eliminación del impuesto específico a los combustibles. Esta manifestación, que pasaría casi inadvertida para la prensa oficial, sería el corto prólogo para lo que se venía.

Es el 15 de Febrero, es cuando la chispa enciende la pradera. Pobladores y trabajadores se toman el aeródromo de Melinka, con las mismas reivindicaciones que se habían levantado el 7 de Febrero; más de 300 personas bloquearon acceso de Puerto Chacabuco y Puerto Aysén. Los manifestantes exigían la presencia del subsecretario de pesca Pablo Galilea, y de la intendenta de Aysén Pilar Cuevas, siendo ésta última designada por el gobierno para mediar en el conflicto, y que sería rechazada, en vista de que nunca ofreció plazos concretos, y que siguiendo la línea de La Moneda, encontró relevante solamente: el subsidio a los combustibles, y la ampliación en la cobertura de la salud. Durante la reunión con el Secretario Rodrigo Ubilla, el día 17, también se le daría relevancia a los mismos temas, como puntos razonables.

Y uno se pregunta ¿Dónde nace este malestar? ¿Estas ansias de luchar tan decididamente? Bueno, al contrario de lo que opinan los grandes pensadores de la derecha, como Pablo Longueira, esto no nace por agitadores profesionales, o desde directrices políticas desde Santiago, ni fue planeada por una conspiración entre seres superiores, o reptiles intergalácticos del gobierno anterior. No, más nacen desde las condiciones materiales que posee la región: Aysén es de Chile la región con costos de vida más caros: con un litro de bencina a $1.200, un kilo azúcar a $1.000, para que hablar de los $25.000 que cuesta el metro cuadrado de leña, siendo que una familia promedio de la región, ocupa hasta 3 metros cuadrados de leña mensual. A la par, de esto, existe “el desarrollo económico” de la región, si bien se muestra próspero por las inversiones (sobre todo en turismo y en la industria salmonera) y por los moderados índices de cesantía, esto no se ve reflejado ni en los sueldos ni en avances de obras públicas como hospitales o carreteras, prometidas por Sebastián Piñera en su paquete de Obras Pública llamado “Plan Aysén”, el cual fue enarbolado en su campaña y reafirmado durante su ascensión al cargo. Como muy bien señala, el Movimiento Social por la Región de Aysén, la región representa el extremo centralismo político y económico que posee el país, cuyo sentimiento es compartido por otras regiones que se sienten “abandonadas”, como Punta Arenas o Calama, ciudad que pronto se movilizará.

El Movimiento Social por la Región de Aysén, se encuentra compuesto por organizaciones de pescadores artesanales de toda la región, la ANEF, bases de la CUT y minoritariamente por gente de Patagonia sin Represas, por mencionar solo algunas de las organizaciones. Este movimiento hace público un petitorio de 11 puntos, en el cual resaltan puntos como el subsidio a los combustibles (y eliminación del impuesto específico a los combustibles), rechazo a la ley de pesca, mayor cobertura en el ámbito de la salud (construcción definitiva del hospital para la región que se construye desde el gobierno de Bachelet, promesa de terminó en el 2011 por Piñera, y que convenientemente hoy reanuda sus labores), también exigen que la decisión de la construcción de termoeléctricas pase por consulta ciudadana, que exista un tarifado regional diferenciado sobre productos de primera necesidad, un sueldo mínimo para la región, y que existan universidades en la región que estén a la medida de las necesidades educacionales de la región, puesto que la oferta de carreras es casi únicamente de estudios técnicos.
A medida que pasaban los días, el apoyo del movimiento crecía con manifestaciones de apoyo en Santiago o en Puerto Montt, incluso teniendo apoyo de figuras eclesiásticas como el obispo Luis Infanti, o de las iglesias evangélicas de la región. A todas estas expresiones también se le suman la ocupación de la comisaría de Coyhaique por miembros de la ANEF, las tomas de aeródromos, y la expansión de los cortes de ruta en accesos estratégicos, así como también la masificación de los cacerolazos. Hasta el día 22 de Febrero en Coyhaique y Puerto Aysén los enfrentamientos entre la gente y las fuerzas policiales, dejaron un total de 17 detenidos, 6 personas heridas y 12 carabineros lesionados. Pero seria el día 23 de Febrero donde las protestas tienen un día de triunfo al expulsar a las fuerzas especiales del Puente Presidente Ibáñez, luego de más de una semana de represión que contó con un par de jóvenes con explosión ocular, gente herida por balines, y familias ahogadas por el gas lacrimógeno. Luego de expulsar a Carabineros, la ciudad queda bajo administración de las comunidades.

Después de largas jornadas de lucha callejera en Aysén, vendría el reconocimiento del gobierno sobre las demandas del movimiento, y con eso la promesa preliminar de echar a andar un subsidio a los combustibles y a la leña. Esto previo al proceso de negociación iniciado el 29 de Febrero, en donde la línea intransigente de la derecha chilena se demuestra en su faceta más palpable, lo cual ha radicalizado aún más a la gente, que ha salido a las calles, mucho más indignada porque siente que sus demandas no han sido escuchadas. Incluso hasta la fecha de esta redacción preliminar, 2 de Marzo, aún el gobierno expresa su rechazo al diálogo, ante un clima de movilizaciones. Sería el Ministro de Energía, quien llevaría las propuestas del gobierno hacia la Región de Aysén, y se negaría a entregarlas a menos que cesen los bloqueas que llevaban más de una semana en la región. Ante esto los dirigentes sociales de Aysén, se niegan y rechazan las condiciones que impone el gobierno para entrar levantar una mesa de negociación. Y es así como desde el 29 de Febrero, hasta el 6 de Marzo, se crea un clima de tensiones entre el desabastecimiento y la fuerte represión que se ejercía contra el pueblo de Aysén, además de las acusaciones diarias de “intransigencia”, tanto de Hinzpeter, como de otras personalidades del gobierno. No debemos olvidar que entremedio de las tensiones por el quiebre de la mesa de negociaciones, el gobierno convocó en Santiago tanto a la Intendenta de Aysén como al Ministro de Energía, dando a la vez declaraciones en las cuales no se descartaba la aplicación de la Ley de Seguridad del Estado. La Tercera en su editorial del 8 de Marzo lo relata de la siguiente manera: “El gobierno ha dado un gran paso adelante, al dejar sentado que no negociará bajo la presión de acciones ilegales; de idéntica forma, debe actuar con responsabilidad para tomar decisiones basadas en la prudencia que impone estar a cargo de todo el país y no permitir que la capacidad de presión de su interlocutor de turno determine qué decisiones adopta”. Y así se marca el 6 de Marzo como el momento en que el Movimiento Social por Aysén, desbloquea los caminos, y da paso al abastecimiento, en el momento justo cuando más apremiaba, pues escaseaba casi el 70% de artículos de primera necesidad.

Se entabla la mesa negociación el día 6 marzo con respuestas parciales a casi todas las demandas. Esta parcialidad no eran sino migajas, paños fríos, como el inicio de obras para carreteras, el término de la construcción del hospital, y la propuesta fuerte del gobierno que era en materia del nuevo subsidio de combustibles de un 20%, para las más de 17.000 familias, a los trabajadores marítimos, y a las industrias. Ante esto lo dirigentes anunciaron que debería negociarse cada punto, pues son insuficientes ante las necesidades planteadas por la lucha. La ofensiva gubernamental contra estos dichos fue en tono condescendiente, como lo expresa el vocero de gobierno, primo del presidente y ex presidente de la FEUC en Dictadura, Andrés Chadwick: "Hay veces que los planteamientos, las aspiraciones, pueden ser legítimas, históricas, pero que el país no está en condiciones de poder satisfacer, y cómo se conduce esa situación, es difícil de prever".

Luego de 3 días, el 9 de Marzo se vuelve a interrumpir el diálogo, Iván Fuentes señaló: “Ustedes han sido testigos, y todo Chile sabe que la Patagonia sí que ha sido de verdad humilde, y hemos dado potentes señales de diálogo”, pero esta vez el diálogo era cortado desde La Moneda, quien jugando a ser Maquiavelo de manera testaruda, miró en menos tanto la fuerza como el significado del movimiento de Aysén. Esto lejos de desgastar el movimiento, o de profundizar un repliegue, radicalizó bastante a la gente, por lo cual se realizaron algunas manifestaciones en las plazas, y cortes de calle en Coyhaique y Aysén. De hecho el obispo de Aysén también veía esta situación de manera intranquila: “Sería importante que en vez de diluir una respuesta pudiéramos apurar un poco el tranco y mantener paz en la Región de Aysén. Mientras más tiempo hagan, más se van caldeando los ánimos de este pueblo que es sereno”. Incluso el conflicto contagia a otras lugares como Lota. Luego el mismo día 10 se retoma el diálogo de las partes generándose nuevos roces, con declaraciones cruzadas entre los dirigentes de Aysén que acusan que el gobierno es intransigente en sus insuficientes propuestas, y el gobierno que por su parte acusa nuevamente de desmedidas las reivindicaciones de la región. Lo expresa de esa manera el titular de la cartera de Energía, Rodrigo Álvarez, el “panzer político” de La Moneda en las negociaciones de Aysén: "Hemos hecho una serie de propuestas. Yo expliqué allá en Aysén y acá en Santiago que algunas de las propuestas son absolutamente válidas, en cierta medida se arrastran por años, pero otras se han convertido en algo desmedido, que no podemos cumplir financieramente como Estado, ni tampoco como correctas políticas públicas".

Pero sería el día 12 de Marzo cuando se plantea un nuevo punto de inflexión, ante la nueva condicionante del gobierno a la hora de entrar en una nueva fase de la negociación, pues se exigió seguir con la mesa pero dividiendo a los sectores en lucha: a pescadores, pobladores, transportistas, etc. En mesas temáticas, que además tenían el tema de educación aparte, pues desde los representantes de La Moneda se acusaba poco avance y un estancamiento en el tema de los combustibles, siendo la mejor opción dividir para ser más operativos en la resolución de los temas. Rodrigo Álvarez, siendo fiel creyente de la línea intransigente de la derecha expresa esta terquedad: "la mesa pide una baja generalizada en todos los combustibles de un 20% y lo que el Gobierno dice, es que vamos a superar las dos gravísimas distorsiones de esta región en tema de combustible, que son los altos costos de transporte dentro de la región y por malos caminos, y el alto costo de llegada a la región por el sistema de transporte desde Puerto Montt". Ante esto los dirigentes respondieron a esto como una tentativa de pretender dividir al movimiento, Iván Fuentes declaró: "La reunión fue tirante, no fue buena. Lo que acordamos fue juntarnos en un lugar donde físicamente pueda resolverse el tema de que estemos todos y se puedan hacer equipos de trabajo y no se junte un equipo aquí y el otro tres cuadras más allá", y Misael Ruiz de manera más breve dijo: “Lo que pretende el Gobierno es dividir el movimiento y no lo vamos a permitir”, por lo cual se anunció la paralización del diálogo. Ante tan tenso y hostil ambiente de negociación, por parte de los voceros y dirigentes de “Aysén, mi problema es tu problema”, mientras tanto las bases, el movimiento social detrás de la consigna sale nuevamente a las calles, con mÁs rabia e indignación, de hecho muchos de los relatos de Radio Santa María, revelan la animosidad de las jornadas de protestas durante el día 12 y 13 en Aysén, que más allá de cualquier periódico electrónico o en papel, en donde escuchamos el relato de un pueblo enfadado e inconforme con su situación, por sentir que la lucha de casi un mes no estaba dando los frutos. El día 14 anuncian los dirigentes reanudar en mesas separadas la mesa de negociación, para poder avanzar en el diálogo y en respuesta a las exigencias de sus bases, además con la amenaza de que la mesa de negociación seguiría trabajando con o sin los dirigentes. Por su parte el gobierno ponía sobre la mesa una nueva condicionante al reiniciar el dialogo: "Si no hay acuerdo en un punto, no corresponde que se llame a bloquear los caminos. El diálogo se desarrolla en la medida en que la comunidad de Aysén pueda hacer su vida en forma normal, en que las calles estén despejadas… si hay movilizaciones no se podrá seguir trabajando. Tenemos que pasar a la etapa de reflexión y dejar de lado la movilización", así lo manifestó el subsecretario de la presidencia Claudio Alvarado.

Esto lejos de aminorar los ánimos, los avivó, al punto de registrarse incidentes por más de 29 horas seguidas, desde el día 14 hasta la madrugada del 16 de Marzo, día del cual se termina de redactar este humilde informe, sobre esta situación tan especial en medio de la lucha de clases. El pueblo nuevamente salió a las calles, y radicalizaron su protesta, incluso los dirigentes como Misael Ruiz comentaban que: "No es culpa de nosotros sino de este gobierno, que no ha sabido hacer las cosas bien y eso está demostrado, porque si el gobierno traía tantas maravillas para nuestra región por qué tendría que seguir esto, pero lamentablemente nosotros aquí fuimos sobrepasados por las bases". Los voceros están dispuestos a trabajar, y las bases no están dispuestas a bajar los brazos, pues han comprendido colectivamente que la única manera de alcanzar sus objetivos es en la calle, luchando. En este contexto, se produjeron hechos de violencia, como el uso indiscriminado de balines de goma y metal, contra toda la población tanto en las calles como en sus propios hogares, uso a destajo de gases lacrimógenos. La respuesta de la gente ante tanta agresión fue el incendio de un bus de fuerzas especiales y un carro lanza-aguas, hecho que generó la coyuntura precisa para poder aplicar la Ley de Seguridad del Estado; ley que intentaron aplicar mucho antes, pero sin un contexto que hiciera verosímil su implementación, anhelado por Rodrigo Hinzpeter. Los argumentos, pobres y superficiales, expuestos por Chadwick, fueron: "Los actos fueron de una violencia grave y alteran por completo la paz social y la tranquilidad en la zona". Días antes Misael Ruiz, decía con visión de lince: “Nosotros le pedimos francamente al Gobierno que diga si quiere derramar sangre. Si ellos quieren venir a conversar, que vengan dispuestos, pero aquí no es válido lo que ellos están diciendo (…) Basta, señor ministro, de repartir migajas. Basta de estar haciendo declaraciones por la prensa. No sé si se está candidateando para Presidente, pero está muy mal. Ya esto parece un chiste, un juego, prácticamente, del ministro… El ministro ya no puede ser más negociador" ante el movimiento.”.

LAS TÁCTICAS PARA DESCOMPRIMIR EL CONFLICTO, NADA NUEVO BAJO EL SOL

La respuesta primera, el espasmo oficial reaccionario, fue la represión brutal, y organizada, contra los pobladores de Aysén, en esta misma línea, antes fueron los magallánicos, luego los estudiantes, y hasta hace muy poco, los trabajadores portuarios y de Tottus. Se puede apreciar que antes de cualquier negociación, antes de entablar la mesa de diálogo, la primera medida del gobierno fue enviar un avión Hércules, con fuerzas especiales de carabineros y un gran arsenal de lacrimógenas. La tesis gubernamental sigue calcada, de maestro a discípulo, es “La mano dura” de Pinochet, operando en forma de Hinzpeter.

Paralelamente, Jaime Mañalich, doctor, mentiroso y director de la cartera de Salud, intento culpar a las manifestaciones por la muerte de Ramón Mañao, quien debido a las barricadas no pudo llegar al centro asistencial a tiempo para ser salvado, lo que fue desmentido por la familia del difunto, quienes adhieren a “Aysén mi problema, es tu problema”. Cuentan que el fallecido habría muerto por una enfermedad terminal, que estaban muerto incluso antes de llamar a la ambulancia. Viniendo de este ministro, no es nada nuevo, ya que durante la huelga de hambre de los estudiantes secundarios, fue el mismo que intentó desacreditar a los huelguistas, arguyendo que eran alimentados por sus propios padres, en secreto.

Esto es sintomático, ya que el gobierno quiere a toda costa finalizar la lucha de Aysén. No para solucionar los problemas, sino más bien para tapar o aplacar el estallido social, quitándole el poto a la jeringa, evadiendo los problemas estructurales, le hace el quite a la discusión de fondo. Por ejemplo el gobierno, ha puesto acento en solo algunas demandas, como un mayor apoyo financiero mediante crédito flexibles o blandos a través de SERCOTEC, para diversificar el mercado de la pesca, y así parchar la grave situación que se enfrentan los pescadores a la hora de trabajar, ya que los buques pesqueros poseen cuotas de extracción elevadas y cero restricción de millas de pesca, al contrario de los pescadores artesanales, siendo esto último (la cuota de extracción) un tema intocable por el gobierno, desplazándolo a la regulación del mercado. Otro ejemplo claro son las declaraciones del Ministro de Economía, Pablo Longueira, quien califica la movilización como un mero “espectáculo”, eventos catastróficos para la actividad turística de la zona, y sumamente dañinos e irreparables para la imagen de la región. Incluso el gobierno ha tenido la desfachatez de declarar las demandas de Aysén como legítimas, pero a la hora de tomar decisiones han solo tomado en cuenta las que no se salgan del modelo de desarrollo que ellos proponen. Una vez más el discurso oficial desplaza la discusión en todo momento a temas meramente contingentes y de poco calibre, la política de la solución parche parece mas un karma de los movimientos sociales que cualquier otra cosa. Desde lejos se nota que hay mayor preocupación por los dólares de los turistas, que por el frío, el hambre o las condiciones de vida con las que lidia la gente de Aysén.

El gobierno apuesta al desgaste de los movimientos, a que se replieguen, y en ese momento entrar a negociar, mientras paralelamente se les debilita mediante medidas represivas, así ha sido la tónica con los estudiantes desde el año pasado y con algunos sindicatos de trabajadores (portuarios, de Call Centers, o los trabajadores del sindicato de Tottus). Pero esta táctica solo se hace coherente dentro del marco teórico de la derecha chilena: la intransigencia ante lo social, y la línea dura de la solución política e institucional.

El pueblo y la clase trabajadora de Aysén nos demuestran que la indiferencia de la centralización y la represión como política de Estado, tienen un límite, y que solo depende de nosotros y nuestra capacidad de organizarnos, poder revertir esta situación.

AYSÉN NOS ESTA DANDO CLASES, Y BUENO ¿CUÁLES SON LAS LECCIONES?

Hoy, podemos ver como la alegría ha llenado las calles de la XI Región, como la gente se ha agolpado en las calles, y ha demostrado como la unidad y la lucha son las únicas que engendran frutos, resuelven las necesidades urgentes y las reivindicaciones, y no las apelaciones a las instituciones la vía factible. Un claro ejemplo de esto es el caso de los pescadores artesanales, quienes desde el gobierno de Lagos, protestaron por las cuotas de pescas, y solo en el gobierno de Bachelet fueron escuchados. Y solo “escuchados”, pues las promesas de créditos flexibles para la innovación de la pesca, y la reforma de la ley de pesca, jamás llegaron; he ahí la desconfianza con los organismos gubernamentales, y la decisión de luchar de estos sectores, que son uno de los más golpeados en la región, por lo que se han convertido en a punta de lanza en estas movilizaciones. Esto también nos da cuenta, que a la hora de la lucha, son las y los trabajadores, el sujeto estratégico, los que golpean más duro. Son ellos con un poco más de 14 días de movilización, quienes han logrado movilizar un contingente de políticos profesionales de La Moneda, aunque sea por gotera, y han puesto en agenda nacional el tema de la centralización económica y política, y que sus métodos de lucha, son mucho más radicales, a la hora de enfrentar a la policía. Esto puede ser por dos variantes bastante importantes: una es la composición de clase del sector en lucha, y segundo porque sus reivindicaciones tienen que ver con la sobrevivencia. Hablamos de los trabajadores como sujeto estratégico, pero no aislado y solitario, sino que acompañado en la lucha codo a codo, por las y los pobladores, mapuche, estudiantes, jubilados, “cesantes ilustrados”, etc.

Observando la situación, hoy podemos hablar que existen embriones de poder popular, siendo estas experiencias parciales, pero muy significativas para el movimiento popular. Este poder popular, en perspectiva, se materializa en tanto potencia el empoderamiento y autoorganización de los instrumentos organizativos de lucha en Aysén. Fueron las condiciones, en las cuales se han mantenido la movilización, lo que impulso estas prácticas: el desabastecimiento, la fuerte represión y el cerco informativo, ha impulsado la autoorganización. Para sobrellevar esta situación, se han levantado ollas comunes, aumentado en más las horas de transmisión de Radio Santa María, ocupado planchas de zinc para poder repeler los disparos de la policía, método que jugaría un rol importante, en la toma del Puente Presidente Ibáñez. La gente de Aysén, está en disposición de hacer de su vida algo más que trabajar para generar riquezas para otros, y de tomarlas para sí, es pro de la comunidad de los y las que luchan.

Siendo reiterativo, el manejo político del gobierno, de dialogar es apuntando con una pistola al pecho, condicionando todo diálogo, o avance de negociaciones. Todo esto tiene directamente que ver con la racionalidad enfermiza que posee el gobierno, al ser leal al modelo neoliberal que lo alimenta. Es importante enfatizar que la represión, y la militarización progresiva del conflicto, lo podemos ver como una previa, de la Ley Hinzpeter, de resguardo del orden publico. Y la aplicación de la Ley de Seguridad del Estado, es para el gobierno, una carta bajo la manga para restablecer la “normalidad”, para desarrollar negocios plenamente. Esta es la manera en que desde La Moneda de busca ejemplificar, con Aysén, la mano dura que será aplicada cuando los conflictos sociales estallen, y así mediante la militarización, el encarcelamiento a dirigentes y luchadores sociales, establecer un parámetro de cómo actuará el gobierno ante un movimiento social cuando se levanta por sus demandas. Pero la lección más grande es que en la lucha, solo nos queda unirnos y ser solidarios, para enfrentar lo duros tiempos, junto a nuestros compañeros y compañeras de lucha.

¿ESPERANDO UN DESENLACE?

Hoy 16 de Marzo, cuando se cierra la redacción de este informe, las autoridades del gobierno presente en el conflicto: Rodrigo Álvarez, Claudio Alvarado, Pablo Galilea (Subsecretario de pesca) Y Gloria Hutt (Subsecretaria de transporte), quienes hipócritamente aún dicen que creen en el diálogo, mientras la gente esta agolpada aún en las calles, levanta barricadas, improvisa junto a la cruz roja local sitios para atender heridos, las fuerzas especiales con la excusa de despejar las vías, de permitir la libre circulación (caballo de Troya argumentativo y discursivo) reparten su violencia a punta de prepotencia, fuego y sangre, la represión se vive en todas partes, la resistencia se hace a pulso. En este cuadro tan complejo, con la emoción que embarga el sentir que un pueblo se levanta, y da la cara contra la represión y la opresión, con lucha y decisión, se escucha en radio Santa María de Aysén a Jorge Drexler cantando “Me haces bien”, en medio de combates callejeros que protagoniza un pueblo que pasado más de un mes, nos recuerda con vehemencia que hay una luz que nunca se apaga.

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