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¿Que es el Capitalismo y que el Neoliberalismo?

category américa del norte / méxico | economía | opinión / análisis author Monday April 17, 2006 01:32author by Carlos Riveraauthor email cf_rivera at yahoo dot com dot mx Report this post to the editors

Discurso pronunciado en el I encuentro regional norte de la Otra Campaña. Apodaca, N.L, México.

Buenas tardes Compañeras y compañeros de la Otra Campaña. Antes de iniciar mi intervención, quiero agradecer y felicitar a las y los compañeros de la coordinación estatal de nuevo león, el espacio que han abierto para el libre debate de las ideas, que desde mi muy particular punto de vista, considero indispensable para lograr una unificación real y no ficticia.

Bueno, pues conociendo el poco tiempo que tenemos para exponer un tema tan amplio como lo que son el Capitalismo y el Neoliberalismo, me apresuro a iniciar con una probable afirmación controversial. El capitalismo y el neoliberalismo son un pleonasmo, o en otras palabras, el capitalismo y el neoliberalismo son la misma mierda, solo que llamada de diferente forma. No es una diferencia estructural cualitativa, lo que ha hecho que se le llame de diferentes formas a un mismo sistema económico y político, sino que han sido los oportunistas y los pequeños propietarios, los que han querido hacernos ver las bondadosas diferencias entre el capitalismo y el neoliberalismo. Pero estas supuestas bondades que nos han querido hacer ver, no son y no pueden ser, para el pueblo, otra cosa que una sentencia de muerte.

Me explico:

El Capitalismo, como bien sabemos, nació de entre las ruinas del feudalismo y al igual que este ultimo, el capitalismo es una sociedad de clases, es decir, el capitalismo mantiene la división y el antagonismo entre opresores y oprimidos, entre dirigentes y dirigidos.

En la actual sociedad burguesa, estos dos bandos antagónicos son: por un lado la burguesía, es decir, la clase capitalista, hombres y mujeres propietarios de los medios de producción, que viven de la explotación del trabajo ajeno o de la especulación de sus capitales. Por el otro lado se encuentra: el proletariado, en su sentido mas amplio, es decir, todas esas masas populares, que al no poseer medios de producción se ven obligados a vender su fuerza de trabajo al mas bajo precio, como única forma de subsistencia.

Decíamos, pues, que el capitalismo nació de entre las ruinas del feudalismo, destruyo ese viejo mundo y construyo uno nuevo, basado en los avances tecnológicos y la apertura de nuevos mercados, remplazando así la tracción animal y humana, con la mecánica y las maquinas de vapor, generando a su vez los grandes centros de trabajo, es decir, las fabricas, relegando a los artesanos y pequeños propietarios a condiciones marginales y generando una nueva clase, la clase de los desposeídos, los desheredados: los obreros.

El origen del capitalismo se remonta a finales del siglo XVIII, dos hechos históricos, dos revoluciones, dieron origen al mundo de la civilización burguesa, es decir, al mundo actual, estos hechos históricos son: lo que conocemos bajo el nombre de “Reforma”, es decir, la revolución religiosa del siglo XVI y la gran revolución política francesa del siglo XVIII. Como vemos, la civilización burguesa es, pues, fruto de un largo proceso de desarrollo de los modos de producción y de una serie de cambios políticos, que dieron como resultado final, la conquista de la hegemonía mundial, en manos de la clase capitalista.

¿Pero que significo el triunfo de la burguesía sobre el sistema político y el modo de producción feudales? En primera instancia, sin duda, significo el progreso de la sociedad. La burguesía conspiro, organizo y dirigió el movimiento revolucionario. Fue ella quien tuvo el valor de rebelarse contra toda autoridad y dirigió toda su fuerza en contra de la nobleza y puso sobre la mesa de los acusados al Papa y a los reyes, en resumen, lucho contra la iglesia y su oscurantismo y contra el Estado feudal.

Pero si la burguesía se armo de valor y triunfo, no fue sino por que contaba con el apoyo del pueblo, pues ni la burguesía, ni el proletariado eran concientes aun del abismo que los separaba. Lucharon juntos, en beneficio exclusivo de la burguesía, quien sin dudarlo y por la fuerza misma de las cosas, tomo el poder que había arrebatado a la nobleza feudal y de esta forma se estableció como clase dominante, soltando inmediatamente la bandera del progreso humano.

Una vez en el poder, la clase capitalista no dudo un solo instante, en poner en practica y a “full” todos los principios y modos, que garantizan su mas absoluta prosperidad y entonces su grito de guerra “Libertad, Igualdad y Fraternidad” se convirtió una vez mas en una bella ilusión.

Pero analicemos ahora cuales son los principios y modos capitalistas. El sr. Adam Smith, que es, sin duda, uno de los primeros economistas en sintetizar y describir los principios económicos del capitalismo, en su obra “Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones” escrita en 1776, busco demostrar que la búsqueda de la ganancia personal podía dar como resultado colateral, el beneficio y la mejoría de la sociedad. Para Smith, la formula interés personal + propiedad privada + competencia, daba como resultado: el bienestar de la sociedad.

En otras palabras, Adam Smith, sostenía que la competencia privada, libre de toda regulación, produce y distribuye mejor la riqueza que los mercados controlados por los gobiernos. De esta premisa podemos disgregar las características básicas del sistema capitalista, que son las siguientes:

1. Los medios de producción, entiéndase, la tierra, la maquinaria y toda herramienta necesaria para producir los bienes, son PROPIEDAD PRIVADA, es decir, se encuentran legalmente en las manos de unos pocos, que hoy conocemos como empresarios o patrones.

2. La actividad económica es organizada y coordinada por la interacción entre productores en los mercados.

3. El control del sector publico, sobre el sector privado debe ser mínimo o mejor aun, no debe ser. La actividad del Estado y del gobierno debe de reducirse a hacer legal y garantizar la propiedad privada de los medios de producción y a lo más debe garantizar el cumplimiento de los contratos, es decir, debe fungir como intermediario entre las pugnas inter-burguesas.

Estos tres puntos, que dan forma al sistema capitalista, pueden ser resumidos, como han sido resumidos ya, en la otra campaña, en unas mantas que he visto han sacado en otras partes de México y aquí mismo en Monterrey, que dicen: “La ley básica del capitalismo es Tu o Yo, nunca Tu y Yo”. Esa es, pues, compañeras y compañeros, la esencia más pura del capitalismo, pero esta esencia, este principio burgués, puede resumirse aun más, puede resumirse a una sola palabra: INDIVIDUALISMO.

Pero pasemos ahora a los hechos, conozcamos lo que en la práctica ha conseguido el actual sistema económico y político, llamado capitalismo. Lo que voy a mencionar ahora, son datos del informe sobre el desarrollo mundial del 2000-2001 realizados por el Banco Mundial.

Una quinta parte de la población mundial, es decir, 1,200 millones de personas, sobreviven con un dólar diario y 2,800 millones de personas, con tan solo poco más de dos dólares al día. Cada día, en este mundo capitalista, mueren 30 mil niños de hambre y 800 millones de personas padecen subalimentación crónica. Existen 100 millones de niños que viven en la calle y 250 millones son obligados a trabajar. Durante los últimos 40 años, las diferencias de riqueza entre los 20 países más ricos y los 20 más pobres del mundo se han duplicado. La economía modelo del capitalismo, es decir, nuestro vecino del norte, EE. UU, cuenta con 38 millones de personas que viven en la pobreza y mientras todos esos millones sobreviven a muy duras penas, los tres magnates de Microsoft tienen más dinero que todo el presupuesto que EE. UU destina a programas contra la pobreza y la marginalidad.
Las 200 personas mas ricas del mundo, según la revista Forbes, poseen mas riqueza que el Producto Interno Bruto (PIB) conjunto de EE. UU, China, Japón, India y Alemania.

Esta es, compañeras y compañeros, la realidad del sistema capitalista, el abismo que crece día a día, entre millones de seres humanos que son arrojados a la más absoluta miseria, mientras un puñado de privilegiados, se llenan los bolsillos y viven a costa del sufrimiento y la desgracia del resto del mundo.
Hasta aquí hemos visto, que tras más de dos siglos de dominio del capitalismo, como sistema político y económico, este no ha sido capas, de dar a la humanidad, ni Libertad, ni Igualdad, ni mucho menos Fraternidad, ha sido incapaz de dar los medios materiales que garanticen a todas y todos una vida Digna, Justa, Libre, Feliz. Hemos visto también los razonamientos filosóficos y los principios del sistema capitalista, pero no hemos tocado hasta ahora las condiciones de vida concretas de la clase trabajadora, sino que solo hemos visto, sus lamentables consecuencias.

Hablemos, pues, de cómo nace, en los hechos, el sistema capitalista. El capitalismo nace en los hechos con la expansión y desarrollo de la industria. La gran industria creo el mercado mundial, preparado ya, de antemano, por el descubrimiento de América. El mercado mundial, propicio a su vez, el desarrollo de todos los medios de transporte que a su vez, propicio el auge de la industria y con el auge de la industria vinieron las jornadas laborales de 12 a 18 hrs., la explotación infantil, la insalubridad y la peligrosidad de las fabricas. La industrialización y la explotación del mercado mundial, dieron un carácter universal a la producción y el consumo de todos los países.

Estas nuevas condiciones, generaron nuevos críticos de la economía política, primero fueron los socialistas utópicos; los Saint- Simón, los Owens, los Fouriers, etc. después la escuela mutualista de Proudhon, después la escuela alemana, de Marx, Engels y Lasalle, después la escuela latina y eslava antiestatista de Bakunin. Todos ellos desarrollarían una crítica filosófica, política y económica del capitalismo. Después aparecerían también las “trade-union”, o sea, los sindicatos, en pocas palabras, una critica abierta y una acción directa en contra del sistema capitalista había nacido o mejor dicho, la guerra abierta se empezaba a gestar.

Para no hacerles tan largo el cuento - a demás de que el tiempo no me lo permite- , las luchas del proletariado revolucionario iniciaron y fueron creciendo, fueron avanzando a lo largo y ancho de Europa y con el crecimiento y el avance, vinieron los primero sustos de la clase dominante, es decir, de los burgueses, de los capitalistas.

Entonces llego la coyuntura del 48-49 y la burguesía timorata, se vio en la obligación de buscar una forma de detener el avance del proletariado revolucionario y así, con el miedo como principal razón, vio la luz, el llamado “Estado de bienestar”. No existe, economista o historiador burgués, que se atreva a eliminar de entre las causas que dieron origen al estado de bienestar, el avance de las luchas del proletariado y no se atreven por que esa es la principal, por no decir, la única causa que dio origen al llamado estado de bienestar.

Este cambio forzado, de una economía de libre mercado a una economía mixta, se dio relativamente pronto por una sencilla razón. La burguesía, en su avaricia, en su codicia, en su inalcanzable saciedad, simplifico tanto las contradicciones clasistas, que el proletariado pronto tomo conciencia de que el Estado, no es sino el instrumento legalizador y represor de la burguesía y por ende, el Estado no podía sino significar su miseria, su opresión y su explotación y entonces a tan evidente verdad, el proletariado no podía concluir otra cosa, mas que esta: su lucha era necesariamente contra el Estado y el Capital.

Entonces la burguesía y su burocracia parasitaria inherente, se vieron obligadas a darle una razón de ser al Estado, tenían que hacer creer al proletariado que el Estado era necesario, más aun, tenían que hacer creer al proletariado que el Estado era indispensable. Así Bismark dijo en el parlamento en 1889 “Enseñareis incluso al hombre común a ver al imperio como una institución beneficiosa”. La tarea de la burguesía se convirtió pronto – si quería sobrevivir – en hacer ver al hombre común, al Estado como una institución beneficiosa. Fue de esta forma como inicio un proceso de sustitución del Estado en si, es decir, del Estado Policial, en un Estado disfrazado de algo mas, en un Estado social, en un “Estado de bienestar”

Poco a poco, el Estado fue extendiendo su actividad de simple legalizador de la propiedad privada e interventor de pugnas interburguesas a actividades en las áreas de educación, vivienda, sanidad, seguridad social, etc.

Hay que dejar claro, que no fue una concesión bondadosa del sistema capitalista, sino fue un arrebato dentro de la economía política, del proletariado revolucionario o en otras palabras, no fue una concesión, fue una conquista.

Decíamos, pues, que, aterrorizada, la burguesía se vio obligada a ceder frente a su clase antagónica, el proletariado, algunas medidas, con la única intención de NO perder su dominación sobre esta, así en Francia la educación primaria se volvió obligatoria y gratuita en 1881, medida que rápidamente se extendió a la mayoría del resto de los Estados europeos. En Alemania, por ejemplo, en 1883 fue aprobada la ley de seguro de enfermedad, en 1884 la ley sobre accidentes laborales y en 1889 la ley de pensiones de vejez e incapacidad.

Todas estas nuevas tareas encargadas al Estado, trajeron, obviamente, un aumento tanto en el número de burócratas, como en los costos del mismo Estado. Los empleados del gobierno británico, por ejemplo, pasaron de 50 mil en 1881 a 116 mil en 1901. En Alemania, por su parte, el porcentaje de trabajadores públicos en relación con el número total de trabajadores, creció del 9,3% en 1895 al 10,6% en 1907. Esto se convirtió en una constante en toda Europa y los costos del gobierno que habían permanecido estables hasta entonces, se dispararon, por ejemplo en Alemania, el gasto publico en relación con el PIB, paso del 10% al 14,9% entre 1881 y 1900.

A pesar de estas medidas, el avance del proletariado revolucionario no se freno, aunque si fue en gran parte, desviado hacia tendencias que conciliaron con la burguesía menos reaccionaria o que algunos llaman progresista y dieron a luz una mezcolanza, conocida bajo en nombre de social democracia y que aspira a un Estado Popular.

Estas desviaciones vieron su clímax en el socialismo de estado – la URSS, Cuba, China, Vietnam, etc.- que no es sino Capitalismo de Estado, que sin duda preocupo a la burguesía mas clásica y la obligo a tomar medidas, que ahora abarcaron desde la guerra abierta, la guerra fría y nuevas medidas económicas encaminadas a frenar el capitalismo de estado.

Así para 1936 en plena efervescencia del movimiento proletario, tanto el puro como el socialdemócrata y a nada de la gran depresión, el Keynesianismo vio la luz. Una vez mas la burguesía, decíamos, buscaba encarnizadamente detener el avance del proletariado y entonces el británico John Keynes, creyó haber encontrado lo inencontrable, es decir, la forma de evitar las crisis económicas inherentes al sistema capitalista.

Keynes propone en pocas palabras, la intervención del gobierno, ya no solo en cuestiones sociales, sino que ahora el gobierno tenía que participar activamente en la economía. Las políticas keynesianas se aplicaron en varios países industrializados, entre ellos en el Reino Unido en la década de 1940 y en EE. UU con el presidente John F. Kennedy.

La economía se restableció, el capitalismo supero la peor crisis económica en la historia mundial y el proletariado de a poco fue controlado por los partidos socialdemócratas, es decir, fue controlado por la misma burguesía y entonces esta ultima viendo que todo volvía a la tranquilidad se empezó a cuestionar ¿Qué hago yo manteniendo a esos pobres diablos, dándoles salud, educación, vivienda, etc.? ¿Qué sistema es este, donde la clase dominante gasta miles de millones de pesos en sacar de la miseria a esas masas populares?

Así el FMI y el BM, empezaron a “ayudar” a las economías débiles y a las economías “ex socialistas” con prestamos que tienen como corolario, la aplicación de las llamadas “reformas estructurales” en todos esos países. En otras palabras, la burguesía quiere lo que le quitamos y entonces lo primero que exige es que el gobierno saque las manos de la economía, o sea, que privatice todas las empresas públicas, una vez que a privatizado todas las empresas publicas, exige el abandono de las medidas sociales, entiéndase, salud, educación, sanidad, vivienda, etc. Esto es lo que conocemos como neoliberalismo.

Todo lo que he hablado hasta aquí, compañeras y compañeros, ha sido con la intención de demostrar, que el capitalismo nació liberal, que su economía política es el libre mercado. Esta es y será la esencia pura del capitalismo y si en algún momento cambio, no es por que el capitalismo busque diferentes teorías económicas, dentro de si, para solucionar las estremecedoras cifras que mencione hace unos minutos. La historia lo único que nos demuestra es la capacidad del capitalismo para mutar en condiciones de peligro para su existencia.

Quien lucha solo contra el neoliberalismo es un burgués, un oportunista, un timorato, que nos quiere engañar, que nos quiere hacer creer que el único nuevo mundo posible, es el mundo del capitalismo menos explotador, del capitalismo un poco mas humano, del capitalismo menos rapaz, nos quieren, en pocas palabras, meter en un callejón sin salida para darnos ahí, el tiro de gracia.

La lucha contra el neoliberalismo, solo se puede dar en una lucha abierta en contra del sistema capitalista en cualquiera de sus mutaciones defensivas. La única victoria real en contra del neoliberalismo, solo se puede dar cuando acabemos con el capitalismo, ese sistema económico y político mundial. La lucha contra el capitalismo es una lucha de clases y por ende nuestro enemigo es el capitalista, el burgués, no importa si es de México, de EE. UU, de Guatemala, de Cuba, de Francia o de donde sea, de igual modo, nuestro único aliado es el pueblo sin importar de donde sea, México, EE.UU, Guatemala, Francia, o de donde sea. Esta lucha, no puede y no debe ser una lucha nacional ni por la conquista del poder político. La lucha contra el capitalismo, debe ser una lucha internacional y por la destrucción del poder político.

La explotación no se basa en medida del salario, los anticapitalistas no podemos luchar por “mejores precios para nuestros productos” –en el caso del campo- o por “un salario más digno” en el caso de la ciudad, tenemos que luchar por la eliminación de la contradicción capital/trabajo, en otras palabras, tenemos que luchar por la eliminación del trabajo asalariado y su corolario, la propiedad privada.

No puedo terminar esta intervención, con otra cosa, más que con la conclusión de aquel gran revolucionario internacionalista ruso de nombre Miguel Bakunin, en su texto titulado: el sistema capitalista.

“¿Queréis que los hombres no opriman a otros? Haced que no tengan nunca el poder de oprimirlo. ¿Queréis que respeten la libertad, los derechos, el carácter humano de sus semejantes? Haced que estén forzados a respetarlos: No forzados por la voluntad ni por la acción opresiva de otros hombres, ni por la represión del estado y de las leyes, necesariamente representadas y aplicadas por hombres, los que los harían esclavos a su vez, sino por la organización misma del medio social: organización constituida de modo que aun dejando a cada uno el mas entero goce de su libertad no deje a nadie la posibilidad de elevarse por encima de los demás, ni de dominarlos, de otro modo que por la influencia natural de las cualidades intelectuales o morales que poseen, sin que esa influencia pueda imponerse nunca como un derecho ni apoyarse en una institución política cualquiera.”

Compañeras y compañeros, solo tenemos un camino, es necesario destruir lo que es, para construir, lo que debe ser.
¡Gracias!

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