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Declaración VII Asamblea Semestral – Septiembre de 2015

category venezuela / colombia | education | comunicado de prensa author Tuesday September 15, 2015 02:17author by Grupo Estudiantil Anarquista - Grupo Estudiantil Anarquistaauthor email grupoestudiantilanarquista at gmail dot comauthor address grupoestudiantilanarquista.wordpress.com Report this post to the editors

Siguiendo nuestro principio de asamblearismo, nos reunimos nuevamente como Grupo Estudiantil Anarquista a debatir y construir en base a nuestro lugar más directo: las universidades de Bogotá. En este acto deliberativo planteamos puntos de critica alrededor del movimiento estudiantil y su desarrollo en el último tiempo, además de los diferentes procesos que se llevaron a cabo durante este semestre, pero también nos ponemos a la tarea de hacer una autocrítica seria de como nuestra organización ha influido en este movimiento y, del mismo modo, que cosas hemos dejado de lado y hemos fallado para poder fortalecerlo, así como profundizar en aquellas tácticas que han mostrado resultados positivos en el desarrollo de un movimiento estudiantil combativo y horizontal. A partir de esto, planteamos algunas propuestas sobre lo que consideramos formas de fortalecer el movimiento estudiantil desde un accionar anarquista y junto a él, avanzar en el largo camino de la revolución social.
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Siguiendo nuestro principio de asamblearismo, nos reunimos nuevamente como Grupo Estudiantil Anarquista a debatir y construir en base a nuestro lugar más directo: las universidades de Bogotá. En este acto deliberativo planteamos puntos de critica alrededor del movimiento estudiantil y su desarrollo en el último tiempo, además de los diferentes procesos que se llevaron a cabo durante este semestre, pero también nos ponemos a la tarea de hacer una autocrítica seria de como nuestra organización ha influido en este movimiento y, del mismo modo, que cosas hemos dejado de lado y hemos fallado para poder fortalecerlo, así como profundizar en aquellas tácticas que han mostrado resultados positivos en el desarrollo de un movimiento estudiantil combativo y horizontal. A partir de esto, planteamos algunas propuestas sobre lo que consideramos formas de fortalecer el movimiento estudiantil desde un accionar anarquista y junto a él, avanzar en el largo camino de la revolución social.

De este modo, después de discusiones que generaron reflexiones profundas pero que también nos ayudaron a afinar puntos que fortalecen el accionar político de la organización, declaramos que:

El GeA es una organización político-social amplia de carácter anarquista, reafirmando el comunismo libertario como horizonte, bajo los principios de solidaridad, horizontalidad, apoyo mutuo y autogestión, abierto a todas las estudiantes tanto de la educación no formal como del sistema educativo en sus diferentes expresiones. Nuestra apuesta principal sigue siendo la de fortalecer los procesos de base en las universidades de la ciudad de Bogotá, fomentando la formación política y la vocación revolucionaria desde la acción directa, proponiendo varias herramientas que materializan a partir de la inserción social, el trabajo de base y la unidad social-estudiantil desligándonos de cualquier vanguardismo, participando activamente en la comunidad universitaria y los movimientos sociales, a partir de espacios organizativos locales.

Vemos que el país, cada día que pasa, está en peores condiciones, y que el capitalismo tal como lo conocemos sigue avanzando sin precedentes, cuestión que nos hace pensar que tan profundo puede llegar esta aguda situación. Vemos que las disputas en este país en un proceso de diálogos de paz solo se agudizan más: los sectores oprimidos están sufriendo más que nunca los despojos que consecuentemente el sistema genera con sus políticas, y el discurso oficialista o reformista de la paz y la reconciliación solo es una excusa para mantener al pueblo sumiso y controlado, o en el mejor de los casos, se vea limitada su capacidad de disputa en nombre de ajenas que le son externas. El gobierno nacional sigue desarrollando políticas apuntando a fortalecer el modelo neoliberal de desarrollo que solo busca el fortalecimiento del capital y de la clase política burguesa, en esta ocasión a través del Plan Nacional de Desarrollo (PND) con apuestas extractivistas que seguirán reproduciendo el despojo en el campo y la ciudad.

En cuanto a los diálogos de paz, sabemos que las situaciones planteadas tendrán serias consecuencias para el país los sectores oprimidos, y sea cual sea la decisión habrán consecuencias nefastas. Aunque los actores en diálogo son antagónicos, los dos en algunos puntos le apuestan a un progreso capitalista: por un lado encontramos que, al haber una firma definitiva de los acuerdos ,se empezarán a intensificar la labor extractivista y comercial (como lo estamos viendo con el negocio de los agrocombustibles y el cultivo de palma, así como el crecimiento del sector de servicios), la persecución al movimiento social será mayor y las luchas por la tierra y otros escenarios de batalla se agudizarán al aumentar la brecha de desigualdad. Aún así vemos que la no firma de estos acuerdos solo dará pie a que siga una guerra que ya lleva más de medio siglo, en donde la más afectada ha sido la población civil -especialmente en el campo-, la cual ya ha tenido que sufrir desastres, genocidios, desplazamientos y despojos. El gobierno ha utilizado algunas de las políticas pre-acordados en las mesas de negociaciones tergiversándolas, para desarrollar sus lineas políticas neoliberales, tal como sucede con las políticas de restitución de tierras y reivindicación de víctimas, dejando como co-bandera principal de la insurgencia la participación política. Esto nos reafirma en la lectura de una imposibilidad de desarrollar una construcción de paz sincera y con la participación protagónica de las desposeídas, que a nuestro parecer debe ser lo principal. Sin embargo, nuestro trabajo, sea cual sea el desenlace de este tema, seguirá siendo el mismo: seguir fortaleciendo las bases populares y seguir avanzando con el movimiento estudiantil y social, por un verdadero cambio desde abajo y la construcción de autonomía desde las mismas comunidades.

En este semestre se presentó un proceso de alta importancia para el movimiento social colombiano: el paro de docentes, coyuntura que por algún tiempo logro paralizar las aulas en el país, algo que hace un tiempo no se podía presenciar. Profesoras de todo el país acudieron a fortalecer la huelga, con apuestas claras y una lucha fuerte y contundente. Este es un proceso que es importante para la lucha social y ayudó a fortalecer a las diferentes expresiones educativas, aunque también muestra lo frágil que resulta ser cualquier movimiento cuando se entrega a la institución y la burocracia. Luego de un par de semanas de inicio del paro, la junta directiva de FECODE, mayoritariamente vinculada al MOIR y al PCC, en una acción que claramente no beneficiaba a las trabajadoras del magisterio, vende el paro al gobierno firmando unos acuerdos que no eran los que pedían las maestras. A pesar del rechazo contundente por parte de un gran sector de educadoras, los acuerdos se ratificaron, y la última palabra la tuvo la burocracia sindical. Concorde con el anterior punto, seguiremos apostando por el fortalecimiento de una alternativa educativa que se construya a partir de si misma, donde su voz sea el sentir de las bases y no de las agendas partidistas nacionales.

En el movimiento estudiantil ocurrieron nuevamente varias coyunturas con poca capacidad de acción conjunta, respondiendo solamente a lo que plantean los miembros de las clases dirigentes del país pero que carece de ser un movimiento constante y crítico que logre darle continuidad a las luchas sin dejarlas pasar o permear de agentes nocivos, como lo fue el caso de la Universidad Nacional Sede Bogotá y la Universidad Distrital, cada una con un proceso de movilización y agitación diferente, enmarcados en la apatía creciente dentro de las universidades públicas disfrazada bajo discursos de independencia dirigidos por los enemigos de una educación crítica, así como de los ataques que se le han hecho a los estudiantes por parte del aparato estatal y paraestatal. Aun así, en medio de estos casos de coyunturalismo, se logró construir un movimiento que se pudo fortalecer desde los consejos estudiantiles y otros espacios de base, desde los cuales se generó un apoyo a otras iniciativas desarrolladas por el movimiento social, como la liberación de la madre tierra en el Norte del Cauca y otros procesos que con menos intensidad se pudieron desarrollar.

La estigmatización y persecución al movimiento social nos deja para el primer semestre del año en curso resultados nefastos. Al inicio del año el movimiento social se ve sacudido por la muerte de Carlos Alberto Pedraza, quien fue asesinado en un municipio aledaño a Bogotá y que hacía parte de Congreso de los Pueblos, uno de los procesos populares que en estos momentos más fuerza tiene en el país. Este y otros asesinatos son una forma de decirle a las clases oprimidas colombianas que el gobierno no está dispuesto a aflojar y buscar un cambio ni siquiera en las demandas más mínimas. Meses después nos encontramos en una situación con un objetivo similar: la captura de 13 compañeras pertenecientes a organizaciones políticas y activistas en el movimiento estudiantil, las cuales hasta el momento siguen detenidas, entre ellas Félix Mauricio Gutiérrez, estudiante de la Universidad Pedagógica Nacional e identificado con las ideas y propuestas anarquistas y con quien tuvimos la oportunidad de compartir algunos espacios de encuentro. Además de todo ello, hemos sido testigos de la represión que se ejerció por parte del gobierno a las comunidades indígenas en el norte del Cauca, quienes mediante una acción coordinada empezaron el proceso de la liberación de la madre tierra que pretende recuperar los terrenos que son suyos por derecho y han sido ocupados por los grandes terratenientes y multinacionales regionales y nacionales.

A pesar de este triste panorama, hacemos la invitación a que los ánimos no se caigan y sigamos luchando codo a codo, a que continuemos construyendo procesos desde las comunidades y que no dejemos que el miedo que nos quiere implantar el gobierno y sus fuerzas represivas pueda más que nuestras ganas de transformar radicalmente la sociedad.

Para este semestre, en el ámbito universitario, la lucha sigue siendo por las banderas que hemos enarbolado los últimos semestres. La crisis presupuestal de la educación pública ha llevado a que facultades como la de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia hayan funcionado de forma precaria el semestre anterior, lo que genera incertidumbre respecto a su funcionamiento durante el presente semestre y los que siguen, así como la forma en la que se afrontara dicha crisis en general para las universidad públicas en el país. El estudio de dicha problemática por localidades, así como de muchas otras que de ella se derivan, permitirá apuntar a propuestas concretas de salidas a la crisis desde lo local a lo nacional.

Partimos de la necesidad de generar de nuevo una dinamización del movimiento estudiantil, que como ya se mencionó anteriormente, dio pasos cortos pero que acumulan al desarrollo general de una estrategia de fortalecimiento. De esta forma, creemos que para que dicha dinamización se consolide en iniciativas de cohesión mucho más amplios que puedan recoger las reivindicaciones del movimiento estudiantil en su conjunto, se deben generar espacios de discusión disciplinares e interdisciplinares desde los semestres, carreras, facultades y demás espacios donde nos podamos articular, tales como consejos, coordinadoras y otras expresiones organizativas de base.

De acuerdo a nuestras discusiones y propuestas planteamos varias actividades e iniciativas que buscan mantener las universidades activas y combativas, donde la formación de una persona política crítica sea posible para que pueda afrontar dinámicas de disputa que se puedan presentar, a partir de un accionar solidario, directo, horizontal y antiautoritario, pues sabemos y reconocemos que las universidades en Colombia sigue siendo un frente para la lucha popular. A partir de este caminar, la articulación con los demás sectores que conforman el movimiento social adquiere mayor fuerza y contundencia para reclamar una vida libre y digna.

Finalmente, como organización nos solidarizamos con las compañeras detenidas por los falsos positivos judiciales en los últimos meses, así como con todas aquellas que han sufrido persecución política por sus apuestas de transformación, con las cuales nos hemos encontrado en la lucha y sabemos que lo seguiremos haciendo, apostándole a una resistencia activa y conjunta del movimiento social. Para ello, participaremos activamente en las diferentes expresiones de solidaridad y apoyo que se han construido desde las universidades y seres allegadas, lo cual permite cerrar filas a la represión cada vez más creciente.

¡Por un semestre y una vida de lucha y resistencia!

¡Arriba las que luchan!

Grupo Estudiantil Anarquista – GeA

Septiembre de 2015

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