Asesinado dirigente campesino que se opuso a mina La Colosa (Cajamarca, Tolima)
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Monday November 04, 2013 23:08 by José Antonio Gutiérrez D.
En la tarde del día 2 de Noviembre, el dirigente campesino César García, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Cajón La Leona (Cajamarca, Tolima), fue asesinado, a sangre fría, de un tiro a la cabeza mientras regresaba a su finca junto a su compañera y su hijo. García se había destacado por su participación en el Comité Ambiental y Campesino de Cajamarca por ola Defensa de la Vida, el Agua y el Alimento, organización que ha venido liderando la lucha de la comunidad contra el proyecto mega-extractivo de La Colosa. Nos parece clave preguntarnos, ¿quién se beneficia de este crimen? Nos es, lamentablemente, demasiado familiar la situación de que, cuando los intereses de gente muy poderosa se ven amenazados, surjan "fuerzas obscuras" que siembran la desestabilización, el terror, la muerte… después de lo cual, en medio de la arremetida represiva para garantizar la “seguridad inversionista”, hacen entrada triunfante los "pacificadores" con su portafolio rebosante de negocios y contratos.
Asesinado dirigente campesino que se opuso a mina La Colosa (Cajamarca, Tolima)
En la tarde del día 2 de Noviembre, el dirigente campesino
César García, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Cajón La Leona (Cajamarca, Tolima), fue asesinado, a sangre fría, de un tiro a la cabeza mientras regresaba a su finca junto a su compañera y su hijo[1]. García se había destacado por su participación en el
Comité Ambiental y Campesino de Cajamarca por ola Defensa de la Vida, el Agua y el Alimento, organización que ha venido liderando la lucha de la comunidad contra el proyecto mega-extractivo de La Colosa. Esta mina a tajo abierto, ha sido denunciada en el Tolima por el impacto desastroso que tendría sobre la comunidad y el medio ambiente. El rechazo de la comunidad tolimense ha sido expresado en una serie de multitudinarias marchas carnavales en defensa del agua y la vida, así como en la consulta popular realizada en el municipio de Piedras el 28 de Julio. En esa ocasión, el 99.2% de la población rechazó la megaminería, con una participación de alrededor del 60% del electorado[2].
El principal inversionista en este proyecto es la multinacional
AngloGold Ashanti (AGA), quien ha sido ampliamente favorecida por el gobierno de Santos, siendo actualmente la compañía con el mayor número de títulos de explotación aurífera –al menos 410, controlando un territorio de, por lo menos, 821.000 hectáreas[3].
Amenazas, estigmatización y violencia
Lamentamos esta tragedia, que se cobra la vida de un dirigente campesino, esposo y padre, sobre quien no pesaban amenazas de ningún tipo. Pero estaba cantado que habría una tragedia como esta y en realidad, en vista de la fuerte campaña de criminalización en contra de las organizaciones populares que han manifestado su oposición al megaproyecto aurífero (el de mayor envergadura en el hemisferio), uno diría que es un milagro que no hayamos tenido que lamentar otro asesinato como éste antes.
Ha venido desarrollándose desde hace meses una campaña de rumores en contra de la comunidad organizada en defensa de la agricultura y el ambiente. En noviembre se decía que directivos de la AGA habrían expresado que el ejército llegaría a abrirle paso a la mina corriendo a todos los “revoltosos” y “guerrilleros” de Anaime, localidad de Cajamarca donde se desarrollarían las actividades extractivas. La comunidad ha denunciado una fuerte militarización del territorio de la mano del proyecto minero. El día 22 de Febrero, con ocasión de una “Mesa Ciudadana Ambiental” en Ibagué (en la cual el rechazo de la comunidad al proyecto fue evidente), los periódicos captaron un intercambio de mensajes entre el entonces vicepresidente de sostenibilidad de la AngloGold, Rafael Hertz, y el entonces encargado de comunicaciones de La Colosa, Iván Malaver, en el que hablaban de que “
identificaron en el público de los opositores a varios guerrilleros de Anaime”[4].
Después de estas amenazas, rumores y estigmatización, la violencia oficial contra la comunidad se manifestó con más fuerza durante la salvaje represión del ESMAD a los manifestantes que participaron en el Paro Agrario y Popular a fines de Agosto. En esa ocasión, la policía abrió fuego, fallando el blanco, en contra de
Julio Vargas, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Cedral en Anaime. Sobre él pesan hoy varias amenazas[5]. Este ambiente de criminalización de las organizaciones populares así como de la protesta social en Cajamarca no un hecho aislado, sino que es parte de un contexto generalizado de violencia en el departamento[6].
Infructuosamente, el
Comité Campesino y Ambiental había venido exigiendo seguridad para sus miembros, denunciando esta campaña de estigmatización, poniendo el grito de alerta por el malsano tufo a contrainsurgencia con el que se ha venido manejando la protesta social en contra de la megaminería y a favor de la economía campesina y el medio ambiente. Este ambiente se ha enrarecido aún más después del atentado explosivo sufrido el día 25 de Octubre por una delegación del IGAC participantes del Convenio de Delimitación de Páramos y Humedales, a la altura de la vereda Potosí, el cual, afortunadamente, no tuvo víctimas fatales. Los medios de prensa inmediatamente señalaron a los opositores a la multinacional minera como sospechosos, llegando la editorial de El Espectador a afirmar, de manera infundada y temeraria, que la lucha ambiental estaría supuestamente incubando una “
nueva generación del terror”[7]. Esto equivale a la criminalización de la protesta social, equiparándola a una forma de “terrorismo”.
¿Quién se beneficia con este ambiente de zozobra y terror?
En este momento de zozobra, junto con extender un abrazo solidario a las compañeras y compañeros del
Comité Ambiental en Cajamarca y sus grupos de apoyo tanto en el departamento como en el resto del país, junto con prestar nuestro hombro a la familia de César García como apoyo en su dolor, nos hacemos la siguiente pregunta: ¿Acaso ahora los que defiendan los derechos ambientales serán (como insinúa la editorial de El Espectador) agregados a la lista de “terroristas”, junto a los que defienden los derechos campesinos, la reforma agraria, lo público, etc. etc. etc.? Sabemos el peligro latente cuando estos calificativos son empleados, representando luz verde para la violencia militar y paramilitar.
También nos parece clave preguntarnos, ¿quién se beneficia de este crimen? Activistas contra La Colosa han expresado temores que, al parecer, habría una campaña dirigida a desestabilizar el orden público para favorecer la militarización del municipio. Lo cual sería un prerrequisito para avanzar en un proyecto que suscita tanta resistencia en la comunidad. Nos es, lamentablemente, demasiado familiar la situación de que, cuando los intereses de gente muy poderosa se ven amenazados, surjan "fuerzas obscuras" que siembran la desestabilización, el terror, la muerte… después de lo cual, en medio de la arremetida represiva para garantizar la “seguridad inversionista”, hacen entrada triunfante los "pacificadores" con su portafolio rebosante de negocios y contratos.
Exigimos que salga a la luz pública la verdad sobre este crimen. Que se esclarezcan los hechos en torno a este asesinato y que se establezcan los responsables materiales e intelectuales para que se les dé un castigo ejemplar. Nos solidarizamos de la lucha de los
Comités Ambientales y Campesinos en el Tolima, así como de sus demandas de protección y justicia. Exigimos que paren las presiones por parte de la mutinacional AGA (con la complicidad de las autoridades nacionales) hacia una comunidad que claramente rechaza su proyecto aurífero. Hoy, el Tolima, como el resto del país, precisa de la unidad y la solidaridad de los sectores populares en lucha. Unidad que no tiene un mero sentido táctico, coyuntural, sino que debe ser una unidad profunda en torno a articular una visión del país que queremos: un país en el que las personas puedan organizarse y opinar sin temer por sus vidas, un país en el cual se busque el desarrollo pleno de todas las personas, se garanticen sus derechos, donde las comunidades y el ambiente estén en el centro de las grandes decisiones y no así el lucro de un par de cacaos con sus amigotes transnacionales.
José Antonio Gutiérrez D.
4 de Noviembre, 2013
Coletilla: Deplorable el asesinato de Edier Otero y Ana Isabel Valencia, miembros de la Marcha Patriótica en el Quindío; la mamadera de gallo del gobierno a los movimientos campesinos después de levantado el Paro Agrario y Popular; la militarización de Caquetá y el desplazamiento forzado de la comunidad de Pitalito en el Cesar. ¿Estos son acaso los vientos frescos de paz y concertación social que soplan en Colombia? Realmente sorprende que esta oligarquía, con tanta sangre en su boca, no se atragante cuando pontifican de paz en los grandes medios.
[1] Ver comunicado de la Red de Comités Ambientales y Campesinos de Tolima,
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=176358&titular=a...a%29-
[2]
http://anarkismo.net/article/25970
[3] Para más detalles sobre La Colosa y los impactos que tendría la explotación aurífera en el municipio de Cajamarca, Tolima, ver un artículo previo, La sombra de la Colosa sobre Cajamarca
http://anarkismo.net/article/25101
[4]
http://www.elnuevodia.com.co/nuevodia/tolima/regional/1...s_3=2 http://www.elespectador.com/noticias/nacional/articulo-...ogold Después de entonces, en el mes de Junio, ambos han renunciado a sus respectivos cargos.
[5]
http://www.anarkismo.net/article/26104
[6]
http://anarkismo.net/article/25847
[7]
http://www.caracol.com.co/noticias/regionales/atentado-....aspx http://www.elespectador.com/opinion/editorial/nos-falta...54901 La Red de Comités ambientales y Campesinos de Tolima respondió a este señalamiento con la siguiente declaración
http://www.elespectador.com/opinion/cartas-de-los-lecto...55469
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Jump To Comment: 1 2 3 4 5 6 7 8 9Luego de que una comisión del gobierno que estudia los límites del páramo en el que AngloGold pide licencia para explotar oro fuera atacada por sicarios, el líder que promovió esa visita fue asesinado. El proyecto minero en ese páramo ha sido promovido con violencia desde el principio. La primera masacre del caso ocurrió en 2004, cuando fueron asesinados dos niños caminadores y un bebé.
Cesar García, principal opositor del proyecto minero La Colosa fue asesinado en su finca ubicada en la vereda El cajón del Municipio de Cajamarca, Tolima.
Uno de los sicarios se refugió en un matorral mientras García alistaba su caballo para una cabalgata.
Renzo Alexander García, integrante del Comité ambiental en Defensa de la Vida, afirmó que “la muerte que le sucede a Cesar es frente a la hija de cerca de 4 años, su hijo de ocho y su mujer”.
García era considerado uno de los líderes de oposición de la comunidad al proyecto de Anglogold Ashanti de explotación de oro, en Cajamarca y denunciante de presuntas irregularidades en sus trámites.
La comunidad le exigió que el crimen sea investigado y también le pidieron al presidente Santos que evite que se les imponga la minería por encima de la agricultura.
Éste es el segundo crimen en una semana, el pasado viernes una comisión del Igac, fue atacada y su conductor murió, cuando hacían la delimitación de las áreas de páramo, en Cajamarca. “En ese caso específico de los proyectos mineros a cielo abierto que quiere implementar la multinacional Anglogold Ashanti con su proyecto de La Colosa”.
Hace cuatro meses la Banda Criminal Los Rastrojos amenazó a través de un comunicado a la comunidad y a quienes se opone al ingreso de las multinacionales.
CAJAMARCA. César García Moreno, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Cajón La Leona, de Cajamarca, fue asesinado.
El suceso se presentó a las 6:00 de la tarde del sábado cuando iba para su casa. El hombre recibió un disparo en la cara.
El Comité Ambiental y Campesino de Cajamarca rechazó el crimen, y por medio de un comunicado exigió la intervención de la Defensoría del Pueblo, Ministerio del Interior, Fiscalía y demás organismos de seguridad para la protección de los líderes ambientales y esclarecer los hechos.
CAJAMARCA. José del Carmen Ramírez falleció el domingo en el Hospital Simón Bolívar de Bogotá, luego de sufrir quemaduras de segundo y tercer grado en el atentado contra un campero afiliado a la empresa Cootracaime.
En el vehículo viajaban unos topógrafos y una agróloga del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, Igac.
El automotor quedó incinerado en el sitio ‘El Silencio’, vereda La Judea, corregimiento de Anaime, Cajamarca, que comunica a la vereda Potosí.
El cuerpo llegará en la madrugada de hoy a la localidad.
De un disparo de arma de fuego, fue asesinado el labriego César García en el corregimiento de Anaime, municipio de Cajamarca (Tolima), el sábado 2 de noviembre.
García era presidente de la junta de acción comunal de la vereda El Cajón La Leona del corregimiento de Anaime, Cajamarca. También fue miembro activo del Comité Ambiental Conciencia Campesina y decidido opositor al proyecto de megaminería La Colosa, impulsado por la empresa Anglogold Ashanti y líder en el reciente paro nacional agrario.
Hechos
El día 2 de noviembre de 2013, entre las 5 y 6 de la tarde, García fue asesinado con un tiro en la cabeza cuando llegaba a su finca. García tenia 37 años de edad, era casado y padre de dos hijos: un niño de ocho años y una niña de cuatro.
Contexto
Según el Comité Ambiental, “los líderes y lideresas del comité ambiental y campesino han sido señalados y estigmatizados como enemigos del progreso de la región, también han sido señalados de guerrilleros [y], en los últimos meses, se han presentado diferentes hechos que vienen creando sobre Cajamarca un ambiente de zozobra”.
Es de agregar que, durante las jornadas del paro nacional agrario, varios lideres campesinos y ambientales de Cajamarca e integrantes del Comité Ambiental y Campesino recibieron amenazas.
Exigimos
- A la Defensoría del Pueblo, a través del Sistema de Alertas Tempranas, documentar y emitir un documento de advertencia por inminencia de riesgo ante la situación en que se encuentran los líderes y lideresas del Comité Ambiental de Cajamarca.
- A la Unidad Nacional de Protección, adscrita al Ministerio del Interior, que coordine con la Defensoría del Pueblo las medidas de protección para los líderes y las lideresas del Comité Ambiental con el fin de prevenir posibles asesinatos y desapariciones forzadas.
- A la Fiscalía General de la Nación, específicamente a la Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, que inicie inmediatamente una investigación de oficio por el asesinato de César García, de forma que se puedan esclarecer los móviles de la acción delictiva y dar captura a los responsables.
- A la Gobernación del Tolima que, como autoridad regional, se asegure de la realización de una investigación de los hechos.
- A la comunidad nacional e internacional, que acompañe a las comunidades afectadas por el proyecto minero de La Colosa, que respalde nuestras exigencias para una investigación de los hechos y para la protección de los líderes y lideresas del Comité Ambiental “Conciencia Campesina”.
Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice)
5 de noviembre de 2013
Con el asesinato de César García, uno de los mayores detractores de la entrada de la gran minería a Cajamarca, el miedo se apoderó de los líderes campesinos del Tolima.
César García Moreno, el Loco, iba siempre a la cabeza de las manifestaciones. Iba con una bandera de Colombia gritando “sí a la vida y no a la mina”, gritando “si el campo no produce, la ciudad se muere de hambre”, y la gente se entusiasmaba y repetía las consignas. El Loco estaba siempre sonriente y tenía un poder de convocatoria que todos le reconocían. Antes de cada jornada de protestas iba de finca en finca animando a sus vecinos de la vereda Cajón La Leona, en Cajamarca, Tolima, para que salieran a las calles a rechazar la minería a gran escala que quieren llevar a sus tierras. Lograba reunir multitudes. Y así también fue el día de su entierro. Dicen que unas 1.500 personas lo acompañaron. Se había ido el Loco luego de recibir un disparo en la cabeza y había que despedirlo. Con mariachis y una multitud.
“Asesinan a César García, opositor al megaproyecto minero La Colosa (Tolima)”, titularon los pocos medios de comunicación que registraron la muerte del Loco. Ya no era posible separar su nombre de la minería porque por lo menos hacía cuatro años se había declarado su más férreo detractor. Rechazaba la entrada de la multinacional AngloGold Ashanti, rechazaba sus pretensiones de extraer unos 24 millones de onzas de oro de esas montañas que los proveen de agua y alimento.
El sábado 2 de noviembre mataron al Loco. Iba por un camino de herradura hacia su casa, montando una mula. Unos pasos adelante, a pie, lo acompañaba su hija Érica Natalia, de 9 años, y tras él su esposa, Mary Luz Amaya, también en una mula. Sólo se escuchó el disparo seco y el golpe de García al caer del animal. Murió al instante. “Cuando lo levanté ya las pupilas... ya los ojitos no le respondían”, dice Mary Luz y su voz suena tranquila, suena valiente. Ninguna autoridad los auxilió —cuenta ella—, sólo un mayor de la Policía les dio instrucciones para hacer el levantamiento del cadáver. Pidió que el “trámite” se realizara en presencia de la vicepresidenta de la Junta de Acción Comunal de la vereda Cajón La Leona, que García presidía.
Mary Luz hizo sólo una llamada (“mamá, mataron a César”) y la voz corrió de inmediato por toda la región. Amigos, familiares y vecinos empezaron a llegar al lugar, de a poquitos, hasta sumar unos cien, calcula Mary Luz. Y todos, como en una procesión, caminaron cargando el cuerpo durante media hora hasta encontrar un carro que lo llevara a Cajamarca. Dos días después se cumplieron las exequias. Las multitudinarias exequias con mariachis, llanto y un miedo latente entre los otros líderes que se preguntaban quién sería el siguiente.
“Le voy a decir esto: ni el más rico ni el más nombrado de Cajamarca va a tener un entierro como el de César. Él era una persona importantísima para la región”, dice su mejor amigo Víctor Rodríguez, que lo conoció “desde pequeñito”, que lo quería “como a un hijo”.
* * *
Ese sábado 2 de noviembre habían salido a sembrar “unos palos de nacedero. Unos palos en los nacimientos que no dejan secar el agua”, cuenta Mary Luz. Habían estado hablando de la fiesta de disfraces que habría al siguiente día (“él se iba a disfrazar de antioqueño y yo de boyaca”) y de lo felices que estarían los niños. Los niños son sus dos hijos, Érica Natalia y Juan Felipe, de 4 años, y tres más que hace dos años están bajo su cuidado porque sus papás no podían hacerse cargo.
Por esos niños se desvivía César García. Eso dicen sus amigos: que era un papá y un hijo dedicado. “Imagínese usted, señorita, qué tristeza ir a acabar con un muchacho que estaba respondiendo por dos hogares: el de sus hijos y el de sus papás”, se lamenta Víctor Rodríguez. Se lamenta porque la muerte de García significa la soledad absoluta de su esposa, sus cinco niños y sus papás que ya tienen 90 y tantos años y dependían de él.
* * *
El 3 de junio de 2011 una “marcha carnaval” desfiló por las calles de Ibagué con la consigna “no a la minería, sí a la vida”. Por primera vez habitantes de Cajamarca, el Espinal y otros municipios del Tolima se unían para oponerse tajantemente a la minería (desde 2007 la AngloGold Ashanti había anunciado el descubrimiento de la reserva de oro La Colosa y hoy continúa en etapa de exploración). “De manera masiva, y con prácticas artísticas, queríamos denunciar que el modelo minero que nos quieren imponer se va a robar la posibilidades de futuro de nuestro hijos”, dice Renso Alexánder García, miembro del Comité Ambiental en Defensa de la Vida de Ibagué.
En ese primer carnaval Renso conoció a César García, el Loco que tenía a su cargo la decoración de los Jeep que desfilaban cargados de plátanos, granadillas, curubas y otros frutos de la región. “La idea era evidenciar que la seguridad alimentaria también estaría en riesgo”.
Dice Renso que “el amigo César García era uno de esos líderes carismáticos de la zona”. Dice Jimmy Torres, presidente de Conciencia Campesina, que “siempre estaba buscándole ese sentido de felicidad a la vida”. Y dice Mary Luz Amaya, su esposa, que fue esa felicidad imperturbable la que la enamoró cuando lo conoció: ella tenía 12 y él unos 21. Dos años después empezaron a vivir juntos y así permanecieron 14 años. Viviendo de lo que producía la tierra.
* * *
“Desde que llegó la AngloGold Ashanti, Cajamarca se ha sumido en un silencio colectivo —señala Viviana Sánchez, periodista independiente, miembro de Conciencia Ciudadana—. Primero, porque no se sabía nada sobre minería (siempre había sido una región agrícola y no minera) y, segundo, por temor”. Para romper ese silencio colectivo nació la red de comités ambientales y campesinos del Tolima, de la que hacía parte César García; la red que acaba de firmar una carta dirigida a la Defensoría del Pueblo, al Ministerio del Interior, a la Fiscalía y a la Gobernación, pidiendo que se investigue el asesinato de García. Pidiendo que se les brinde protección a los demás líderes.
“¿Qué sentí el día en que me enteré de su muerte? Imagínate. Primero, sentí miedo, me preguntaba cómo había podido suceder si César era una persona tan representativa en la comunidad. Después sentí dolor, rabia... Y sí... zozobra... y ese miedo”, dice Jimmy Torres.
El mismo día en que mataron al Loco la AngloGold Ashanti emitió un comunicado público en el que “lamentaba” su muerte, expresaba “sus condolencias a familiares, amigos y conocidos”, manifestaba su “rechazo enérgico frente a las manifestaciones violentas de cualquier tipo” y señalaba que era “respetuosa de todas las opiniones y posturas legales, inclusive cuando expresan una oposición respetuosa a la minería”. Además le solicitó a la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos “identificar los autores del hecho”.
***
¿Quién mató al Loco? “No, no, no sabría qué decir... Hay muchos comentarios, pero por cuestión de seguridad usted sabe que es mejor estarse uno calladito... ¿sí me entiende?”. Por seguridad, también, se omite el nombre de quien dio esta declaración.
Con el asesinato de César García, uno de los mayores detractores de la entrada de la gran minería a Cajamarca, el miedo se apoderó de los líderes campesinos del Tolima.
César García Moreno, el Loco, iba siempre a la cabeza de las manifestaciones. Iba con una bandera de Colombia gritando “sí a la vida y no a la mina”, gritando “si el campo no produce, la ciudad se muere de hambre”, y la gente se entusiasmaba y repetía las consignas. El Loco estaba siempre sonriente y tenía un poder de convocatoria que todos le reconocían. Antes de cada jornada de protestas iba de finca en finca animando a sus vecinos de la vereda Cajón La Leona, en Cajamarca, Tolima, para que salieran a las calles a rechazar la minería a gran escala que quieren llevar a sus tierras. Lograba reunir multitudes. Y así también fue el día de su entierro. Dicen que unas 1.500 personas lo acompañaron. Se había ido el Loco luego de recibir un disparo en la cabeza y había que despedirlo. Con mariachis y una multitud.
“Asesinan a César García, opositor al megaproyecto minero La Colosa (Tolima)”, titularon los pocos medios de comunicación que registraron la muerte del Loco. Ya no era posible separar su nombre de la minería porque por lo menos hacía cuatro años se había declarado su más férreo detractor. Rechazaba la entrada de la multinacional AngloGold Ashanti, rechazaba sus pretensiones de extraer unos 24 millones de onzas de oro de esas montañas que los proveen de agua y alimento.
El sábado 2 de noviembre mataron al Loco. Iba por un camino de herradura hacia su casa, montando una mula. Unos pasos adelante, a pie, lo acompañaba su hija Érica Natalia, de 9 años, y tras él su esposa, Mary Luz Amaya, también en una mula. Sólo se escuchó el disparo seco y el golpe de García al caer del animal. Murió al instante. “Cuando lo levanté ya las pupilas... ya los ojitos no le respondían”, dice Mary Luz y su voz suena tranquila, suena valiente. Ninguna autoridad los auxilió —cuenta ella—, sólo un mayor de la Policía les dio instrucciones para hacer el levantamiento del cadáver. Pidió que el “trámite” se realizara en presencia de la vicepresidenta de la Junta de Acción Comunal de la vereda Cajón La Leona, que García presidía.
Mary Luz hizo sólo una llamada (“mamá, mataron a César”) y la voz corrió de inmediato por toda la región. Amigos, familiares y vecinos empezaron a llegar al lugar, de a poquitos, hasta sumar unos cien, calcula Mary Luz. Y todos, como en una procesión, caminaron cargando el cuerpo durante media hora hasta encontrar un carro que lo llevara a Cajamarca. Dos días después se cumplieron las exequias. Las multitudinarias exequias con mariachis, llanto y un miedo latente entre los otros líderes que se preguntaban quién sería el siguiente.
“Le voy a decir esto: ni el más rico ni el más nombrado de Cajamarca va a tener un entierro como el de César. Él era una persona importantísima para la región”, dice su mejor amigo Víctor Rodríguez, que lo conoció “desde pequeñito”, que lo quería “como a un hijo”.
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Ese sábado 2 de noviembre habían salido a sembrar “unos palos de nacedero. Unos palos en los nacimientos que no dejan secar el agua”, cuenta Mary Luz. Habían estado hablando de la fiesta de disfraces que habría al siguiente día (“él se iba a disfrazar de antioqueño y yo de boyaca”) y de lo felices que estarían los niños. Los niños son sus dos hijos, Érica Natalia y Juan Felipe, de 4 años, y tres más que hace dos años están bajo su cuidado porque sus papás no podían hacerse cargo.
Por esos niños se desvivía César García. Eso dicen sus amigos: que era un papá y un hijo dedicado. “Imagínese usted, señorita, qué tristeza ir a acabar con un muchacho que estaba respondiendo por dos hogares: el de sus hijos y el de sus papás”, se lamenta Víctor Rodríguez. Se lamenta porque la muerte de García significa la soledad absoluta de su esposa, sus cinco niños y sus papás que ya tienen 90 y tantos años y dependían de él.
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El 3 de junio de 2011 una “marcha carnaval” desfiló por las calles de Ibagué con la consigna “no a la minería, sí a la vida”. Por primera vez habitantes de Cajamarca, el Espinal y otros municipios del Tolima se unían para oponerse tajantemente a la minería (desde 2007 la AngloGold Ashanti había anunciado el descubrimiento de la reserva de oro La Colosa y hoy continúa en etapa de exploración). “De manera masiva, y con prácticas artísticas, queríamos denunciar que el modelo minero que nos quieren imponer se va a robar la posibilidades de futuro de nuestro hijos”, dice Renso Alexánder García, miembro del Comité Ambiental en Defensa de la Vida de Ibagué.
En ese primer carnaval Renso conoció a César García, el Loco que tenía a su cargo la decoración de los Jeep que desfilaban cargados de plátanos, granadillas, curubas y otros frutos de la región. “La idea era evidenciar que la seguridad alimentaria también estaría en riesgo”.
Dice Renso que “el amigo César García era uno de esos líderes carismáticos de la zona”. Dice Jimmy Torres, presidente de Conciencia Campesina, que “siempre estaba buscándole ese sentido de felicidad a la vida”. Y dice Mary Luz Amaya, su esposa, que fue esa felicidad imperturbable la que la enamoró cuando lo conoció: ella tenía 12 y él unos 21. Dos años después empezaron a vivir juntos y así permanecieron 14 años. Viviendo de lo que producía la tierra.
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“Desde que llegó la AngloGold Ashanti, Cajamarca se ha sumido en un silencio colectivo —señala Viviana Sánchez, periodista independiente, miembro de Conciencia Ciudadana—. Primero, porque no se sabía nada sobre minería (siempre había sido una región agrícola y no minera) y, segundo, por temor”. Para romper ese silencio colectivo nació la red de comités ambientales y campesinos del Tolima, de la que hacía parte César García; la red que acaba de firmar una carta dirigida a la Defensoría del Pueblo, al Ministerio del Interior, a la Fiscalía y a la Gobernación, pidiendo que se investigue el asesinato de García. Pidiendo que se les brinde protección a los demás líderes.
“¿Qué sentí el día en que me enteré de su muerte? Imagínate. Primero, sentí miedo, me preguntaba cómo había podido suceder si César era una persona tan representativa en la comunidad. Después sentí dolor, rabia... Y sí... zozobra... y ese miedo”, dice Jimmy Torres.
El mismo día en que mataron al Loco la AngloGold Ashanti emitió un comunicado público en el que “lamentaba” su muerte, expresaba “sus condolencias a familiares, amigos y conocidos”, manifestaba su “rechazo enérgico frente a las manifestaciones violentas de cualquier tipo” y señalaba que era “respetuosa de todas las opiniones y posturas legales, inclusive cuando expresan una oposición respetuosa a la minería”. Además le solicitó a la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos “identificar los autores del hecho”.
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¿Quién mató al Loco? “No, no, no sabría qué decir... Hay muchos comentarios, pero por cuestión de seguridad usted sabe que es mejor estarse uno calladito... ¿sí me entiende?”. Por seguridad, también, se omite el nombre de quien dio esta declaración.
De un disparo de arma de fuego, fue asesinado el labriego César García en el corregimiento de Anaime, municipio de Cajamarca, Tolima, el sábado 2 de noviembre, mientras se disponía a participar de las festividades programadas por la administración municipal.
Cesar García era presidente de la junta de acción comunal de la vereda El Cajón La Leona, corregimiento de Anaime de esta municipalidad ubicada al occidente del departamento del Tolima. Además, miembro activo del comité ambiental “Conciencia Campesina” y decidido opositor al monstruoso proyecto de la transnacional Anglo Gold Ashanti que pretende robarse la riqueza aurífera de la zona, contaminar la estrella hídrica y acabar con el medio ambiente en la vasta y frondosa zona paramuna.
Casado era padre de dos menores de edad: un niño de ocho años y una niña de cuatro. Al parecer los sicarios le dispararon en presencia de su esposa sin pronunciar palabra alguna. Cesar García tenía 37 años de edad.
El atroz crimen del labriego prendió las alarmas en toda la zona por cuanto en los últimos días se ha venido presentando hechos violentos en este municipio. La semana pasada – por ejemplo – una comisión de IGAC fue atacada cuando se desplazaba por la zona en un jeep arrojando como resultado el conductor con graves quemaduras y en menor grado una funcionaria.
El comité ambiental en defensa de la vida, mediante comunicado público, denuncia el asesinato, exige investigación y castigo ejemplar a los criminales y garantías para los que vienen luchando contra la transnacional Anglo Gold Ashanti y por la defensa del medio ambiente.
En uno de los párrafos consigna:
“Los líderes y lideresas del comité ambiental y campesino, han sido señalados y estigmatizados como enemigos del progreso de la región, también han sido señalados de guerrilleros, en los últimos meses se han presentado diferentes hechos que vienen creando sobre Cajamarca un ambiente de zozobra, por ejemplo, a partir del lamentable atentado de la semana pasada en la vereda Potosí”.
Por su parte, el Partido Comunista regional Tolima, por intermedio de la secretaria General, lamenta el horrendo crimen del campesino Cesar García, expresa a su esposa, hijos, familiares y comunidad de la vereda El Cajón La Leona del corregimiento de Anaime, municipio de Cajamarca, Tolima, la más sentida expresión de solidaridad en momentos tan difíciles.
Rechaza y condena el execrable crimen del líder defensor del medio ambiente, líder que enfrentó con decisión y coraje ese monstruo del mal que significa la presencia arrasadora de la transnacional Anglo Gold Ashanti, símbolo de muerte y destrucción en la zona de la otrora despensa agrícola de Ibagué y Bogotá. Un crimen más que debe responder esta oligarquía colombiana, criminal e inhumana y que ratifica lo dicho por Carlos Marx de que el capitalismo vino al mundo chorreando sangre y lodo por todos sus poros, desde los pies hasta la cabeza.
El Partido Comunista, lanza un llamado de unidad y de resistencia por la defensa del medio ambiente y los derechos humanos, las garantías para la protesta y la movilización campesina y popular. Denuncia ante la comunidad nacional e internacional este asesinato de un campesino consecuente con su medio ambiente y su identidad cultural. La transnacional pretende imponerse por las buenas o por las malas, así como ha sucedido en otras partes del país y del mundo como bien se ha denunciado por organismos defensores de Derechos Humanos y Ambientalistas.
¡Que este crimen no quede en la impunidad! ¡Paz en su tumba!
La muerte de Cesar García, campesino opositor al proyecto La Colosa, es repudiada y no es recibida por la sociedad Tolimense como un hecho aislado. Este horrendo crimen ha estado antecedido por otras violaciones de derechos humanos: masacres, asesinatos, torturas, detenciones arbitrarias y desplazamientos forzados. Muchos casos a nivel nacional y también local han mostrado que existe una estrategia clara y sistemática de persecución contra las poblaciones, sus dirigentes y sus procesos organizativos en muchas de las zonas donde se pretende adelantar minería a gran escala frente a las cuales las poblaciones de los territorios están en oposición.
No podemos olvidar que:
· El 24 de agosto del 2003, 56 personas fueron detenidas en el municipio de Cajamarca Tolima por el delito de rebelión. Los sindicados fueron trasladados a Ibagué donde se les judicializó y presentó ante los medios de comunicación como integrantes de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC. Después de realizado el proceso de indagatoria por parte de la Fiscalía todos los detenidos fueron dejados en libertad.
· El día 11 de noviembre de 2003, se conoció la existencia de varias fosas comunes en la finca La Florida, parte alta de la vereda Potosí, en donde fueron hallados los cadáveres descuartizados de Marco Antonio Rodríguez Moreno, de 63 años; Germán Bernal Vaquero, de 55 años, y José Céspedes, de 30 años, todos agricultores y habitantes de la región.
· El 10 de abril del año 2004 en la masacre de Potosi, fueron asesinados 4 menores de edad y un adulto. Norberto Mendoza Reyes de 24 años; Julio César Santa Gutiérrez de 14 años, Albeiro Mendoza Reyes de 17 años de edad, junto a su compañera Yamile Urueña de 17 años de edad y su hijo de seis meses de nacido. Estas personas fueron ejecutadas extrajudicialmente por miembros del Ejército Nacional, pertenecientes al Batallón Pijaos, adscrito a la Sexta Brigada, con sede en Ibagué.
· La masacre de Potosi genera el desplazamiento de varias familias de la región.
· El 1 de septiembre del año 2009, El Juzgado Tercero Penal del Circuito de Ibagué impuso una condena de 35 y 40 años en contra de cinco militares responsables de la masacre. “Los soldados profesionales hoy condenados a la pena de 35 años de prisión y el pago de dos mil salarios mínimos legales mensuales vigentes, el equivalente a 996 millones de pesos, son: Noel Briñez Pérez, Jhon Jairo Vizcaya Rodríguez, Albeiro Pérez Duque y Luis Fernando Ramos Martínez. La decisión también afecta al soldado profesional Jhon Jairo Guzmán Gallego, quien fue condenado a 40 años de prisión, por dispararle al único sobreviviente de la masacre, pese a su condición de herido”[1].
· En septiembre del año 2011 la defensoría del pueblo recibe una alerta temprana por el inminente peligro contra la vida e integridad personal y la libertad de los líderes campesinos y habitantes de la zona del Cañón de Anaime. Entre los hechos se reporta un volante que reparte masivamente el Ejército de Colombia en donde aparecen los alias: Yolanda López, líder opositora al proyecto La Colosa de la Anglogold Ashanti y Walter Camelo, presidente de la junta de acciona comunal de la Vereda el Cajón (Anaime-Cajamarca). Igualmente se denuncian amenazas de muerte vía telefónica a los siguientes líderes opositores del proyecto minero: Eliana Roció Suarez, coordinadora del acueducto del corregimiento de Anaime; Jimmy Fernando Torres, Wilson Báez y Alduvar Quintero, integrantes de la ONG Conciencia Campesina.
· El 25 de octubre de 2011, La Sala de Decisión Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá DC, resolvió recurso de apelación interpuesto por la defensa de los militares de la Compañía Búfalo adscrita al Batallón Rooke y a la Sexta Brigada, comprometidos en los delitos de desaparición forzada, tortura, secuestro, homicidio y concierto para delinquir ocurridos durante la primera semana del mes de noviembre del año 2003 en el Cañón de Anaime del municipio de Cajamarca.
· El 22 de febrero del 2013, en la Mesa Ciudadana convocada por Cortolima para analizar el proyecto minero de La Colosa, Iván Malaver, gerente de Comunicaciones del proyecto La Colosa, en dialogo con Rafael Herz, vicepresidente de Sostenibilidad de Anglogold Ashanti, estigmatiza como guerrilleros a los campesinos de Cajamarca. En el mensaje Malaver expresa: “identificaron en el público de los opositores a varios guerrilleros de Anaime”[2]. Una prueba contundente que evidencia como la multinacional Anglogold Ashanti estigmatiza y pone en riesgo de muerte a los opositores al proyecto La Colosa.
· El 4 de agosto de 2013 el grupo armado los rastrojos – comandos urbanos nacionales, en su comunicado público # 012, declara como objetivo militar a quienes se opongan a las multinacionales GLENCORE, DRUMMOND, PACIFIC RUBIALES y ANGLO GOLD ASHANTI.
· Durante las jornadas del PARO AGRARIO que se realizaron en el mes de Agosto de 2013 varios líderes campesinos y sociales recibieron amenazas por parte de la fuerza pública. Julio Roberto Vargas es uno de los integrantes del Comité Ambiental y Campesino de Cajamarca amenazado.
· El 25 de octubre de 2013, estalla un artefacto explosivo en el carro de una comisión del IGAC y el Instituto Von Humbolt, quienes realizaban los estudios técnicos para delimitar las zonas de páramo que deben quedar excluidas de las actividades mineras. Diez días después, producto de las quemaduras en el cuerpo, muere el conductor del vehículo, José Antonio Ramírez.
· El sábado 2 de noviembre fue asesinado de un tiro en la cabeza y frente a sus hijos y esposa CÉSAR GARCÍA, campesino opositor al proyecto La colosa. Cuando la familia acudió a la Policía en Cajamarca para informar y solicitar el levantamiento del cadáver, la respuesta fue no hay nadie disponible porque estamos en fiestas.
· El 6 de noviembre Edwar Amaya Marquez, jefe de comunicaciones de Anglogold Ashanti proyecto La Colosa, en lugar de repudiar el horrendo crimen de Cesar García, informa en correo personal que este campesino no era opositor a La Colosa. Otra muestra más del cinismo y falsedad con que estos funcionarios actúan.
CONCLUSIONES:
Estos hechos demuestran un actuar sistemático de asesinatos, masacres, torturas, detenciones arbitrarias y desplazamientos forzados. El asesinato de Cesar García no puede abordarse, sin tener en cuenta los acontecimientos de la última década en la región donde existe una estrategia clara de persecución contra los campesinos y sus procesos organizativos, situación que comenzó con la llegada de la multinacional a nuestro territorio.
Por todo lo anterior, responsabilizamos al presidente de la república, señor Juan Manuel Santos, de lo que pueda pasarle en su integridad física a los defensores del agua y la vida que se oponen a la implementación del proyecto La Colosa. Proyecto minero que el 5 de noviembre fue rechazado de manera absoluta por la plenaria del Senado de Colombia.
EXIGIMOS
Al Gobierno Nacional, cancelar inmediatamente el proyecto La Colosa y demás proyectos mineros que se imponen de manera dictatorial sobre el territorio del Tolima, como mecanismo de respaldo y apoyo de los intereses del pueblo tolimense y colombiano.
Al Ministerio del Interior- Unidad de Protección, prevenir estigmatizaciones, posibles asesinatos y desapariciones forzadas de los lideres (as) pertenecientes a la Red de Comités Ambientales y Campesinos del Tolima.
A la Fiscalía General de la Nación, Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, iniciar investigación de oficio por el asesinato del dirigente campesino CESAR GARCÍA, asignando de manera inmediata una investigación que permita esclarecer los móviles de la acción delictiva y dar captura del (los) responsables.
Al Gobernador del Tolima le solicitamos emprender el proceso necesario para citar de manera expresa consultas populares a nivel de cuencas hidrográficas, con el objeto de poder defender de manera efectiva el territorio y sobre todo para rechazar de manera directa estos proyectos extractivos que generan degradación social, división de la comunidad, aumento de la conflictividad y demás hechos de desesperanza sobre nuestro departamento. Igualmente le invitamos a exigir una investigación contundente y transparente sobre todos estos hechos a los órganos competentes, con el fin de establecer los autores materiales e intelectuales de estos crímenes de Lesa Humanidad y violación sistemática de los Derechos Humanos de las comunidades.
A la comunidad internacional y en particular a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), exigir al gobierno colombiano garantizar el debido derecho a la protesta y la vida de los campesinos y ambientalistas que rechazan el proyecto de la Colosa de la multinacional Anglogold Ashanti Colombia. Igualmente los invitamos a que nos ayuden a evitar se incremente el conflicto armado sobre la zona, la violación a los Derechos Humanos de las gentes y el derecho a la identidad campesina y defensa de la soberanía alimentaria. Acompañar las exigencias sociales de cierre inmediato de la actividad minera sobre el Departamento del Tolima.
A todos los ciudadanos del Tolima, de la región y del país les invitamos a rechazar de manera enérgica la muerte del campesino opositor a la Colosa CESAR GARCIA y pedir la cancelación inmediata del proyecto La Colosa.
RED DE COMITES AMBIENTALES Y CAMPESINOS DEL TOLIMA.
COMITE AMBIENTAL EN DEFENSA DE LA VIDA
[1] http://www.fiscalia.gov.co/colombia/noticias/por-masacr...ares/
[2] http://www.elnuevodia.com.co/nuevodia/tolima/regional/1...50377
La mesa de interlocución y acuerdo MIA del orden departamental se reunió ayer una vez con el gobernador Luis Carlos Delgado Peñón, con el fin de seguir desarrollando las propuestas planteadas en el reciente para agropecuario y popular.
Dos temas centrales ocuparon las deliberaciones en esta oportunidad: Los Derechos Humanos y la agenda pendiente del 12 de octubre de 2012, cuando el gobierno firmó unos acuerdos, los cuales hasta el momento no se han desarrollado, en lo que bien se constituye en clásico mamagallismo contra los intereses de los campesinos e indígenas tolimenses.
Acerca de los Derechos Humanos, los miembros de la MIA expresaron sus preocupaciones por la forma como se vienen violando en esta parte de la patria. Los campesinos no tienen acceso a la educación, la salud, la vivienda, los servicios públicos medianamente decentes, etc.
Adicionalmente, en los últimos días se ha disparado la proliferación de panfletos amenazantes contra los líderes campesinos de supuestos comandos paramilitares. Sin embargo, al parecer estas amenazas podrían provenir de las multinacionales y transnacionales que se quieren apoderar del territorio a las buenas o las malas, entre ellas, Anglo Gold Ashanti, según señala el dirigente popular, Danilo López Carrero.
Al decir del líder campesino existe toda una campaña para atemorizar a los campesinos y a los tolimenses con el fin que no reclamen la soberanía, el respeto a los derechos ambientales y humanos. Según Danilo López Carrero, el gobernador Luis Carlos Delgado Peñón se comprometió a tratar el tema en el consejo de gobierno que presidirá el mandatario de los tolimenses hoy en la ciudad de Ibagué.
Denunció el dirigente campesino – igualmente – que la federación de cafetero vendría haciendo politiquería barata con cinco mil millones de pesos que supuestamente el gobernador giró en convenio para hacer beneficiaderos ecológicos pero que al parecer la entidad vendría entregando solamente tejitas de zinc y algunos bultos de cemento.
A pesar de las dificultades para cumplir lo prometido por parte del gobierno departamental, Danilo López Carrero se declara optimista.
- La comisión de la mesa de interlocución y acuerdo MIA del Tolima se reunió con el gobernador en una nueva jornada. En esta oportunidad se trataba los derechos humanos y la agenda pendiente de 2012. ¿Cuáles son las principales conclusiones?
Se logró dar inicio a un balance sobre el compromiso del gobernador con el paro campesino y popular e indígena que se hizo en el 2012, la movilización de los comités indígenas y de sectores campesinos de doce municipios donde adquirió un compromiso con el gobierno departamental que no se ha cumplido.
Hoy (ayer) se hizo el balance y se dio origen a la materialización de esos compromisos en algunos aspectos; se logró establecer tiempos y fechas de convocatorias para continuar este desarrollo de ese pliego de peticiones incluyendo algunos insumos que han resultado producto del paro agrario de este año.
Por eso la MIA se hizo presente y desde ahí la MIA se hace vocera de esos acuerdos que se realizaron el año pasado e igualmente los que tienen que ver con lo departamental surgido del paro de este año.
Inicialmente se debatió también en el sector agrario el tema del café. Se planteó la necesidad de que se materialice y se concrete unas obras para los caficultores en el tema de los beneficiaderos ecológicos que tienen un costo aproximado de 12 millones de pesos, se concretaron 15 para el departamento y así iniciar y eso tendrá un desarrollo a futuro producto de lo que serán las discusiones con la MIA y con una comisión que se va a nombrar el día de mañana (hoy) que será la que llevará el control para que se cumpla con esa promesa del gobierno departamental.
Se hicieron varios compromisos con el gobierno departamental: En el tema cafetero, en el tema de la democratización de la federación nacional de cafeteros, de los comités municipales de cafeteros y especialmente, se remarcó y se acordó tener en cuenta las organizaciones sociales en todos los aspectos de los proyectos y programas que desde la gobernación y desde este acuerdo se inicie en cualquier parte del Tolima. Tener como fundamento de base de materialización de estos programas a las comunidades organizadas y como elemento fundamental, pues, a la organización MIA departamental que será la garante de todos estos programas que se discutieron hoy, (ayer).
- El tema central de discusión eran los Derechos Humanos en el Tolima. ¿Qué discusión se hizo sobre el particular?
Bastante amenazados los Derechos Humanos desde todos los órdenes. Usted sabe que el solo hecho de estar los campesinos en una profunda crisis económica y social, por falta de proyectos y programas que busquen reivindicar y solucionar los problemas económicos de la comunidad, pues, desde ahí se están violando los Derechos Humanos, porque los Derechos Humanos son integrales en el ser humano, son integrales en todos los aspectos: Educación, salud, vivienda, tranquilidad, paz, en lo económico.
No existe una infraestructura departamental que garantice a nivel del campo la producción y comercialización de los productos de los campesinos que tienen que venir a los centros urbanos donde el campesino es indefenso frente a los comercializadores e intermediarios, que son los que se alzan con las ganancias del campesino.
Sobre eso debatimos mucho desde el punto de vista de los Derechos Humanos, la necesidad de desarrollar los programas sociales que en el fondo son programas humanitarios que permitan salvar nuestro producción agropecuaria, además, defender porque desde ahí se están violando los Derechos Humanos, defender nuestras semillas ancestrales y desarrollar proyectos de comercialización donde el campesino no quede indefenso frente a todo lo que conocemos en las plazas de mercado, por ejemplo. Incluso, hay carteles que amenazan al sector campesino cuando trae los productos para que los tenga que regalar prácticamente.
Desde ese punto de vista los Derechos Humanos están totalmente amenazados. Además, en lo que es el respeto a nuestras acciones de reclamación y aparecieron y siguen apareciendo amenazas de carteles que dejan muchas dudas en el tema de que son organizaciones al margen de la ley como las Bacrim u organizaciones criminales, propiamente dichas para nosotros no existen, lo que hay a través de estos panfletos son las amenazas de las multinacionales de los proyectos mineros – energéticos que hay en todas las regiones.
Se hizo el balance de las masacres que se han dado desde 2008 – 2010, cuando se inició la persecución a los campesinos en el municipio de Cajamarca, a partir de ahí apareció Anglo Gold Ashanti con su proyecto de explotación de la mina de oro y que hace 15 días dio con el resultado de asesinar un compañero, precisamente, de los que vienen impulsando la defensa del territorio, de la producción agraria y denunciando las violaciones que viene haciendo esta multinacional al intentar comprarle la conciencia a la gente, a amenazarla, asustarla y aterrorizarla para que le venda y le entregue sus territorios.
Desde ese punto de vista estamos desprotegidos. Hay una violación fragante de los Derechos Humanos, ahí se denunció y el gobierno departamental se comprometió que en el consejo de gobierno que tendrán mañana (hoy) con las autoridades militares y civiles del departamento, él se apersonaría de denunciar estos panfletos que fueron denunciados, que vienen con nombres propios donde se amenazan a las organizaciones sociales como la Marcha Patriótica en el departamento, Astracatol, los compañeros de las organizaciones que vienen impulsando la organización de nuestro campesinado en el sentido de la reclamación que se ha hecho a través del pliego de peticiones.
Entonces, ahí prohíben en esos panfletos que se sigan haciendo peticiones, que se sigan impulsando paros, que se sigan reclamando derechos para los campesinos y dizque ellos vienen a defender el bienestar, desde luego, que no explican de quién pero para nosotros es solamente bienestar para las multinacionales del gran capital y la aplicación aterrorizada a través de esas armas y de ese mecanismo de intimidación de los TLC que los quiere el gobierno imponer a la brava. Eso es lo que nosotros denunciamos y esperamos que el gobierno comience a tomar cartas en el asunto y que se empiece a demostrar sí en verdad hay garantías en este país para empezar a construir la paz y la justicia social. Necesitamos garantías.
- ¿Por qué no se ha desarrollado la agenda de compromiso del 12 de octubre de 2012, según el gobierno departamental?
El gobierno explicó que ya lo viene haciendo. Lo viene haciendo con un presupuesto de cinco mil millones de pesos que le entregó a la federación de cafeteros para que desde allí, se desarrollen unos programas que se han convertido en engaños, porque están llegando a algunas regiones, (que entre otras cosas no fueron las que participaron en el paro) con ambiente politiquero, a hacer politiquería con lo que nosotros hemos luchado, ofreciendo unas pequeñas cosas que más o menos tienen un valor de un millón doscientos mil pesos, unas tejitas, un bulto de cemento, unas cuestiones electoreras absurdas que no se puede decir que se estén invirtiendo correctamente y en su totalidad los cinco mil millones de pesos que el gobierno departamental, supuestamente en un convenio con la federación, colocó para desde ahí desarrollar y cumplir con el pliego petitorio donde hay unos convenios de hacer unos beneficiaderos ecológicos que tienen un valor más o menos entre diez y doce millones de pesos. Esa es la propuesta de los campesinos que participaron en el paro cafetero. Pero les salieron con unas tejitas y unos bultos de cemento. Le demostramos al gobierno que hasta ahora no se está cumpliendo con nada y que ahora debe concretarse unos compromisos y realizarse sin más dilaciones. Se concretó para 19 municipios, avalados por las organizaciones que participaron en los paros de 2012 y 2013.