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Reflexiones libertarias sobre la muerte de Hugo Chávez

category venezuela / colombia | la izquierda | portada author Thursday March 07, 2013 00:42author by Manu García Report this post to the editors

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En la tarde de hoy Nicolás Maduro, en nombre del gobierno de Venezuela, comunicaba al país y al mundo una noticia no por esperada menos impactante: Hugo Rafael Chávez Frías acababa de morir.

No volveremos a ver a uno de los hombres más importantes para América Latina en la última década. Imposible no sobrecogerse ante semejante hecho. No dudamos de que en Chacao se habrá brindado con el champán más caro. No es desde luego nuestro sentir, como no lo es para las masas populares venezolanas. No podemos más que sentirnos solidarios con ellas en su sentimiento de congoja ante la desaparición física de quien durante los últimos años fuera su líder indiscutido y referente para el movimiento popular de todo el continente.

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Reflexiones libertarias sobre la muerte de Hugo Chávez


En la tarde de hoy Nicolás Maduro, en nombre del gobierno de Venezuela, comunicaba al país y al mundo una noticia no por esperada menos impactante: Hugo Rafael Chávez Frías acababa de morir.

No volveremos a ver a uno de los hombres más importantes para América Latina en la última década. Imposible no sobrecogerse ante semejante hecho. No dudamos de que en Chacao se habrá brindado con el champán más caro. No es desde luego nuestro sentir, como no lo es para las masas populares venezolanas. No podemos más que sentirnos solidarios con ellas en su sentimiento de congoja ante la desaparición física de quien durante los últimos años fuera su líder indiscutido y referente para el movimiento popular de todo el continente.

Un poco de historia

El 27 de febrero pasado se cumplía un nuevo aniversario del "Caracazo", la insurrección popular, la rebelión de los más pobres entre los pobres de la periferia urbana, de los excluidos de siempre, cuya represión a manos del gobierno del (supuestamente) socialdemócrata Carlos Andrés Pérez fue el principio del fin de una Cuarta República que moría ahogada en su propio vómito, tras una borrachera de petrodólares, corrupción, privatizaciones entre amigos, repartija de cargos, servilismo al gran capital transnacional y exclusión política, económica, social y cultural de las grandes mayorías del país.

La represión, que le provocó miles de muertos, hizo que el pueblo saliera temporalmente de las calles. Pero no volvería a salir, no ha vuelto a salir desde entonces, del escenario de la historia venezolana. Por supuesto que la insurrección no nació de la nada. La distancia entre el país oficial y el país real, el país de los de arriba y el país del común, aumentaba más y más. Bullía la organización popular en campos y ciudades, la izquierda avanzaba, los rescoldos de la insurgencia no se olvidaban, crecía el odio hacia todo lo que significaba la Cuarta República. Un odio que, acumulado subterráneamente por mil y una humillaciones, ese día salió a la superficie como un volcán en erupción.

En los cuarteles, cada vez más hijos del pueblo tenían conciencia de serlo. De su origen, de su clase, del rol que estaban llamados a cumplir en la vida nacional. Cuando el 27 de febrero de 1989 las Fuerzas Armadas fueron convocadas a defender a sangre y fuego un gobierno hambreador, corrupto, hipócrita y que durante esos días se demostraría como asesino sin escrúpulos, sus sectores más avanzados, que habían comenzado a agruparse en el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, vieron que la podredumbre había llegado a un extremo tal que se hacía necesario actuar. Un joven oficial, Hugo Rafael Chávez Frías, zambo, de provincias, de extracción popular, formado en una de las escuelas más igualitarias y menos influidas por la Escuela de las Américas de todo el continente, se convertiría en su líder.

Tres años después, el 4 de febrero de 1992, tratarían de derribar a un régimen odiado y con las manos manchadas de sangre pero que, con todos los resortes a su disposición, se negaba a morir. Fracasaron. Pero es sabido que hay victorias pírricas que acaban siendo derrotas y fracasos que tan solo son el preludio de futuras victorias. Y este fue el caso. Hugo Chávez, tras ser capturado, aparecía en cadena nacional, vencido pero no derrotado, pronunciando el famoso "... por ahora" que lo convertiría en un referente para miles, transformando una derrota táctica en una victoria estratégica. Sus enemigos querían que las cámaras lo mostraran vencido y humillado, presentando públicamente su rendición, pero él dio la vuelta a la situación, aprovechándola para lanzar un alegato a favor del cambio político y social y dando esperanza a millones de venezolanos.

Durante sus años en la cárcel su prestigio entre las masas no hizo más que acrecentarse y tras su liberación se convirtió en un factor sobresaliente de reagrupamiento de la izquierda, en torno a su candidatura electoral. Chávez ya no era tan solo un oficial rebelde, era el depositario de las esperanzas de todo un pueblo, un pueblo que, organizado, estimulado y capacitado por los partidos de izquierda, no dejaba de reflexionar y de movilizarse por sus reivindicaciones más sentidas, reivindicaciones que conseguiría plasmar parcialmente en 1999 en la Constitución Bolivariana y en la obra de gobierno desde la fecha hasta la actualidad. No nos extenderemos mucho en este punto, porque hay abundante información al respecto, sobre la mejora sustancial en los índices de desarrollo humano, el incremento de los niveles de acceso de los sectores populares a la educación, el transporte, las pensiones y la salud, la recuperación de la fiscalización pública sobre la economía, el ataque a la burocracia petrolera, los controles sobre los bancos, la preocupación por la soberanía alimentaria, los esfuerzos por salir del modelo rentista y marchar hacia una economía productiva y diversificada. Y, de manera muy sobresaliente, por abrir paso a una nueva arquitectura geopolítica.

Chávez y Latinoamérica

Venezuela, durante los años en los que Chávez ha estado al frente de su gobierno, no ha escatimado en lo que se refiere a la solidaridad internacionalista. Con Cuba, contribuyendo a romper su aislamiento, esfuerzos que culminarían con su entrada con pleno derecho, como le corresponde, en el concierto de las naciones americanas, con la OEA digitada desde Washington cada vez más irrelevante. Con Haití, siendo ejemplo de colaboración desinteresada y práctica, de carácter técnico, verdaderamente humanitaria, que contrasta con la intervención militar y el interés mezquino y rastrero de otros Estados de la región, incluidos algunos con gobiernos supuestamente progresistas. Con las batallas por la paz con justicia social en Colombia. Con el entendimiento, la integración y la soberanía política, energética, militar, financiera y alimentaria, en suma, de Latinoamérica y su relación de igual a igual con el resto del mundo.

En este campo, como en otros, todas las insuficiencias, omisiones y errores que podamos ver en su labor (por supuesto que las ha habido) quedan empequeñecidos si los comparamos con sus logros, aperturas y aciertos. Visto en perspectiva, el balance global es más que positivo.

El gobierno de Chávez ensanchó los límites de lo posible, a nivel nacional e internacional. ¿Quién imaginaba la CELAC (¡y Cuba presidiéndola!) en 1998, cuando Chávez ganó sus primeras elecciones? ¿la OEA ignorada y puenteada? ¿un eje continental como el ALBA? ¿UNASUR? ¿Medidas económicas a contravía de la ortodoxia neoliberal? ¿soberanía sobre los recursos naturales? ¿regulaciones sobre el sacrosanto mercado no deseadas por sus beneficiarios oligárquicos? ¿el socialismo de nuevo en el vocabulario político? ¿la doctrina militar de Washington más y más arrinconada en los cuarteles?

No somos fetichistas ni creemos en las figuras providenciales en la historia. Somos materialistas y conscientes de que la historia la escriben los pueblos. Pero no podemos pasar por alto ni minusvalorar la importancia que ciertas personas tienen en la marcha de los procesos, sea por su carisma, por su capacidad de trabajo o por ambas. Y la importancia de la labor que Chávez ha desarrollado desde el gobierno de Venezuela en pro de la integración latinoamericana y el empoderamiento de sus pueblos es inocultable.

En lo sucesivo

El pueblo venezolano no es el mismo que el de la Cuarta República. Está más politizado y organizado. Es consciente de lo mucho que ha ganado en los últimos años y, por tanto, de lo que puede perder. El neoliberalismo y sus paladines ya no son el centro político, éste se ha desplazado notoriamente a la izquierda. Los ejes sobre los que pivota la agenda pública ya no son los mismos, muestra de ello es que hasta el candidato de la oposición, un hijo de papá con un pasado derechista patente, tuvo que lucir de socialdemócrata para la ocasión y compararse con Lula para aspirar siquiera a no hacer el ridículo en las urnas.

Los mejores cuadros del proceso bolivariano se encuentran entre toda esa fuerza de los de abajo que ha contribuido a desencadenar, su mayor activo es ese pueblo mestizo, rebelde, creador, que se expresa multitudinariamente, por dentro y por fuerza de las estructuras "chavistas", en la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora, en las barriadas populares, en la comunicación alternativa, en los sindicatos clasistas, en el pueblo en armas, en la lucha por el espacio público, por el excedente petrolero, por la soberanía nacional, por la cultura, por el agua, por la tierra, por la salud, por la vida digna y el Poder Popular. Con o sin Chávez seguirán adelante, porque la lucha del pueblo venezolano no comenzó ni terminará con su desaparición física.

Preocupa sin embargo la excesiva personalización del proceso de cambio. El proceso bolivariano debe consolidar una dirección colectiva si no quiere perecer en la lucha por el legado del difunto. El reto es ser realmente proceso y boliviariano y no únicamente estructura y "chavismo". También preocupa el excesivo amoldamiento a los parámetros del viejo Estado, que no olvidemos que no se destruyó sino que se reformó, y dentro del cual convive lo nuevo y lo viejo: la vieja judicatura, el viejo entramado empresarial, la vieja política, los viejos medios, los viejos académicos e intelectuales, los viejos hábitos, prejuicios y estructuras que si bien algunos van cambiando a mejor, otros se mantienen o incluso avanzan. Dentro y fuera del "chavismo". Y es que hay que ser conscientes de que no es oro todo lo que reluce. De que todo gobierno atrae hacia sí no sólo a personas con vocación de servicio público, sino también a "trepas", chupópteros y aprovechados, en número y grado proporcional a los privilegios y "manos" que puedan conseguir. Y no hay duda de que casi 15 años de gobierno, y más en una sociedad de capitalismo rentista, clientelar, burocrático, tienen sus consecuencias, en forma de desarrollo de negociados, nepotismos y toda clase de favoritismos.

Ojo, que la nuestra no es la crítica que ataca pero que no propone, la que niega y que como toda alternativa propone el aislamiento. La que por exceso de celo acaba desmoralizando y desarmando frente al enemigo. La que falta de intuición y sentido histórico dice que "todos los gobiernos son iguales". No. Sabemos que no se puede pretender ser inmune a lo que te rodea y pasar limpio e inmaculado cuando de disputa de hegemonía se trata y cuando el escenario en el que hay que pelearla no se elige sino que viene dado y es uno que el enemigo ha moldeado con ventaja durante generaciones.

Pero eso no debe llevar a justificar lo injustificable o al cinismo y a "dejarse llevar por la corriente" en nombre de un supuesto pragmatismo político, sino a trabajar con más ahínco en desarrollar herramientas eficaces para seguir abriendo espacios al mundo plebeyo y conquistarle esa hegemonía a las clases dominantes: organizaciones populares fuertes, vivas e independientes frente a cooptación, cuoteo y clientelismo, debates amplios frente a tendencia a decidir entre cuatro paredes, participación social frente a unilateralidad y ordeno y mando, elección popular de candidatos y cargos frente a nombramientos "a dedo", valores socialistas frente a vicios capitalistas, responsabilidades frente a privilegios, lo nuevo frente a lo viejo...

Esas mentalidades y prácticas, esas tendencias, son las que tienen que abrirse paso a todos los niveles para que la muerte de Chávez no sea la fiesta de la burguesía sino sólo un episodio más, sin duda doloroso, en la marcha ascendente del pueblo venezolano hacia mayores cotas de soberanía y bienestar.

Manu García

Santiago de Chile, 5 de marzo de 2013

Related Link: http://periodico-solidaridad.blogspot.com/2013/03/reflexiones-libertarias-sobre-la-muerte.html
author by José Luis Carreteropublication date Wed Mar 06, 2013 21:01author address author phone Report this post to the editors

Ha muerto Hugo Chávez. Hizo lo que pudo (y más que la gran mayoría de nosotros) por la Revolución. Con errores, por supuesto, con limitaciones, con aciertos, con energía y fuerza, con bravura. No hay que estar en todo de acuerdo con él o con sus decisiones para respetar su coraje, su independencia, sus ganas de lucha. Y, sobre todo, para admirar al pueblo insurgente que le dio aliento y que sigue vivo y en pié. Estamos con ese pueblo que no abandonará tu lucha, compañero Hugo.

Related Link: http://www.joseluiscarreteromiramar.blogspot.com.es/2013/03/siempre-con-tu-pueblo-hugo.html
author by Toparquíapublication date Wed Mar 06, 2013 21:22author email teseracto_bolivariano at hotmail dot comauthor address author phone Report this post to the editors

En esta hora triste, en esta hora de sensaciones concentradas en la amargura de la muerte, lxs anarquistas revolucionarios de Venezuela llamamos a politizar nuestra tristeza. Llamamos a tomar las calles, a desplegarnos, a tejer y consolidar las redes de nuestras esperanzas dignas. Llamamos a colorear el oscuro luto de la muerte para convertirlo en el coraje que hoy, nos llama a seguir avanzando, consolidando y profundizando este proceso que ahora esta en las manos de su legítimo dueño: el pueblo.

Como anarquistas, desde siempre, hemos considerado a Chávez un compañero, un hermano, uno más en nuestras trincheras de lucha. A pesar de nuestras diferencias y de nuestras críticas mutuas, siempre fue la unidad del pueblo y la potencialidad de su organización las consignas que mantuvieron articuladas nuestras acciones.

No son tiempos de rendición ni retroceso. Son tiempos de continuar la lucha iniciada el 27F de 1989. Son tiempos de continuar y reivindicar el sendero de la lucha por la vida, por el comunismo libertario, por la revolución. Que nuestro luto no suspenda nuestro sueños. Que nuestros sueños eleven al cielo nuestro coraje. Que nuestro coraje grite a los burgueses (viejos y nuevos), oligarcas e imperialistas: ¡Aquí nadide se rinde, todxs avanzamos! ¡Que florezca la anarquía! ¡Viva el pueblo de Venezuela!

TESERACTO BOLIVARIANO ANARQUISTA SALOM MESA

Related Link: http://toparquia.blogspot.com/2013/03/en-esta-hora-triste-en-esta-hora-de.html
author by V. Benoitpublication date Thu Mar 07, 2013 09:16author address author phone Report this post to the editors

La verdad, el tema de Venezuela me es más extraño que familiar, pero siento que el tema del cesarismo progresista de Chávez se trata con demasiada complacencia, poco sentido crítico y, considerando que el caso chavista es una interesantísimo, en gran medida obedece a una larga tradición latinoamericana de gobiernos bonapartistas muy vinculados a las fuerzas armadas (que por lo general, por su naturaleza, son casi siempre las mejor capacitadas para asumir ese rol). En ese sentido, me gustaría ver un tratamiento político y programático más enfocado en como los anarquistas enfrentamos el cesarismo progresista como una variante del reformismo, como colocamos la relevancia en el análisis de la forma estado como una arquitectura dinámica, más compleja de lo que la tradición anarquista considera, etc. Lo que, hasta la fecha, ha sido un impase en el tratamiento de casos como el de Bolivia (de laaaaarga tradición bonapartista), Venezuela y hasta el ecuatoriano, donde se crean espacios amplios de consensos entre clases en un contexto donde ninguna de las fuerzas tiene la capacidad absoluta de desarmar a la otra, etc. La verdad, veo mas propaganda que análisis, siendo que lo que más nos falta es dar el debate de fondo, reflexionar sobre la especificidad de america latina, etc.
saludos

author by Un compapublication date Thu Mar 07, 2013 22:01author address author phone Report this post to the editors

Me agradó el artículo. Espero que genere más consenso que otra cosa. Pero en verdad comento por otra cosa, no quiero quedar como ignorante pero me gustaría preguntarle a qué se refiere en particular el compañero Benoit cuando hace uso de de términos como cesarimos, bonapartismo, etc. Si bien los busqué en internet me gustaría que el mismo se explicara a sí mismo dado que usa términos que no son comunes en la gente sin mucha academia y al usarlos esta fomentando que se usen.

Eso, adiós.

author by Otro compa - ...publication date Fri Mar 08, 2013 00:03author address author phone Report this post to the editors

Estimado Manu.

Felicitaciones por el artículo, es lo mejor que se ha escrito en el último tiempo, Desgraciadamente llega en estas horas de dolor para millones de trabajadores, campesinos, pobladores de Venezuela y de toda América Latina, dolor que sufrimos los libertarios en Chile y en el continente por la pérdida de un compañero, de un revolucionario. Dejo a ud. el texto que escribiera Nestor Khoan que refleja plenamente el alcance de la figura del Comandante Chavez para la historia de NuestraAmerica. http://www.aporrea.org/movil/actualidad/a160560.html

Atte.
Otro compañero.

author by Albertopublication date Fri Mar 08, 2013 01:46author address author phone Report this post to the editors

Me parece que el artículo es bastante interesante, y correcto en sus posturas, más allá de lo que la ortodoxia pueda opinar. De todas maneras, es mucho mejor que lo emitido por el grupo que edita "El Libertario" que a veces es como leer un pasquín de la ultraderecha.

Sobre lo que dice Benoit, no concuerdo con sus apreciaciones, me parece que comete un error similar al que cometió al escribir el artículo "Síntoma de una ausencia": equivocar los momentos y espacios para realizar ciertas críticas. Efectivamente no estamos desde el comunismo libertario en un análisis acabado respecto a los gobiernos del ala bolivariana en América Latina, y es un ejercicio que debemos realizar para poder aportar a los procesos de nuestros pueblos, identificando errores y aciertos de las distintas apuestas que se han realizado. Sin embargo yo al leer el artículo no creo que se vea ni con complacencia ni poco sentido crítico, sino más bien en su justa medida en un momento particularmente complejo.

Hablas como si el gobierno de Venezuela fuera similar a casos tradicionales como el de Perón o Ibáñez cuando la situación es totalmente diferente. El carácter reformista de estas tendencias es plenamente discutible y se necesita un trabajo profundo al respecto, pero me parece que el artículo va a otra cosa totalmente diferente: a dar cuenta de algunas de las fortalezas de lo realizado, rescatando varios de sus puntos fuertes y dando cuenta de algunas debilidades buscando aportar, en momentos ne los que la derecha se va a desatar con fuerza para golpear todo lo realizado.

Si se quiere debatir de los temas que planteas que se haga, pero mirando las cosas en su conjunto, lo realizado desde la práctica, con el ojo puesto en los desafíos y necesidades de la realidad y no sólo desde la teoría (como pareciera ser tu caso en los materiales que produces) ya que eso muchas veces nos hace perder el foco, despegarnos de lo necesario y hacer "política en el aire".

El artículo me parece un análisis interesante del gobierno venezolano, evidentemente no es acabado, pero permite poner en perspectiva lo realizado en estos años, los cambios profundos que se realizaron en ese país.

author by Palabras al margenpublication date Sat Mar 09, 2013 03:52author address author phone Report this post to the editors

El reciente fallecimiento del ahora expresidente de Venezuela Hugo Chávez suscita diversos interrogantes entre algunos sectores de la opinión pública colombiana. Es cierto que este hecho pone interrogantes sobre el futuro político de Venezuela y su incidencia sobre el proceso de paz, pero las incógnitas acerca del devenir venezolano deben ser matizadas y puestas sobre una mirada que, si bien parte de un sesgo político de izquierda, puede dar luces sobre la complejidad del escenario político en Venezuela. Palabras al Margen analiza la situación venezolana.

¿Una izquierda huérfana?

Varios titulares de prensa nacional e internacional hablan de una “nueva era en Venezuela” (El Tiempo)1, mientras que el diario El País de España, por ahora tristemente célebre por la publicación de la falsa foto de Hugo Chávez, habla de “duelo e incertidumbre”2 del futuro político de la revolución bolivariana. Sin tener que citar todos los diarios y noticieros no es difícil darse cuenta de que existe una idea extendida no sólo en los medios de comunicación sino en los sectores de la opinión pública dominante en nuestro país: el proceso político venezolano puede reducirse unilateralmente a la figura de Hugo Chávez.

No se puede dudar de que Chávez ha sido una figura clave en Venezuela y que, sin él, el proceso revolucionario no habría sido el mismo. Pero de ahí a decir que Chávez se inventó la izquierda en Venezuela, hay demasiada distancia. Chávez tuvo su importancia, su carisma y su personalidad únicamente a la luz de un proceso que lo rebasaba como individuo. Sin un descontento concentrado de la población frente a la forma del manejo de las riquezas nacionales y la situación de pobreza generalizada, Chávez habría sido simplemente un loco militar con una frustrada aspiración presidencial.

Chávez supo canalizar el descontento de la población venezolana para promover su figura política. Pero las cosas no quedaron allí simplemente. Las organizaciones que entraron a formar parte del PSUV también ampliaron sus militantes y la creación de los más de dos mil consejos comunales han ayudado a que muchas personas hagan parte de un proceso de cambio social que va más allá de la figura personal de Chávez. Estamos hablando de alrededor de 8 millones de personas (7.2 millones en el 2009 y 675 mil nuevos inscritos hasta el 2012)3 que están inscritas en el PSUV, donde alrededor del 45% tiene menos de 30 años en la actualidad. Sin duda entre 8 millones de personas hay heterogeneidad de intereses y no pocos conflictos, pero estar organizados alrededor de los problemas del barrio, de expresiones artísticas y contraculturales o de experiencias comunitarias de la vida cotidiana, hace que las personas militantes participen en el proceso de cambio político a través del enfrentamiento con sus propios problemas y vivencias y no a partir de la mirada pasiva al carisma de un líder y su personalidad abrumadora.

El descontento de la población venezolana no se canalizó únicamente hacia la figura de Chávez y la consolidación de su popularidad entre las masas, sino también a la generación de un proceso de organización política de distintos actores sociales. Lo primero no podría darse con tanta fuerza sin lo segundo. De acá que hablar de una izquierda huérfana o del fin del proceso político revolucionario en Venezuela sea en el mejor de los casos una expresión de que se está pensando con el deseo.

El panorama electoral

Las próximas elecciones en Venezuela hacen que la incertidumbre vuelva a tocar la puerta del espectro mediático. Debemos reconocer que la situación jurídica y constitucional no es del todo clara frente al procedimiento a tomar. En efecto, tras la sentencia de interpretación de la Constitución que emitió el Tribunal Supremo de Justicia el 9 de enero de este año, no se sabe muy bien hasta qué punto Chávez era un presidente electo con una continuidad administrativa de su mandado al haber sido reelecto o si es ya un presidente en ejercicio que podía postergar el acto de posición al ser este un simple formalismo.

La diferencia entre ambas cosas es clave pues la norma que se aplica de la Constitución cambia totalmente si se trata de un caso o del otro. En su sentencia, el Tribunal Supremo de Justicia venezolano apelaba a un “principio de continuidad administrativa”. El argumento era que no parecía ser tan claro que pudiese declararse una falta temporal o absoluta del presidente pues contaba con permiso de la Asamblea Nacional para ausentarse del país durante 30 días por motivos de salud. De acá que una citación a nuevos comicios no era justificada. Esto llevaba al Tribunal a oponer dos principios constitucionales que estaban en conflicto en la situación de ese entonces: uno era el principio de la soberanía popular en donde el pueblo elige al presidente por medio de votación directa y secreta y el otro es el principio de la formalidad del inicio del periodo presidencial. La conclusión era que el primer principio le da sentido al segundo por lo que la juramentación de Chávez podría esperar. Así, la continuidad administrativa del mandato de Chávez era derivada del principio de la soberanía popular y no podía sacrificarse el espíritu de la Constitución únicamente por un formalismo.

Aunque era totalmente claro que el principio de soberanía popular está por encima de un formalismo y que eso significaba en la práctica que todo el gabinete ministerial de Chávez seguía en el ejercicio de sus funciones, no se aclaró muy bien cuál era la condición jurídica de esa continuidad. Si Chávez era un presidente electo la presidencia del país debe asumirla Diosdado Cabello, pero si era un presidente en ejercicio, la presidencia debe ser de Maduro al ser el vicepresidente ejecutivo. El limbo jurídico que hay en esta situación ha llevado a que dentro de sectores del oficialismo haya declaraciones que toman una u otra interpretación. Pero esto no quiere decir que haya un desmoronamiento interno y una pugna incesante entre el sector civil y el militar como ha querido mostrarse. Más allá de la poca claridad jurídica que hay frente a la situación, Maduro será el candidato del PSUV para las próximas elecciones.

La otra cara de la moneda del panorama electoral, es la contienda con la derecha. La derecha no tiene una ruta política clara después de la muerte de Chávez. Capriles Radonski volvió a la gobernación de Miranda, en un triunfo no muy holgado frente al hoy canciller Elías Jaua, con la probable intención de prepararse frente a una contienda presidencial en el 2018. Ser gobernador le da un lugar importante en la opinión pública y en los medios de comunicación desde el cual puede proyectar su imagen. Para ser candidato presidencial debe renunciar a la gobernación y las probabilidades de que gane los comicios frente a Maduro no son muy altas en realidad, pues Maduro cuenta por lo menos con la mayoría de los votos de los militantes del PSUV que suman más de 7 millones y con una base de campaña electoral que a raíz de la muerte de Chávez apretará sus filas. Los dos interrogantes que quedan abiertos es la distancia porcentual de la victoria de Maduro y si Capriles Radonski tomará el riesgo de abandonar su gobernación para prácticamente enterrar su carrera política.

Reinventarse

Cuando los analistas se refieren al chavismo hablan de dos sectores que están en pugna: un sector “civil”, liderado por Maduro y uno “militar”, liderado por Cabello. Esa mirada es superficial. Si hablamos de sectores del proceso político venezolano, habría más que uno civil y otro militar pues la multiplicidad de procesos y actores sociales que participan dentro de las filas del PSUV es bastante amplia: hay desde jóvenes interesados en el graffiti y el hip hop como formas de expresión cultural e inclusión política, hasta sindicalistas y militares que construyen patria de la mano de Bolívar. Y estos sectores no confluyen en Chávez, sino que confluyen en la necesidad de dar permanencia al modelo que, no exento de problemas, les ha dado la posibilidad de decidir sobre sus propias vidas.

Esto supone conflictos y pugnas dentro del proceso revolucionario. Todo proceso político tiene conflictos y no es un constructo coherente pues está hecho con los asuntos humanos que son singulares y cambiantes. Pero los conflictos no pueden reducirse a intereses de poder entre un ala civil y otra militar como lo proponen las matrices de opinión mediática. Si lo ponemos en esos términos, no es tan claro cómo el ascenso de Maduro al poder significa una pérdida de poder para los militares, pues el lugar que ellos tienen en las dinámicas políticas de Venezuela no depende de la decisión de un individuo, incluso si éste es el propio presidente.

El conflicto que hay no es entre dos sectores sino entre dos orientaciones y formas de entender lo que la propia revolución significa que están en el seno del propio devenir político en Venezuela. Se trata de un fenómeno que es bastante repetido en América Latina: la conjunción entre socialismo y nacionalismo. Ello no debe condenarse en nombre de un purismo de las ideas, pues toda idea tiene sentido únicamente en un proceso histórico. Pero de todas formas hay una diferencia entre combatir al capital y combatir al enemigo extranjero que vulnera la soberanía de la Patria Grande. Indudablemente, el primero toma la forma del segundo cuando existen las multinacionales, pero las aspiraciones políticas del nacionalismo y del socialismo son diferentes y ello debe tenerse en cuenta.

La diferencia de aspiraciones no implica, sin embargo, el anuncio de una debacle histórica o de un irremediable estallido de la revolución bolivariana. La diferencia implica limitaciones del proceso, pero al mismo tiempo, la apertura a una posibilidad de que sea reinventado: es en el juego entre los procesos históricos, las ideas y la participación de las personas en las decisiones sobre sus propios problemas y su propia vida, donde las revoluciones son precisamente eso: formas en donde se reinventa la vida humana.

***

1http://www.eltiempo.com/mundo/latinoamerica/muerte-hugo...382-4
2http://internacional.elpais.com/internacional/2012/12/3....html
3http://www.psuv.org.ve/temas/noticias/PSUV-sobrepaso-lo...ilas/

Related Link: http://www.palabrasalmargen.com
author by un no compapublication date Sat Mar 09, 2013 08:25author address author phone Report this post to the editors

pero no muy libertarias

author by Albertopublication date Sat Mar 09, 2013 19:58author address author phone Report this post to the editors

Y se puede saber cual seria la reflexion verdaderamente critica y "libertaria"?

author by Batay Ouvriye - Haitípublication date Sat Mar 09, 2013 23:44author address author phone Report this post to the editors

La muerte de Hugo Chávez Frías, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, es un terrible duelo para todos los pueblos de Latino América y del mundo entero. Momento histórico de suma importancia, está acompañado de un gran dolor que sobrepasa las fronteras de esta nación hermana, dejando a este pueblo frente a una herencia de lucha que le será difícil proseguir… En efecto, raramente un jefe de Estado se había enfrentado tan abierta y claramente frente al imperialismo norte-americano. Con sumo coraje se re-apoderó de los recursos del territorio que gobernaba, dando a la formación social de su país un dinamismo tal que favorecía toda movilización, igual logró asegurar la soberanía de su orientación como la de sus decisiones, invitando a los pueblos del planeta a creer en la posibilidad de RESISTIR y… ¡llegar a VENCER! Por encima del peso - ¡tan enorme! - del imperialismo, adjunto a aquel de las clases dominantes, las más reaccionarias, y frente a los ideólogos que nos quieren llevar inevitablemente al hoyo sin fondo del “mercado” y de la “modernidad”, disfraces oficiales de la explotación más cruel y abyecta.

De hecho, tanto a Cuba como a nuestro país, Haití, entre otros, el gobierno bolivariano ha sabido siempre dar una solidaridad a todos los niveles, de igual a igual, abierta y dirigida hacia la utilización más popular. Con el comandante Chávez, el principio bolivariano ha llegado a su máxima expresión: panamericanismo tendido hacia el futuro frente a la balcanización que tratan por todos los medios de imponernos los imperialistas. De tal manera que, junto con Cuba, es el único gobierno latino americano que no ha aceptado prestarse a la tan inmunda ocupación que sufre nuestro país. Los demás de la famosa Alba no pueden pretender tanto.

Infinitas veces fue atacado y denigrado por lo más retrógrado de la reacción derechista mundial. Sin temor y apoyado por fuertes movilizaciones populares, reaccionó siempre efectivamente. El pueblo bolivariano lo acompañaba. Pues la grandeza de un jefe de Estado no es más que la del pueblo y del movimiento social que lo llevan. En este sentido, la contribución de Chávez a la lucha anti-imperialista es mundialmente inconmensurable. De un sentido solidario sumamente elevado, aquel sin el cual estaremos radical y definitivamente eliminados por el capitalismo devastador. Comandante Chávez: ¡Presente!

Todo análisis lúcido, sin embargo, revelará las contradicciones populistas del dirigente latino-americano, las cuales dieron lugar a posicionamientos francamente burgueses y represivos en contra de los obreros, pequeños campesinos y otros trabajadores quienes, desgraciadamente, pensaron poder, con este gobierno, echar adelante sus luchas y conflictos de clase. Asimismo deploramos su permanente afán en juntar las finanzas venezolanas, la burguesía industrial y la del Estado (los “rojos-rojitos” - que durablemente se consolidaron durante estos años) en un solo partido “socialista”, encabezando entonces a los obreros y demás trabajadores, bajo un concepto amplio y vago de “pueblo”. La verdadera lucha emancipadora exige una precisión y un grado de autonomía de organización, por parte de la clase obrera particularmente, de un nivel realmente diferente. También su decisión de apoyar a gobiernos sumamente reaccionarios, antipopulares y represivos, como el que preside actualmente Haití por ejemplo.

Esperando que el Pueblo profundo venezolano, en particular los obreros y demás trabajadores de toda categoría, a los cuales dedicamos toda nuestra sincera y total solidaridad en este momento tan difícil, sabrá aliar a todos los progresistas a su causa y, en el proceso así enfocado, garantizar, con su efectiva dirección, el auge de la nueva etapa que se abre.

Los reaccionarios tanto venezolanos que internacionales van a intentar por todos los medios de hacer retroceder lo que, para nosotros y todos los progresistas del mundo entero, representó concretamente una apertura para nuestras luchas. Nos toca a todos nosotros asegurar su perennidad y, sobre todo, su superación. Con la alianza popular más amplia, latinoamericana, caribeña y mundial, en el marco de nuestras luchas comunes frente a nuestros enemigos de clase comunes y bajo la unidad de nuestra clase obrera, hacia nuestra total emancipación humana, entonces supra-nacional: ¡…la victoria!

6 de Marzo del 2013

author by Jeremypublication date Sun Mar 10, 2013 02:13author address author phone Report this post to the editors

Concuerdo con los compañeros que comentaron, me parece un análisis complaciente y "poco libertario", seguramente debido al respeto que inspira la muerte, quién sabe. La cuestión es que ahora se ven los problemas de acaudillar las rebeliones populares, la figura personal de Chavez tomó toda la importancia del proceso venezolano y ahora, tras su muerte, se debate en si ese proceso continúa o da marcha atrás, cosa que lamentablemente suele suceder muchas veces cuando las cosas siguen estando fuertemente agarradas por las manos del estado central. Faltaron críticas, y muchas, y el artículo no va más allá de lo que van los medios progres izquierdistas que aquí en Argentina abundan, elogiando (ya van 3 días seguidos) la imagen del "bolivariano" (Bolívar era otro hijo de puta a todo esto)....

author by Jorge Montespublication date Sun Mar 10, 2013 04:12author address author phone Report this post to the editors

Los "libertarios" al parecer aun no aprenden nada de su derrota en la Guerra Civil Española, si antes derechamente se integraron a los ministerios de los republicanos españoles, ahora apoyan "criticamente" desde la calle a Chávez, si antes amarraron a la clase trabajadora al Frente Popular (liquidando el poder obrero), ahora se arrastran ante el chavismo ; en uno y otro caso el rol de ustedes consistió en inmovilizar a la clase trabajadora y adormecer su conciencia, colaborando en última instancia con el capital y la contrarrevolución. Primero como tragedia, ahora ya es patético.

author by libertariopublication date Sun Mar 10, 2013 23:55author address author phone Report this post to the editors

En desacuerdo con el artículo.Poquísimo de anarquismo y mucho de sentimentalismo.Este tipo de opinones ocasiona que después cualquier imbécil se queje de los errores del anarquismo.Los anarquistas somos únicamente anarquistas y punto.Debemos ser autónomos siempre!!!!

author by OCLpublication date Mon Mar 11, 2013 21:03author address author phone Report this post to the editors

LA ORGANIZACIÓN COMUNISTA LIBERTARIA DE CHILE DECLARA:

AL PUEBLO BOLIVARIANO DE VENEZUELA
A LOS PUEBLOS LATINOAMERICANOS:

“Que aquí hay un pueblo digno,
aquí estamos los hijos de Bolívar
Los hijos de guaicaipuro
Los hijos de Túpac Amaru
Y estamos resueltos a ser libres”
(Hugo Rafael Chávez Frías.)

Es el pueblo de Venezuela, son los pobres de Venezuela los que HOY viven momentos de dolor por la muerte de nuestro Comandante Hugo Chávez Frías, un ejemplo de los “hijos del pueblo”, esos que emergen de su seno y que luchan por sus semejantes con la dignidad de los que nacen con muy poco o nada.

Nos sentimos reflejados en nuestros hermanos y hermanas de la periferia de Caracas que desde el anuncio de la muerte del presidente Chávez se volcaron a las calles para ratificar que el Comandante es “el corazón del pueblo”. Que son nuestros hermanos y hermanas Un solo proyecto político que refleja gran parte de las aspiraciones del mundo popular en América Latina.

La lucha y el ejercicio de la soberanía popular, la recuperación de las riquezas naturales para el pueblo, la profundización de la democracia popular, los planes sociales para los sectores más desprotegidos, el desarrollo y profundización del poder popular, la lucha antiimperialista y la construcción del socialismo, son ejemplos de un gran líder de la izquierda latinoamericana y de un pueblo en constante lucha soberana.

El Comandante Chávez nos ha dejado, pero su legado seguirá entre nosotros tal como Bolívar, el Ché y Martí, como Tupaj Amaru, Lautaro y Guaicaipuro. Ahora el desafío es defender a muerte la revolución y profundizar sus conquistas como requiriera el Comandante en el Primer Consejo de Ministros, forjar la unidad de hierro tras la dirección revolucionaria encabezada por el compañero Nicolás Maduro y fortalecer la perspectiva internacionalista y latinoamericana de lucha antiimperialista en nuestros países.

Nuestra organización entrega sus más sentidas condolencias al pueblo venezolano, a sus organizaciones políticas que defienden la Revolución Bolivariana y Socialista, a las Fuerzas Armadas Bolivarianas y al Partido Socialista Unido de Venezuela.
Solo la unidad del pueblo en estos difíciles momentos será garantía de victoria y de construcción de la patria grande, la patria socialista. Estamos a sus órdenes.

Hasta siempre Comandante Hugo Chávez Frías.
¡Por el socialismo y la libertad!
¡Patria o muerte!
¡Venceremos!.

author by un comunista libertariopublication date Mon Mar 11, 2013 21:57author address author phone Report this post to the editors

Me gustaría saber la tradición política tan "gloriosa" desde la que escribe Jorge Montes (aunque ya me la imagino) que le permite sentar cátedra tan tranquilamente y descalificar así a la anarquista.

Sobre otro tipo de críticas al artículo que han aparecido últimamente, qué decir ante aportes tan tremendos a la comprensión de nuestro tiempo, como ese que dice "Bolívar era otro hijo de puta" o ese otro de "los anarquistas debemos ser solo anarquistas"... sin comentarios.

author by libertario.publication date Wed Mar 13, 2013 21:17author address author phone Report this post to the editors

El artículo me parece malo.Nada de anarquismo.

author by cualquierapublication date Wed Mar 13, 2013 22:24author address author phone Report this post to the editors

Bueno, pero ¿eso no lo habías dicho en un comentario anterior? ¿o eres otro "libertario"? ¿que es lo que no te gustó? ¿puedes decir algo más que un comentario de una línea?

author by xpublication date Fri Mar 15, 2013 05:39author address author phone Report this post to the editors

...

author by xpublication date Fri Mar 15, 2013 05:42author address author phone Report this post to the editors

...y muchos ?????

author by Albertopublication date Fri Mar 15, 2013 07:06author address author phone Report this post to the editors

Los ortodoxos demuestran su debilidad teórica y práctica a la hora de debatir... como siempre en realidad, son incapaces de argumentar lo mínimo fuera de frases vacías. Una lástima por ellos, pero sólo reafirma lo contundente del artículo en su exposición.

author by xpublication date Fri Mar 15, 2013 12:07author address author phone Report this post to the editors

a veces es inutil discutir necedades.

author by Adrián Regulespublication date Fri Mar 15, 2013 19:48author address author phone Report this post to the editors

La verdad que, para el anarquismo, es un salto hacia adelante la postura que ha adoptado en primer lugar el Teseracto (seguramente haya otros colectivos y organizaciones pre-FARV con análisis similares, pero sinceramente no los conozco) y luego la FARV desde su creación. Y lo es en tanto que nos permite “nuevas” discusiones y “nuevos” enfoques para la lucha en el aquí y ahora (los entrecomillados responden a que no son cuestiones que, de una u otra manera, no se hayan tratado con anterioridad en el movimiento libertario). El anarquismo, para ser una corriente realmente inserta en la lucha de los oprimidos, necesita tomar posturas y hacer análisis propositivos y no hacer mera crítica desde el punto final de esa lucha (la crítica siempre es importante, pero es apenas un elemento más y tiene que tener también una correlación con el contexto espacio-temporal y el estado de consciencia del pueblo: en esa línea, hasta hubo un tipo que habló de realizar análisis concretos de la situación concreta). Plantear aquello de si en Venezuela hay socialismo o no (supongo que todos coincidiremos en que no lo hay), no es relevante. Lo verdaderamente relevante es si el proceso permite avances en la acumulación de fuerza, consciencia, organización y poder para el pueblo. Lo relevante es cómo se desarrolla la lucha de clases. Es desde ahí que tiene que trabajar el anarquismo.

Hay una porción de la izquierda (en particular la anarquista) que rechaza integralmente los procesos nacional-populares (que es donde ubico al venezolano), sin distinguir matices y hendijas, en beneficio de lo que aún no hemos construido (para nosotros, un pueblo fuerte, para otras corrientes, por ejemplo, el partido u organización de vanguardia). En el caso venezolano, y desde la perspectiva de esa izquierda, la disyuntiva sería entre chavismo (para poner un título genérico) y la nada (que termina favoreciendo al enemigo).

Y digo “la nada” porque, sinceramente, ¿el pueblo está en condiciones de realizar el socialismo en este preciso instante? ¿Poseé la conciencia socialista (y libertaria) necesaria para ello? ¿O tiene apenas un “instinto” liberatorio que necesita ser trabajado y fortalecido a medida que lucha y se organiza? Yo creo que esto último. No por falta de confianza en los pueblos, sino porque, para todo proceso liberatorio y de ruptura, es indispensable la organización y la adquisición de una consciencia socialista clara, al menos de una porción significativa de los oprimidos; cosa que aún no veo cabalmente. Caso contrario, es apenas una petición de deseos. O, acaso, ¿Manchuria, Rusia, Ucrania, España no necesitaron de un largo período de preparación y luchas intermedias para realizar sus revoluciones –más allá de los derroteros de cada una de ellas, que es harina de otro costal-? Como le decía a un anarcoindividualista hace poco: la sociedad de libres e iguales no llega en un plato volador, sino que está condicionada por estadios intermedios, por etapas con distintos grados de avances y retrocesos. En definitiva, está condicionada por la lucha de clases. Es en esa lucha que el pueblo adquiere cada vez más grados de poder, organización y consciencia (y aprende de sus derrotas y victorias, parciales o no). Y la adquiere por sí mismo; no porque unos iluminados, con un par de libros y análisis teóricos bajo el brazo, intenten "concientizarlo" a martillazos. Es decir, lo que sucede en Venezuela (aun persistiendo el capitalismo, algunos bolsones neoliberales, el estatismo y demás cuestiones que tanto remarca esa izquierda) es un proceso de agudización de las contradicciones de clase, que no está sujeta sólo a lo económico, sino también a lo subjetivo, a lo simbólico, a lo ideológico y a lo organizacional.

Es en esa agudización en la que los anarquistas tenemos un rol y un puesto de batalla, no como elemento de dirección, sino como dinamizador. Creo que hacer eje únicamente y centralmente en el Estado, es, como se dice acá en Argentina, dejársela servida al enemigo (enemigo principal, aclaro, por las dudas), que, precisamente, también exige la minimización y en no pocos casos la destrucción del Estado. Esto no quiere decir relegar de nuestros análisis y prácticas la cuestión sobre el Estado, sino que hay que tener en cuenta las complejidades que ha adquirido de un tiempo a esta parte, tanto a su interior como en relación con la comunidad y el sistema (la forma Estado y sus relaciones han cambiado sustancialmente desde el nacimiento del anarquismo como teoría y desde sus periodos de auge). Entonces, mientras no construyamos un pueblo fuerte, capaz de (y con la confianza para) hacerse cargo de todos los resortes del quehacer social, minar y combatir integralmente a gobiernos reformistas como los que se dan hoy en América Latina es hacer causa común con las clases dominantes y frenar, en los hechos, el avance de los oprimidos. Nuestra tarea como libertarios es estar en la base, para dinamizar y agudizar ese “instinto” liberatorio popular. Para no abundar, creo que el artículo de Larry Gambone (“Anarquismo y gobiernos radicales”) es sumamente ilustrativo en estas cuestiones y es mucho más preciso que esta intervención que estoy realizando (además de aportarnos algunos elementos teóricos, analíticos y prácticos que debemos profundizar).

Por último –porque ya me extendí más de la cuenta-, nuestro sujeto revolucionario son los oprimidos y tenemos que ese sujeto, en Venezuela, es mayoritariamente chavista, como acá lo es peronista. Desconocer eso y combatirlo integralmente es desconocer y combatir al propio sujeto de nuestra revolución. Entonces, la postura correcta, me parece, es no desconocer esto último, defender el proceso, trabajar desde dentro, hacer todas las críticas que sean necesarias (teniendo en cuenta no sólo nuestro horizonte final, sino también el contexto en el que actuamos) y, al mismo tiempo, trabajar en la base desde y por una perspectiva libertaria no sectaria y respetuosa de la idiosincrasia y tiempos del propio pueblo. Esta es, a mi parecer, la única forma de dar pasos hacia adelante.

Un saludo fraternal desde Argentina.

author by Leo Duartepublication date Sat Mar 16, 2013 03:45author address author phone Report this post to the editors

La cuestión del apoyo al chavismo nos abre otra discusión más profunda y compleja aún. Vista a la distancia (escribimos desde Argentina) la movilización popular venezolana, es prácticamente indudable que es un proceso a apoyar, aún realizando críticas, pero desde adentro de donde está el pueblo que busca avanzar.

Sin embargo, los mismos argumentos para apoyar al chavismo, se tornan borrosos en países donde si bien hubo avances en la última década, no llegan a tal nivel de radicalización. Argentina, Brasil, Uruguay, Ecuador, o incluso Bolivia, son casos donde se nos plantea la encrucijada. Medidas progresistas, avances en el nivel de vida del pueblo, pero persistencia y consolidación del capital.

A la inversa, el enemigo está mucho más claro donde reina la reacción, como en Chile, Perú o Colombia. Pero en estos casos grises, es también gris la actuación correcta. Lo vemos en la izquierda trostkista, que utiliza los mismos argumentos de la derecha para atacar al gobierno.

¿Que hacemos entonces? Lo dejo como pregunta abierta.

author by Michelpublication date Sat Mar 16, 2013 16:19author address author phone Report this post to the editors

Me ha gustado mucho el artículo, chavistas y libertarios debemos estar unidos porque luchamos por el mismo fin, a través del poder popular asi como Allende con el pueblo. Somos hermanos de la misma patria grande, la de BOLIVAR. ¡Viva Chávez y Allende! Adelante compañeros, hasta la victoria final, arriba los que luchan!

author by anarco-comunistapublication date Sat Mar 16, 2013 17:37author address author phone Report this post to the editors

Parece que los únicos que opinan son amigos del autor. El análisis me parece bastante deficiente desde una perspectiva libertaria. Lo digo porque el artículo se llama reflexiones libertarias y el único sentido que tiene llamarle así es que haga un análisis desde los libertarios de la muerte de Chávez. Pero acá no hay nada que nos distinga de los bolivarianos, que puede ser que pertenezcamos al mismo pueblo pero tenemos diferencias políticas claras, o no tan claras según leo en el artículo. No hay una crítica desde lo libertario. Criticar la corrupción en el estado? Eso lo hacía hasta el mismo Chávez! Pero lo que hay que hacer es entender cómo el estado mismo genera distinciones de clases, grupos de poder, como las redes clientelistas son inherentes al estado. Eso para no decir nada del caudillismo del proceso en oposición al empoderamiento de las bases, a la creación de organizaciones fuertes y autónomas, todo lo cual es clave en el proceso de construcción libertario. Hay una cosa que nos caracteriza y es la construccion de abajo hacia arriba, no de arriba hacia abajo, porque así se fortalece un tipo de capitalism estatal, dirigista, extractivista. A nadie le pareció raro que todos llegaran a llorar la tumba del momificado faraón, los presidentes de Chile, Colombia, Iran, Bielorrusia, Brasil, todititos se abrazaron. No le parece a nadie raro eso? Que se reconozca que Chávez fue un hito, vale. Que se reconozca que fue expresion de ciertas luchas populares, vale. Que se entienda que su aparición en política permitió que se volviera a debatir en medios más amplios el socialism después de la caída del muro de Berlín, de acuerdo. Pero de ahí a glorificar al muerto como si todo fuera color de rosas, salvo ciertas espinas menores, o confundir el proceso politico estatal con el movimiento mismo de las masas es un trecho muy grande. Tan grande como decir que porque seamos el mismo pueblo que los bolivarianos debemos entonces liquidar y suprimir nuestra propia apuesta política. Les recomiendo el siguiente texto sobre alianzas a ver si nos ayuda a recuperar la brújula.

Related Link: http://www.cilep.net/joseantonio4.pdf
author by Manu Garcíapublication date Sun Mar 17, 2013 01:27author address author phone Report this post to the editors

Un saludo, compañero, gracias por animarte a comentar sobre el artículo que escribí.

En primer lugar te aclaro que si el análisis se llama "reflexiones libertarias" es porque hago parte de dicho proyecto político, el libertario, que al menos en Chile es o aspira a ser precisamente eso, un proyecto político con propuestas propias para el presente, no una vaga identificación con una tradición histórica petrificada, de la que sin duda se bebe pero que no condiciona ni marca la línea.

En ese sentido, y dado que no escribo desde Venezuela, no entiendo eso que dices de que los libertarios "debemos distinguirnos de los bolivarianos". Obvio que en cierto modo pertenecemos al mismo pueblo (precisamente a la "Patria Grande" latinoamericana de la que habló entre otros Bolívar), pero no creo que haya que enmendarle la plana y darle lecciones desde afuera al pueblo venezolano, del modo en que lo hacen algunos grupitos de iluminados que se reclaman de la IV Internacional y pretenden sentar doctrina y línea universal desde su centro argentino o parisino y replicarse en Caracas a través de otro grupito igualmente irrelevante. Ese es un ejemplo de cómo NO construir internacionalmente.

En todo caso, desde Chile, lo que podemos hacer es apoyar o resaltar los puntos de vista que se expresan dentro del proceso bolivariano con los que estemos más de acuerdo y a las organizaciones que los promueven, y procurar intercambiar puntos de vista con ellas. En Venezuela abundan los ejemplos de este tipo de iniciativas (unas llevan el nombre de "libertarias", la mayoría no) que construyen poder popular desde el seno mismo (no al lado ni mucho menos en contra) del proceso, que dista mucho de ser monolítico en lo procedimental, en lo partidario, en lo programático... en todo. Eso va a quedar muy claro de ahora en adelante, que no nos quepa ninguna duda.

Eso va en relación con las tensiones inherentes a todo proceso de cambio (procesos que por otra parte no son de por sí siempre ascendentes ni incorruptibles ni perennes ni irreversibles) y a cómo manejarlas, precisamente me llama la atención lo que dices de que no hablo de los privilegios que genera el Estado y de la naturaleza estructural de dichos privilegios, pero en el artículo comento:

"todo gobierno atrae hacia sí no sólo a personas con vocación de servicio público, sino también a "trepas", chupópteros y aprovechados, en número y grado proporcional a los privilegios y "manos" que puedan conseguir. Y no hay duda de que casi 15 años de gobierno, y más en una sociedad de capitalismo rentista, clientelar, burocrático, tienen sus consecuencias, en forma de desarrollo de negociados, nepotismos y toda clase de favoritismos".

Y más adelante:

" (...) trabajar con más ahínco en desarrollar herramientas eficaces para seguir abriendo espacios al mundo plebeyo y conquistarle esa hegemonía a las clases dominantes: organizaciones populares fuertes, vivas e independientes frente a cooptación, cuoteo y clientelismo, debates amplios frente a tendencia a decidir entre cuatro paredes, participación social frente a unilateralidad y ordeno y mando, elección popular de candidatos y cargos frente a nombramientos "a dedo", valores socialistas frente a vicios capitalistas, responsabilidades frente a privilegios, lo nuevo frente a lo viejo..."

¿Piensas que no quedó suficientemente claro el punto?

También creo que haces una dicotomía demasiado tajante entre institucionalidad y autonomía. ¿Cómo se explica que el movimiento popular venezolano esté ahora más activo y estructurado que hace 15 años, que la conciencia de las masas sea mayor, más alta su claridad política, más elevadas sus perspectivas programáticas, que en definitiva el pueblo sea más fuerte? Porque eso es de todo punto innegable en Venezuela más allá de los problemas que haya (que no paso por alto sino que nombro).

Como decía desde Argentina el compañero Leo Duarte en un comentario anterior, en otros casos de gobiernos progresistas eso es más discutible, en el caso venezolano, claramente no. O somos capaces de ver los matices y aquilatar los procesos sin los lentes deformantes de la ideología (es decir, tal como son y no tal como nuestra ideología nos dice que deberían ser) o vamos a estar muy perdidos en el contexto que se nos viene en Latinoamérica en estos próximos años. La cuestión no es o blanco o negro (se combate al gobierno o se es gobierno, se es autónomo o se recibe ayuda del gobierno, se identifica uno con el gobierno o está en oposición a él) sino saber moverse en un escenario que no es dual sino en el que hay presentes una multiplicidad de actores e intereses. Y dentro de ese escenario promover de la manera más eficiente y eficaz los intereses populares. Las lecturas simplistas no nos ayudan.

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