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¿Un elefante que camina lento pero avanza?

category bolivia / peru / ecuador / chile | education | opinión / análisis author Monday December 24, 2012 21:49author by Javier Insunza Report this post to the editors

Elementos claves para la discusión y la construcción de organización de los trabajadores y trabajadoras de la educación

Artículo de opinión de Javier Insunza, profesor de Historia, secretario general del Colegio de Profesores Comunal Ñuñoa y miembro de la Corriente Popular de Educación.
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En estos días al interior del Colegio de Profesores se discuten las bases para el desarrollo de una reforma estatutaria interna. Gran parte de esta discusión ha comenzado a desarrollarse a partir de las discusiones dadas dentro y fuera de asambleas comunales, regionales y nacionales, que han instalado la necesidad de revisar si la actual estructura organizativa -de la hoy más grande organización de trabajadores docentes del país- responde a las necesidades de sus miembros, a las problemáticas emergentes del campo educativo y del movimiento social, y a las demandas políticas a las que está sometida una organización de este tipo.

El fenómeno es complejo, profundo y grave. Hoy quienes trabajamos en la escuela, habitamos –sin necesidad de ser miembros formales de ésta- en una organización que no está en sintonía con los trabajadores de la escuela, que habla en otro lenguaje, lejano y ajeno. Una organización debilitada, con baja capacidad de acción, carente de proyecto y con problemas de identidad -incluso para quienes hemos intentado trabajar con el mayor ahínco y motivación en su desarrollo-. Hoy el Colegio de Profesores, no responde a las necesidades de organización de quienes trabajamos en la escuela, ni tampoco es capaz de insertarse con dinamismo y acción en el actual contexto organizativo que se vive en el mundo de la educación.

El problema es grave y urgente -como lo mencionaba en una columna anterior-, lo que hace necesario avanzar en la constitución de nuevos referentes organizativos en el mundo de los trabajadores de la educación. Sin embargo, en este proceso, sería un error gravísimo desconocer que las perspectivas de posibilidad de los procesos de organización de nuevo tipo, pasan también por la posibilidad que las antiguas estructuras organizativas entren en procesos de cambio o a lo menos de cuestionamientos profundos, que permitan reconocer, hacia el interior de la organización y hacia fuera de ella, la necesidad de transformación. Es decir, la posibilidad de capitalizar el proceso de crisis silenciosa que hoy vive la organización docente, no sólo se definen a partir de su reconocimiento y análisis, sino que –y tal vez en su dimensión más compleja- pasa por generar un proyecto programático alternativo que puedan mostrarse como posibilidad, en tanto permitiría salir del inmovilismo actual sumando voluntades y actores a un proceso que se define desde el estancamiento. Sin duda que en este proceso, contribuye de sobremanera el desarrollo de una experiencia concreta, como lo es la construcción de un referente organizativo alternativo con un proyecto político-programático de nuevo tipo.

Lo planteado da cuenta de una crisis profunda. La contención del inmovilismo organizativo, instala un problema que va más allá de responder a la construcción de nuevas formas organizativas en el sector con mejores y mayores dinámicas de trabajo interno y externo, sino que plantea el desafió de ser capaz de construir una manera de hacer organización, de participar en ella, que rompa con las lógicas del inmovilismo escolar, que genere un nuevo animo de acción creativa que nos permita avanzar seriamente en la ruptura de la escuela como ente reproductor de la sociedad de clases a partir de un quehacer programático claro y autónomo.

Un diagnóstico certero para una acción con sentido transformador

Según mi parecer, lo complejo de la situación descrita se define a partir de la comprensión que la actual estructura organizativa del mundo docente, posee grietas estructurales frente a la actual construcción de escuela. Sin embargo, dar cuenta de esto no es ninguna novedad, en tanto no deja espacios para la acción de cambio. Por tanto, vale la pena preguntarse si la crisis se sitúa exclusivamente en un problema de conducción política o pasa por una dimensión política y a la vez orgánica.

Considero que es necesario y nodal entender que esta es una crisis política y orgánica (desde la duda de si es posible separar ambos elementos). ¿Por qué política y orgánica? Básicamente porque las limitaciones de comprender este fenómeno exclusivamente como una crisis de conducción política, son altas y a la vez peligrosas. Como acción básica, esta mirada no comprende la profundidad del problema, en tanto no da cuenta de las causas y motivaciones del inmovilismo cotidiano de los trabajadores de la educación, a lo que se suma, lo que considero más peligroso, que no da cuenta de la necesidad de comprender que gran parte de las falencias organizativa del mundo de los trabajadores no se sitúan exclusivamente en problemas de conducción política de las organizaciones. Estimo, mas bien, que éstas se definen principalmente desde la incomprensión de que hoy el sentido de la acción política transformadora posee gran parte de su fundamentación en la constitución de organizaciones que se definen desde orgánicas que posee amplios espacios de participación y decisión, que les permiten definir su política desde su quehacer social, a partir de la constitución de una línea de acción programática fuerte y con sentido transformador, (re)componiendo las relaciones a nivel de base.

Por otra parte, el peligro de entender que este proceso posee una dimensión exclusivamente asociada a la conducción política de la organización, puede desconocer uno de los elementos que ha emergido con más fuerza en la última década de manera transversal al desarrollo de los movimientos sociales con perspectivas de transformación en Chile, a saber, el desarrollo de prácticas organizativas basadas en la horizontalidad, la democracia directa y la politización continua de las demandas sectoriales. Este proceso de acumulación de fuerzas, se ha conformado a partir de la comprensión colectiva de que la consecución de los fines políticos de un movimiento u organización no puede estar escindido de las formas y medios que asumamos para su logro.

En qué estamos al debe: Problemas estructurales

En este contexto, y en función de aportar elementos para la discusión y los procesos de organización, considero necesario comenzar a definir los énfasis que son necesarios de realizar cuando se está discutiendo la redefinición de la organización “docente” y las oportunidades de construcción que se avecinan en esta nueva etapa. Los puntos que a continuación detallo tienen sentido en función de comprender los procesos de constitución organizativa mucho más allá de una modificación institucionalidad, como lucha, como forma de lucha.

- Crisis de representatividad: Quizás el elemento central y clave tiene que ver con que hoy el Colegio de Profesores A.G. posee una grave crisis de representatividad. No es capaz de hacer confluir en sus discursos y procesos de organización y movilización al sector particular subvencionado, particular y a una parte importante del sector municipalizado y corporado. Esta situación se torna grave en tanto es conocido el aumento de la matrícula del sector particular subvencionado y la existencia de una condición laboral diferente a la del sector municipal (Código del Trabajo v/s Estatuto Docente).

- Problemas para constituir una plataforma programática común a quienes trabajamos en la escuela: En el sentido más cercano a los trabajadores de la educación, hoy el Colegio no posee una propuesta de acción programática clara y diversa que permita combinar elementos vinculados a las condiciones de trabajo para el desarrollo del trabajo educativo (condiciones objetivas), ni tampoco a la construcción de una perspectiva transformadora de la escuela (condiciones subjetivas de cambio).

- Incapacidad de asumir el cambio en la escuela: En el actual discurso hacia el interior del Colegio, no aparecen referencias al cambio generacional, profesional y administrativo que hoy vive la escuela. La escuela hoy tiene nuevos profesional, muchos no docentes, que no se identifican con el accionar del Colegio en tanto organización gremial. Ni tampoco a los cambios en la gestión de la escuela han derivado en la generación de nuevas relaciones de poder en su interior, especialmente en el rol “gerencialista” de los directivos. Frente a este nuevo panorama no hay más que resistencia estéril, cuando se hace necesario avanzar en una propuesta de acción que se defina desde la comunidad educativa por sobre la agrupación de profesionales específicos.

- Deficiencias políticas y orgánicas: El bajo dinamismo de la organización contrasta con la necesidad de dar respuestas inmediatas a los problemas que hoy se presentan en el sector, a nivel local y nacional. Este problema se expresa en una baja presencia a nivel de las comunidades educativas y en las dificultades para posicionarse como referente pedagógico en las discusiones públicas. Es necesario entender que este es un problema de democracia interna, en tanto no existen espacios de participación accesibles y vinculantes. A esto se suma la indefinición como referente público, íntimamente asociado a la baja claridad del proyecto político-pedagógico que posee el Colegio.

Quizás el análisis propuesto no da cuenta de la totalidad del problema o simplemente refiere a elementos intrascendentes, sin embargo, resulta imperiosa la participación activa en los espacios de organización, bajo la urgente necesidad de avanzar decididamente en la construcción de un nuevo referente organizativo, que asuma los cambios que requiere la organización de los trabajadores de la educación. Por esto, expongo estos puntos al debate en busca de lograr coordinar diferentes esfuerzos que hoy buscan asumir el rol estratégico que pueden jugar los trabajadores de la educación en la construcción de proyecto de transformación en nuestro sector y en la consolidación de una alternativa de cambio y transformación social a nivel nacional.

¡A construir organización desde los Trabajadores de la Educación!

Javier Insunza

Artículo publicado en la revista digital "Perspectiva Diagonal"

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