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Pdvsa, objetivo de guerra

category venezuela / colombia | imperialismo / guerra | opinión / análisis author Monday August 27, 2012 08:58author by Un anarquista revolucionario Report this post to the editors

El uso del personal de Pdvsa (Petróleos de Venezuela, S.A.), la empresa estatal venezolana, como carne de cañón para tumbar al chavismo data de 2002.

Ante la perspectiva que Pdvsa siga siendo venezolana por seis años más, con la eventual victoria electoral del chavismo el próximo 7 de octubre de 2012, un evento como el acaecido en Amuay hace tres días, donde aparentemente un hecho fortuito paralizó la refinería más importante del país, puede suscitar la mayor cantidad de incógnitas.
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El uso del personal de Pdvsa (Petróleos de Venezuela, S.A.), la empresa estatal venezolana, como carne de cañón para tumbar al chavismo data de 2002. A lo largo de la Cuarta República, Pdvsa se había convertido en un estado dentro del estado, es decir, una empresa que imponía al gobierno directrices económicas y entregaba cada vez menos dividendos con los cuales la tesorería nacional no podía hacer gran cosa. Aparte de que, contra toda lógica, las directivas de Pdvsa actuaban al margen de los acuerdos de la OPEP.

Cuando llegó Chávez, los ejecutivos de Pdvsa no aceptaron la junta directiva que nombró. La tecnocracia pitiyanqui, al consumarse el golpe militar de abril de 2002, suspendió los envíos de petróleo a Cuba y, tras la restauración del Presidente Chávez de nuevo en el gobierno, siguió con el sabotaje (que ellos denominaron huelga) hasta arribar a finales de ese mismo año con la paralización absoluta de la industria petrolera sumiendo al país en un caos total.

El sabotaje de finales de 2002 y comienzos de 2003 no se restringió a las actividades propias del Pdvsa, sino que tanqueros de la empresa fueron situados en áreas donde obstaculizaban el tránsito naviero e incluso uno de ellos, repleto de gasolina, se varó frente a Maracaibo poniendo en riesgo a la ciudad de volar por los cielos ante un eventual estallido del buque. Igualmente, bandas fascistas del sindicalismo en complicidad con la dirección tecnócrata perpetraban actos de vandalismo en diversas ciudades del país. (http://www.pdvsa.com/index.php?tpl=interface.sp/design/...as=13)

Veinte mil tecnócratas que habían presionado a la gerencia chavista con su renuncia fueron desplazados luego de que las pérdidas por el sabotaje se enfilaran alrededor de unos 20.000 millones de dólares. El restablecimiento de la industria fue lento pero seguro. A nivel político, el sabotaje favoreció al chavismo y le permitió cohesionar sus fuerzas. No debe olvidarse que la crisis de Pdvsa que la tecnocracia intentó plantear como la defensa de la autonomía de la empresa frente al ejecutivo se debió realmente a la promulgación de la nueva ley de hidrocarburos en el paquete de leyes habilitantes de noviembre de 2001, mediante la cual se pechaba a las transnacionales petroleras con nuevos impuestos y se incrementaban las regalías. Es decir, en otras palabras, el sabotaje a Pdvsa fue parte de la estrategia transnacional que no se resignó –ni se resignaría- a que la estatal dejara de ser su eslabón más débil. Por otro lado, dejando de ser un caballo de Troya de las transnacionales petroleras, Pdvsa comenzó a trabajar por los intereses del país, especialmente administrando directamente la Faja del Orinoco y estableciendo bajo su hegemonía negocios con las grandes transnacionales.

La guerra contra Pdvsa no ha cesado, hubo temporadas en las cuales aminoró pero jamás ha concluido, especialmente desde que la empresa elevó su posición en el ranking de las petroleras mundiales tras la certificación de una inmensa cantidad de reservas que, como se sabe, es el indicador básico que le da valor a una empresa petrolera. A su vez, Pdvsa dejó de estar dentro de la geopolítica petrolera occidental para diversificar sus intereses con China, Rusia e Irán, y con este último país preside el bloque de los países más radicales en materia de precios dentro de la Opep.

Con tales antecedentes, y ante la perspectiva que Pdvsa siga siendo venezolana por seis años más, con la eventual victoria electoral del chavismo el próximo 7 de octubre de 2012, un evento como el acaecido en Amuay hace tres días, donde aparentemente un hecho fortuito paralizó la refinería más importante del país, puede suscitar la mayor cantidad de incógnitas que las investigaciones que ya se realizan sabrán determinar en un plazo relativamente breve.

Las reacciones inmediatas ante la tragedia de Amuay que han tenido voceros de la antigua tecnocracia de Pdvsa arrojan sospechas sobre las causas del accidente. A su vez, el núcleo alrededor del candidato opositor ha tratado de guardar distancia demostrando su temor a que, de nuevo, un toque terrorista contra Pdvsa se traduzca en un incremento de votos a favor del chavismo. Sabiendo como se sabe que la oposición venezolana juega tanto a las elecciones como al golpe contra los chavistas, Amuay puede resultar cerrando la lápida de las perspectivas electorales de la derecha y, por tanto, abriendo las sendas de la aventura conspirativa porque, tal y como está el patio energético a nivel global, es poco probable que el Imperio hegemónico existente se resigne a perder ese eslabón débil que fue siempre en el mundo de los negocios, antes de 2002, Pdvsa.

En tanto comunistas libertarios venezolanos apoyamos la defensa de Pdvsa, la proveedora del salario del país, en este mundo convulso, inquietante, donde los países libres (y pequeños) viven sometidos al terrorismo de las grandes potencias belicistas, y hambrientas de energía barata o gratis.

Un anarquista revolucionario

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