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Orígenes del 1ro de Mayo en Puerto Rico

category américa central / caribe | historia del anarquismo | opinión / análisis author Tuesday May 01, 2012 16:20author by Jorell Meléndez Badillo - Colectivo Autónomo C.C.C.author email nopasaranjamas at gmail dot com Report this post to the editors

Orígenes históricos de la celebración del 1ro de Mayo en Puerto Rico.
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Orígenes del 1ro de Mayo en Puerto Rico


El primero de mayo de 1886 se organizaron en la ciudad de Chicago grandes manifestaciones en donde se llamaba al paro general en busca de la jornada de ocho horas de trabajo. La represión que suscitó en los días posteriores dejó un saldo de 6 muertos a manos de la policía, por lo que se convocó una manifestación en la plaza Haymarket. En dicha manifestación se detonó una bomba la cual cobró la vida de cuatro obreros, siete oficiales de la policía y dejó un saldo de alrededor de 200 heridos. De los cientos de individuos que se detuvieron, ocho de ellos, portadores del ideal anarquista, fueron procesados y sentenciados. Sus nombres fueron Michael Schwab, George Engel, Louis Lingg, Albert R. Parsons, Oscar W. Neebe, Samuel Fielden, Adolph Fisher y August T. Spies. De éstos, cinco fueron condenados a muerte de los cuales solo se llevaron a cabo cuatro ejecuciones pues Lingg decidió quitarse la vida mientras que Engel, Parsons, Fischer y Spies pasaron a ser conocidos internacionalmente como mártires de la causa obrera.

En Puerto Rico, aunque se tenía conocimiento sobre el valor histórico de la fecha, no viene a celebrarse masivamente hasta 1899. El 24 de abril del citado año, el periódico El Porvenir Social hace un llamado a que “todos los que sufren los tremendos rigores de la tiranía patronal y el criminal desamparo de la sociedad gastada y corrompida, tengan un vigoroso arranque para negarse a trabajar el 1ro de Mayo [sic] y reclamar juntos, formando cuerpo numeroso y voz potente la implantación de la jornada legal de ocho horas de trabajo para toda industria, oficio y profesión”. La manifestación del 1 de mayo de 1899 contó con la representación de obreros de Ponce, Dorado, Manatí, Rio Piedras, Carolina, Mayagüez, Guayama y otros pueblos de la isla. Ésta se materializó en tres actividades a través del área de la capital. Se reunió con el Gobernador Guy W. Henry una comisión de obreros entre los cuales se encontraban Rosendo Rivera García, Santiago Iglesias, Ramón Romero Rosa, Estanislao Serman, Quintin Pitifré y Norberto Quiñones. Estos leyeron al gobernador el siguiente mensaje:
Que todas las leyes y privilegios que en beneficio del trabajo están establecidas en los Estados Unidos, sean decretadas para Puerto Rico.

"Que la ley, por la cual no puede ser empleado ningún obrero más de ocho horas al día, se haga extensiva á los obreros de la Isla.

"Que todos los obreros que se hayan sin trabajo, sean á la mayor brevedad ocupados, ya que ese es el medio que éllos [sic] tienen para ganar la subsistencia de su familia
.”
Luego de que el gobernador se comprometiera a materializar sus reclamos, otorgándole la ley de jornada de ocho hora a los trabajadores el 2 de mayo de 1899 - lo cual no se pone en práctica hasta varios años después - los obreros marcharon hasta el Salón de Sesiones de la ciudad de San Juan para reunirse con el alcalde de dicho municipio, don Luis Sánchez Morales, y hacerles sus reclamos. Una vez terminan su reunión partieron hacia la redacción del periódico El porvenir social en donde termina la jornada con discursos desde el balcón del mencionado local. Entre los ponentes se encontraban Rosendo Rivera, Santiago Iglesias, Quintin Pitifré, José Rivera, Estanislao Serman y José Berney. Este acto, el cual contó con más de 8,000 obreros, “fue amenizado por una banda musical y finalizó con una velada artística”.

La celebración no se limitó solamente a la capital pues se desplegó por toda la isla. Ricardo Campos Orta señala que se registraron “grandes manifestaciones de obreros en San Juan, Manatí, Mayagüez, Cayey, Guayama, Ponce, Aguadilla, Arecibo y Juana Díaz. Nos llama la atención los casos de Manatí y Mayagüez. En el primero se llevó a cabo un ejemplo muy claro de la militancia obrera pues se declaró una huelga en la hacienda La Monserrate en donde se exigían ocho horas de trabajo y un peso en oro, o al menos 75 centavos. En Mayagüez se llevo a cabo un “meeting en el local de la cantina del teatro en donde el profesor [Eugenio María de] Hostos, dejó oír una vez más su convincente palabra”. Esto nos reafirma que el 1 de mayo se utilizó para articular discursos en contra de la explotación por diferentes sectores progresivos de la sociedad, no simplemente los obreros.

Para el año siguiente, 1900, ya se había organizado la Federación Libre de Trabajadores. Ésta llevó a cabo por primera vez en Puerto Rico dos congresos obreros simultáneos. El comité organizador estuvo a cargo de Prudencio Ruiz, José Rivera, Sabat Rivera, Nicolás Ayala, Zoilo Betancourt y Martín Costoso. Los obreros dejaron a un lado la tónica festiva y tomaron la fecha del 1 de mayo para organizarse y construir alternativas clasistas ante la situación inmediata en que estaban sumergidos. En un comunicado enviado a toda su matrícula el 1 de abril de 1900, la Federación reconocía que a través de estos congresos pretendían “estrechar y solidarizar la fuerza y la inteligencia de las clases trabajadores, para que ellas en el porvenir puedan sentar sus aspiraciones, deberes y derechos, y disputar los privilegios que gozan los gobiernos anti-populares y las demás clases sociales, en el manejo de las riquesas [sic] del país, producidas por las manos del obrero”. Como mencionamos arriba, la actividad se dividió en dos congresos los cuales tocaban temas particulares cada uno:

Programa de los congresos obreros llevados a cabo por la F.L.T. el 1 de mayo de 1900.
Congreso Corporativo

1. Confederación y organización general de los trabajadores de la Isla, y su unión con los de América y Europa.
2. Las huelgas, su organización, causas y exitos [sic].
3. Creación de una oficina central del trabajo en la Isla.
4. Las horas de trabajo, los salarios y el trato en los talleres.
5. Cooperativas, socorros, solidaridad, educación primaria y técnica.
6. Lectura de la circular de la Confederación del Trabajo en París, invitación al Congreso Universal con motivo la Exposición, nombramiento de representantes á París.
7. Creación de un periódico órgano central defensor de todas las organizaciones de la Isla.
8. Resoluciones.

Congreso Socialista


1. El socialismo.
2. Organización y fuerza del Partido en Puerto Rico.
3. El Gobierno Militar y el militarismo en el país.
4. Situación política económica y social de la Isla.
5. La capacidad del elemento obrero para gobernarse.
6. Necesidad de la acción política socialista en la lucha económica.
7. Resoluciones.

Aunque reconocemos que optaban por una lucha socialista dentro de la esfera política, podemos notar una clara perspectiva internacionalista y militante. De igual manera reconocemos que el 1ro de Mayo, como símbolo de la lucha obrera a través de los mártires de Chicago, fue un elemento crucial en la radicalización del discurso obrero. Esta radicalización sufre un gran golpe en 1904 pues “la Federación Americana del Trabajo (A.F.L. por sus siglas en inglés) había declarado el primer lunes de septiembre como día de fiesta [Labor Day] y estando la Federación Libre afiliada a tal organización, su Comité Directivo se prepara para tal celebración”. Esta acción por parte del gobierno y los líderes sindicales pretendía, según Ricardo Campos, “sustituir la celebración del Primero de Mayo, de profundo significado social, por una fiesta legal que no evocara recuerdos de lucha y conflictos de clases”. El 2 de septiembre de 1904, Severo Cirino y José Storer, secretarios de la A.F.L., envían una carta al gobernador Winthrop para pedirle que la banda de la Policía de Puerto Rico tome parte de la celebración del primer “Labor Day” en la isla, cosa que el gobernador acepta.

Aunque el “Labor Day” haya sido instaurado para restarle importancia y valor al Primero de Mayo, debemos hacer constancia que no fue del todo exitoso y no estuvo exento de la influencia de los anarquistas. Por ejemplo, en la celebración del “Labor Day” en Bayamón para el 1914 se llevan a cabo las obras Primero de mayo de Pietro Gori y Fin de fiesta de Palmiro de Lidia, ambas de autores militantes dentro del movimiento anarquista internacional. Es de suma importancia señalar que el Primero de Mayo siguió teniendo una connotación revolucionaria y clasista. En 1912, la Unión Obrera Central distribuye un comunicado en donde instan a los obreros a “recordar otro monstruoso crimen tan sensacional y brutal como el ocurrido en Chicago. Los trabajadores españoles y los del mundo, no faltarán á rendir homenaje a la memoria de las víctimas sacrificadas en la SEMANA TRÁGICA de Barcelona”. Estos hacían claras sus posturas libertarias en el siguiente párrafo:

La monstruosidad de los poderosos ha sido cruel y sanguinaria en todos los puntos de la tierra; lo mismo en los países regidos por el despotismo de los Césares, como en los que se decanta la soberanía de la democracia representada por el poder republicano. Rusia, dominada por el déspota Nicolás II; España, por Alfonso XIII; Alemania, por el Emperador Guillermo; Francia, por el Presidente Fallieres; y Estados Unidos, por William H. Taft; en unas y otras Naciones, la fuerza pública ha enfilado sus armas contra el pueblo indefenso, y á plena luz del día se han cometido los más atroces crímenes en la preciosa vida de los proletarios, siempre que éstos han puesto en práctica sus luchas para recabar de los que los explotan y tiranizan, mayor respeto y consideración y para que su trabajo reciba la compensación que se merece.

Vemos entonces una conciencia internacionalista que llama por la solidaridad mientras hace una dura crítica a los gobiernos, ya sean de tipo monárquico o republicano. De igual manera nos parece, al analizar la situación inmediata en la que estaban sumergido estos trabajadores de principios de siglo, que el mero hecho de seguir celebrando el Primero de Mayo con un discurso revolucionario representó un acto de desafío y de resistencia.



El artículo fue publicado originalmente en el periódico Claridad. Para una versión íntegra con notas al calce: http://www.claridadpuertorico.com/content.html?news=E53...9085C

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