Cómo fue la liberación de Gabriel Roser

Ninguna lucha sin solidaridad!!!!

Hoy, tras una larga lucha y un injusto encierro, nuestro hermano Gabriel Roser respira nuevamente en la calle como el resto de nosotros. Ha salido para seguir luchando y es una larga tarea el seugir la solidaridad con los que caen víctimas de la represión a la vez que seguir luchando en contra del sistema que se sustenta sobre la persecución de los que se rebelan.

Audiencia 4ª, viernes 2 de diciembre.-

Cuando ya habían declarado trece testigos y la totalidad había favorecido a Roser, la defensa solicitó imprevistamente la declaración de Gabriel Roser, quién hizo un relato de las razones que lo habían impulsado a militar y como era el trato que recibió por parte de los policías de la comisaría sexta: “Vos piquetero de mierda, vas a ver lo que te va a pasar” le decían. Seguidamente el fiscal resolvió desistir de realizar la acusación por lo que Roser quedó inmediatamente en libertad.

El desarrollo de la cuarta jornada, que al finalizar el día resultaría ser la última, comenzó con la declaración del policía César Tonelli, quién por entonces se desempeñaba en la oficina de causa de la comisaría sexta. Afirmó no haberlo conocido a Roser previamente. Participó del registro del domicilio de Gabriel Roser en virtud de la orden correspondiente emanada por el juzgado interviniente y de la rueda de reconocimiento. Sobre esto último describió que en esas diligencias deben participar personas similares entre sí tanto en su aspecto físico como en la edad (contrariamente a lo que ocurrió). Además en el acta se consigna que Roser eligió el lugar número dos, pero se lo identifica como número tres, alegando el policía que se “trataría de un error de tipeo”.

También se encargó de redactar el acta de allanamiento, explicó que el procedimiento consiste en leer el acta una vez que se culminó con la diligencia y que se deja copia, no dejando constancia de la razón que motiva el allanamiento. Afirmó que en varias ocasiones se encargó de sacar fotografías a los detenidos, que la zona de la pasarela era una de las zonas más conflictivas de esa comisaría (aunque solo pudo recordar a dos personas en conflicto con la ley) y que necesariamente debe tomar conocimiento el jefe de prevención (el oficial Poggi era en ese momento) en todos los casos en que ocurre un hecho. Pero sin dudas el dato más relevante que aportó ante una pregunta de la defensa fue: “nadie da fe de que los datos del fotografiado sean verdaderos”.

Seguidamente declaró el oficial Gustavo Machuca, jefe de judiciales de la comisaría sexta y el encargado de asignar las causas. Sostuvo que las carpetas de modus operandi se exhiben cercanamente a la denuncia de un hecho y no luego de una rueda de reconocimiento. Sobre quienes se encargaban de tomar las fotografías, declaró que vio a todos los integrantes del servicio de calle hacerlo y que el criterio para incorporar esas fotografías a los álbums era “subjetivo”, de acuerdo a la peligrosidad, existiendo para el policía la categoría de “persona riesgosa” y que él mismo se encargó de fotografiar a personas aprendidas por averiguación de antecedentes.

Romina Lucchi declaró en tercer término y en la comisaría sexta se desempeñaba en la tramitación de las causas que ingresaban a la comisaría. Su declaración solo se limitó a expresar que para la exhibición de las carpetas de modus operandi se notifica a los testigos mediante cédula, que junto a las fotografías consta el nombre y demás datos del fotografiado y que las mismas se exhiben a pedido de la fiscalía. También declararon dos menores (lo hicieron acompañados de sus respectivas madres) que son amigos de Gabriel y fueron detenidos junto con él por averiguación de identidad en la pasarela que atraviesa el arroyo El Gato. Sostuvieron cada uno a su turno que dos policías de civil los abordaron y luego los llevaron en un patrullero a la comisaría estando demorados aproximadamente 4 horas y les sacaron fotografías.

Néstor Iraola fue el único testigo solicitado por la fiscalía. Es el dueño del remis en el cual escaparon los ladrones y su declaración consistió en relatar lo que le contó su chofer. Sostuvo que en la comisaría lo único que le preguntaron era el concepto que tenía de su chofer y que nunca fue convocado ni él ni personal de la remisería a prestar declaración. Omar Ojeda declaró que en el momento que sucedió el robo al supermercado se encontraba con Gabriel y otros amigos cuando vieron a tres personas pasar corriendo por el fondo de su casa y luego observó a policías recorriendo el lugar. También estaba con Roser cuando lo llevaron detenido y afirmó que el personal policial no expresó cual era la causa que motivaba el allanamiento y la detención de Roser.

Durante el transcurso de la cuarta audiencia declararon cinco integrantes del MUP que se refirieron tanto a las características de esa organización como a las tareas específicas que desarrollaba Roser. Se refirieron a los trabajos en se desarrollan en los barrios “que suponen un nivel de organización” y que cuando esas organizaciones “dan soluciones a la problemática de los vecinos se producen tensiones con los comedores de los municipios”. Expresaron además que a varios integrantes del MUP, incluido Roser, los detuvieron en el centro de la ciudad por “portación de rostro, y decían que no aparezcan por el centro”. Sobre la actividad específica de Roser, sus compañeros señalaron que a era el responsable de seguridad del movimiento, tarea que consistía en “garantizar que todos estén bien durante las movilizaciones”. Afirmaron que esa tarea suponía un compromiso muy importante y que lo eligieron por ser una persona capaz y responsable.

Una de sus compañeras expresó que una vez que se enteraron que Roser estaba detenido, acercaron un escrito al juzgado con nombres de testigos que podían acreditar que se encontraban con Roser el día que se produjo el asalto al supermercado, pero nunca los llamaron a declarar: “dejalos allá que los vamos a llamar” le expresaron en la defensoría 6ª. También expresó al dar precisiones sobre el barrio que a la altura de 516, la calle 6 no existe (está cortada sí existiendo la calle 6 bis) por lo que el acta de allanamiento y detención estuvo mal confeccionada. Al ser interrogados sobre la defensa sobre como era el tratamiento que se le daba dentro del movimiento a aquellos integrantes que cometían un delito común, todas las opiniones coincidieron en que si bien se comprende la situación por la que atraviesan los jóvenes en los barrios marginales, “no se reivindica” esa actitud ya que la salida debe ser colectiva.

Solicitada por la defensa como perito calificado, declaró María Josefina Martínez, integrante del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y especializada en antropología jurídica y política. Su testimonio estuvo referido a las investigaciones que viene desarrollando sobre “las formas de construcción de la verdad” que se vislumbra en las instituciones policiales a través de la manipulación de las pruebas. Distinguió entre causas fraguadas y causas armadas. En las primeras policías con capacidad operativa inventan una causa no existiendo siquiera el hecho, mientras que en la segunda sí existe un hecho, pero a través de testigos (generalmente policías) se vincula falsamente a una determinada persona como autor/a de un delito. Sostuvo la testigo que existen ciertos patrones comunes con respecto a los acusados en causas armadas:

1º Perfil socioeconómico: El acusado generalmente es vulnerable (o muy joven, o muy viejo, y pobre). 2º Control territorial por parte de la policía, generalmente hubo amenazas previas o detenciones por averiguación de antecedentes. 3º Mecanismos de identificación de rostro: Mecanismos informales de detención, se instala la sospecha policial como mecanismo de identificación. 4º Instalar una versión de los hechos que va de la mano con una determinada persona. 5º Una sola hipótesis, no existe la contrastación de hipótesis contradictorias.

Durante el trascurso de la audiencia la defensa había solicitado al tribunal que se pidiera al ministerio de seguridad los modus operandi que correspondían a la comisaría sexta. En el trascurso del debate llegó un bibliorato (efectivos de la comisaría al declarar habían afirmado que existían cuatro) que no contaba con la fotografía de Roser.

Culminadas las declaraciones de los testigos ya referidas, imprevistamente la defensa desistió de un testigo y pidió un breve cuarto intermedio para preparar la declaración de Gabriel Roser:

Comencé a trabajar en el MUP hace dos años y medio, comencé a trabajar en el comedor, la huerta y luego recorrí los barrios de La Plata, Berazategui, Florencia Varela, Quilmes, La Matanza... Trabajábamos en el comedor y en la huerta. Estábamos haciendo el techo. Quería cambiar el sistema social de este país, veía tanta injusticia que tenía que hacer algo. La militancia es por la falta de trabajo, lo que más me importaba era ayudar a la gente. Primero fui coordinador de seguridad del barrio, luego de todo el movimiento. Mis compañeros tuvieron mucha fe e mí. Iba a todos los barrios y tenía muchas reuniones. Mi lucha también es por los chicos de este país, ellos son el futuro. Les tenemos que dejar un país con trabajo, salud y educación. Yo sigo con mi misma fuerza, mis mismas ganas de luchar, se va a ser justicia y no solamente conmigo sino con los demás casos que están como yo.

Me siento mal porque no estoy ayudando. Estoy orgulloso: el comedor sigue funcionando, todo sigue creciendo, me siento orgulloso de mis compañeros. Fui detenido por la sexta, por el comando de patrullas en el centro y por todos los policías que andan por la calle. Poggi me sacó la foto, a mí y a los demás chicos. Negrito de mierda me decían no me dejaban tranquilo, yo no hacía nada. En el allanamiento un policía me dijo en vos baja: “A vos te venimos a buscar.”

- ¿Por qué me llevan?- decía yo.

- Mañana te van a decir en fiscalía- No me explicaban nada.

Va a ser medio complicado que salgas- me decía la defensora oficial- Declará y pedí una rueda de reconocimiento- yo no sabía lo que quería decir eso.

“Vos piquetero de mierda, vas a ver lo que te va a pasar” – me decían en la sexta cuando hice el reconocimiento.

Los del reconocimiento eran albañiles y estaban vestidos con ropa de trabajo, yo estaba con un pantalón de nylon y una remera. La ventanita se abrió una vez sola, a la defensora no la vi en esa lugar, solo la vi una sola vez en el juzgado. Me hicieron firmar con la mano esposada y no me dejaron leer nada.

Tuvimos inconvenientes con el puntero del PJ. Nosotros queríamos mejorar el barrio y ellos no querían.

El fiscal no me preguntó nada sobre los amigos ni me dijo nada sobre careos con el testigo. La defensora no estaba cuando declaré.

¿Mi mamá? Ella fue muy luchadora y tuvo muchos problemas.

- Cuando uno lucha tiene problemas- dijo el juez Doménech.

Una vez realizada la declaración y cuando el tribunal se disponía a llamar a un cuarto intermedio para el próximo lunes -todavía restaban declarar cinco testigos solicitados por la defensa- el fiscal pidió unos minutos para ordenar unos papeles y luego pidió la palabra.

Comenzó expresando que lo que iba a decir seguramente no iba a ser del agrado de la defensa. Afirmó que no estaba de acuerdo con los procesos generalizadores (ser joven, pobre y piquetero), que el juicio no se debía convertir en una tribuna política y que solo había que considerar los hechos que eran materia del juicio. Sin embargo continúo expresando que iba a desistir de realizar la acusación ya que la imputación de Toni generaba dudas y la declaración de Casaña había sido lo suficientemente contradictoria, fundamentando su determinación en las reglas de exclusión probatoria.

A su turno la defensa a través de la Dra. Sofía Caravelos expresó que justamente esos procesos generalizadores son los que atraviesan la vida de personas como Roser, realizando una valoración sobre el sentido de la militancia social de su defendido por lograr un cambio social.

El tribunal se retiró por unos minutos y al regresar se leyó la sentencia que expresaba que Gabriel Roser quedaba en libertad desde ese mismo momento. Luego de aplaudir esa resolución, aplaudieron incluso los policías, el numeroso público que se encontraba en la sala de audiencias comenzó a gritar “Libertad, libertad a los presos por luchar!!!. Se retiraron los jueces y luego uno a uno los policías encargados de custodiar a Roser, que lloraba y se abrazaba con sus familiares, abogados y compañeros.

Una vez repuesto, Roser se dirigió rápidamente por los pasillos de los tribunales que se encontraba ya sin empleados. Una policía abrió la puerta con llave, la cruzó y levantó sus brazos para encontrarse con cientos de compañeros suyos que lo estaban esperando. Después de un año y ocho meses, Gabriel Roser estaba nuevamente en libertad.

ORGANIZACION SOCIALISTA LIBERTARIA argentina Periodico anarquista EN LA CALLE oslargentina@yahoo.com.ar Buenos Aires: 15 de noviembre 1164, barrio de constitución. Parana: orgalibertaria@hotmail.com