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Wednesday February 23, 2011 16:18 by Mazen Kamalmaz - (anarquista sirio) mazen2190 at gmail dot com
Llamado a la solidaridad Las noticias que llegan desde Libia son impactantes. El régimen de Gadafi está perpetrando una cruenta masacre sobre la rebelión de masas. Los mercenarios recrutados por el régimen de Gadafi, (los equivalentes a los baltajia del régimen de Mubarak) junto al ejército regular y las fuerzas de seguridad, abren fuego sobre el pueblo libio desarmado, o en algunos casos, armado solo con armas de fuego muy livianas. Las fuerzas represivas del régimen no solo usan armas de fuego, sino también artillería, tanques, aviones y helicópteros de combate. Llamado a la SolidaridadUrgente: Masacre y Revolución en LibiaLas noticias que llegan desde Libia son impactantes. El régimen de Gadafi está perpetrando una cruenta masacre sobre la rebelión de masas. Los mercenarios recrutados por el régimen de Gadafi, (los equivalentes a los baltajia del régimen de Mubarak) junto al ejército regular y las fuerzas de seguridad, abren fuego sobre el pueblo libio desarmado, o en algunos casos, armado solo con armas de fuego muy livianas. Las fuerzas represivas del régimen no solo usan armas de fuego, sino también artillería, tanques, aviones y helicópteros de combate. Del punto de vista militar, esto no puede ser considerado una guerra. Por cierto, esta es una masacre conducida por el régimen de Gadafi bajo la supervision de las potencias imperialistas de Europa y Estados Unidos, que como siempre, solo se preocupan por el petróleo y el dinero, solo por las ganancias, no por los derechos humanos o siquiera las vidas humanas. Los gobiernos europeos y norteamericano, están guardando un vergonzoso silencio, que dice mucho más que cualquier posible declaración. En el fondo, ellos están apoyando a los asesinos, la dictadura, contra la rebelión de masas como hicieron en Túnez y en Egipto, para luego cambiar de bando cuando el triunfo de la revolución se vuelva inevitable. Y no hay ningún secreto en esto. Se trata solamente de todo el petróleo y el dinero que deben permanecer en manos de los dictadores, y no de los pueblos. Y como sucedió antes en Bahrein, Túnez y Egipto, la mayoría de las armas anti-disturbio y sus municiones usadas por las fuerzas del régimen para asesinar y reprimir a los pueblos, provienen de compañías europeas o norteamericanas. Dos noches atrás, el hijo del dictador libio amenazó a las masas y ayer sus asesinos y mercenarios pasaron de la amenaza a la acción. La dictadura de Gadafi en Libia es un ejemplo perfecto de un régimen totalitario, como aquella sociedad opresiva descrita por George Orwell en su novela "1984". Ahora "Gran Hermano" ha librado una verdadera guerra contra su propio puelbo, o para ser más precisos, dirigiendo una sangrienta masacre contra los libios en rebelión. Una vez más, están apelando al "fantasma" de los fundamentalistas. Esta no es una pelea entre los fundamentalistas y el régimen, la lucha se está librando entre las masas y la dictadura. Esta es simplemente una esandalosa manipulación de la realidad, un intento desvergonzado de justificar no solo la represión del régimen, sino también sus brutales crímenes, cuando lo cierto, es que nada, absolutamente nada puede justificar los crímenes del régimen de Gadafi, como el uso de tanques y aviones de combate contra las masas desarmadas, contra los niños y sus madres.
Nosotros, los anarquistas y libertarios no debemos desestimar la posibilidad de que alguna fuerza represiva (islámica o cualquier otra) pueda apropiarse de la revolución. Pero ante esto no preferimos una fuerza represiva no religiosa a una religiosa. Optamos por la verdadera libertad de las masas, por una sociedad auto-gestionada y organizada libre y voluntariamente desde abajo hacia arriba. De cara a este escenario, vemos que la única respuesta apropiada es la acción directa popular desarrollada por las masas,y no por cualquier otro tipo de represión brutal ejercida por una dictadura salvaje. Acá se encuentran algunas noticias y comentarios desde el blog de un camarada anarquista libio (solo en árabe). El link del blog es: http://saoudsalem.maktoobblog.com
Mazen KamalmazAnarquista sirio.
Traducción: Secretariado de Relaciones Internacionales de Red Libertaria de Bs. As. |
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"Por cierto, esta es una masacre conducida por el régimen de Gadafi bajo la supervision de las potencias imperialistas de Europa y Estados Unidos", muy malo el juicio del compañero sobre el contexto, la situación en Libia se explica en el desarrollo político interno en los últimos 40 años con un régimen que en su origen promovió la participación activa de la base popular pero que ha devenido en el monopolio del poder político por parte de una familia, pero además si el régimen de Gadafi se esta cayendo, esto esta ocurriendo gracias a la evidente de intervención norteamericana, que pretende hacer de rebeliones populares legitimas, Revoluciones de Colores que permitan establecer regímenes proclives al imperialismo. Gadafi no es un revolucionario, pero tampoco un suche del imperialismo, y eso para los yankis basta.
Nada justifica lo que se ha informado en los noticieros, pero ojo con hacerse eco de la propaganda por que no se sabe aun hasta que punto esa información es cien por ciento fidedigna. Hay que estar atentos al desarrollo de los acontecimientos, pues parece ser que la receta funciona... Cuba y Venezuela ya están en carpeta.
Es verdad, no es correcto caracterizar a Gaddafi como aliado de Europa y los Estados Unidos y mucho menos afirmar que actualmente están apoyando al régimen y sus masacres... pero lo cierto es que aunque el discurso de Gaddafi estaba cargado de referencias anti-norteamericanas (decir antimperialistas sería decir demasiado), las relaciones con EEUU se habían normalizado bastante en los últimos años, a raíz del 11-S. Y es que se consideraba en Washington que en unos momentos de potencial inestabilidad, con el fundamentalismo avanzando en el Magreb, "mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer". Un régimen férreo y laico como el de Gaddafi garantizaba, por poco amigable que fuera respecto a los EEUU, un dique de contención frente a una amenaza mayor.
Por lo demás, lejos de ser un enemigo, y a pesar de sus excentricidades y polémicas, el régimen de Gaddafi era una pieza clave de la política europea hacia el Magreb, en sus tres pilares fundamentales: energética (importantísima Libia en el abastecimiento de muchos países de la UE, especialmente España e Italia y receptora de millonarias inversiones en infraestructura), de inmigración (actuando como tapón) y política (freno al fundamentalismo islámico). En este escenario, se abre una incógnita de qué vendrá después y si los compromisos adquiridos se respetarán. Berlusconi, dentro del escaso margen que tiene debido a la situación interna que tiene que afrontar en el terreno judicial, ha expresado estas inquietudes muy claramente.
No creo que los Estados Unidos hayan tenido una participación en la preparación de la crisis abierta en Túnez y extendida luego rápidamente a la región. Ni mucho menos que la hayan instigado desde el principio. Todo indica que les ha agarrado por sorpresa y que, pese a sus hipócritas declaraciones "en apoyo de la democracia y de los derechos humanos", están muy preocupados por la consecuencia que puede tener la inestabilidad en la región. Consecuencias geopolíticas y económicas negativas para sus intereses.
Ha sabido, eso sí, jugar bien sus cartas una vez que la crisis ha estallado y no se han quedado "pegadas" a sus aliados (indudable que la presencia de Mubarak en Egipto era una bendición, lo mejor que le podía pasar a EEUU e Israel, ahora aunque los militares han reconducido la situación y van a ser los valedores del continuismo en la política exterior, hay una pujante lucha de clases en el país, de hecho la radicalización de los conflictos en los grandes centros industriales fue el factor que decidió a los militares a intervenir y su primer dictado fue declarar ilegales las huelgas...).
La inestabilidad en la región a quien más perjudica es a los EEUU e Israel. Sus movimientos desde que comenzó la crisis están siendo tendentes a que "todo cambie para que todo siga igual"... una vez que se han encontrado con los estallidos sociales en marcha. Obama y el Departamento de Estado han sido muy inteligentes, apoyando a la oposición una vez que estaba claro que los regímenes que le habían sido útiles desde hacía décadas estaban condenados y seguir apoyándoles era unir su destino con ellos en la región. Para poder seguir teniendo una voz en el mundo árabe, para recomponer una imagen muy dañada por las intervenciones imperialistas, necesitaban presentarse como defensores de la apertura política. Israel no puede ocultar su temor y ha iniciado una frenética ronda de contactos con todos sus aliados. Sin ir más lejos, en estos días Simón Peres se encuentra en Madrid en una visita relámpago.
Está claro que los EEUU tratarán de que la crisis política abra una brecha en Irán y que no toque Arabia Saudí ni el resto de regímenes gracias a los que se ha garantizado durante décadas la hegemonía en la región y la seguridad de la política agresiva de Israel. Pero dudo de que se pueda hacer una extrapolación a Latinoamérica de la crisis en Oriente Medio en un sentido que beneficie a la política exterior USA, lo mismo que los intentos de que sirva para forzar un resquebrajamiento de China hasta el momento están siendo infructuosos. Las "revoluciones de colores" funcionan cuando el consenso social con el régimen es débil, de lo contrario no son viables. En Ecuador, en Bolivia, en Venezuela, lo han intentado una vez tras otra y (de momento) no se puede. Nada indica que la "revolución de los jazmines" esté cerrada, bajo control del imperialismo y mucho menos que vayan a conseguir rentabilizarla en otros escenarios totalmente diferentes.
Lo que sí puede ser importante en la evolución de los acontecimientos fuera de la región, y a corto plazo, es el factor de fondo detrás de las protestas (además del más resaltado en occidente del nepotismo y la falta de consenso de los regímenes en crisis), que es la enorme subida del precio de los alimentos en el mercado mundial.
La situación es explosiva, las clases dominantes pueden mantener el control de la situación... o se les puede ir de las manos.
Claramente, en Libia y en todo Oriente Medio, los comunistas libertarios debemos apoyar a los movimientos populares que están luchando por necesidades básicas, a quienes promueven mayores espacios de participación y de expresión para las masas, a quienes defienden una política exterior no subordinada... al tiempo que tratamos de interesar por nuestras propuestas a sus sectores más avanzados.
Me parece completamente fuera de lugar el comentario de Javier Tristán. Decir que un compañero coherente y consistente como Mazen, se esté "haciendo eco de la propaganda imperialista" demuestra la mala lectura que él mismo tiene de la realidad medio oriental, su comprensión esquemática del imperialismo así como del carácter real de estas movilizaciones de masas. Dejando de lado los comentarios sobre la participación popular que supuestamente caracterizó a Gadaffi alguna vez, digamos lo obvio y que Javier sabe: Libia en el 2011 no es la Libia de 1980. Mientras que entonces Libia era un campeón de los países no alineados y se encontraba en una conforntación abierta con el bloque occidental liderado por EEUU (confrontación que Gadaffi pagó con un costo personal muy alto, como fue el asesinato de su hija en 1986 durante un bombardeo yanqui), desde el fin de la Guerra Fría Gadaffi comenzó un largo proceso de normalización de las relaciones que terminó en el 2003 cuando Bush podía decir que Gadaffi era un nuevo "amigo", aliado en la Guerra contra el Terrorismo. Gadaffi, desde entonces, se convirtió en una nueva perla de occidente en el mundo árabe.
Gadaffi no es un "títere" yanqui de la manera en que Mubarak lo era. Gadaffi es su aliado (y discrepo con Manu cuando dice que no es un aliado o que los regímenes capitalistas-imperialistas occidentales no lo apoyen). Si aparecen llamando a la calma, en términos no muy diferentes a como lo hicieron con sus amigos en Egipto o Bahrein, es porque no quieren quemarse como un interlocutor en los escenarios políticos que se abran en caso de que los dictadores los tumben.
Y si finalmente los abandonan de manera rápida no es porque "realmente no los querían": eso solamente nos demuestra que el imperialismo no tiene amigos sino solamente intereses. En la medida en que sus "amigos" cumplan el rol de ayudar a sus intereses, ellos los apoyaran con sonrisas en la boca. Cuando los hacen peligrar, empiezan las pláticas de "cambio de régimen". En el caso de Gadaffi, al menos desde el 2003 sus intereses son convergentes, no antagónicos, con los del imperialismo. Hay que haber leído la prensa internacional, includios el Financial Times y el Economist los últimos cinco años, que están repletos de rapsodias y alabanzas a la nueva "moderación" de Gadaffi. Esto lo demostró, además, todo el manejo en el caso del bombardeo de Lockerbie y la liberación del imputado por el caso hace un par de años por parte del gobierno británico.
En la esquina de mi casa, por dar un ejemplo, había un almacen libio en el 2004-2005, y el tendero se burlaba de Gadaffi diciendo que era un perrito faldero de Bush. Esa visión es ampliamente compartida por muchos libios, y ese cambio de retórica oportunista y las nuevas amistades del dictador, son un factor clave en su pérdida de legitimidad social en una región donde la hostilidad a los EEUU es cada vez mayor.
Por último, es verdad que los EEUU están viendo cómo pueden llevar agua a su molino con todas estas revoluciones populares. Es evidente que quieren ver revoluciones de colores pero no en sus países aliados: Hillary Clinton anunció paquetes de 25 millones de dólares para ciber activistas en Irán y en Siria. Esos son los regímenes que realmente molestan a los EEUU y en ellos, para su desgracia, las movilizaciones han sido débiles o inexistentes.La realidad, es que estas movilizaciones están afectando a los países aliados del imperialismo: Egipto, Jordania, Yemen, Libia, etc. Y veo muy difícil que los EEUU, aunque lo intenten, puedan capitalizar a su favor la movilización popular. Como en Túnes y Egipto, podrán poner regímenes que garanticen el continuismo, pero las masas árabes se han puesto, decididamente, en movimiento en un sentido muy diferente a lo que los EEUU lo hubieran querido en su "patio trasero". A diferencia de las movilizaciones de 1989, acá los yanquis no tienen ninguna posibilidad de convertirse en los "superhéroes que vienen a salvar el mundo" porque estos regímenes son todos sus aliados en la región y los EEUU son vistos como el patrón que les ha dado oxígeno por décadas (o años en el caso de Gadaffi). Este contexto es inusualmente propicio para la izquierda revolucionaria, y los comunistas libertarios, los anarquistas, tenemos que estar decididamente junto al pueblo en lucha en lugar de dar justificaciones, por tibias que sean, a dictadores decadentes sin ninguna legitimidad social.
Tal como dice Manu las relaciones entre Gadaffi y EEUU se habían normalizado bastante en los últimos años, luego del 11-S, en torno a la amenaza que caracterizaba el fundamentalismo islámico y cierto es que desde el punto de vista energético Gadaffi propicio la entrada de capitales monopólicos imperialistas. Hasta ahí podríamos concordar en que existe una relación basada en intereses geopolíticos que beneficia a ambas partes pues a Gadafi la política antiterrosita de todas formas le permite mantener control político interno: alianza dice José, y creo que en el fondo se trata de eso. Como bien dice, Gadaffi no es un "títere" (suche) yanqui de la manera en que Mubarak lo era, discrepo si en que la relación de alianza implique “apoyo” por parte de los regímenes capitalistas-imperialistas occidentales a Gadaffi como dice José, y aquí cito a Fidel quien dijo hace poquito que esta es una oportunidad para una invasión de la OTAN a Libia y hacerse de sus recursos petroleros en el marco de una Guerra Civil, y eso también es al menos una posibilidad.
La crítica que hago al informativo es al mismo y no a la coherencia y consistencia del autor. Me parece que decir que “Por cierto, esta es una masacre conducida por el régimen de Gadafi bajo la supervision de las potencias imperialistas de Europa y Estados Unidos”, es un juicio forzado por lo señalado anteriormente. Además insisto, el Departamento de Estado y la CIA opera sobre la base de hipótesis de conflicto, y lejos de toda lectura esquemática es claro que el imperialismo intenta hacer su domingo en Libia, se trata de sus intereses, por ello no podemos subestimar la capacidad ofensiva del enemigo que se expresa de múltiples formas y entre ellas en las pautas comunicacionales o informativas de los grandes medios y de internet, generando en la opinión pública internacional un escenario propicio para una nueva aventura militar imperialista.
Por ello es que señalo que resulta absolutamente deleznable lo que se ha informado en los noticieros que igualmente señalan que no hay prácticamente información de la situación interna. Por esos digo que hay que tener cuidado con hacerse eco de la propaganda imperialista porque no se sabe aun hasta que punto esa información es cien por ciento fidedigna, y eso es así por lo que hay que tener precaución sobre todo con lo que circula (igualmente en internet), desgraciadamente no hay mucha información y decir eso no significa a mi juicio una la mala lectura que él mismo tiene de la realidad medio oriental, ni menos una comprensión esquemática del imperialismo y del carácter real de estas movilizaciones de masas o dar justificaciones tibias a dictadores decadentes sin ninguna legitimidad social, como me acusa precipitadamente y sin mayores antecedentes José Antonio, espero fraternalmente que solo haya sido un exabrupto lejos de toda mala fe.
Finalmente, más allá de lo que se informe o mal informe sobre detalles del proceso, lo cierto es que está ocurriendo un proceso político importante para el devenir del pueblo Libio. El proceso interno debe ser resuleto por el pueblo Libio y debemos condenar cualquier intento de intervención militar imperialista.
Como señala el compañero Manu respecto de lo que ocurre en Libia y en todo Oriente Medio, los comunistas libertarios debemos apoyar a los movimientos populares que están luchando por necesidades básicas, a quienes promueven mayores espacios de participación y de expresión para las masas, a quienes defienden una política exterior no subordinada... al tiempo que tratamos de interesar por nuestras propuestas a sus sectores más avanzados… tarea muy compleja por lo demás.
Recominedo ver el programa Dossier del periodista uruguayo Walter Martinez, con corresponsales e imagenes de Telesur en Libia
http://www.telesurtv.net/secciones/player_multimedia/in...o=PRO
Lo más serio que he visto sobre el tema, saquen sus propias conclusiones
Creo que plantear que el imperialismo tiene intereses y no amigos es acertado, lo cual nos toca pensar que hay puestas fichas, tanto en la continuidad como en la caída del régimen de acuerdo a como se valla desarrollando el proceso de masas.
El fin de control de la región a través de lideres eternos al servicio del imperialismo parece haberse agotado. La necesidad de conformar democracias endebles y maleables que continúen garantizando la defensa de los intereses económicos y militares de ee.uu.
Ahora bien, hablar de revolución frente a un hecho insurreccional de masas creo que también es equivocado. En Egipto el estado esta en manos de las fuerzas armadas pro yankees, la avanzada poplar fue frenada y todo parece encaminarse hacia la construcción de una democracia burguesa en donde algunos sectores liberales tendran mayor participación.
Una vez mas el rol del anarquismo es tan insignificante que ni siquiera hay un compañero libio que pueda escribir una nota comentando la situación desde adentro y con una perspectiva libertaria. Un informe de telesur parece ser lo mas serio que los anarquistas podemos encontrar. Sin comentarios de la defensa de Chavez al asesino Gadaffi.
Una vez mas se ve la necesidad de la construcción de un programa aunque sea de minima del anarquismo para hacer frente a los procesos insurreccionales que dan por fin a regímenes cuasi dictatoriales, como a democracias en exceso neoliberales como las que golpearon latinoamerica durante los 90.
Para el desarrollo de la insurrección es fundamental el programa y las armas en manos del pueblo.
El poder lo da el fusil!
A vencer o morir por la anrquía!
En verdad no creo que las cosas en Libia estén cerradas. Ayer las fuerzas insurrectas estaban sólo a 50 kilómetros de la capital y Gadafi está cagado de susto, el apoyo internacional que tenia le saco el piso y esta sólo contra el pueblo y, por el lado del pueblo, el desarrollo de las autonomías locales está bastante interesante. En mi opinión, lo que pasa en Libia es, hasta el momento, el proceso más sabroso y con mejores perspectivas revolucionarias. Esto porque hay varios factores fundamentales: por un lado el estado Libio esta hecho pedazos, hay una fuerte tradición tribal que sienta bases para perspectivar gobiernos locales (que ya existen de hecho) y, lo más importante, hay fierros para defender lo que pasa. Por otro lado, los yanquis están con los pelos parados ofreciendo apoyo, dando claras señales de intervención, si la cosas no se solucionan a su modo. Eso deja bastante claro que detrás de todo esto no está el imperialismo intentando derrocar a un viejo enemigo, sino que es un potente movimiento popular que bsca sus propios caminos, con un perfil marcadamente anti-imperialista y antiautoritario. Como ya dijeron, Gadafi ya había hecho un viraje después de la caída del muro y si bien no era un pro yanqui como Mubarak, no tenía una política hostil anti-imperialista, ni mucho menos popular. Sino, no se explica la caída en picada de su base de apoyo, hoy en día reducida a su fuerza de 120 mil hombres y los mercenarios hijos de su puta madre que contrata para matar libios.
acá un link de referencia, no es Telesur, pero esta bueno:
http://www.kaosenlared.net/noticia/invasion-imperialist...cito-
en verdad no me quiero alargar, pero creo que una de las claridades del anarquismo es que siempre a sabido no hacerle el juego a la lucha de bloques, tan blanco y negro. Es por eso que sabe distinguir al movimiento popular de las expresiones estatales, hila más fino y va a la sustancia del asunto, no se queda solo en la superficie.
salud
Hola cr*s: envío nuestro pronunciamiento anterior, hoy al calor de las últimas "noticias" (siempre con la cautela de esperar a que se confirmen las versiones): miles de muertos en la represión y en los combates en Libia, los rebeldes a Kadafi divididos entre quienes quiern la intervención extranjera y quienes la repudian. Nuestra obligación es elegir el campo de estos últimos, y tratar de aportar prácticamente (incluida la comunicación) a su lucha. Un saludo revolucionario. Alberto a.))
//////////
2011: Rebelión y revolución en un solo cuerpo
No queremos menos que manifestar nuestro entusiasmo, admiración y solidaridad incondicional con las masas de trabajadores, trabajadoras y jóvenes de todo el mundo que con su acción están tirando al basurero de la historia frases como “la gente está domesticada” y “el capitalismo entra en crisis pero después resurge como el fénix”.
No: nada era como “parecía”, y nada volverá a ser ya como era.
A comienzos del 2011, la rebelión y la revolución van entrelazando sus manos como partes de un mismo cuerpo, al calor de una realidad básica y profunda: el terremoto del Kapital y sus réplicas. Y con su fuerza poderosa, rebeliones y revoluciones comienzan a hacer estallar algunos eslabones de esta gran cadena capitalista, “materialidad” que no podrá encontrar, de aquí en más, reparo suficiente ni calma duradera.
Hace apenas 92 años, refiriéndose a la situación tras la Primera Guerra y la irrupción de la revolución social en Rusia y Alemania, Rosa Luxemburg decía en un manuscrito inconcluso de 1918: “Las condiciones de la lucha por el poder son tan favorables a la clase en ascenso como nunca antes lo fueron en la historia mundial. [El poder] Puede caer como un fruto maduro en las manos del proletariado. La dificultad reside en el proletariado mismo, en su falta de madurez, o mejor dicho en la falta de madurez de sus líderes, de sus partidos socialistas. La clase obrera se resiste, retrocede sin cesar frente a la incierta enormidad de su tarea. Pero debe hacerlo, es su deber. La historia le cierra toda escapatoria a su deber de llevar a la humanidad degradada, de la noche y del terror, a la luz de la liberación”.
Y también sirve recordar hoy el “Manifiesto Inaugural” de la Asociación Internacional de los Trabajadores (1864), que entre otras cosas enunciaba el porqué asociativo fundamental de su llamado: “La clase obrera posee ya un elemento de triunfo: el número. Pero el número no pesa en la balanza si no está unido por la asociación y guiado por el saber. La experiencia del pasado nos enseña cómo el olvido de los lazos fraternales que deben existir entre los trabajadores de los diferentes países y que deben incitarles a sostenerse unos a otros en todas sus luchas por la emancipación, es castigado con la derrota común de sus esfuerzos aislados...”
Dicho de otro modo: así como no basta con el conocimiento y la conciencia (o el “saber”) para estar y permanecer vivos y saludables, así tampoco basta con conocer la realidad proletaria y del mundo y ni siquiera reconocer que somos muchos, para cambiarla: tenemos además que poder asociarnos, unirnos en la lucha.
Resulta obvio que en muchas partes del planeta las masas explotadas y oprimidas demuestran en la calle, sin prisa y sin pausa, que lo que modela y determina ineluctablemente sus movimientos, sus propios terremotos en el terreno mismo de la crisis capitalista, son sus necesidades profundas (las elementales, y las no tanto), su realidad circunstancial y la experiencia histórica, así como los niveles desiguales de su conciencia política y social actual.
Por esto mismo, a la vez que expresamos nuestro más profundo repudio a quienes respaldan (sea frontalmente, sea ambiguamente, sea “diplomáticamente”) a genocidas como Kadafi, aliándose de ese modo objetivamente con el imperialismo internacional (¡aunque pretendan hacer creer lo contrario!: Castro, Chávez), decimos que es posible extraer una conclusión fundamental: el principal aporte a la lucha heroica que sostienen hoy los trabajadores de Libia, de Egipto y del resto del mundo debe ser, al mismo tiempo que responder a sus llamados de solidaridad y apoyo concreto, hacer lo necesario para concretar esta unidad de acción proletaria internacional, revolucionaria y socialista (por lo demás: antiburocrática, ya que ¡es mucho lo que se puede aprender de lo vivido y sufrido durante el siglo pasado!), que reivindicando y respaldando en todas partes la insurrección obrera y popular, la revolución y la toma del poder por el proletariado sin sustitución posible, sirva a la lucha de las masas y a los fines de hacer brotar de las ruinas del capitalismo el socialismo, la igualdad y la libertad, es decir la dignidad humana en todas partes sin excepción.
¡Unidos en la lucha, hasta la victoria siempre!
Signos del Topo (creaciones / críticas / culturas)
(Buenos Aires, 26 de febrero de 2010)
www.signosdeltopo.com.ar
Creo que no es exagerado hablar de revoluciones ante lo que ocurre en Medio Oriente: son revoluciones en la medida en que movilizaciones de masas han, efectivamente, comenzado a alterar profundamente el orden de los autoritarios sistemas árabes. Claro, no todas las revoluciones son "revoluciones sociales", como habría dicho el viejo Bakunin, sino que también hay revoluciones políticas, etc. El carácter de estas revoluciones aún es abierto, pues pese a las limitaciones objetivas que enfrentan (la falta de tradición revolucionaria, de programas que puedan plantear una salida popular, etc.), no parece ser que el pueblo, ni en Túnez ni en Egipto, estén conformes con los gobiernos de "transición". La persistencia de las movilizaciones, así como la renuncia de un número de personajes de alto rango en ambos gobiernos de "transición" son prueba clara de ello. El pueblo árabe está haciendo camino al andar, como cualquier otro pueblo que lucha por su emancipación.
Discrepo profundamente cuando Javier dice que el regímen de Gadaffi está cayendo por la evidente intervención norteamericana. Eso es completamente falso. Bien sabemos que los EEUU tienen una red impresionante de desestabilización de regímenes que considera "canallas", es decir, que no se ajustan a sus intereses globales. Esa red incluye elementos terroristas, como lo vimos con los Contras en la Nicaragua Sandinista de los '80 o con el golpe del 2004 en Ayití, pero incluye más frecuentemente una vasta red de fundaciones, ongs, y otras instituciones de la "sociedad civil" que buscan "promover los valores democráticos" (es decir, los intereses geopolíticos y económicos yanquis). Esa red opera en países tan diversos como China, Venezuela, Bolivia e Irán, y buscan constantemente la desestabilización mediante movilizaciones, desinformación, etc. (como hemos visto en Bolivia, Chile en 1973, etc.) Pero eso no significa que debamos caer en el reduccionismo de que toda movilización popular en esos países es manipulada o iniciada por el imperialismo. En el caso libio, nada hace sospechar tal cosa pues hace rato que el imperialismo norteamericano dejó de buscar la subversión del régimen, habiéndose convencido de que Gadaffi servía de manera excelente a sus propios intereses. Es más, esa red de influencia en Libia jamás ha existido, ni cuando Gadaffi era anti-imperialista (porque no pudieron), ni cuando era su amigo (porque no quisieron). Esta movilización es completamente autónoma y espontánea, tanto por parte de los civiles como de los militares. De hecho, a quienes las potencias occidentales sí estaban financiando hasta hace poco, y generosamente, era a Gadaffi. La UE recién el viernes pasado suspendió la venta de armas a su régimen (de ahí el comentario de Mazen sobre la supervisión de las potencias a la masacre).
Ante la movilización popular tan contundente que hemos visto, me parece que esgrimir, como Javier hace, argumentos de cálculo sobre quién puede beneficiarse de la rebelión, es un ejercicio asaz cínico (aclaro, para evitar malos entendidos, que digo "cínico" en un sentido filosófico). Que en un proceso político exista la posibilidad de que el "imperialismo trate de hacerse su domingo", no significa que debamos dejar de estar junto al pueblo en esta apuesta. Todo proceso revolucionario, a la vez que abre la perspectiva del triunfo popular, abre la perspectiva de la contrarrevolución, y no podemos por ello vacilar.
Es lo más natural que los EEUU traten de inclinar eventos que no pueden controlar a su favor, que inicien contactos con elementos alzados en Benghazi que podrían estar proclives a servirles a cambio de ciertos favores, que, a fin de cuentas, tengan un plan B ante la caída de Gadaffi para garantizar la continuidad de sus intereses -y es natural que ese plan B se convierta en plan A cuando la caída de Gadaffi es inminente y cuando el costo político de mantenerlo en el poder sea tan alto. Pero que a río revuelto no falte quien trate de hacer ganancia de pescadores, no significa que el río lo revuelva el pescador.
Mi respuesta a Javier no fue motivada ni por mala fe, ni fue un precipitado exabrupto. Sencillamente nacen de una diferencia política que ya es de fondo, aunque se expresa en el método. Cuando digo que en sus comentarios leo una tibia defensa a un "dictador decadente" (en circunstancias que él mismo pudo culpar a un compañero de "hacerse eco del imperialismo" sin que nadie pudiera tomar su comentario inicial como un exabrupto), lo digo porque creo que nuestros respectivos métodos para entender la lucha popular y cómo posicionarnos ante ella no son solamente divergentes, sino contradictorios. Quiero citar al bueno de Raúl Zibechi, quien escribió sobre el "gasolinazo" boliviano que "es necesario hacer una opción ética. Cuando los de abajo atacan y destruyen los locales de sus organizaciones es porque los diques de contención de la protesta social están rotos, o son tan frágiles que no pueden impedirla. ¿De qué lado nos vamos a colocar cuando las multitudes arremetan contra gobiernos y dirigentes de izquierda? En este punto no puede haber el menor cálculo en el sentido de a quién beneficia o perjudica la insurrección en curso. Estar con los de abajo es la única brújula en medio del caos". No quiero decir que Libia pueda ser, remotamente, considerado "un gobierno de izquierda". El comentario es pertinente en este caso porque creo que la incapacidad de distinguir la movilización popular de aquella que no lo es, así como de confundir la crítica revolucionaria con la de derecha, significa que las menciones a "los de abajo" y sus luchas se vuelven retóricas. Confundir los alzamientos cívicos bolivianos con el gasolinazo, confundir a Wrangel con los marineros de Kronstadt, confundir a Franco con Andrés Nin, son, en diferentes momentos históricos, maneras en que sectores de la izquierda, aquellos con menos sentido histórico, se han puesto en contra de los intereses populares, confundiendo a estos últimos con las razones de Estados.
Entiendo que Chávez o Castro defiendan a Gadaffi. Pero ellos adoptan esta posición (que ha reflejado la cobertura de Telesur), debido a razones de Estado, sea por la posición que ocupa Gadaffi en el movimiento de los no alineados (aún cuando se haya alineado desde hace bastante tiempo) o por su importancia entre los países productores de petróleo. Ni me extraña su posición, ya que en el pasado han asumido posiciones igualmente desagradables como ser la defensa del genocidio tamil por parte del régimen de Sri Lanka. Igualmente, Chávez, gracias a las razones de Estado, ha corrido a abrazar a Juan Manuel Santos como un nuevo hermano bolivariano, al igual que alguna vez lo fue Uribe. Me pregunto entonces si debemos poner en duda al movimiento popular colombiano que sigue luchando contra el régimen colombiano y que sigue denunciando el terrorismo de Estado en ese país. Lo que no entiendo, es que compañeros de intención revolucionaria (y no dudo en que esa sea la intención de Javier), tengan por qué hacerse eco de razonamientos cuya base son, como hemos dicho, la razón de Estado. O que terminen equiparando esas razones de Estado, de gobiernos que se dicen o que son de izquierda, con los intereses populares. Ahí hay una barrera que el movimiento libertario, entre otros, ha ayudado a trazar. Esa barrera fue deliberadamente borrada por la Tercera Internacional, que confundió de manera fría, calculadora, perversa y cínica, el internacionalismo proletario con la internacionalización de los intereses geopolíticos de una dictadura burocrática. Y no entiendo por qué deberíamos aceptar esa lógica de razonamiento.
Esta no es una cuestión netamente teórica: así como estuvimos con el pueblo egipcio contra Mubarak o con el tunecino contra Ben Ali, no podemos hacernos los locos ahora que el pueblo libio lucha contra el oportunista de Gadaffi. Ni nos haremos los locos si el pueblo iraní se alza contra el régimen de Ahmadinejad, aún cuando esto incomode a ciertos bloques internacionales. Nuestro sentido del internacionalismo y de la solidaridad debe estar por sobre las frías razones de Estado, palabra cruel y elástica, como lo diría Bakunin. Y aún cuando sea a veces pertinente calcular a quién beneficia tal o cual levantamiento, convertir a este criterio en el único o en el primordial para decidir nuestra posición política ante hechos de tal relevancia como los que ocurren hoy en el mundo árabe, es una puerta abierta de par en par al oportunismo y las subsecuentes claudicaciones. En base a ese criterio, podríamos haber llamado a fusilar a los marineros de Kronstadt o a Makhnó, podríamos haber aplaudido los hechos de Mayo del '37 en Barcelona, podríamos habernos cuadrado tras el alza del gas en Bolivia o podríamos haber apoyado la invasión de Afganistán, Hungría y el aplastamiento de la primavera de Praga. Desafortunadamente, estas posiciones vacilantes de la izquierda se han convertido en la norma y han entregado al pueblo en bisagras históricas como la abierta en la década de 1980 en los países del Este a los brazos de la derecha dura. Hoy día en el mundo árabe tenemos una nueva bisagra histórica abierta, y aún cuando nuestro rol sea limitadísimo, debemos dar una señal muy clara de qué lado es en el que nos posicionamos y que somos alternativa tanto al dictador de Gadaffi como al imperialismo yanqui, los cuales están unidos íntimamente (y del cual los yanquis toman distancia solamente porque no quieren quemarse como un interlocutor válido en un contexto post-Gadaffi inminente).
Puede parecer alocado afirmarlo, pero no solamente estas movilizaciones confirman las tésis libertarias sino que nos abren una posibilidad de intervención en las luchas de masas sin precedentes, como he podido constatar con muchos compañeros árabes que indican cómo está creciendo el interés por nuestra alternativa libertaria en el actual contexto. Uno de ellos me comentaba como aún la gente más religiosa y cerrada está mostrando interés por el pensamiento libertario y revolucionario. Estas son apreciaciones subjetivas, pero reveladoras. Aún cuando seamos pocos y no tengamos recursos, tenemos mucho más que ofrecer a esos pueblos que el imperialismo, y eso lo intuye un pueblo que está construyendo su propia revolución, con muchos errores como es natural. Pero para cumplir un rol político en este contexto es necesario tener olfato y decisión. Lo primero, es no vacilar en estar junto a las demandas justas del pueblo.
La rebelión contra Gadaffi abre las puertas a la revolución y al poder popular. Su continuidad la cierra. Nada es peor que el inmovilismo. Y con satisfacción podemos exclamar ante los sucesos libios, eppur si muove.
pd. Juan Domingo, si hay un camarada libio que escribe desde una perspectiva anarquista y Mazen lo cita en su artículo, http://saoudsalem.maktoobblog.com ... el problema claro, para quienes no hablamos la lengua, es que lo hace en árabe. Y sobre lo mejor para informarse de los eventos en la región, de lejos es Al Jazeera, no Telesur.
Creo que se sucede el mismo debate que en otros artículos sobre otros temas.
Acá las diferencias son bien claras, en torno al populismo, el poder popular, la multiplicidad del sujeto revolucionario, las diferentes contradicciones. Ni siquiera hablamos el mismo idioma, algunos cuando hablan de revolución hablan de esa la del pueblo trabajador, la que barre con todas las opresiones y toda la explotación, otros consideran también hablar de revolución para cambios políticos devenidos de alguna situación un tanto insurreccional, o de revoluciones democráticas.
La verdad es necesario que el anarkismo se aclare un poco, malatesta era bien claro en cuanto al uso de las palabras que no presenten confunsion a quien uno se esta dirigiendo. Creo que gran parte de este problema esta en que se nos mete cualquier teoría "objetiva" con la que analizamos la realidad de la cual no se hace el mas mínimo análisis ideológico.
Ojala estas diferencias puedan saldarse en buenos términos, y que eviten el enfrentamiento entre los compañeros.
Pero resulta un problema porque siempre se termina teniendo la misma discusión que no tiene que ver con el hecho en si.
Los ingobernables dicen en una canción "Si Bakunin viviera estaría con amanecer" y a veces creo que tienen mucha razón.
A vencer o morir por la anarquía!
Jose
Creo que fui correcto en mi comentario anterior, sobre todo con tus exabruptos, y traté de situar la discusión, nadie discrepó excepto tu.
1.- Sobre mi primer comentario y la frase “Gadaffi está cayendo por la evidente intervención norteamericana”, eso es del primer comentario y yo mismo me encargue de precisar con mas tiempo en el segundo comentario, así que no me voy a pronunciar.
2.-Nadie ha caído en el reduccionismo de que toda movilización popular en esos países es manipulada o iniciada por el imperialismo, pero no hay que ser un analista consagrado para saber que el EEUU y la UE de alguna forma intervinieron en Libia o como a través de los medios orquestaron la condena internacional por parte de la opinión pública para justificar la invasión imperialista .
3.- Es claro que el "imperialismo trata de hacerse su domingo", pero nadie ha dicho no debemos estar junto al pueblo en esta apuesta, como he reafirmado citando a Manu.
4.- Jamás he defendido a Gadafi, intentas tergiversar el contenido de la opinión tirándome al viejo Zibechi, como si planteara algo diferente a lo que ya todos hemos refrendado que hay que estar con el pueblo y desarrollar junto a el su potencialidad revolucionaria.
5.- Respecto de tus comentarios a propósito de que Chávez o Castro defiendan a Gadaffi, por razones de estado, puedo concordar contigo pero me parece absurdo condicionar cualquier análisis particularmente el que Fidel hiciera una semana antes que se destapara la intención de la OTAN de invadir Libia, con una fría maniobra mediatica sustantada en intereses de estado. El análisis de Fidel es correcto y punto.
6.- Y esta es la guinda de la torta que refleja tu intención neutralizadora, no se hablar ingles por lo que Aljazzira a parte de las imágenes nada más podría entender, Telesur ciertamente hay que leerlo entre líneas, el programa dossier y Walter Martinez es otra cosa…
7.- Y para que quede claro, no estoy a favor de la mediación propuesta por Chavez, debeos estar junto con el pueblo libio insurrecto que está por resolver el asunto entre Libios y condenan las intenciones imperialistas de invadir su país.... a menos que estes decuerdo con dicha invación, que creo no es así...
Desde hace por lo menos seis años que el gobierno de Libia tenía relaciones “aceptables” con el mundo capitalista. Khadafy invirtió miles de millones en Italia y Gran Bretaña, y cerró jugosos acuerdos comerciales con otros países industrializados. Solo en Italia Khadafy es accionista de Fiat, ENI, el club Juventus y el banco Unicredit. También se llevaba muy bien con Alemania, al que le vende petróleo, y con el cual hace negocios en transporte, construcción y turismo. El fondo de inversión de Libia utiliza como intermediarios a bancos europeos y estadounidenses. Incluso Khadafy fue invitado al G-20; y todavía el 4 de enero de este año, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU publicó un informe sobre Libia, en el que se afirmaba que, según “varias delegaciones”, había un “compromiso del país con la defensa de los derechos humanos”. Reconozcamos al menos que es una forma un poco extraña de preparar a la opinión pública mundial para una operación de intervención en Libia.
Con todo esto no estoy diciendo que Khadafy sea un “títere” del capital financiero internacional, sino subrayo que no hay ninguna base material para pensar que EEUU y Europa hayan decidido desatar en Libia, de buenas a primeras (y en medio de las convulsiones que sacuden a todo el mundo árabe), una ofensiva para transformar a este país en una colonia. Gobiernos de países que son insopechados de tener simpatías con Washington, como el de Irán, pusieron el acento en la represión, y no hablaron de que estuviera en juego la independencia de Libia. Y el mismo Khadafy echa la culpa de sus problemas a la intervención de Al Qaeda en el país, no de la OTAN. Solo la interpretación “chavista” (con el consentimiento de muchos intelectuales marxistas), sostiene que el eje del conflicto es nacional; o por lo menos, que este aspecto del asunto está al mismo nivel que el “democrático”.
Primero que nada, quiero decir que la última respuesta de Javier es la única en que insiste de manera clara que debemos estar junto al pueblo libio en su lucha. Eso es positivo, pues no lo había expresado antes (salvo de manera ambigua y difusa en el segundo comentario). No es que mal interpretaramos el comentario original y el siguiente. Cambiar de opinión es saludable y demuestra que el debate sirve para algo.
Sin embargo, hay cuestiones a las que aún quiero referirme porque creo que pese al cambio en el tono de los comentarios, sigue habiendo cuestiones políticas que me causan mucho ruido. Primero que nada, no creo, como dice Juan Domingo que acá los conceptos no estén claros, o que sea una discusión semántica. Sabemos muy bien cada cual de lo que estamos hablando. No digamos tampoco que acá estamos ante un debate artificial porque esta discusión es sintomática de varias otras que se han venido dando y que se seguirán dando, respecto a cómo nos posicionamos ante los “no alineados”, “progresistas”, “populistas”, etc. Lo cual tiene que ver con elementos profundos de cómo entendemos la política y nuestro rol ante los movimientos populares y es por ello que el comentario de Zibechi es plenamente pertinente (y recordemos que ya tuvimos una experiencia piloto con el gasolinazo de Bolivia).
Que no es un debate solamente sobre Libia, está claro desde el primer comentario de Javier: “Hay que estar atentos al desarrollo de los acontecimientos, pues parece ser que la receta funciona... Cuba y Venezuela ya están en carpeta.” Esta discusión, en el fondo, no es solamente sobre Libia, por lo cual si tenemos toda o parte de la información no es el asunto de fondo (y decir que uno no se entera de las noticias de Al Jazzera porque no habla inglés casi no merece comentario –internet está lleno de traducciones de sus reportajes y hasta de videos en castellano). El asunto es desde qué prisma leemos las noticias y los datos fragmentados que recibimos, entendiendo que nunca la información estará libre de manipulaciones, exageraciones, ocultamientos, parcialidades, etc. Sin embargo, en Libia había una multiplicidad de agencias informativas (incluso chinas, árabes, rusas, etc.), cuyos informes circularon en todas las lenguas principales en internet y fueron citadas pro medios locales, y todas fueron consistentes en entregar información semejante –algunas más dramáticas, otras menos dramáticas, pero todas coincidían en que las manifestaciones eran de masas y que habían sido sangrientamente reprimidas (Aprovecho de entregarte la dirección del periódico oficial chino, que está en castellano y siempre entrega una óptica alternativa a CNN http://spanish.peopledaily.com.cn/ Obviamente, tiene sus propias distorsiones también). Digo esto, porque la cobertura de Telesur, principalmente la del 23 de Febrero, fue la única que habló de un conflicto inventado por el imperialismo y de un país en calma, unido tras el liderazgo de Gadaffi, lo cual ha sido desmentido por subsiguientes reportajes de ese mismo canal. Telesur lejos de ser lo más serio sobre el tema como afirma Javier (con base en qué criterio es algo que ignoro), es el único canal que no exageró ni manipuló la información, sino que mintió abiertamente.
Mis dos respuestas a Javier se enmarcan en el argumento de fondo que subyace a sus intervenciones anteriores (la primera vez extraordinariamente cruda, la segunda un poco más refinada) y es que, de una manera u otra, el imperialismo está detrás de la sublevación del pueblo libio. Esto es reforzado en tu último comentario cuando dices que “no hay que ser un analista consagrado para saber que el EEUU y la UE de alguna forma intervinieron en Libia o como a través de los medios orquestaron la condena internacional por parte de la opinión pública para justificar la invasión imperialista”. Planteas, primero, una cosa falsa y es que los EEUU venían planeando una invasión a Libia (algo que puedo creer en el caso de Irán, más no en el caso libio por todos los argumentos que ya hemos dado). Lo segundo, es suponer que EEUU o la UE “intervinieron” de manera contraria al régimen cuando toda su intervención en la última década fue para apoyarlo, incluso, con abundante armamento ahora utilizado contra los rebeldes. Ahora bien, partiendo de una base falsa, lo obvio (que EEUU o la UE traten de llevar agua a su molino de manera improvisada) se convierte en un argumento falaz.
El mismo jefe del Estado Mayor Conjunto de los EEUU, Mike Marron ha reconocido que el cambio es vertiginoso en el Medio Oriente, y que están tratandoi de hacer todo lo posible para seguirle el paso y asegurar que puedan orientar el cambio acorde a sus intereses. O sea, los agarró empelotas y están improvisando ante una situación inesperada, creada por el mismo pueblo en su lucha independiente y autónoma.
Me parece que condicionar la movilización legítima del pueblo libio en contra de un dictador a que “puede” ser funcional a los intereses del imperio, a que puede abrir las puertas a la intervención imperialista, etc. Son argumentos cínicos (filosóficamente hablando) que, objetivamente, nos posicionan al lado del dictador. Si los EEUU deciden intervenir no sería en base a un plan pre determinado, sino que debido a tres cosas –uno, el miedo de que la situación salga de control y contagie la región (y así pueda también imponer con su pie de fuerza un “paralé” a las revueltas árabes); otra, el temor de que una crisis prolongada afecte el precio del petróleo y por ende, la posibilidad de recuperació económica de los EEUU; para mostrar la imagen del país democrático que desde siempre se ha opuesto a los dictadores, aún a los que han sido recientemente sus “amigos”, que invitaron a foros internacionales, etc.
El análisis de Castro, que juzgas correcto, en el cual se plantea la rebelión como abriendo las puertas a la intervención, es una manera suave de apoyar la dictadura de Gadaffi y la sangrienta represión al pueblo. Lejos de ser un análisis correcto, me parece un acto de estrabismo político propio de un estadista, por lo demás, bastate autoritario. Pongamos las cosas claras: quien está dando excusas para la intervención imperialista no es el pueblo en rebelión, sino el dictador en su afán de mantenerse por todos los medios en el poder. Desgraciadamente, la izquierda latinoamericana que sigue ciegamente los informes de Telesur y los discursos de Fidel Castro, peca del mismo estrabismo, precisamente, porque su opinión está informada y basada en los intereses de Estado de Venezuela o Cuba.
Claro que mencionas, de pasada, marginalmente y casi al final de tu segundo comentario que hay que estar con el pueblo libio en su lucha. Pero esa frasecita, lanzada casi como un cliché, queda sepultada tras una argumentación mucho más vehemente sobre el rol de los medios, la posible intervención, etc. Por eso dije en mi propio comentario de respuesta que “la incapacidad de distinguir la movilización popular de aquella que no lo es, así como de confundir la crítica revolucionaria con la de derecha, significa que las menciones a "los de abajo" y sus luchas se vuelven retóricas” Porque efectivamente creo que en el contexto de tus comentarios, esas menciones de pasada a apoyar la lucha de los de abajo (cuando siembras toda clase de dudas sobre ella) son solamente retóricas.
La guinda de la torta, en tu útlima comentario fue decir, correctamente, que hay que apoyar al sector movilizado que rechaza: “las intenciones imperialistas de invadir su país" para luego agregar, socarronamente ".... a menos que estes decuerdo con dicha invación, que creo no es así...” Claro, no dices abiertamente que por ser anti-Gadaffi soy pro-imperialista (como lo sostiene la dicotomía esquemática y maniquea de cierta izquierda anquilosada latinoamericana que ha sido incapaz de entender lo que ha sucedido en el mundo en las últimas cuatro décadas), pero lo dejas insinuado, así como que no quiere la cosa… Mi posición ha sido extraordinariamente clara –ni los yanquis, ni su aliado Gadaffi, aunque ahora lo renieguen tres veces como Pedro a Jesús. Y esa posición la han dejado más que clara los propios rebeldes de Benghazi que han asumido una posición contra la intervención y los cuales se merecen mi aprecio y admiración, y con los cuales creo que deberíamos posicionarnos firmemente. A diferencia de las posiciones equívocas de un Castro que cree que la garantía contra la invasión es la permanencia ad infinitum de un dictador decadente que reproduce su poder a través de su estructura familiar (¿a lo mejor proyectará su propia visión de Cuba hacia Libia?)
Respondo además con un hecho: este sábado estaremos junto a la comunidad libia protestando contra Gadaffi, y contra la posibilidad de una intervención militar directa. Esa creo que es la manera consecuente de obrar junto a los intereses del pueblo, independientemente si se es anarquista o no.
La discusion me parece que deja clara las diferencias de fondo que existen entre los comunistas libertarios en Chile. cada vez son mas claras las posturas que orientan a la ocl no es que sean solo malentendidos. Sobre el debate me parece que es muy importante apoyar y no aportillar el trabajo de los compañeros anarquistas en el medio oriente menos cuando los argumentos son prestados del chavismo. Lo peor de todo es que con las cantinfladas chavistas muchos libios o arabes creeran ahora que ser de izquierda es apoyar a dictadores y con eso le estamos dando argumentos para que apoyen a los fundamentalistas. La propuesta de mediacion solamente es para que Khadafi gane tiempo. Y como si fuera poco tratar de convencer a los arabes que estamos con Khadafi y no con el pueblo aca tambien nos quieren convencer que Khadafi es de izquierda, que tragedia. Les dejo esta lectura sobre esta confusion http://www.fondation-besnard.org/article.php3?id_articl...=1156
Mariano:
Puede ser, y de hecho creo que lo es, que las posturas expresadas en este debate sean indicativas de una diferencia más profunda en cuanto a la caracterización y los límites de los llamados gobiernos progresistas, pero el comentario de Frank Mintz que citas está totalmente desenfocado y es ideológico en el peor sentido de la palabra.
En primer lugar, me gustaría saber dónde Chávez se ha declarado marxista-leninista y por qué una persona identificada con esa ideología va a ser automáticamente un "desecho ético". Pues anda que no ha habido y hay anarquistas que han dejado y dejan mucho que desear en ese aspecto. Como explicación de por qué salió públicamente a apoyar a Gadafi es muy muy pobre. Si Hugo Chávez manifestó públicamente su apoyo a Gadafi no fue por ser marxista-leninista (?), sino que fue por razones e intereses de Estado, como correctamente ha señalado José Antonio Gutiérrez.
De acuerdo Mariano, nosotros como comunistas libertarios no podemos caer en el seguidismo a ninguna política estatal, sino tener siempre independencia de criterio y firmeza revolucionaria. Y eso implica pensar siempre con cabeza propia.
TeleSur suele entregar información y análisis muy válidos, pero esta vez cagó y no nos podemos fiar de sus reportes. Pero tampoco vamos a caer en el juego de la oposición al bolivarianismo (que suele coincidir como un claco con los partidarios del capitalismo de libre empresa, exceptuando algunas sectas insignificantes, entre ellas "El Libertario"), hablando como ella de "chavismo" ni metiendo todo lo que apoya la V República en el mismo lote: procesos de empoderamiento popular y formas de capitalismo privado y de Estado; organizaciones populares y de clase con burocracia gubernamental y boliburguesía; identificar la supervivencia y acomodo de las viejas clases dirigentes y la aparición de nuevas con el conjunto del proceso.
Para terminar, decir que se agradece un debate de esta altura, felicitaciones a los participantes ¿puede ser que los libertarios en Latinoamérica podamos salir de una vez de la consigna y de la crítica desde arriba y volver al mundo terrenal, al seno de nuestros pueblos y de sus luchas y procesos REALES?
1.-. En ningún momento he cambiado mi opinión respecto de que estar junto al pueblo libio en su lucha, eso los señalé en el segundo y tercer comentario, circunscribiendo el apoyo a los quienes están en contra de la intervención extranjera a su país, claro está.
2.- Nuevamente respecto a Telesur y su información sobre los hechos en libia, insisto en hay que leerlo entre líneas, pues la línea editorial está condicionada por intereses comprometidos con una salida negociada en libia que a mi juicio es una forma velada mantener a Gadaff en el poder. Insisto es si: El programa Dossier y Walter Martinez es otra cosa.
3.- Nunca he señalado que EEUU venía planeando una invasión a Libia; pero señalar que acontecimientos los agarró en pelotas y que están improvisando ante una situación inesperada, me resulta al menos cuestionable.
4.- Nadie en este foro ha condicionado la movilización legítima del pueblo libio en contra de Gadafi, como funcional a los intereses del imperio, si bien es cierto la crisis política puede abrir las puertas a la intervención imperialista, también lo puede hacer respecto de un proceso de transformaciones profundas en la sociedad libia que incluso tengan orientación socialista. Me parece grave acusar que señalar lo anterior sea una manera suave de apoyar la dictadura de Gadaffi y la sangrienta represión al pueblo libio, cuando en realidad lo que se hace es constatar alternativas, siempre las revoluciones están expuestas a la intervención extranjera y decir eso no significa negar la revolución. Lo que Fidel advierte es la intervención imperialista y eso creo que es correcto, ahora cuales son las razones de fondo de ese planteo, que pueden o no ser de estado, no creo que tenga mayor relevancia.
5.- Sobre lo que señalé que hay que estar con el pueblo libio en su lucha, de mala fe la tildas de “frasecita”, “lanzada casi como un cliché”, acusándome de “sembrar toda clase de dudas” sobre la lucha del pueblo libio, me parece absolutamente impertinente y de mala fe, cuando lo que he expuesto refiere más al contexto internacional y la intervención imperialista, de cómo se han manipulado las informaciones, etc.. como te has podido dar cuenta. Creo que eres tu quien descontextualiza mis comentarios para generar una falsa dicotomía.
6.- Sobre el comentario ".... a menos que estes de acuerdo con dicha invasión, que creo no es así...” Despejo el oportunismo con que puedan actuar ciertos sectores con ropajes de izquierda que aplaudirían una invasión imperialista para sacar a Gadaff, que insisto creo no es tu opinión.
ESTAMOS DE ACUERO DE QUE EN LIBIA EXISTE CRISIS DE GOBERNABILIDAD,,,,,
PERO,,,TENDRIAMOS QUE EXIBIR LAS FOTOS DEL SUPUESTO GENOCIDIO
QUE EFECTUA.... GADAFI---NO LO CREO
ES MAS BIEN UNA LIMPIEZA POLITICA DE DISPARES Y REACCIONARIOS DEL REGIMEN--
Verdaderamente decadente la defensa de algunos personajes de gente como Gadafi. Limpieza política? eso me suena bastante facho. Sobre si fue genocidio o no esa es una discusion tecnica porque la realidad es que mucha gente ha muerto y de eso hay varias fotos, el que no encuentra es porque no busca. El articulo no denuncia un genocidio sino que una masacre, que quiere decir el asesinato de mucha gente en un lugar especifico.