ChuzaDAS: Otra olla podrida de la seguridad democrática

“Desinformar a la población que se encuentra a favor de los detractores del gobierno”; “generar división al interior de los movimientos de oposición”; “impedir la materialización de escenarios convocados por la oposición”; “concientizar a la población sobre la realidad de la ideología comunista”…

Éstos y otros son algunos de los objetivos y estrategias plasmadas en una serie de documentos incautados en las oficinas del DAS. Salieron a la luz pública hace un par de semanas, evidenciando un hecho que hoy por hoy es innegable: un plan de gobierno que busca minimizar al máximo todo brote político disidente y contradictor. Artículo extraído de ORGANIZACIÓN #11 (01.05.2010), Boletín de la Red Libertaria Popular Mateo Kramer.

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ChuzaDAS: Otra olla podrida de la seguridad democrática

“Desinformar a la población que se encuentra a favor de los detractores del gobierno”; “generar división al interior de los movimientos de oposición”; “impedir la materialización de escenarios convocados por la oposición”; “concientizar a la población sobre la realidad de la ideología comunista”… Éstos y otros son algunos de los objetivos y estrategias plasmadas en una serie de documentos incautados en las oficinas del DAS. Salieron a la luz pública hace un par de semanas, evidenciando un hecho que hoy por hoy es innegable: un plan de gobierno que busca minimizar al máximo todo brote político disidente y contradictor.

Uribe y su equipo no han hecho más que sostener que su gobierno se ha caracterizado por garantizar todos los derechos de la oposición política, sin embargo las chuzadas hechas por el organismo administrativo de seguridad más importante del país no son el mejor respaldo a su discurso. No hay duda, hace varios años desde el gobierno se activaron estrategias para retener, de las formas más cochinas, el accionar de personas que representen una amenaza al status quo. ¿Cómo? ¿Bajo qué estrategias?: en palabras literales de los documentos incautados, mediante: “el desprestigio, el sabotaje y la presión”.

Acompañando estas revelaciones, también salieron a la luz una serie de pruebas que muestran que las interceptaciones telefónicas ilegales fueron ordenadas desde la Casa de Nariño. Eso sí, por alguna razón, “todo pasa a espaldas de Uribe”, todos sus amigos terminan untados menos él. Jorge Noguera, ex director del DAS, quien hoy está preso por vínculos con paramilitares como Jorge 40, fue el primer administrador del organismo donde se empezó a gestar las interceptaciones. Durante su dirección actuó el G3, grupo de inteligencia irregular existente en el interior del DAS. Como dato curioso cabe mencionar que Noguera fue el jefe de la campaña presidencial de Álvaro Uribe, ¡éste caballero no se entera de nada de lo que hacen sus amigos!

Las investigaciones dicen que los espionajes ilegales se están llevando a cabo durante las últimas cuatro administraciones. Según exploraciones periodísticas expuestas en medios de comunicación, los cuales tienen empleados chuzados, como es el caso de Julio Sánchez Cristo de la W (¡chuzan hasta a Julito! ¡la cosa es muy extrema!), en el país se han chuzado a más de 100 personas, incluyendo periodistas, magistrados, miembros de ONG´s, miembros pertenecientes a la oposición e incluso familiares de éstos.

En emisoras radiales se han develado pruebas contundentes de estas intercepciones realizadas a políticos y periodistas del país. Se transmitió al aire algunas de las conversaciones interceptadas a personajes como Carlos Gaviria, y a los periodistas Hernán Onafra y Jenny Arias. Por otro lado, la revista Semana presentó el escándalo generado por las chuzadas hechas a magistrados de Altas Cortes. Personas pertenecientes a la oposición colombiana como Antonio Navarro, Gustavo Petro, Jorge Robledo, también fueron objeto de escuchas a sus conversaciones privadas.

Según datos obtenidos de testimonios de técnicos del DAS, ex funcionarios del organismo participaron directamente en las chuzadas y éstos trabajaron en las últimas tres administraciones: la de Jorge Noguera, Andrés Peñate y María del Pilar Hurtado. Según la información de ex- funcionarios, éstas se realizaban hace varios años, constantemente y se entregaban informes SEMANALES de las chuzadas.

Se cantó en tono victorioso que el grupo “GONI”, el cual se encargaba de las intersecciones, se había cerrado. Sin embargo, se parece mucho al grupo vigente GCOE- Grupo de Contrainteligencia Externa- en el cual gran parte de sus integrantes son los mismos del GONI. Hay una dinámica de rebautizamientos: de G3 paso a llamarse GONI, de GONI a GCOE.

Estas actividades de seguimiento y persecución llevadas a cabo desde el gobierno pone al desnudo el debilitamiento de toda base democrática durante el periodo uribista. Se evidencia que este modelo no tolera que se piense diferente a sus cánones, hacerlo representa un delito que amerita persecución, vigilancia y hostigamiento. Se demuestra cómo el gobierno del presidente Uribe y las instituciones que lo acompañan, aparentemente democráticas, no toleran ni respetan las ideas de la oposición, ni la vida privada de las personas. Pareciera que el Estado colombiano no sólo se interesa en retener el monopolio de la fuerza, sino también el monopolio del terror.

Se podría pensar que el gobierno de Uribe construyó un modelo democrático “alternativo”… alternativo porque es una democracia donde prácticas como la persecución política, la presión y la construcción de montajes, valen; reconcilió una contradicción aparentemente irreconciliable: totalitarismo con democracia, lo que en síntesis da SEGURIDAD DEMOCRATICA, una democracia basada en la intimidación y el miedo, por medio de la cual algunos aspiran “seguir avanzando”…

Artículo extraído de ORGANIZACIÓN #11 (01.05.2010), Boletín de la Red Libertaria Popular Mateo Kramer.