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El Anarquismo y los comienzos del 1ero de Mayo en Ecuador

category bolivia / peru / ecuador / chile | historia del anarquismo | opinión / análisis author Tuesday May 05, 2009 22:59author by Carlos Pazmiño - Grupo Anarco Comunista “Hijos del Pueblo”author email hijosdelpuebloec at gmail dot com Report this post to the editors

Publicamos este artículo sobre la historia del Primero de Mayo en el Ecuador y las raíces libertarias de este hito de la clase obrera mundial. Este artículo es parte de una serie de trabajos de recuperación de la memoria histórica en función del fortalecimiento de un proyecto popular, revolucionario y libertario para el presente, en el cual están trabajando varios compañeros en distintos puntos de América Latina.
Imagen de la Huelga del 15 de Noviembre de 1922, Guayaquil, Ecuador
Imagen de la Huelga del 15 de Noviembre de 1922, Guayaquil, Ecuador


El Anarquismo y los comienzos del 1ero de Mayo en Ecuador

El mito cristiano murió manso, triste, desolado, en el vilipendio de la cruz; los cuatro
ahorcados de Chicago subieron al patíbulo, altaneros frente a sus verdugos,
orgullosos de sus ideas, y gozosos de su triunfo, ante el instante
supremo de la muerte, no tuvieron el lamento quejumbroso
de Cristo; “padre mío todo se ha cumplido”, sino el gesto
heroico del hombre que finca sus ideales de bienestar
y armonía humanas en el futuro libertario.

Tribuna Obrera. V época. # 9. Guayaquil, 1924.

El desconocido aporte histórico y combativo del Anarquismo ecuatoriano.

Recordar a los héroes del proletariado ecuatoriano, mostrarlos, honrarlos -que no quiere decir santificarlos-, reconocerlos, no resulta fácil, requiere además de tiempo y esfuerzo, cuidar que el mundo nuevo que llevamos dentro del corazón quiera salir del pecho.

Este pequeño texto, forma parte de un estudio más grande desde la militancia actual sobre el Anarquismo ecuatoriano y su protagonismo en las luchas populares. Sus militantes, gremios, periódicos, revistas, y demás componentes que conformaron aquella legión rojinegra de hombres y mujeres; aquellos que pensaban que la construcción de una sociedad justa no era una bonita utopía anclada en libros, no tenían “otras formas de resistir”, comprendían que la única forma de resistir y luchar era al lado de su clase. No habían visiones pequeñoburguesas, ni luchas divisionistas, era la definición y el hecho de asumir su clase, el comienzo del proceso vencedor.

Con el pasar de los años, la sinvergüencería y negligencia de muchos cobardes cobijados bajo la bandera roja o tricolor –que a la final da lo mismo-, han ocultado y usurpado a nuestros camaradas no solo la tierra que los cubrió, las detenciones y torturas de las que fueron víctimas sino que se desconocen a estos valerosos obreros que jamás pidieron algo a cambio por su servicio a la causa de los trabajadores; jamás pidieron o pensaron en cambiar las cosas desde las urnas o la imposición, por ello es justo mostrar al pueblo la lucha de estos, nuestros abuelos.

Reconstruir la historia de estos héroes y heroínas, es buscar en el viejo baúl del olvido; sus referencias y pistas han sido rescatadas del resguardo celoso del tiempo y del polvo. Tomando en cuenta una cantidad positiva de referencias desde las ideas libertarias[1] y un buen número de aportes bibliográficos, se construyó este texto. Con el tiempo iremos teniendo más datos, pero para ser tal vez el primer estudio histórico desde lo ácrata, se muestra valiente, orgulloso y firme al arrojarse a tremenda aventura.

1ero de Mayo: cinco anarquistas asesinados por luchar y conseguir las ocho horas de trabajo para los obreros del mundo.

Aún recuerdo con gran lucidez, aquella ocasión en el temprano primer grado de primaria, cuando en el gran y viejo pizarrón verde, con tiza blanca y amarilla se retraba el 1ero de Mayo. Para aquel tiempo, no tenía ni la más mínima idea de que era el Anarquismo o quiénes eran los anarquistas. Tampoco conocía, que éstos eran quienes habían ofrendado sus vidas a la idea más bella por el bien de su clase, aquel fatídico 11 de noviembre de 1886.

Engel ya la dijo el día de su muerte: "¿Cabe a un hombre, que ha abrazado una causa tan gloriosa como la nuestra desear vivir por ella cuando puede morir por ella?"

El miedo ante tan cruel relato, hizo en mi pequeño cerebro brotar imágenes de madres con niños en brazos huyendo de las balas asesinas, policías con bayonetas en mano destajando a los trabajadores, olor a pólvora, gritos y llantos. Transcurridos ya muchos años, buscando entre libros el ansia redentora, enterarme de su significado, mismo que debe ser re significado en honor a los mártires de Chicago y la idea que estos llevaron hasta el día de su muerte.

Gran parte de la militancia anarquista de Estados unidos se encontraba en Chicago, al punto que la Internacional[2] "editaba cinco publicaciones en la ciudad –un diario en alemán, dos semanarios en alemán un semanario bohemio y una revista quincenal en inglés, Alarm. La circulación conjunta de estas cinco publicaciones era superior a los 30.000 ejemplares"[3]. La migración trajo consigo las ideas a una ciudad caracterizada por la brutalidad de su policía y la lucha obrera. Ya en 1886, se luchaba por las 8 horas de trabajo[4] y la Internacional encabezaba este gran movimiento. La lucha llegaba a extremos cada vez más provocadores, los obreros no tenían otra opción que reaccionar violentamente contra la represión. August Spies, uno de los anarquistas asesinados, militante de la Central Labour Union, llamaba al uso de la contraviolencia revolucionaria.

"Llamamos urgentemente a la clase trabajadora a armarse para hacer frente a los explotadores con el único argumento que puede ser efectivo: ¡la violencia!"

Se acercaba el 1ero de mayo, el ambiente se caldeaba. La empresa McCormick Harvester Works había despedido a sus trabajadores y contratado esquiroles y pistoleros para su protección. El primero de mayo se declararon cinco mil huelgas. El 3 de mayo se produce un enfrentamiento entre obreros y policías, muriendo varias personas. Al día siguiente se organiza un mitin en Haymarket Square, cerca de 200 policías rodean la plaza y disuelven violentamente la protesta[5]. De pronto es arrojada una bomba, los obreros disparan, caen 7 policías muertos y un número tres veces más grande de manifestantes, este dato nunca fue publicado con exactitud, tampoco se sabe, si fueron los anarquistas quienes lanzaron la bomba[6] o los agentes provocadores de la policía.

Enseguida comenzó la caza de anarquistas, Parsons, director de Alarm, y Spies, director de Die Arbeiter Zeitung, son encarcelados. En total siete fueron juzgados por homicidio sin determinar si ellos fueron los autores de la bomba. Fueron sentenciados por sus ideas anarquistas. Su sentencia fue dada únicamente por sus ideas revolucionarias.

Cuatro anarquistas son ahorcados, Louis Lingg se suicida en prisión con un cartucho de dinamita[7]. Sus funerales fueron el 12 de noviembre, cerca de veintiocho mil trabajadores los acompañaron, doscientos cincuenta mil flanquearon su despedida hacia la gloria eterna. Merito de estos, y de la clase obrera son las ocho horas de trabajo.

Los comienzos del 1ero de Mayo en Ecuador.

Hace casi un siglo, en Ecuador se comenzó a recordar y en algunos casos a celebrar el 1ero de Mayo. Sin duda, en el país no pasó por alto el crimen de Chicago, "es más, se sabe que es la jornada de ocho horas de trabajo, por lo que la clase obrera combate en esta ocasión"[8]. Se comenta en el ambiente intelectual, se hace noticia, pero tendrán que pasar algunos años hasta que los trabajadores ecuatorianos retomen la antorcha de los héroes de Haymarket.

Con la victoria de la Revolución Liberal en junio de 1895, encabezada por el General Eloy Alfaro "se formalizó el poder en las manos de la burguesía agro exportadora"[9]. El control ideológico estaba en manos de la Iglesia , con el estallido de junio, se crearon organismos que reemplazaron en mayor o menor medida a la institución eclesiástica. Se fundó la Junta de Beneficencia del Guayas, logias masónicas, sociedades de artesanos y trabajadores[10], se construyeron escuelas laicas, etc. Este proceso se concentró principalmente en la costa y su centro Guayaquil, donde la Iglesia había perdido fuerza, cosa que contrarrestaba en la sierra, donde su poder era aún considerable. Es así como la Revolución Liberal , comenzaría el andar hacia la constitución de un Estado y sociedad burguesa. Con este antecedente, la clase obrera comenzó a formarse a la par de un pobre proceso de industrialización. Esta separación en los administrativo e ideológico marcó el desarrollo económico, y diferenciará la costa de la sierra en lo posterior, y sobre todo ejercería vital influencia en la aparición de los primeros grupos anarquistas y socialistas.

A pesar del triunfo liberal, y su proyecto constitucional "muy poco o nada –se-adelantó en materia laboral"[11], sin embargo se diferenció notablemente de las constituciones anteriores cuya orientación fue conservadora. Se redacta ya la disposición sobre las ocho horas de trabajo, pero esto no pasa de ser letra muerta, no hay una adecuada reglamentación y la patronal opone feroz resistencia. El trabajador ecuatoriano se encontraba esclavizado por doce o más horas diarias, no tenía día de descanso y no poseía derecho alguno en caso de despido, accidente laboral, y su salario era extremadamente miserable.

En 1894, en un artículo llamado “Pobre pueblo”, José Peralta describe de forma muy interesante la situación de la clase desposeída ecuatoriana:

"El proletario es el paria de la República : nace para servir; ni esperanza para el corazón, ni luz para la mente, ni elevación para el alma, le ofrece la sociedad en cambio de sus desvelos. Para el proletario la Patria no existe; la fraternidad es mentira, la libertad un sarcasmo, la igualdad una blasfemia"[12].

Para 1911, comienza a celebrase el 1ero de mayo y tiene como centro Guayaquil; según José Buenaventura Navas, esto se da "por iniciativa del señor Rafael Ramos M, entonces Presidente de la Sociedad Abastecedores de Mercado”,-y- se celebró por primera vez en carácter íntimo, la Fiesta del Trabajo". Participan numerosos representantes de sociedades obreras[13], pero reduciéndose a un acto "festivo (…), reservado únicamente a la vanguardia obrera"[14].

En 1913, esta celebración deja de ser íntima y se realiza en forma pública en Cuenca, Riobamba, Quito[15] y Guayaquil. Esto se debe a la proliferación de sociedades obreras y periódicos, uno de ellos es “El 1ero de Mayo”, editado en Guayaquil, órgano del “Comité de propaganda 1ero de Mayo” y que textualmente dice lo siguiente.

"El Comité “Primero de Mayo”, creado con el objeto de celebrar la Fiesta del Trabajo, no ha trepidado en proseguir sus labores porque desde su iniciación, ha encontrado, tanto en las Sociedades Obreras, cuanto en el pueblo en general (…) espera que todas las Sociedades obreras, Gremios, etc., concurran al Gran DESFILE CÍVICO que se verificará el próximo, 1ero de mayo a las 7:00 a efecto de manifestar que desde ese solemne acto marcharemos unidos por los lazos de fraternidad para alcanzar el alto ideal de nuestra grandeza"[16].

En Guayaquil los obreros dejan su puesto de trabajo y salen a las calles, apedrean los tranvías que no acatan el paro. Las asociaciones obreras y mutuales de Guayaquil se congregarán en la Gran Asamblea de Trabajadores[17], "convocada por la Confederación Obrera del Guayas a iniciativa de la (…) Sociedad Hijos del Trabajo con el plausible objeto de discutir y aprobar medidas inmediatas relacionadas con los graves problemas que confrontaba la clase trabajadora"[18].

Los trabajadores portuarios resuelven lo siguiente:

1.- Buscar el medio para conseguir la unión de la clase trabajadora para bien del obrerismo.

2.- Estudiar la manera de combatir el analfabetismo y la vagancia.

3.- Alcanzar leyes que protejan al obrero.

4.- Establecer cooperativas de consumo[19].

La Sociedad de Carpinteros, en este mismo año logra con el apoyo de la Sociedad “Hijos de Vulcano” las ochos horas de trabajo.

En 1914 el Comité 1ero de Mayo sigue funcionando, y cercana esta fecha se dirige a las autoridades provinciales para que no se trabaje este día. El pedido es negado. En 1915, el Comité 1ero de Mayo se halla presidido por el Dr. Carlos Rolando –"representante del “Centro Abdón Calderón”- que (…) resuelve (…), dirigirse directamente al Presidente de la República para solicitar que la fecha sea declarada día festivo en todo el país"[20]. La simpatía por el gobierno de Leónidas Plaza era poca, los sectores radicales le brindaban fuerte oposición, la guerrilla liberal liderada por Carlos Concha lucho fieramente en Esmeraldas desde 1913 a 1916. Con mucho que perder, tuvo que ceder a esta iniciativa y decretar el 23 de abril de 1915 al "1ero de mayo de cada año feriado para los obreros del Ecuador". Esta victoria, no solo fue una necesidad de ceder políticamente en aquel contexto, sino que fue obtenida fundamentalmente con la lucha y perseverancia del movimiento obrero. Para esta fecha, el periódico El Cacahuero, vocero de la Sociedad Cosmopolita de Cacahueros “Tomas Briones”, gran bastión y semillero de la organización obrera anarquista, señala:

"…triunfo de ellos, que en todas partes recuerdan los mártires de Chicago, después de 29 años de luchas incesantes. Guayaquil obrero ha festejado dignamente tal fecha, y aunque todavía no consigue la realización de sus ideales, sigue en su camino de fatigas, mejorando día a día"[21].

El sucesor de Plaza, fue Alfredo Baquerizo Moreno, representante de los intereses particulares y anti populares. Su política fue la conciliación entre la clase obrera y la burguesía, acude a cuanta reunión obrera puede, e incluso se hace invitar. El 1ero de mayo de 1916, dirigiéndose a los obreros en tono conciliador dice lo siguiente: "La vida para nosotros, y la vida para nosotros todos, reclama justicia de un derecho igual para el rico y para el pobre; para que el que atesora y para el que trabaja su pan de vida diaria". El 11 de septiembre de 1916[22], el Congreso, aprueba pagos por horas extras, las ocho horas vuelven al debate siendo aprobadas. Pero lo irónico es que a pocos días de dictada esta ley, vuelve a suceder lo que en 1906, la ley es letra muerta. Por esto, los "conductores y vagoneros de carros urbanos de Guayaquil tienen que declarase en huelga para exigir su cumplimiento (…) aún en 1919, los obreros gráficos de Quito[23] tienen que realizar un paro para conseguir el aumento de salarios y la efectividad de las ocho horas de trabajo (...) en 1934 el 90% de los obreros de las fábricas de Quito trabajan once horas diarias"[24].

El Anarquismo ecuatoriano levanta la bandera del 1ero de Mayo entre los obreros.

La influencia de las ideas anarquistas es indiscutible, "abrieron una brecha en la conciencia de las clases populares con su accionar y su prédica"[25]. Desde finales del siglo XIX y comienzos del XX, ya se puede encontrar indicios de propaganda libertaria. El Pabellón Rojo en 1899 (Guayaquil) aplaudía la propaganda por el hecho[26], en 1901 los anarquistas argentinos de la Protesta recibían la Sanción , publicación editada en Quito, Luis Alfredo Martínez en “A la Costa” (1904), obra precursora del realismo social, influenciada por el liberalismo, muestra en Salvador -el personaje principal de la obra- un filo anarquista, muy parecido a nuestros primeros ácratas.

"La realidad de la vida, los furibundos ramalazos de la suerte, las amarguras y humillaciones diarias, la ruina de mi hogar y de mis modestas aspiraciones, la falta de trabajo honrado para con él ganar un pobre pan para los míos, esa educación pésima que nos han dado a todos, a pretexto de catolicismo, todo eso reunido contribuye para el cambio o contradicción que hallas en mí. Soy, pues socialista; aún más, anarquista de corazón; porque me sublevo contra tanto vicio, contra tanta farsa, contra tanto lodo y podredumbre…"[27]

Ya en la primera década del siglo XX aparecen las primeras organizaciones anarquistas. Guayaquil[28] fue su raíz, especialmente por estar más influenciado por las teorías revolucionarias al ser una ciudad porteña. En el continente, la iniciativa de organizarse bajo los postulados libertarios fue logro de muchos migrantes, el caso de Ecuador si bien resta mucho como el de Argentina, Brasil u otros países donde fue tremendamente grande, la influencia del Anarquismo vino del otro lado del mundo, los trabajadores inmigrantes, aunque pocos, dejan sentir su influencia a través de las organizaciones anarquistas[29]. En 1910, el Centro de Estudios Sociales (CS) -según Ycaza- distribuía la Protesta (Argentina), Solidaridad (USA) y Claridad (Chile)[30], en 1911 ya constaban en el catálogo de la Librería Española , textos de importantes teóricos libertarios como: Bakunin, Malatesta, Kropotkin, etc. Los mismos que son adquiridos y empleados para la conformación de grupos anarquistas que con el pasar del tiempo irían clarificando sus ideas. En 1920 aparece el Centro Gremial Sindicalista (CGS), editor de El Proletario.

Con este pequeño antecedente, los anarquistas en el puerto comienzan a difundir el 1ero de Mayo en su real significado, para ello llenan sus periódicos con planas repletas de información sobre los mártires, enfatizando en que estos eran anarquistas. Lo paradójico es que incluso en aquella fecha los demás medios obreros parcializaban la noticia, se hablaba del 1ero de Mayo y sus logros, se hablaba incluso de los mártires, pero no se visibilizaba completamente su vinculación anarquista; si bien esto era por falta de información o mala fe, no lo sabemos completamente aún.[31]

El Proletario, menciona entre sus páginas explícitamente el origen del 1ero de Mayo, incluso aplaude la tradición de la propaganda por el hecho, en aquellos años en auge, tanto en Europa como en el cono sur del continente.

"¡Sombras inmortales del Proletariado Universal! ¡Manes de Euno y Espartaco y de todos los rebeldes que con sus cadenas han azotado, el rostro de sus propios verdugos, de todos esos mártires que con su sangre y desde su calvario riegan la simiente de la libertad, loados seáis! ¡Revólveres sagrados de Czolgosz, de Angolo Bresei y de Pedro Mathue Cousidó, puñal bendito de Caserío, filosofías augustas de Pablas de Salvador, de Ravachol y Angiolillo, yo os saludo! (…) ¡En pie con la frente erguida y los brazos alzados saludemos la Magna Fecha del Proletariado, y unidos juremos ser libres, porque así y solo así podrá flamear, victorioso, el Perdón Rojo en la cima más alta del planeta, a despecho de amos y verdugos, de Judas y de lacayos!"[32]

Cabe mencionar que uno de los principales militantes anarquistas, José Alejo Capelo Cabello, que con su ejemplo y tenacidad colaboró en la conformación de los primeros grupos anarquistas y sindicatos de orientación libertaria, escribía fervorosamente en El Proletario.

Otro de los medios libertarios de gran importancia y que presto gran espacio al contenido sobre el 1ero de Mayo fue Tribuna Obrera, periódico de "Ideas y Combate", órgano de la combativa Asociación Gremial del Barrio del Astillero (AGA), fuerte de organización anarcosindical, que con gran galanteo poético enamoraba y arengaba el corazón de los obreros portuarios. En esta ocasión, harán mención tanto al 1ero de Mayo, como la matanza del 15 de Noviembre de 1922, tomando en cuenta que este número salió apenas siete meses luego del indiscriminado asesinato en Guayaquil, vale la pena imaginar las condiciones reinantes y la peligrosidad a la que nuestros camaradas tuvieron que enfrentarse.

"Dejémosles a los responsables de la hecatombe del 15 de noviembre que tiemblen. Dejémosles que torturados por el propio remordimiento de sus conciencias; con los ojos llenos de espanto, donde quiera vean al obrero convertido en juez inexorable, pidiéndoles estrecha cuenta de sus crímenes. (…) Procuremos vencerles, y libre de ellos seremos hombres, y entonces formando una legión inmensa y poderosa venceremos al monstro sangriento del capitalismo. Mientras tanto, inclinémonos reverentes, al recordar la memoria gloriosa de los mártires de Chicago."[33]

En 1923, Tribuna Obrera se erguía como vanguardia entre la prensa obrera; dato curioso es el siguiente, puesto que desmiente a muchos autores, sobre el supuesto de que el Anarquismo únicamente se ancló en Guayaquil. En el número siete de Tribuna Obrera de la segunda quincena del mes de julio de 1923, el obrero riobambeño Zoilo L. Valencia en conjunto con otros obreros de esta ciudad, dirige una carta a la redacción de Tribuna Obrera, "solicitando extendáis hasta los hijos de la altiva sierra, vuestro titánico vocero, el mismo que algún día no lejano, será sino nuestro salvavidas, al menos, el que calmará en algo nuestra dolorosa situación."

En 1924 Tribuna Obrera, en su número nueve, el 1ero de Mayo vuelve a ser parte de sus grandes hojas. Como es costumbre entre los periódicos libertarios se hace una extensa cobertura histórica, literaria, pero sobre todo dirigido al acontecer nacional. En esta ocasión, los libertarios señalan un curioso caso sucedido en Quito. La elección de la “Reina del Trabajo” será objeto de dura crítica.

"Allí tenéis a los obreros de Quito en una descomunal lucha por sacar triunfante a la reina del trabajo que será consagrada en un día en que el capitalismo yankee sacrificó, hace treintaisiete años a cuatro trabajadores que luchaban por el triunfo de la justicia. No creáis que esta reina haya hecho algo en pro de la clase obrera, no creáis que ella represente a la mujer altiva y luchadora como Rosa Luxemburgo, Luisa Michel o Emma Goldman (…) Bien, obreros quiteños, seguid con las fiestas y jaranas, que el Capitalismo nos acorrala más y más."

El control por parte del conservadurismo habría aún de mantener a los obreros quiteños bajo su yugo. El 1ero de mayo de 1932, obreros y estudiantes tratan de realizar el tradicional desfile del 1ero de mayo pero son "atacados bárbaramente por la policía, el Batallón “Yaguachi” y grupos de compactados bonifascistas[34](…). (…) hay centenares de heridos y las calles quedan cubiertas de sangre"[35]. Aquellos que logran escapar al primer embate de la represión se refugian en la Casa del Estudiante, sin embargo son brutalmente maltratados. Al día siguiente el ambiente anti obrero no ha cambiado mucho, "al grito de ¡Viva Cristo Rey!, ¡Viva el señor Bonifaz! Y ¡Abajo los comunistas y socialistas!", se reprime sin cuartel.

Anexo a la propaganda y denuncia libertaria, el Anarquismo ecuatoriano como sus similares en el continente, también se mescló con el arte popular y las diferentes expresiones culturales autóctonas. He aquí una muestra del Poeta Obrero, José Alejo Capelo Cabello.

Camarada
hoy, primero de mayo
vibrará tu optimismo
comulgarás conmigo
en el sagrario rojo de nuestras almas plenas.
Mirarás los astros lejanos
vigilando el silencio de los horizontes.
Los todos potros del viento
traerán a tu oído
la canción torturada de todos los suburbios.
Millares de antenas cordiales
llevarán por el mundo
el más fervoroso saludo augural.
Y dentro de ti mismo, camarada,
en tu sangre en tu pecho y en tus músculos
palpitará el futuro…

También entre sus heroicas páginas, el periódico libertario –quizás con mayores números en la historia anárquica de este país- escribe sobre el 1ero de Mayo. "Luz y Acción", está dirigido por otro gran organizador libertario, Alejandro Atiencia.

"El mundo es nuestro, nos pertenece porque todo lo hemos producido nosotros, levantemos nuestro espíritu y cual los mártires de Chicago marcharemos a nuestro futuro. En este día para todos los rebeldes del mundo un saludo alentador. ¡Salud!"[36]

El tiempo de nuestros camaradas no fue tan diferente al nuestro. Aún existimos, los que desde muy temprano tenemos que levantarnos con desgano para vender caramelos o tabacos en las esquinas, manejar el bus de alguien más, ir a la agencia de banco, lavar sus carros, pasar plantado en la oficina, cuidar sus propiedades, es decir, seguimos haciendo ricos a otros con nuestro trabajo. Los anarquistas apoyamos la lucha por una vida plena, libre, digna en la que podamos ser felices. Debemos tomar conciencia de que la única posibilidad real de cambio está en cada uno de nosotros, en darnos cuenta de la explotación de la que somos víctimas, de que el fruto de nuestro trabajo nos pertenece y que en la lucha por alcanzar la felicidad está en acercarnos al otro, conociéndonos, queriéndonos, compartiendo aquello que nos causa dolor y proponiendo las salidas posibles a esta forma de vida cargada de lágrimas, de dolor, de tristeza, de ira, de rabia, rescatando el amor, la solidaridad, la pasión, las risas, la inocencia.

"…hasta aquí esta reseña incompleta, esto como balance aproximado de esa labor tesonera y heroica de agitación (…) Tal era la influencia y el acerbo ideológico que, en cierto grado tenía hacia el comunismo libertario, el gran movimiento obrero"[37].

Hemos llegado al final de este pequeño recuento. El 1ero de Mayo es un día de lucha y combate popular, no es una fiesta o un día sin sentido. Debemos quitarnos la venda puesta por las instituciones. Hay que dejar de fiarse de los líderes sindicales, cuyos colores rojos y verdes se mezclan en un espectáculo de tecnocumbia en la Plaza San Francisco de Quito. Recuperemos el 1ero de Mayo, en su verdadero color y en su verdadera esencia.

¡Recordar nuestra historia, es recordar la justeza de nuestra misión!
¡Honor y gloria a los héroes del proletariado ecuatoriano!
¡Viva el Comunismo Anarquista!

Grupo Anarco Comunista “Hijos del Pueblo”




[1] Sabemos que existieron muchas publicaciones de corte anarquista a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX tanto en Guayaquil como en Quito, algunas completamente declaradas y otras, formadas por mezclas muy características de la época. Los datos rescatados para esta investigación, fueron casi en su totalidad encontrados en la Biblioteca Rolando de Guayaquil y la Biblioteca Nacional de la Casa de la Cultura de Quito. Estamos seguros que muchas referencias se han perdido lastimosamente. Este trabajo recopila todas las que tenemos a la mano hasta el día de hoy, esperamos con ansia encontrar nuevas y seguir alimentando este texto.
[2] Cuando hablamos de la Internacional , nos referimos a la Internacional Negra o AIT (Asociación Internacional de los Trabajadores) de carácter anarquista.
[3] WOODCOCK, George. El Anarquismo.1979. Ariel. Barcelona-España. Pág.: 448.
[4] Se trabajaba de 16 a 18 horas diarias antes de la iniciativa de las 8 horas.
[5] Había comenzado a llover y los manifestantes comenzaron a retirarse pacíficamente.
[6] Según la novela “The Bomb” de Frank Harris o James Thomas –seudónimo-, fue un anarquista desconocido el que arrojó la bomba.
[7] La tesis del suicidio de Lingg es dudosa.
[8]ALBORNOZ P, Osvaldo. Breve síntesis. Historia del movimiento obrero ecuatoriano. 1983. Letra Buena. Quito-Ecuador. Pág.: 176.
[9] YCAZA, Patricio. Historia del movimiento obrero ecuatoriano. Pág.: 13. Sobre la Revolución Liberal y su “protagonista principal” se ha generado una imagen -en muchos de los casos- muy lejana a la realidad. Como señala Quintero, en Ecuador: una nación en ciernes. La Revolución Liberal sustancialmente constituyó una conmoción en la cima de la pirámide que dejó casi intactas las bases del edificio social construido a lo largo de varios siglos de herencia colonial, por lo tanto, esta “Revolución”, no fue una revolución para los indios, los negros, a pesar de que muchos de ellos pelearon valientemente en Guamote, Chimborazo; en Cuenca a pedrada limpia se batieron con las fuerzas conservadoras. Este “santo referente” para muchos en la izquierda autoritaria y reformista sigue siendo rescatado sin un profundo análisis a su protagonismo, si bien corresponde a un contexto histórico, como anarquistas no podemos hacer la vista a un lado sobre el impacto y verdadero significado de la Revolución Liberal.
[10] Arturo Roig en su libro “La utopía en el Ecuador”, hace un interesante señalamiento en la diferencia entre las asociaciones y sociedades de la sierra y costa. Con el triunfo liberal, las asociaciones serranas ponen énfasis en su relación con las instituciones propias de la región y en especial con la Iglesia Católica. El “regionalismo” se exacerba. El costeño es percibido como un partícipe del régimen liberal y éste como un representante de los intereses porteños. (…) los serranos aparecen en cambio como los hombres de la iglesia, los aliados de los terratenientes, los trabajadores sumisos y anticuados que aún no han asimilado la ideología de las luces.
[11] PATIÑO P, Carlos. El derecho a la huelga. 1958. Casa de la Cultura Ecuatoriana. Quito-Ecuador. Pág.: 38.
[12] Esta frase no quiere decir en absoluto que Peralta comulgue o haya conocido a profundidad –si es que lo conoció- el ideal libertario. Su postura política fue liberal.
[13] Ya en 1911 se encontraba funcionando la COG (confederación Obrera del Guayas) y demás sociedades obreras, fo hacían de forma mutualista o como sociedades de socorro.
[14] MELGAR B, Edgar. El movimiento obrero latinoamericano I. 1989. Editorial Patria. México DF-México. Pág.: 208.
[15] En Quito se celebró la fiesta del trabajo con un partido de fútbol, una conferencia y una exhibición cinematográfica.
[16] El 1ero de mayo. Guayaquil, abril 20 de 1913. # 2. Año I.
[17] Andrés Miranda, quien seria presidente de la Gran Asamblea de Trabajadores, derivaría posteriormente hacia el Anarquismo.
[18] CAPELO C, José A. El 15 de Noviembre de 1922 (Una jornada sangrienta). 2000. Ediciones “Nueva cultura”. Guayaquil-Ecuador. Pág.: 4-5.
[19] Ibíd. Pág.: 4-5.
[20] ALBORNOZ P, Osvaldo. Breve síntesis. Historia del movimiento obrero ecuatoriano. 1983. Letra Buena. Quito-Ecuador. Pág.: 179.
[21] El Cacahuero. Guayaquil, junio 24 de 1915. # 3. Año II.
[22] Además de las ochos horas y el pago de horas extras, se resolvió el descanso obligatorio los domingos y en fiestas cívicas.
[23] La primera huelga registrada en Quito es la de los sastres (operarios) en 1918. El adelanto en el sentido combativo de las organizaciones costeñas es notable, su primera huelga –registrada- es la de los carpinteros en Guayaquil en 1896.
[24] ALBORNOZ P, Osvaldo. Breve síntesis. Historia del movimiento obrero ecuatoriano. 1983. Letra Buena. Quito-Ecuador. Pág.: 177.
[25] IBARRA C, Hernán. La formación del movimiento popular. 1925-1936. 1984. CEDIS. Quito-Ecuador. Pág.: 34.
[26] PAEZ, Alexei. EL Anarquismo en el Ecuador.1986. Colección Popular 15 de Noviembre. INFOC. Corporación Editora Nacional. Quito-Ecuador- Pág. 20.
[27] MARTINEZ, Luis A. A la costa. Clásicos Ariel. Biblioteca de autores ecuatorianos. Pág.: 108.
[28] El bastión del Anarquismo se encontró en Guayaquil principalmente hasta los años 40, las menciones sobre organizaciones no enfatizarán en la ciudad constantemente.
[29] ROIG, Arturo. La utopía en el Ecuador. 1987. BCE-CEN. Biblioteca básica de pensamiento ecuatoriano. Quito-Ecuador. Pág.: 21.
[30] Creemos que este dato confunde la distribución cronológica de este último periódico con su tenencia en el Centro Socialista y no en el Centro Gremial Sindicalista. En El Proletario del 1ero de mayo de 1922, los anarquistas mencionan: tenemos a la venta el órgano de la Federación de Estudiantes Libertarios de Chile “Claridad” y una gran cantidad de folletos editados por ella misma, que recomendamos a los obreros. Además de los periódicos mencionados se podía encontrar Juventud Libertaria (Chile), Solidaridad (España), etc.
[31] No es de sorprender que en la marcha anual del 1ero de mayo, en nuestros días, la mayoría –incluso aquellos que han asistido a la misma por más de treinta años- no tengan idea de su origen y su color rojo y negro. En cuanto a la respuesta, nos inclinamos que siempre fue mala fe negar a nuestros mártires la pertenencia anárquica.
[32] El Proletario. Guayaquil, mayo 1ero de 1921. # 17. Año I.
[33] Tribuna Obrera. Guayaquil, mayo de 1923. # 5. Año I.
[34] La CON (Compactación Obrera Nacional), fundada en 1931 apoyó a Neptalí Bonifaz –propietario relacionado con los terratenientes y el clero- durante su candidatura presidencial, luego de su descalificación en 1932 por el Congreso Nacional, los compactados fueron la punta de lanza de los bonifacistas, lo que originó la “guerra de los 4 días”. Los choques entre obreros y compactados fueron constantes antes de la descalificación de Bonifaz.
[35] ALBORNOZ P, Osvaldo. Breve síntesis. Historia del movimiento obrero ecuatoriano. 1983. Letra Buena. Quito-Ecuador. Pág.: 184.
[36] Luz y Acción. Guayaquil, febrero 1932. # 32. Año IV.
[37] CAPELO C, José A. El 15 de Noviembre de 1922 (Una jornada sangrienta). 2000. Ediciones “Nueva cultura”. Guayaquil-Ecuador. Pág.: 5.

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