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El Diablo en el Paraíso

category bolivia / peru / ecuador / chile | miscellaneous | opinión / análisis author Tuesday October 09, 2007 20:52author by José Antonio Gutiérrez D. Report this post to the editors

Sobre los Pinochet declarándose "perseguidos políticos"... plop!
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Chile es un país donde cualquier cosa puede pasar: los socialistas son neoliberales, los maximalistas son minimalistas y el candidato derechista Joaquín Lavín le rindió tributo a Allende en un viaje a Cuba. En fin, así no más es nuestro país, donde lo absurdo es la regla. Pero lo que hemos presenciado ayer ya rompió todos los límites de lo que era humanamente posible imaginar: Los hijos del dictador Pinochet se han declarado “perseguidos políticos”. Pero así no más es esto. El nuestro es el país del absurdo. Donde el ladrón siempre corre tras del juez.

Ahora, los hijos del dictador son “perseguidos políticos”. Es que están siendo procesados por robarse unos cuantos milloncitos de dólares, cosa poca. Cualquier otro dictador lo hubiera hecho. Marco Antonio se quejaba: “fui capturado violentamente, como un delincuente”... ¡cómo si no lo fuera! Hasta donde entiendo –a menos que haya vivido equivocado hasta ahora- en Chile, como en cualquier otro país de habla castellana, un delincuente es alguien que roba o mata. Eso, hasta donde se ha podido comprobar, es exactamente lo que esta familia de autócratas hizo sin ninguna clase de restricción por 17 largos años. Pero bueno, los dictadores son “criminales” al parecer de una clase especial y por consiguiente debieran ser tratados de manera diferente a los otros rateros, a los rateros que roban por necesidad y no solamente por codicia.

Por regla general, en el país del absurdo los rateros por codicia y no por necesidad van a caer a cárceles cinco estrellas como Capuchinos o Punta Peuco, donde pueden disfrutar hasta de internet. Pero bueno, a las chicas Pinochet les tocó mamárselas en el COF no más. Para la otra pueden hacer valer sus derechos y pedir una cárcel a la altura de su propia bajeza.

Lucía Pinochet se quejaba de la falta de frazadas, jabón y papel higiénico. Bueno, esas son las cárceles que mandó a construir su papito mija, a ver como se las ingenia ahora. Esas son las cárceles que ustedes llenaron de luchadores sociales y de “rotos” provenientes de los sectores marginalizados por su modelo social excluyente. Y sepa bien que hay miles de chilenos que, gracias a ese modelo económico implantado por su padre, no necesitan estar en la cárcel para conocer de esas falencias. O si no, vaya a darse una vuelta al secano de la Cuarta Región o al campo sureño.

Lo que es rayano en lo tragicómico es autonominarse como presos políticos en un país donde efectivamente los hay. Esto es un mal chiste. ¿Qué dirán todos los mapuche presos por recuperar sus tierras? ¿Querrá Lucía compararse con Juana Calfunao? ¿Es que a ella también le patearon el vientre fecundado hasta hacerla abortar? ¿Es que a ella también le han roto los huesos de sus manos? ¿Conoció Lucía las abominaciones de su padre? ¿Conoció Lucía el trato que recibían los miles de presos políticos que en Chile llenaron las mazmorras pinochetistas? ¿Supo ella algo de electricidad en los genitales, de uñas arrancadas, de perros entrenados en el arte de violar, supo ella de la “venda sexy”, supo ella de la “corbata colombiana”, supo ella de la “parrilla”, supo ella del “submarino”? ¿Sabrá ella que chucha es ser preso político?

Pero así no más es esto. Estamos en un nuevo capítulo de una mala película llamada Chile democrático. En donde la característica principal de los actores es su carácter grotesco. Porque el nuestro es un país con una presidenta grotesca, con parlamentarios grotescos, con una Constitución grotesca, con un modelo económico grotesco, con emblemas patrios grotescos, con un ejército grotesco, con una televisión grotesca, con farandula grotesca y con una politica, lisa y llanamente, grotesca. Un país gobernado a control remoto desde Washington, donde lo absurdo es el sentido común. Un país definido por su lema patrio: “Por la Razón o la Fuerza”. Lema en cuya grotesca ecuación ha siempre primado la fuerza por sobre la razón.

Entonces nos desayunamos con el notición: los Pinochet son perseguidos politicos. El victimario es víctima. Situación que calza a la perfección en el guión de esta pésima producción “Chile en Democracia” que cada vez se parece más y más a la Naranja Mecánica.

No puedo dejar de pensar, ante tanto absurdo y ante lo grotesco de toda esta situación, en aquella canción fruto de la sabiduría popular chilena y popularizada por la cantautora nacional Violeta Parra (una de las pocas figuras que han contribuido a la construcción de una identidad nacional positiva) que, muchos años después de haber sido grabada, conserva plena vigencia. Pues, como puede apreciarse, en nuestro país el absurdo no es cosa nueva:

El hombre se come el pasto
El burro los caramelos
La nieta manda al abuelo
Y la sota al rey de bastos
L'agua la llevo en canasto
Me duermo debajo el catre
Todo lo endulzo con natre
Bailo en la tumba del muerto
Mentira todo lo cierto
Gritaba desnudo un sastre.

Los pajes son coronados
Los reyes friegan el piso
El diablo en el paraíso
Y presos van los soldados
Se perdonan los pecados
Fusilamiento de jueces
En seco nadan los peces
Será un acabo de mundo
Cuando en los mares profundos
Las arboledas florecen.

Los justos andan con grillos
Y libres van los perversos
Noventa cobres un peso
Seiscientos gramos un kilo
Los futres andan pililos
Los gordos son raquíticos
Brincaba un paralítico
Sobre un filudo machete
Ocho por tres veintisiete
Divide un matemático.

De asiento tienen el piano
Tocan música en la silla
Caín es la maravilla
Para el Abel de su hermano
Caminar es con las manos
Los santos son pendencieros
Bendicen a los rateros
Se acuesta el perro en la cuna
Debajo de blanca luna
La guagua muerde al rondero.

Aquí termina el ejemplo
Fue por el mundo al revés
Y con la venia de usted
Al teatro lo llaman templo
Muy plácido te contemplo
Dice el bandido a su presa
Es más hereje el que reza
Los viejos van a la escuela
Los niños a la rayuela
Ya nadie tiene cabeza.


El Diablo en el paraíso. Los Pinochet ahora son “presos políticos”. Caramba, ya no queda sentido de la vergüenza en este mundo. Solamente nos queda decir, con Condorito, ¡Plop!

José Antonio Gutiérrez D.
08 de Octubre, 2007

 #   Title   Author   Date 
   pue si es posible     buen texto tio    Wed Oct 10, 2007 09:12 


 

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