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Una Historia del Grupo Anarquista Norteamericano Amor y Rabia

category américa del norte / méxico | historia del anarquismo | opinión / análisis author Friday April 27, 2007 21:51author by Wayne Price - NEFAC Report this post to the editors

Los Nueve Años de la Federación Anarquista Amor y Rabia

Una nueva ola de radicalización recorre el mundo. Federaciones anarquistas se organizan en los EEUU y Canadá, así como en otros países. La corriente “plataformista” dentro del anarquismo internacional, con su énfasis en la necesidad de la organización de los propios anarquistas, está teniendo efectos en todo el mundo. En estas condiciones, no hay que sorprenderse que exista interés en el último gran intento de construir una federación anarquista en norteamérica: la Federación Revolucionaria Anarquista Amor y Rabia (L&R). Fundada en 1989, duró hasta 1998, casi diez años, con secciones en México y en el Canadá anglófono.

Surgió desde un movimiento anarquista bastante amorfo, cuya mayor organización continental eran “encuentros” casi anuales. En varias ciudades de los EEUU y Canadá, los anarquistas se reunían, hacían talleres, conversaban entre sí, comían cosas vegetarianas, se entretenían, hacían sus “ritos paganos”, y se iban para la casa. No tomaban decisiones ni establecían organizaciones duraderas.

En este contingente, un grupo minoritario comenzó a llamar a establecer un periódico anarquista continental. Ya había, por supuesto, un cierto número de periódicos anarquistas, cada cual expresando las visiones de los individuos o pequeños grupos que los editaban. La idea era generar un periódico que reflejara las visiones de un grupo continental de seguidores, que participaran en su edición y distribución. Los participantes de este “proyecto de periódico”, luego cayeron en la cuenta de que esto implicaba algún grado de organización.

Gente proveniente de muchos sectores y aproximaciones al anarquismo, se juntaron para establecer la Federación Amor y Rabia (L&R). Un papel clave fue jugado por un grupo de Minneapolis, Minnesota, llamado Revolutionary Anarchist Bowling League (RABL o “rabble”). Otro grupo provenía de la Revolutionary Socialist League (RSL - Liga Socialista Revolucionaria). Este era un grupo que había evolucionado del trotsquismo al anarquismo. La RSL (de la cual yo era miembro) nunca había considerado al capitalismo de Estado de la Unión Soviética, como un “Estado obrero degenerado”, como los trotsquistas ortodoxos. Interpretaban la ortodoxia marxista de la forma más libertaria posible, enfatizando los escritos de Marx sobre la Comuna de París, o el Estado y la Revolución de Lenin. Cuando esto ya fue imposible de seguir, se movieron al anarquismo. La RSL oficialmente se disolvió al fundarse L&R; la mayoría de sus ex-miembros abandonaron la política. Algunos nos involucramos en la fundación de L&R y su periódico, que también se llamó Amor y Rabia.

L&R se distinguía de la mayoría del movimiento anarquista en algunas cosas de importancia. Primero, obviamente, por la mismísima idea de que los anarquistas tuvieran que tener su propia organización[1], y que en relación a esto, apareciera su periódico. Estos conceptos fueron vigorosamente, por no decir vilmente, denunciados por muchos en el movimiento anarquista. Un anarcosindicalista relativamente prominente vino al mitín fundacional sólo para denunciar la idea de formar una organización de los anarquistas. Los anarco-primitivistas[2] de Fifth Estate denunciaron a L&R desde el comienzo. Muchos otros concordaban en que era erróneo que los anarquistas formaran sus propias organizaciones, o por lo menos, que éstas no fueran de carácter exclusivamente local. Había una amplia suspicacia de que los ex-miembros de la RSL estuvieran realmente haciendo un “entrismo” trotsquista, abriéndose camino en el movimiento anarquista a fin de emerger con un nuevo y más grande partido leninista. Considerando el curso de los eventos, esto resultó bastante irónico. Sin embargo, el tema de la organización nunca quedó del todo asentado.

Había una tensión constante en la federación sobre cuán lejos ir en la unificación y coordinación. Una gran minoría se retiró porque en realidad querían una “red” difusa, y no una federación más coordinada. En el tiempo, esto siguió siendo un problema. Dado su legado de descentralización, la gente era elegida para los cargos por razones geográficas y no políticas. El comité continental que tomaba las decisiones entre las conferencias era elegido de esta manera. Lo mismo pasaba con el organismo más pequeño que coordinaba los encuentros del comité. La gente influyente era, frecuentemente, dejada fuera de estos cargos, con la esperanza que esto impidiera la formación de “liderazgos”, pero en cambio, los verdaderos liderazgos eran mantenidos de forma informal y poco democrática.

Las decisiones editoriales del periódico continental no eran hechas por ningún organismo político responsable, sino que por el equipo de producción. Éste se componía de voluntarios que vivían en la ciudad en que se imprimía. Al mismo tiempo, L&R nunca fue una federación de verdad, porque nunca tuvo más que unos cuantos grupos locales reales. Más bien tenía unos 200 miembros repartidos en norteamérica. Habían unos cuantos colectivos significativos en algunas ciudades, y muchos individuos deseosos de distribuír el periódico.

Aparte de ser pro-organizacionista, la otra característica distintiva de L&R era su enfoque izquierdista. Se metía con las luchas de los oprimidos. Apoyaba las luchas de liberación nacional (pese a la tensión que existía sobre las actitudes hacia los liderazgos nacionalistas de dichas luchas). Apoyaba las luchas de liberación femenina, homosexual, las luchas de los prisioneros, de los pobres, de la juventud y de los Afroamericanos. Esto podría parecer obvio, pero muchos dentro del movimiento anarquista lo denunciaban como “izquierdismo”. La izquierda era vista como anticuada y fuera de época. Esta era la concepción explícita de los primitivistas. Incluso entre los anarquistas que eran concientemente izquierdistas, tal como los anarcosindicalistas, se apoyaban las luchas obreras pero no las guerras de liberación nacional o las luchas de las mujeres. Muchos rechazaban las luchas no obreras como diversiones irrelevantes.

Aparte de esto, había muy pocos acuerdos teóricos entre los miembros de L&R y muy pocos esfuerzos por desarrollar un programa teórico. Su programa, o teoría, era algo vagamente llamado “anarquismo revolucionario”. Esto significaba que éramos anarquistas “por” la revolución. Esto nos distinguía de los anarquistas pacifistas o reformistas, pero aparte de esto, no era nada específico. L&R se oponía al capitalismo, y no se reivindicaba “socialista”, lo que asociaban a la propiedad Estatal.

Había diferentes visiones sobre otros temas, tales como la liberación Afroamericana. Una minoría estaba con el prgrama de Race Traitor: el racismo era el principal conflicto en los EEUU; todo lo demás era secundario; los anarquistas blancos no debían exponer sus ideas entre la comunidad Afroamericana. Otra gente tenía otras visiones, que también se revolcaban en sentimientos de culpabilidad blanco-liberales semejantes. El problema no era tal o cual opinión frente a cualquier asunto particular, sino que era la falta de un intento serio por estudiar la teoría clásica y desarrollarla. Desde el comienzo hubo gente que consideraba a cualquier intento por insertar a L&R en la tradición anarquista como algo “frío”. No había lecturas requeridas para los miembros, ni clases de estudio regulares. Incluso al final, había quienes insistían en que la teoría sería algo que ellos mismos desarrollarían de su propia experiencia. La teoría es, en última instancia, nada más que la codificación de la experiencia de muchas personas. Pero esta aproximación implicaría estar constantemente reinventando la rueda, y repitiendo los errores de las generaciones pasadas. De cualquier modo, no resulta sorprendente que los anarquistas de EEUU siguieran el empirismo y el pragmatismo crudo de la cultura política de los EEUU.

La organización tenía una “lista de compras” empírica de buenas causas por las que estaba a favor (liberación de la mujer, liberación homosexual, abolición del sistema carcelario, etc...). Trataba de trabajar un programa mejor, más acabado y extenso. Por años, en las conferencias se discutían partes de un programa improvisado. Pero este proceso era inconsistente. Para la época en que L&R se disolvió, el programa aún estaba inconcluso. Ron Tabor, ex-miembro de la RSL, trataba de hacer un trabajo teórico serio. Buscaba re-pensar el sentido del marxismo desde una perspectiva anarquista. Mientras un documento previo suyo, Una mirada sobre el leninismo, fue ampliamente distribuído, la organización dejó de publicar sus artículos críticos sobre el marxismo en el periódico. A la gente no le interesaba, se argumentó.

Sin embargo, se hizo también un buen trabajo. Un pequeño número de colectivos reales existía y estaban unidos en norteamérica. Se hizo un gran esfuerzo para apoyar un grupo mexicano que producía un periódico en español y literatura.

Organizamos un importante apoyo desde los EEUU a la rebelión Zapatista (pese a que políticamente esto nunca haya ido más allá de la aclamación radical, en lugar de discutir las posibilidades de una revolución mexicana). Un periódico anarquista continental se produjo por nueve años, sobre una base más o menos mensual. Algunas actividades de toda la federación fueron hechas, incluyendo la participación en muchas manifestaciones nacionales en EEUU.

Pero desde el comienzo exisiteron ciertos aspectos poco democráticos en lo que muchos miembros denominaban “anarquismo revolucionario”. Uno, era la amplia simpatía por movimientos leninistas y estalinistas de los años ´60 y ´70. Muchos miembros admiraban a los Weatherpeople, la RAF (Fracción del Ejército Rojo), los BLA[3], y otros grupos que planteaban la creación de dictaduras sobre la masa del pueblo. El último número de L&R incluía un artículo muy favorable sobre algunos miembros de Weatherpeople en prisión, titulado, Enemigos del Estado. Se podría haber llamado mejor, Enemigos de este Estado, Amigos de un nuevo Estado.

Otra debilidad era la falta de interés, u orientación, hacia la clase obrera norteamericana. A lo más, había una cierta aceptación paternalista de que a algunos de nosotros nos interesaban los obreros en cuanto obreros. Como un miembro influyente me comentó, los obreros no se identifican como obreros. Cuando hubo una gran huelga estudiantil en la educación superior pública de Nueva York, nuestros miembros hicieron un excelente trabajo en su organización y su conducción (en el sentido no autoritario del término). Pero despreciaron la idea de orientar la lucha estudiantil hacia los obreros, quienes, en esos momentos, estaban luchando contra el gobierno local por cosas semejantes.

Más adelante, nuestros miembros en Detroit se involucraron en apoyo a los trabajadores de un periódico en huelga. Nuestra gente sacó un volante incitando a la huelga general. La gente de L&R en Nueva York no quiso cubrir la noticia en el periódico continental. Un miembro preguntó incluso si eso de la “huelga general” no era una idea “trotsquista”... tan escaso era su conocimiento de la historia del anarquismo y del anarco-sindicalismo.

Por último, consideraban con recelo a sus organizaciones (los sindicatos), y sus luchas, como poco democráticas. Lo cual lleva a una visión de que un pequeño grupo de jóvenes radicales, la mayoría estudiantes universitarios o ex-universitarios de las capas medias, pueden transformar por sí mismos a la sociedad -sin el concurso de la clase obrera y de los segmentos oprimidos de la sociedad. Esto es consistente con una identificación con un estalinismo radical.

Un último conflicto surgió hacia los dos últimos años de L&R. Chris Day, un miembro fundador e influyente (o sea, un “lider”), concluyó que era la hora de abandonar el anarquismo. Decía a la gente, de manera informal, que nosotros ya habíamos alcanzado los límites de las hordas anarquistas, y ya era hora de cambiar. Escribió un documento sobre El Fracaso Histórico del Anarquismo enfatizando las debilidades programáticas del anarquismo. Declaró que ninguna revolución podría triunfar sin un ejército regular y centralizado y sin un Estado revolucionario. Un grupo se formó en torno a él, compuesto de gente que nunca eligió entre el anarquismo o el marxismo autoritario. Pese a que descubrieron súbitamente el valor de la clase obrera internacional, su recién fundado marxismo no se correspondía con ninguna de sus variables libertarias o humanistas (autónomos, consejistas, CLR James, Erich Fromm, Hal Draper, etc.). Eran Maoístas -una de sus versiones más estalinistas y autoritarias.

Un pequeño número de nosotros comenzó a hacer frente, al principio escribiendo documentos de réplica. Éramos mayoritaria, pero no exclusivamente, antiguos miembros de RSL, y éramos casi todos mayores que la edad promedio de los miembros. Lo que resultaba más odioso y confuso, era que la mayoría de los miembros de L&R no reaccionaban a la disputa. Se mantenía fuera. Esta falta de reacción era alimentada por la maniobra de estos neo-maoístas de rara vez decir abiertamente que rechazaban el anarquismo. En lugar de esto, el grupo se iba por las ramas. Hacían sugerencias, luego negaciones, luego se manifestaban directamente, y luego retiraban sus argumentos. Si se quería ignorar el asunto, resultaba fácil gracias a ellos. El grupo que decíamos que había una crisis, éramos tratados como problemáticos.

Según nuestro punto de vista, el asunto era el rechazo del anarquismo, desde el Marxismo-leninismo-maoísmo. Fuímos acusados de ser dogmáticos, de no estar suficientemente activos, de ser problemáticos, de estar equivocados en otro orden de cosas, etc. Existe un mito en el movimiento anarquista hoy en día, de que L&R colapsó por debilidades sobre la liberación Afroamericana. Esto nunca fue una gran disputa dentro de la organización, pese a que quizás debió serlo. Este tema apareció en último minuto, cuando el principal seguidor de las políticas de Race Traitor se alineó con la facción maoísta. Pero nunca fue un asunto de lucha de facciones, como lo fue los anarquistas contra los maoístas.

Detrás de la lucha y posterior colapso de L&R había una más amplia tendencia histórica. Al tiempo que L&R se disolvía, nuestra sección mexicana también expiró. La red de Quebec (Canadá) que sacaban el periódico anarquista Demanarchie, también se separaba. Y el grupo británico Class War Federation (Federación Guerra de Clases) también se disolvía. Si bien había asuntos específicos para cada caso, tras todos se hallaba un largo letargo en el movimiento. La gente estaba desalentada. En nuestro caso, sin embargo, nos encontrábamos buscando una alternativa.

El marxismo estaba desacreditado luego de la caída de la Unión Soviética, y luego del giro oficial pro-mercado de los chinos. Pero aún conservaba el atractivo de su historia de revoluciones y de su vasta cantidad de elaboración teórica, a diferencia del anarquismo. Fue, y aún es, un polo de atracción real para muchos.

L&R tuvo un breve encuentro para disolverse formalmente. El grupo maoísta y a quienes atraía, formaron Fire by Night (Fuego en la Noche), por poco tiempo. Luego se disolverían en las filas leninistas. Nuestro grupo saca el boletín anarquista, The Utopian (El utopista)[4]. Otros han continuado involucrados en el movimiento anarquista de múltiples maneras. Luego de dos o tres años de la disolución de L&R, ha habido un gran repunte en el movimiento anarquista, pero no hay ninguna federación anarquista continental que tome parte en él.

LECCIONES DE L&R

Considerando mi experiencia en L&R (así como en mis experiencias previas), llego a las siguientes tres conclusiones:

1. Existe necesidad de un balance entre el activismo y la teoría. Un programa de activistas requiere ser basado en una teoría sobre el mundo, sobre las causas de la opresión, cuál es el significado de la liberación, qué sectores de la sociedad pueden vencer la opresión, y qué podemos hacer para ayudar en el movimiento hacia la liberación. De otra forma estamos sólo dando vueltas. Si los anarquistas no quieren ser sobrepasados (una vez más) por marxistas u otros grupos autoritarios, debemos saber que hacemos. No es que todos los miembros de la federación anarquista deban estar plenamente de acuerdo en todo, pero se necesita de un núcleo de miembros con una aproximación común. Esto no significa que no podamos hacer nada antes de tener una teoría plenamente madura. A diferencia de los marxistas, no tenemos un conjunto de libros sagrados que aprender. Pero así como participamos en las luchas, los anarquistas debemos trabajar simultáneamente la teoría. Deben existir grupos de estudio, un conjunto común de libros que estudiar, y una revista teórica vivaz.

2. Debe existir una orientación hacia la clase obrera. Esto no sólo por razones teóricas, sino además estratégicas. No existe ningún otro grupo oprimido que tenga tal capacidad potencial para terminar con el capitalismo -y para comenzar una nueva sociedad. Sólo los trabajadores -en cuanto trabajadores- pueden hacer esto. Ningún otro grupo es oprimido en el corazón mismo del proceso de producción o tiene el interés para sí de crear una sociedad sin clases. Esto lo vio el anarcosindicalismo. Los anarquistas deben seguir participando y defendiendo las luchas de las mujeres, de los homosexuales, de las naciones y razas oprimidas. Su opresión es tan real como aquella de los trabajadores. Sus movimientos son esenciales para la liberación. Pero así como estas cuestiones deben ser planteadas en la lucha de clases, la lucha de clases debe plantearse en ellas. Esto significa participar en los asuntos de nuestros lugares de trabajo. Debemos desarrollar una visión positiva y seria de los sindicatos, así como un número de tácticas para tratar con ellos.

3. Hay una necesidad de una organización democrática para los revolucionarios anarquistas -si no queremos ser (una vez más) organizados desde afuera por marxistas. No puede haber una estructura abstractamente preordenada para tal organización democrática, excepto el hecho de que sea democrática. Mucho va a depender de las circunstancias. El principio es que debe ser tan descentralizada y directamente democrática como sea posible, pero tan centralizada y coordinada como resulte necesario. Esto no es un partido, lo cual es una organización para la toma del poder (en elecciones, o por control revolucionario). Este es un instrumento para la participación en las luchas populares y para alentar al pueblo a tomar control de sí mismos. Una organización anarquista es parte del proceso de auto-organización del propio pueblo, no su opuesto. Pero como se dice en la Plataforma Organizativa para una Unión General de Anarquistas, necesita de un cierto personal elegido por la militancia. Debieran ser elegidos sobre la base de sus políticas, no por cuestiones personales o por su localidad. Creo que esencial que este cuerpo electo democráticamente, programático, tenga una supervisión sobre las publicaciones y otra literatura, así como hacer un cierto monto mínimo de coordinación y de respuesta a urgencias.

Todos estos puntos son controversiales entre los anarquistas. Pero ya he visto, muy frecuentemente, la victoria de autoritarios, estatalistas y marxistas, sobre las anarquistas y socialistas libertarios. Tenemos una oportunidad de cambiar esta amarga historia, si nos preparamos para ello.

Wayne Price
[1] Esto es llamado por los compañeros de Brasil (FAG) y de Uruguay (FAU) “anarquismo especifista”, por su énfasis en que los anarquistas tengan su organización específica, independiente de la participación en organizaciones sociales. Hay corrientes en el anarquismo que proclaman que las organizaciones populares bastan.

[2] Corriente de los EEUU, de orígenes medio hippies, que rechazan la tecnología y la vida urbana. Pese a su denominación, no tienen ningún vínculo con la tradición revolucionaria anarquista, a la cual desprecian.

[3] Black Liberation Army, Ejército de Liberación Negro.

[4] http://www.utopianmag.com

author by Chacalón - Anarkismopublication date Fri Apr 27, 2007 21:56author address author phone Report this post to the editors

Versión original en inglés:

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author by Anarkismo Editorial Grouppublication date Sun Apr 29, 2007 12:18author address author phone Report this post to the editors

Agradecemos a "anarcosindicalista" por la observación sobre el error. Este ya ha sido corregido.

 

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