user preferences

New Events

Mashriq / Arabia / Iraq

no event posted in the last week

38 años de Revolución en Irán no cambiaron el estatus político del pueblo kurdo

category mashriq / arabia / iraq | imperialismo / guerra | opinión / análisis author Friday February 10, 2017 09:07author by Alejandro Azadî - Kurdistán América Latinaauthor email alejandroazadi at gmail dot com Report this post to the editors

La Revolución Islámica encubrirá tras de sí una creciente represión contra las mujeres y los pueblos independentistas traicionados por la nueva república: principalmente los kurdos.
pjak.jpg

El 11 de febrero de 1979 las fuerzas del Ayatola Jomeini, mancomunadas con sectores de izquierda, islamistas e independentistas, derrocaron la monarquía de los Pahlaví. Ese mismo 11 de febrero, tras la muerte de cientos de manifestantes durante las revueltas que se habían extendido por más de un año, se instauró un consejo de transición que dio como resultado la actual República de Irán. 1979 fue un momento crucial para Irán y todo Oriente Medio, el cual transformaría las condiciones geopolíticas y estratégicas del país hacia la región, de la región con el mundo y también del mundo con Irán.

Al replegarse la dinastía de los Pahlaví, el vacío de poder fue ocupado por la teocracia de los Ayatola. La Revolución Islámica encubrirá tras de sí una creciente represión contra las mujeres y los pueblos independentistas traicionados por la nueva república: principalmente los kurdos. Bajo tutela de los juristas islámicos las mujeres fueron segregadas de los ámbitos públicos, se les obligó a usar burka y chador, la educación mixta fue prohibida, los divorcios son unilaterales (es decir, si el hombre lo desea), prosiguen los crímenes de honor, la moral islámica rige tanto la vida privada como pública, todo esto so pena de muerte. Similar suerte correrán los kurdos y las kurdas atrapados bajo la república. El régimen no les perdonará su intento independentista de instaurar la República del Mahabad (1941-1946), de insurreccionarse ante la nueva autoridad de Jomeini (1979) y pretender la autodeterminación de Rojhilat (Kurdistán iraní).

La guerra santa: un instrumento unificador

Si el vacío de poder fue ocupado por los ayatola al retirarse la dinastía, de la misma manera los kurdos se insurreccionaron contra las autoridades locales de los Pahlaví en la región de Rojhilat y ocuparon sus tierras ancestrales. Los “revolucionarios jomeinistas” trataron de apaciguar la rebelión con muerte y represión, fracasando en su intento. El Partido Democrático del Kurdistán Iraní (PDKI) recibió un apoyo irrestricto por parte de la población y las autoridades del nuevo gobierno se vieron obligadas a negociar. Las promesas de autodeterminación realizadas por los revolucionarios antes de “la toma” del poder serán incumplidas, Jomeini negó la posibilidad de autonomía para los kurdos y los acusó de separatistas. Entre tanto, en vistas de las crecientes tensiones, ambos actores en conflicto reorganizaron las fuerzas diezmadas: Jomeini realizó acuerdos con las fuerzas represivas pro-pahlavi y reunificó el mando militar, mientras que los revolucionarios del PDKI reorganizaron sus fuerzas tras las matanzas de los jomeinistas.

La confrontación era inminente. En vísperas del Newroz (año nuevo kurdo) los peshmergas kurdos atacaron los cuarteles de la policía a lo largo y ancho del Kurdistán iraní, en tanto las fuerzas represivas se replegaron. Luego de los festejos del Newroz se acuerda un alto el fuego y retoman las negociaciones. El alto fuego duró poco menos de un mes y en abril los batallones iraníes entraron en las poblaciones kurdas, las confrontaciones se agudizaron y la población fue masacrada. La artillería pesada intervino las poblaciones, la caballería ligera las casas. Todo el territorio de Rojhilat es ocupado por fuerzas invasoras y los miembros del PDKI luchan hasta la muerte, o serán hechos prisioneros y enjuiciados a la horca, o verán en el exilio su mejor salida. La insurrección fue aplastada y los colonialistas, envalentonados, depredaron a los/as revolucionarios/as kurdos/as.

Tras el pomposo despliegue militar, miles de bases iraníes se posaron a lo largo de Rojhilat. Los pueblos del Kurdistán iraní amanecieron interconectados por válvulas de control militar que vigilaban los movimientos poblacionales pueblo a pueblo. Una inmensa red represiva se extendió sobre territorio kurdo y aún hoy, año 2017, no se ha retirado. Quedo prohibida la profesión de las religiones ancestrales kurdas, prohibida la educación en lengua materna y aprobada la educación en farsi –idioma persa-, prohibidas las manifestaciones y el derecho a organización, prohibida la profesión abierta de la cultura kurda, impuesto el burka a la mujer, etc. El Estado iraní despliega su régimen de terror por un lado, mientras por otro promueve políticas de asimilacionismo islámico. Las mayorías populares kurdas siguen encontrando entre suníes y chiíes su refugio espiritual. Se ha declarado la guerra santa: o estas con Dios o contra Dios (o estás conmigo o contra mí) y el parámetro lo colocan juristas islámicos iraníes.

El despojo cultural: genocidio moderno

Tras el triunfo de la revolución islámica la insurrección kurda fue aplastada y las zonas liberadas de Rojhilat quedaron en manos persas. Miles de guerrilleros se vieron forzados al exilio, muchos de ellos encontraron la muerte en las largas marchas por las montañas hacia la frontera irano-iraquí. Desde entonces las montañas son refugio de las fuerzas revolucionarias y acantonadas en ellas persiste la lucha guerrillera y los intentos por la libre determinación del pueblo kurdo.

Durante los decenios posteriores, las fuerzas de Jomeini obligaron a la población a migrar sistemáticamente. Miles de personas fueron forzadas a abandonar sus casas, poblados y terruños, a fin de ser reubicados en nuevas zonas. El hábitat que les vio crecer, el cual modeló su propia cultura y sus vidas, les fue arrebatado con el fin de disponer las tierras para dueños persas. Sólo entre 1980 a 1990, aproximadamente 40.000 personas encontrarán la muerte en manos del régimen de Teherán. La guerra irano-iraquí golpeó duramente a la población kurda entre fronteras, la cual quedó diezmada considerablemente. Al despojo de sus tierras, presidio y asesinato, le siguió una férrea política de privación de derecho a asociación y expresión de religiones autóctonas.

Sin embargo, el decenio que va desde 1995 a 2005 abordó cierta apertura democrática para con los kurdos y diversas culturas étnicas bajo frontera iraní. El gobierno de Mohamed Jatamí (1997 – 2005) impulsó mesas de diálogo con los representantes kurdos, quienes llegaron a colocar bancadas en el parlamento. La lengua kurda fue permitida extra-oficialmente, las expresiones kurdas legalizadas y algunos partidos políticos se incorporaron al parlamentarismo de la república. Pero estas valerosas, aunque tibias, libertades pronto se verían contrariadas por el inmenso aparato de represión enquistado en el Estado. Las fuerzas militares habían sido educadas para aplastar a los kurdos y la maquinaria estatal es sostén de una única identidad: la iraní.

El año 2005 fue un punto de inflexión para los independentistas kurdos. El asesinato de un joven kurdo a manos de fuerzas represivas iraníes, a la vista del mundo entero, iniciará una serie de revueltas populares similares a las de 1999 cuando fue encarcelado Abdullah “Apo” Öcalan por el régimen turco. Estas revueltas se extendieron no sólo por todo Rojhilat sino en Teherán y en varias provincias donde hay mayorías étnicas opositoras al régimen. Desde el año 2005 al 2011, y al clamor de las revueltas populares, emergieron organizaciones radicales: socialistas libertarias, marxistas leninistas e independentistas. Las mismas forjaron nuevas estructuras guerrilleras ya no en el exilio, sino en el seno de los poblados populares. El Partido por la Vida Libre en Kurdistán (PJAK), como una escisión del Partido Democrático del Kurdistán Iraní (PDKI), restableció tácticas beligerantes contra el régimen invasor en pos de la autonomía, la autodeterminación y una vida confederada democrática al interior de Irán.


La respuesta: revolución permanente hasta la autodeterminación popular


La campaña de coacción contra la nación kurda se ha recrudecido. La represión política y cultural se agudiza a medida en que estas líneas son escritas. El régimen iraní ha aumentado el número de presos políticos con condenas de muerte. Los argumentos segregacionistas para condenar a un kurdo al martirio van desde “enemistad con Dios” (por no profesar la misma religión, o ser ateo, o disgustar a un guardia iraní) hasta la vestimenta (principalmente para las mujeres que no usan burka) o incluso la filiación kurda manifiesta. Desde mediados del 2014 hasta mediados del 2016, 12.000 kurdos han sido condenados a presidio, cifra que no contempla las miles de desapariciones y asesinatos extrajudiciales. En el 2016 una serie de activistas kurdos/as fueron acusados de actividades terroristas y sentenciados a la horca. Actualmente, miles esperan ser ejecutados por sus actividades en favor de la causa kurda. Estos datos no contemplan las diversas etnias oprimidas en el país.

La Unión de las Mujeres Libres del Kurdistán del Este (KJAR) ha hecho un llamamiento a la población kurda ante la agudización de las ejecuciones, detenciones y torturas contra la militancia y la población civil. Adoptando las tesis del Confederalismo Democrático esgrimidas por Abdullah Öcalan, la KJAR advirtió al régimen iraní que si no busca comparecer ante la historia e ignora las demandas de libertad de los pueblos kurdo y persa, entre otros, es provisorio el advenimiento de una situación similar a la de Irak, Siria y Turquía. La lucha revolucionaria ha recrudecido y con ella la confrontación por la instauración de un modelo democrático que respete las singularidades étnicas, políticas y religiosas, en busca de una nación democrática, multiétnica, multireligiosa y bajo un estado secular.

El Partido por la Vida Libre en Kurdistán cuenta actualmente con 3.000 guerrilleras y guerrilleros levantados en armas. Pese al cese al fuego del 2011 (a causa del comienzo de la Guerra Civil en Siria), y ante la situación de Oriente Medio, las esperanzas de cambios relevantes al interior de Irán no se pierden. Una gran alianza de fuerzas kurdas y unidad nacional de movimientos está gestándose en los frentes de batalla. La coyuntura actual apresta ser punta de lanza para una resolución concreta de la cuestión kurda. Pese a los espasmódicos choques entre las fuerzas regulares iraníes y los guerrilleros y guerrilleras de las PJAK, todavía se sigue apostando a una solución pacífica y democrática, que contemple la multiculturaldiad de la región.

Estamos ante un proceso revolucionario en todo el Kurdistán, las cuatro regiones (Rojhilat, Rojava, Bakur y Bashur) se enfrentan a diversas situaciones beligerantes de mayor o menor magnitud dependiendo del Estado ocupante (Irán, Siria, Turquía e Irak). Sólo un abordaje cabal de la cuestión kurda, la liberación de los presos y de las presas políticas, el reconocimiento de la paridad de derechos entre mujeres y hombres, la liberación de la mujer, el reconocimiento de la multiculturalidad que compone la región, la secularización de los Estados-nación, que no sería más que el aprestamiento a la conformación de una nación democrática, harán recobrar la paz en la región.

***

Entre tanto, Abdullah Öcalan vive el presidio en la metamorfosis llamada isla-prisión de Imrali. El líder de los pueblos libres del Kurdistán lleva 18 años evocando caricias y añorando abrazos, de los que sólo podrá gozar a través del sistema límbico. Los libros han forjado amistad con él, le prestan la razón y la sabiduría. La tortura a la que se le ha expuesto aislándolo de toda forma de vida, a excepción de los microorganismos que crecen entre las paredes que pretenden servir de bóveda, no quebró su espíritu. Apo es un poema escrito una y mil veces en la lucha del pueblo kurdo por su autodeterminación, y en la lucha de las mujeres y hombres de bien por un mundo más justo, pluralista y democrático. El socialismo libertario no se encadena sencillamente, crece en las mentes de las personas para hacerse sentido y lucha, para crearse a sí mismo en la historia de las sociedades y vestirles triunfantes el día que los pueblos decidan abrazarle.

Related Link: http://kurdistanamericalatina.org/
author by Alternativa Libertaria/FdCA - Ufficio Relazioni Internazionalipublication date Tue Feb 14, 2017 02:21author address author phone Report this post to the editors


38 anni di rivoluzione in Iran non hanno cambiato lo status politico del popolo curdo

La rivoluzione islamica nasconde una repressione crescente contro le donne e le popolazioni indipendentiste tradite dalla Nuova Repubblica: soprattutto i Curdi.

L'11 febbraio del 1979, le forze di Khomeini, insieme con settori della sinistra, islamisti e indipendentisti, rovesciavano la monarchia dei Pahlevi. Sempre l'11 febbraio, dopo la morte di centinaia di manifestanti durante le rivolte che si erano diffuse in più di un anno, venne istituito un Consiglio di transizione che ha portato all'attuale Repubblica dell'Iran. Il 1979 fu un momento cruciale per l'Iran e tutto il Medio Oriente, che avrebbe trasformato le condizioni geopolitiche e strategiche del paese nella regione, della regione con il mondo e anche del mondo con l'Iran.

Con la caduta della dinastia Pahlevi, il vuoto di potere è stato riempito dalla teocrazia degli Ayatollah. La rivoluzione islamica nasconde una repressione crescente contro le donne e le popolazioni indipendentiste tradite dalla Nuova Repubblica: soprattutto i Curdi. Sotto la tutela dei giuristi islamici le donne sono state segregate nelle aree pubbliche, sono state costrette a indossare burqa e chador, la coeducazione di maschi e femmine è stata vietata, i divorzi sono unilaterali (ad esempio, se è l'uomo che lo desidera), per continuare con i delitti d'onore , la morale islamica governa sia la vita privata che pubblica, il tutto sotto pena di morte. Simile destino attende i Curdi e le Curde intrappolati/e sotto questa Repubblica. Il regime non perdona loro il tentativo di aver perseguito l'indipendenza con la Repubblica di Mahabad (1941-1946), nè l'insurrezione curda contro la nuova autorità di Khomeini (1979), nè la rivendicazione dell'autodeterminazione del Rojhilat (Kurdistan iraniano).

La guerra santa: uno strumento unificante

Quando il vuoto di potere è stato riempito dagli ayatollah dopo la caduta della dinastia, i Curdi si sono rivoltati contro le autorità locali dei Pahlevi del Rojhilat e avevano occupato le loro terre ancestrali. I "rivoluzionari khomeinisti" hanno cercato di placare la rivolta con la morte e la repressione, fallendo nel loro tentativo. Il Partito Democratico del Kurdistan Iraniano (KDP) ha ricevuto il sostegno incondizionato da parte della popolazione e le autorità del nuovo governo sono state costrette a negoziare. Le promesse di autodeterminazione da parte dei rivoluzionari prima della "presa" del potere verranno disattese, Khomeini negò la possibilità di autonomia per i Curdi e li accusò di separatismo. Nel frattempo, in vista delle crescenti tensioni, entrambe le parti in conflitto riorganizzavano le forze decimate: Khomeini fece accordi con le forze repressive pro-Pahlevi e riunificò il comando militare, mentre i rivoluzionari del PDKI riorganizzarono le loro forze dopo i massacri subiti dai khomeinisti .

Lo scontro era imminente. Alla vigilia del Newroz (Capodanno curdo) i peshmerga curdi attaccarono il quartier generale della polizia in tutto il Kurdistan iraniano, mentre le forze repressive si ritiravano. Dopo le celebrazioni del Newroz ci fu un cessate-il-fuoco e ripresero i negoziati. Il cessate-il-fuoco durò meno di un mese e in aprile i battaglioni iraniani attaccarono le popolazioni curde, gli scontri furono durissimi e la popolazione fu massacrata. L'artiglieria pesante intervenne contro la popolazione, la cavalleria leggera attaccava le case. Tutto il territorio del Rojhilat venne occupato da forze di invasione e i membri del PDKI lottarono fino alla morte, o furono fatti prigionieri e impiccati o nel migliore dei casi scelsero l'esilio. L'insurrezione venne schiacciata e i colonialisti, incoraggiati, saccheggiarono tutti i beni dei rivoluzionari/e curd/e.

Dopo l'enorme dispiegamento militare, migliaia di basi iraniane vennero stabilite al confine con il Rojhilat. I popoli del Kurdistan iraniano si ritrovarono controllati da nuclei di guardia militare che vigilavano sui movimenti della popolazione di villaggio in villaggio. Una vasta rete di repressione si diffuse sul territorio curdo e ancora oggi, nel 2017, non è stata ritirata. Venne proibito il culto delle ancestrali religioni curde, venne vietata l'istruzione nella lingua madre e venne imposta l'istruzione in Farsi -la lingua persiana- le manifestazioni vennero vietate insieme al diritto di organizzarle, vietata l'aperta professione di cultura curda, imposto il burqa per le donne, ecc. Lo stato iraniano mostrava il suo regno del terrore, da un lato, mentre dall'altro promuoveva politiche di assimilazione islamica. La maggioranza dei popoli curdi trova ancora il proprio rifugio spirituale tra sunniti e sciiti. Ma venne dichiarata una guerra santa: o stai con Dio o contro di lui (o sei con me o contro di me) e a stabilire i parametri erano i giuristi islamici iraniani.

L'espropriazione culturale: un genocidio moderno

Dopo il trionfo della rivoluzione islamica la rivolta curda venne schiacciata e le aree liberate del Rojhilat rimasero in mani persiane. Migliaia di guerriglieri furono costretti all'esilio, molti di loro trovarono la morte nelle lunghe marce attraverso le montagne al confine tra Iran e Iraq. Da allora le montagne sono il rifugio per le forze rivoluzionarie, per la lotta guerrigliera e i tentativi di auto-determinazione del popolo curdo continuano.

Nel corso dei decenni successivi, le forze di Khomeini hanno costretto le persone a migrare in modo sistematico. Migliaia di persone sono state costrette a lasciare le loro case, i villaggi e il territorio, per essere trasferite in nuove aree. L'habitat che le ha viste crescere, che ha modellato la loro cultura e la loro vita, è stato occupato al fine di fornire la terra per i proprietari persiani. Tra il 1980 e il 1990 circa 40.000 persone troveranno la morte per mano del regime di Teheran. La guerra Iran-Iraq ha colpito duramente attraverso i confini della popolazione curda, che è stata decimata considerevolmente. All'espropriazione delle loro terre, alla detenzione e all'assassinio, è seguita una rigorosa politica di privazione del diritto di associazione e di espressione delle religioni autoctone.

Tuttavia, nel decennio 1995-2005 c'è stata qualche apertura democratica nei confronti dei Curdi e delle diverse culture etniche all'interno dei confini iraniani. Il governo di Mohammad Khatami (1997 - 2005) ha promosso tavoli di dialogo con i rappresentanti curdi, che sono stati chiamati a sedere in parlamento. La lingua curda è stata permessa ufficiosamente, le espressioni curde legalizzate e alcuni partiti politici sono entrati nel parlamento della Repubblica. Ma queste coraggiose, anche se timide, libertà verranno presto contrastate dal vasto apparato di repressione radicato nello stato. Le forze militari sono state istruite per schiacciare i Curdi e la macchina statale è per sostenere un'identità unica: l'Iran.

Il 2005 è stato un punto di svolta per i separatisti curdi. L'omicidio di un giovane curdo per mano delle forze repressive iraniane, visto in tutto il mondo, darà inizio ad una serie di rivolte popolari simili a quelle del 1999, quando fu imprigionato Abdullah "Apo" Ocalan dal regime turco. Queste rivolte si sono diffuse non solo in tutto il Rojhilat ma anche a Teheran e in diverse province in cui le maggioranze etniche si oppongono al regime. Dal 2005 al 2011, dopo il clamore delle rivolte popolari, sono nate delle organizzazioni radicali: i socialisti libertari, i marxisti-leninisti e gli indipendentisti. Hanno forgiato nuove strutture di guerriglia non più in esilio, ma all'interno delle città più importanti. Il Partito per la vita libera in Kurdistan (PJAK), un gruppo scissionista del Partito Democratico del Kurdistan Iraniano (KDP), ha ripreso le tattiche di lotta per l'autonomia contro il regime invasore, per ripristinare l'autodeterminazione e la vita democratica confederata all'interno dell'Iran.


La risposta: rivoluzione permanente fino alla autodeterminazione popolare


La campagna di repressione contro la nazione curda si è intensificata. La repressione politica e culturale peggiora sempre di più mentre vengono vergate queste righe. Il regime iraniano ha aumentato il numero dei prigionieri politici con condanna a morte. Gli argomenti segregazionisti per condannare un curdo al martirio vanno dalla "inimicizia contro Dio" (perchè non professa la stessa religione, o perchè è ateo, o per aver resistito ad una guardia iraniana) all'abbigliamento (soprattutto per le donne che non indossano il burqa) fino ad una manifesta affiliazione curda. Dalla metà del 2014 alla metà del 2016, 12.000 Curdi sono stati condannati al carcere, una cifra che non include le migliaia di sparizioni e uccisioni extragiudiziali. Nel 2016 un certo numero di attivisti curdi sono stati accusati di attività terroristiche e condannati all'impiccagione. Attualmente, a migliaia sono in attesa di esecuzione per le loro attività a favore della causa curda. Questi dati non includono i vari gruppi etnici oppressi del paese.

L'Unione delle donne libere del Kurdistan orientale (Kjar) ha lanciato un appello alla popolazione curda di fronte all'intensificarsi delle esecuzioni, degli arresti e delle torture contro i militanti e contro i civili. Adottando le tesi del Confederalismo democratico avanzate da Abdullah Ocalan, il Kjar ha avvertito il regime iraniano che se non vuole fare i conti con la storia e continua a ignorare le richieste di libertà dei popoli curdo e persiano, tra gli altri, è prevedibile l'avvento di una situazione simile a quella dell'Iraq, della Siria e della Turchia. La lotta rivoluzionaria si è intensificata e con essa il confronto per la creazione di un modello democratico che rispetti singolarità etniche, politiche e religiose, alla ricerca di una nazione democratica, multietnica, multireligiosa in uno stato laico.

Il Partito per la vita libera in Kurdistan ha attualmente 3.000 guerriglieri e guerrigliere in armi. Nonostante il cessate il fuoco del 2011 (a causa dell'inizio della guerra civile in Siria), e data la situazione in Medio Oriente, le speranze di cambiamenti significativi all'interno dell'Iran non sono ancora andati perduti. Una grande alleanza delle forze curde e l'unità nazionale del movimento sta fermentando nei fronti di battaglia. La situazione attuale porta alla preparazione di una risoluzione specifica della questione curda. Nonostante gli scontri spasmodici tra le forze regolari iraniane e i guerriglieri e guerrigliere del PJAK, ancora resta aperta una soluzione pacifica e democratica che contempli la multiculturalità nella regione.

Siamo di fronte ad un processo rivoluzionario in tutto il Kurdistan, le quattro regioni (Rojhilat, Rojava, Bakur e Bashur) devono affrontare varie situazioni di combattimenti di misura maggiore o minore a seconda dello stato occupante (Iran, Siria, Turchia e Iraq). Solo un approccio globale alla questione curda, il rilascio dei prigionieri e dei prigionieri politici, il riconoscimento della parità di diritti tra uomini e donne, la liberazione delle donne, il riconoscimento del multiculturalismo che compone la regione, la secolarizzazione degli stati-nazione, per apprestarsi alla formazione di una nazione democratica, faranno riacquistare la pace nella regione.

***

Nel frattempo, Abdullah Ocalan vive nell'isola-prigione di Imrali. Il leader dei popoli liberi del Kurdistan ha trascorso 18 anni evocando carezze ed abbracci, di cui può godere solo simbolicamente. I libri gli sono stati amici, dandogli senno e saggezza. La tortura a cui è costretto dall'isolamento da tutte le forme di vita, fatta eccezione per i microrganismi che crescono tra le pareti destinate a fargli da volta, non è riuscita a piegare il suo spirito. Apo è una poesia scritta mille volte nella lotta del popolo curdo per l'auto-determinazione, è la lotta delle donne e degli uomini di buona volontà per un mondo più giusto, pluralista e democratico. Il socialismo libertario cresce nelle menti delle persone che lottano per dare un senso alla loro vita, nella storia delle società fino alla giornata trionfale in cui il popolo deciderà di farlo proprio.

(traduzione a cura di Alternativa Libertaria/fdca - Ufficio Relazioni Internazionali)

Link esterno: http://kurdistanamericalatina.org/

 

This page has not been translated into Kurdî / کوردی yet.

This page can be viewed in
English Italiano Deutsch
© 2005-2024 Anarkismo.net. Unless otherwise stated by the author, all content is free for non-commercial reuse, reprint, and rebroadcast, on the net and elsewhere. Opinions are those of the contributors and are not necessarily endorsed by Anarkismo.net. [ Disclaimer | Privacy ]