La pintura se borra, la sangre no...
Ilse Trejo (RC)
Este 12 de diciembre, en Chilpancingo, Guerrero, recordamos el desalojo y el cobarde asesinato de Gabriel Echeverría de Jesus y de Jorge Alexis Herrera Pino, estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos en Ayotzinapa. Comenzó la marcha desde el monumento a Nicolás Bravo ,donde se reunieron padres de los 43 desaparecidos, junto con organizaciones sociales. Partieron desde el norte y avanzando por el centro de la capital hasta llegar al cruce de la Autopista Federal del Sol de la Carretera México-Acapulco, donde ocurrió el desalojo y la represión, detenciones y el asesinato de nuestro dos compañeros normalistas. "La pintura se borra, la sangre no".
Antes de llegar al paradero, el contingente hizo una parada en el Monumento a las Banderas en Avenida Lázaro Cárdenas, en donde se encuentra un símbolo en memoria de los 43 estudiantes desaparecidos, se llenaba la Avenida Insurgentes con manifestantes y pintas que hacen gritar a los muros. Al llegar al cruce de la carretera federal, mejor conocido como Parador del Marqués, los manifestantes realizaron un bloqueo al cual la Policía Federal se oponía, entre reclamos y consignas, brotó la tensión cuando se retó a los uniformados a retirarse. "siempre son ustedes lo que provocan la violencia y las tragedias", expresaba una estudiante con el rostro cubierto.
A 5 años, las calles siguen hablando, estallan y le dicen a todo el mundo... ¡NI PERDÓN NI OLVIDO!