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Biófilo Panclasta, la CUAR y la Paz.

category venezuela / colombia | historia del anarquismo | opinión / análisis author Friday October 28, 2016 06:59author by Rebeldía Contrainformativa - Rebeldía Contrainformativaauthor email luchalibertariarc at gmail dot comauthor address rebeldiacontrainfo.wordpress.com Report this post to the editors

Estamos en la semana en la que nació uno de los personajes históricos del movimiento libertario Colombiano. El 26 de octubre es el aniversario de Biófilo Panclasta, cuyo verdadero nombre es Vicente Rojas Lizcano. Vicente es uno de esos tantos libertarios que nacieron en la tierra colombiana, y que lucharon toda su vida por la transformación social, por una sociedad diferente. Eso lo llevó precisamente a viajar por más de 50 países alrededor del mundo, apoyando y solidarizándose con toda lucha con la que se encontraba, desde protestas obreras en Alemania, hasta protestas cafeteras en Brazil. En todo lado donde llegaba, trataba primero de comunicar, de formar y formarse para generar una consciencia crítica en las clases subalternas; y luego, como un hombre siempre abocado a la práctica, se lanzaba a la protesta, a la movilización, con el fin mismo de lograr las reivindicaciones.
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“La clase obrera no es débil porque esté dividida, sino que está dividida porque es débil”

– Anton Pannekoek

Estamos en la semana en la que nació uno de los personajes históricos del movimiento libertario Colombiano. El 26 de octubre es el aniversario de Biófilo Panclasta, cuyo verdadero nombre es Vicente Rojas Lizcano. Vicente es uno de esos tantos libertarios que nacieron en la tierra colombiana, y que lucharon toda su vida por la transformación social, por una sociedad diferente. Eso lo llevó precisamente a viajar por más de 50 países alrededor del mundo, apoyando y solidarizándose con toda lucha con la que se encontraba, desde protestas obreras en Alemania, hasta protestas cafeteras en Brazil. En todo lado donde llegaba, trataba primero de comunicar, de formar y formarse para generar una consciencia crítica en las clases subalternas; y luego, como un hombre siempre abocado a la práctica, se lanzaba a la protesta, a la movilización, con el fin mismo de lograr las reivindicaciones.

En la actual coyuntura de Colombia donde se habla de una construcción de paz con justicia social, de un proyecto de paz que sea verdaderamente capaz de absorber los polifónicos discursos que emergen en toda la nación hablando de la paz que esperan, no se puede olvidar que las transformaciones sociales que una sociedad necesita, no llegaran jamas por la voluntad de las clases dominantes. Esta se conquista en las calles, en las movilizaciones, en la construcción continua e ininterumpida del poder popular. El poder popular se consigue precisamente cuando se logra superar no solo la atomización neoliberalista, esa división que genera el capitalismo dentro de nosotros, sino también la ruptura dentro los diferentes proyectos de nueva sociedad que se proponen en el seno del pueblo. Cuando dejemos de pelearnos por conceptos y por términos, además de cosas irrelevantes que en el momento podemos dejar de lado y ver que el enemigo es el mismo, y que los intereses y reivindicaciones son las mismas, podremos lograr generar una fuerza social capaz de empezar a conseguir la paz que queremos en Colombia. El enemigo es el sistema capitalista, y las reivindicaciones son la vida digna: la tierra, el mejor salario, la salud, la educación integral, el alimento. ¿Cómo vamos a decir que no tenemos la misma reivindicación y el mismo enemigo como clases desposeídas?

Así pues, en la actualidad no podemos dejar de lado el CUAR (Centro de Unidad y Acción Revolucionaria). Una organización política que fundó en 1925 Biófilo Panclasta en Bogotá, con militantes de todas las vertientes ideológicas, cuyo único fin era generar una plataforma, un horizonte de lucha común, para lograr ser un bloque capaz de lograr un cambio. La frase que los caracterizaba era “¡Revolucionarios de todos las ideologías, únanse!”. La organización buscaba superar el histórico fenómeno de las luchas aisladas y que incluso en algunos casos, se pelean entre ellas, haciéndole más fácil el camino a las clases dominantes para aplastarnos y explotarnos. La paz es una reivindicación de todos, es un derecho. Es algo que nos pertenece y que debemos conquistar. Así que la actualidad no es sino una oportunidad, para que entendiendo las diferencias nos acerquemos, respetemos esas diferencias y luchemos de forma conjunta por un sociedad la cuál permita que esas diferentes concepciones de paz tanto locales, municipales como departamentales; tanto grupales como individuales, se puedan desarrollar, puedan emerger y puedan florecer. Así que el llamado es que si bien tenemos métodos y formas diferentes de concebir la transformación social, lo que sí tenemos en común es el mismo enemigo y el mismo objetivo, así que tratemos de hacer a un lado las diferencias, y fortalezcámonos como movimiento social.

1. Para aprender más sobre Biófilo Panclasta, se puede leer el muy completo texto del Colectivo Alas de Xue, llamado “Biófilo Panclasta, el eterno prisionero”, publicado en 1992.

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