Las movilizaciones del sector público, que tradicionalmente debe presionar para conseguir mejores ofertas de reajuste salarial para el año entrante, estuvieron marcadas por un silencioso pero importante hecho: por primera vez toda la llamada “Mesa del Sector Público” trabajó unida por el mismo pliego de peticiones, y la agenda de movilización ha sido también unitaria.
La demanda más visible comenzó con un 8% de reajuste nominal del salario para el año 2016; pero el pliego de demandas con que inició la negociación el pasado 6 de noviembre incluye también temas como terminar con el trabajo precario en el Estado (particularmente con los honorarios), estabilidad laboral, cuidado infantil, derechos maternales, y libertad sindical.
Ayer miércoles 25 de noviembre, la Mesa del Sector Público, que incluye a 15 ramas sindicales públicas y se coordina a través de la CUT, inició por votación de sus bases un paro de actividades, convocándose a una manifestación en la Plaza Los Héroes a las 11:00 horas, además de manifestaciones locales en los lugares de trabajo. Las negociaciones hasta ese momento estaban estancadas; el gobierno ofrecía un reajuste de un 4%, y la Mesa del Sector Público exigía un 5,5%.
El día de hoy se marchó masivamente a Valparaíso, aunque el Senado ya había aprobado la propuesta del Gobierno de un 4,1% de reajuste. Las y los trabajadores públicos esperaban que la Cámara de Diputados rechazara el proyecto, pero los políticos de la Nueva Mayoría votaron a favor del proyecto del Gobierno, traicionando como siempre a la clase trabajadora; en especial, los diputados del PC y PS dieron la espalda a sus correligionarios que conducen la Mesa del Sector Público. El resultado final del reajuste ni siquiera cubre el IPC del año.
El Gobierno y el Congreso claramente ajustaron el arca fiscal a costa de las y los trabajadores. La prensa al servicio de los poderosos, con su estrategia de “divide y reinarás”, descaradamente ha mentido sobre los sueldos que perciben las trabajadoras y trabajadores del sector público, afirmando falsamente que son mucho más altos que los del sector privado, cuando en realidad –dejando fuera a directivos y profesionales– más del 50% gana menos de $400.000.
Pero a pesar de todo, hay un pequeño pero significativo avance para la clase trabajadora enmarcada dentro de este sector, el cual no resulta tan visible a través de los medios: el incipiente esfuerzo de unidad del sector público, donde por vez primera se votó, convocó y realizó una movilización conjuntamente. Esta es nuestra principal ganancia, una pequeña muestra de que se puede trabajar en unidad, la que habrá que mantener y profundizar si se quiere avanzar sobre las muchas demandas pendientes y los temas laborales más estratégicos.