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Medios de comunicación y lucha de clases: El caso de lxs 13

category venezuela / colombia | represión / presos | opinión / análisis author Monday October 12, 2015 12:53author by Colectivo ContraInformativo Sub*Versión - Colectivo ContraInformativo Sub*Versiónauthor email ccsubversion at riseup dot net Report this post to the editors

Al graznido escuchado al borde
De la estrecha carretera
Cuando los rostros afilados de los hombres
Miran al cielo con ojos llenos de asombro,
La noticia propaga por ensalmo:
La señal de los cuervos
Anuncia la nueva hora del terror
Los cuerpos otra vez bajando por el río
La subienda de muertos a orillas
Del nuevo y rojo día
Alguien suelta sus pájaros oscuros
Desde las secretas cámaras del palacio.[1]
venceremos.jpg

Hace algunos años Noam Chomsky daba apertura a uno de sus escritos[2] señalando que el tipo de medios de comunicación de una sociedad determinada nos debe interrogar por el lugar en el que vivimos, y a su vez, por el lugar en el que quisiéramos vivir. Este discernimiento del autor Norteamericano cobra especial vigencia en la actualidad a luz de hechos tales como la parafernalia mediática desprendida alrededor de la captura de 13 activistas sociales acusados de manera inquisidora y tendenciosa de ser los responsables de la colocación de algunos artefactos explosivos[3] en la ciudad de Bogotá, Colombia. No obstante, a pesar de las irregularidades en el proceso[4][5] que salieron a flote conforme avanzaron las audiencias, lo cierto es que hasta el día de hoy tales elementos no se han tenido en cuenta a la hora de “informar” a esa ambigüedad que se suele llamar opinión pública por parte de los grandes medios de comunicación ni por los esbirros del periodismo sicarial que allí laboran.

Sin embargo, es importante reconocer que tal proceder no corresponde a las vicisitudes del azar, ni tampoco depende exclusivamente de los intereses particulares y maquiavélicos de personajes de dudosa reputación como lo son Luis Carlos Sarmiento Angulo[6], Felipe López Caballero[7], Ardila Lule[8], entre otros. En realidad, lo que tenemos en este caso es una clara manifestación de las contradicciones que se expresan en la aún vigente lucha de clases[9], en consecuencia, no son otras contradicciones que las que son inherentes al capitalismo y por tal motivo sería un error ceñir lo acontecido únicamente a la voluntad de una persona o grupo político.

En ese sentido, resulta fundamental no perder de vista el conflicto de intereses que se tejen alrededor de los medios de comunicación puesto que:

No existe, por tanto, la información por la información; se informa para orientar un determinado sentido. Que nadie sea llamado a engaño en una materia en la que tantos quieren aparecer (los comunicadores burgueses) como inocentes, apolíticos o neutrales. No hay tal inocencia, tal apoliticismo o tal neutralidad. Y es necesario recordarlo y tenerlo muy presente si se quiere utilizar los medios de masa para fines progresistas o revolucionarios.[10]

De tal forma, retomando a lo planteado por Chosmky[11] adquiere coherencia que históricamente los sectores dominantes – y valga decirlo minoritarios – han reproducido un imaginario en el que por distintas condiciones se ven así mismos como superiores frente al resto de la sociedad, condición que a la postre, les ha permitido el beneplácito discursivo para utilizar herramientas cualesquiera que sean para inclinar el consenso general a sus intereses particulares puesto que estos serían la representación material de ideales elevados, en otras palabras, la lógica de elite se ha erigido con el paso del tiempo como una lógica de clase bajo el supuesto de la existencia de una minoría inteligente que tendría la “noble” labor de guiar por el camino “correcto” a la numerosa gleba ignorante. Sin embargo, detrás de la demagogia escondida en este discurso con tufillo pseudo-altruista lo que en realidad se aprecia es el pretendido interés por mantener la organización vertical de la sociedad.

Lo anterior nos permite explicar la existencia de:

...medios dominantes y medios dominados en cada época, según su contenido se imponga a los demás o viceversa, en su lucha por la opinión pública, lo que no depende tan sólo de causas ideológicas, sino, básicamente de causas materiales y técnicas, determinantes en la supremacía de los medios masivos sobre otras formas de comunicación.[12]

Así pues, vale la pena virar la atención al carácter material enunciado en la cita anterior ya que en contraposición a las modas intelectuales, lo cierto es que la comunicación tiene su expresión tangible en los medios en los que se expresa -sin importar cuales sean-, y también, en su inserción en la producción económica, razón por la cual, no es descabellado señalar que los medios de comunicación masiva han logrado convertirse en una forma de producción concreta si se tiene en cuenta la complejidad de condiciones que implica (empresas, dinero, trabajo manual e intelectual, maquinaría, tecnología, etc).

Esta compleja trama de relaciones responde claramente a un paradigma de consumo[13] con respecto a los medios de comunicación como fue señalada hace algunas décadas por el Grupo Anarquista Tierra perteneciente a la F.A.I. Según ellxs, las funciones de los grandes medios podrían sintetizarse en cinco tareas fundamentales a saber: 1.vigilancia (supervisar lo lucrativo), 2.adjudicación de status(crear símbolos, asignar significados), 3.presionar para la aplicación de normas sociales(enjuiciamiento de la opinión), 4.transmisión de cultura (bajo el parámetro económico), 5.narcotizante (hacer de lo presentado algo superfluo). Concordante con ello:

En la actualidad, el panorama mediático nos muestra una maraña de empresas de comunicación al servicio de un mismo interés: el sistema de economía del mercado. Por eso, aunque podamos descubrir tendencias políticas en muchos medios de comunicación, mantenemos la tesis de que la verdadera ideología dominante en dichos medios se alinea con las bases sobre las que se asiente el capitalismo neoliberal.[14]

Es pues ante semejante brecha de posibilidades a partir de los medios de comunicación que las clases dominantes han optado juiciosamente por utilizarlos para promover idearios en los cuales los distintos sectores subalternos se sientan identificados pero operando siempre en beneficio casi exclusivo de sus verdugos. Visto desde esta panorámica, de lo que se trata es de la fabricación de consensos artificiales en una sociedad determinada, cuestión que, no puede ser otra cosa que un tangible proceso ligado a los recursos y el poder en el que el control mediático reside en la constante falsificación histórica distorsionando los hechos y maquillándoles según el interés dominante.

Por este motivo, cuando se produce el montaje de escala cinematográfica alrededor de la captura de lxs 13 activistas sociales, más allá de querer reprender a lxs supuestos artífices de los distintos atentados en la ciudad de Bogotá, lo que buscaron las clases dominantes fue enlodar la acción política de estas personas puesto que sus actividades a nivel barrial, estudiantil, laboral, etc, son contrarios en varios sentidos del modelo social vigente marcado por la injusticia y el oprobio. Crear falsxs enemigxs -especialmente si son luchadorxs sociales- es una de las tácticas que emplea la oligarquía para enfocar la atención en problemáticas artificiales, y de esta forma, desviar las miradas de los problemas estructurales íntimamente ligados a las condiciones objetivas que sostienen la brecha entre las minorías opulentas y las mayorías explotadas dejando de manifiesto que el meollo del asunto estriba en las tensiones inherentes a los antagonismos entre clases.

Consecuentemente, “cuando se trata de construir un monstruo fantásticos siempre se produce una ofensiva ideológica, seguida de campañas para aniquilarlo”[15]. En el caso de lxs 13, la seguidilla de informaciones matutinas en la gran mayoría de grandes medios de comunicación reforzaba el mensaje día tras día de identificar en ellxs un enemigo social a erradicar, no obstante, el carácter parcializado de dichos medios dejó siempre por fuera las constantes irregularidades presentadas en el proceso, y además, las hojas de vida de estas personas que les respalda como luchadorxs sociales. Es por esto que nunca vimos a RCN, Caracol, NT24, y demás oficinas del periodismo badulaque y cizañero acercándose a hacer sus pendencieros reportajes y emisiones de noticias evidenciando el activismo social de las personas injustamente señaladas en este caso, a manera de análoga, brillaron por su ausencia las entrevistas a conocidxs, amigxs, familiares y compañerxs de trabajo para que dieran su versión de lo que acontecido, y cuando lo hicieron, utilizaron el material de manera ruin para continuar despotricando de lxs imputadxs.

Habría que agregar que:

Detrás de la manipulación informativa no sólo se esconde la búsqueda de una tergiversación de la realidad , sino , sobre todo, la educación emocional de la ciudadanía ante los estímulos que recibe en forma de noticias. Despertar sentimientos emocionales negativos respecto a determinados estímulos mediáticos, es el objetivo prioritario. No importa tanto lo que el espectador pueda o no conocer, como el modo en que dicho espectador reaccione emocionalmente a la noticia en cuestión, al estímulo mediático que se presenta en forma de noticia. [16]


En síntesis, podemos afirmar que alrededor de los medios y de la comunicación en sí, lo que se tejen son tensiones puesto que su desarrollo no es otro que el de la lucha de clases. Esto es comprensible en el caso de lxs 13 si ubicamos lo sucedido en el marco de lo que vagamente ha sido llamado posconflicto -que de pos sólo tiene el rotulo- como una estrategia que busca desarticular todos los focos disidentes y de resistencia – sean armados o no- al interior de los movimientos sociales para que de esta forma lo que ha sido llamado la locomotora minera[17] por el presidente y portavoz de la oligarquía Juan Manuel Santos opere sin mayores contravenciones siendo fiel a los intereses de su clase sin importar las consecuencias que pueda acarrear a nivel económico, ambiental, político y social, perfilando al país en el ámbito del extractivismo en plena concordancia con el boom que se ha dado de un tiempo para acá en el continente en esta materia con el auspicio del imperialismo norteamericano,chino, entre otras potencias.

Así pues, lo que se avizora son tiempos de recrudecimiento en la represión para todos y todas aquellas que no se plieguen a las “nuevas” condiciones que se den a partir de la pantomima del posconflicto y la repartición de los cargos en el direccionamiento del orden social en Colombia. Será también, una oportunidad para que principalmente los sectores independientes se aboquen a construir escenarios de unidad ejerciendo la política de una forma distinta a las plataformas predominantes – sean de derecha o izquierda- yendo a la raíz de las problemáticas que se viven en el país. Este camino muy seguramente presentara dificultades de todo tipo, entre esas, los montajes judiciales a lxs luchadores sociales, cuestión que debe remitir a Taufic cuando señala que:

Los periodistas revolucionarios, en todo caso, no deben limitarse a reflejar más o menos pasivamente el mundo y sus luchas, sino deben participar en ellas sumando sus fuerzas intelectuales a la revolución, con la polémica, la sátira, la denuncia, la exaltación de los valores populares, el desenmascaramiento de los intereses reaccionarios, el hostigamiento a los enemigos, la colaboración con todas las causas progresistas en cualquier parte del mundo.[18]



[1] ROCA,Juan Manuel. Antología poética. Felix Burgos Editor. Colombia. (1983). P 105.
[2] Ver al respecto: CHOMSKY, Noam. El control de los medios de comunicación.
[3] Ver al respecto: Redacción diario ADN. http://diarioadn.co/bogota/mi-ciudad/atentados-en-bogot%C3%A1-capturan-a-responsables-1.162814
[4] Ver al respecto. Colombia Informa. http://www.colombiainforma.info/politica/derechos-humanos/2616-irregularidades-en-la-decision-de-medidas-de-aseguramiento-contra-los-13-detenidos
[5] Ver al respecto. Diario El Espectador. http://www.elespectador.com/noticias/judicial/juez-deja-libertad-13-personas-senaladas-de-participar-articulo-585544
[6] Ver al respecto: https://www.facebook.com/ccsubversion/photos/pb.1406816536263986.-2207520000.1441410954./1634853526793618/?type=3&theater
[7] Ver al respecto: https://www.facebook.com/ccsubversion/photos/pb.1406816536263986.-2207520000.1441410954./1629354777343493/?type=3&theater
[8] Ver al respecto: https://www.facebook.com/ccsubversion/photos/pb.1406816536263986.-2207520000.1441410954./1629027164042921/?type=3&theater
[9] Para profundizar sobre este tema recomendamos remitirse al texto “¿Qué es el anarquismo de lucha de clases? De Wayne Price. Disponible en: http://www.anarkismo.net/article/14417
[10] TAUFIC,Camilo. Periodismo y lucha de clases. Ediciones Akal, S.A. Madrid, España. (1986). P 25.
[11] Ver al respecto :CHOMSKY,Noam. Op cit
[12] TAUFIC,Camilo. Op cit, p 49.
[13] Ver al respecto: Grupo Anarquista Tierra. Los medios de comunicación de masas y la alternativa autogestionada. Disponible en: http://www.portaloaca.com/opinion/7087-los-medios-de-comunicacion-de-masas-y-la-alternativa-autogestionada.html
[14] PALACIOS,Alfonso. Medios de comunicación y manipulación. Disponible en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=174060
[15] CHOMSKY,Noam. Op cit , p 36.
[16] HONRUBIA,Pedro. Manipulación de las emociones y medios de comunicación. Disponible en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=120274
[17] Para mayor comprensión remitirse al actual PND (Plan Nacional de Desarrollo) colombiano.
[18] TAUFIC, op cit. P 222.

Related Link: https://ccsubversion.wordpress.com/2015/10/07/medios-de-comunicacion-y-lucha-de-clases-el-caso-de-lxs-13/
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