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El abrazo ideológico de Monedero con Aznar a raíz de la lucha independentista vasca

category internacional | la izquierda | opinión / análisis author Wednesday September 16, 2015 17:21author by José Antonio Gutiérrez D. Report this post to the editors

Lo de Monedero no es crítica: es la repetición ad nauseam de todos los lugares comunes y vulgaridades intelectuales de un Aznar respecto a la cuestión vasca y la sacrosanta “lucha contra el terrorismo”. Monedero, como buen españolista, ha interiorizado todo ese rosario y lo reproduce, paradójicamente, en defensa de un sector de la izquierda. Su artículo apela a los mismos elementos emotivos que ha agitado la derecha del PP durante décadas, y busca ingenuamente que ese sector de la opinión pública española se solidarice con el pueblo venezolano por ese dolor compartido por el “terrorismo” –el de ETA en un caso, el de las guarimbas en el otro.
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El abrazo ideológico de Monedero con Aznar a raíz de la lucha independentista vasca

Las opiniones del señor Juan Carlos Monedero, uno de los fundadores del partido español Podemos, cada vez se parecen más a las de la “casta” que tanto dice cuestionar; como en la “Granja de los Animales”, llegará el momento en que el cerdo no pueda distinguirse del hombre. Hace unos meses, Monedero –quien le hace honor a su apellido, a juzgar por las millonadas que cobra a sus “compañeros” por sus servicios como consultor- decía sin desparpajo que la inmamable, violenta, marginalizada, sucia, contaminada, deshumanizada y desigual Bogotá, era una “aldea gala” por la paz, ignorando todas las verdaderas “aldeas galas” que se han construido en medio del conflicto colombiano, desde el Catatumbo hasta el Putumayo [1]. Dio charlas y entrevistas en las cuales atacó a las posiciones revolucionarias, con un discurso de cuño contra-insurgente, amalgamando toscamente a los guerrilleros con los paramilitares. Pensé que tal vez no estaba bien enterado de la realidad colombiana y que, como buen intelectual a sueldo, repetía el discurso de quien le financió el viaje.

Pero ahora ha demostrado que lo que le falta a él es, en realidad, brújula política. En un exabrupto titulado “Nunca obedecieron leyes lo golpistas: Venezuela y Leopoldo López” (y reproducido en el portal Rebelion.org [2]), en apariencia escrito en defensa de la decisión de encarcelar a Leopoldo López en Venezuela, se dedica a atacar deshonestamente al movimiento independentista vasco y, de paso, a todos quienes defendemos posiciones revolucionarias. La lagartería del autor es indignante. Siempre he sostenido que la crítica es fundamental en la construcción de cualquier proceso emancipador. Es la crítica la que distingue a un movimiento revolucionario de una secta religiosa. Creo que, así como el gobierno venezolano no está y no puede estar exento de la crítica, tampoco ningún movimiento insurgente, sea el que sea, puede estar más allá de la crítica. No me cabe ninguna duda de que las decisiones de ETA durante su campaña militar no siempre fueron del todo acertadas, que cometieron muchos, muchísimos errores, tanto ellos como todo el sector progresista y revolucionario que los apoyó. Creo que quizás, muchos de esos errores pueden haber contribuido un granito de arena a aislarlos de otros sectores de la clase trabajadora en el Estado Español con los que compartían, objetivamente, más en común que lo que les separaba. Pero lo de Monedero no es crítica: es la repetición ad nauseam de todos los lugares comunes y vulgaridades intelectuales de un Aznar respecto a la cuestión vasca y la sacrosanta “lucha contra el terrorismo”. Monedero, como buen españolista, ha interiorizado todo ese rosario y lo reproduce, paradójicamente, en defensa de un sector de la izquierda. Su artículo apela a los mismos elementos emotivos que ha agitado la derecha del PP durante décadas, y busca ingenuamente que ese sector de la opinión pública española se solidarice con el pueblo venezolano por ese dolor compartido por el “terrorismo” –el de ETA en un caso, el de las guarimbas en el otro.

Equiparar a las hordas de Leopoldo López con los independentistas vascos es una grosería injustificable. Distorsionar las cosas hasta hacer la realidad irreconocible, diciendo que López llamó a la “kale borroka” es algo perverso. Esto es ignorar los orígenes, las causas estructurales, las fuerzas que sustentan ambos proyectos, así como sus objetivos y horizontes sociales. Para Monedero no existe la lucha de clases. Al igual que para la socialbacanería colombiana, el eje que realmente divide las opciones políticas es la adhesión o no a la legalidad (burguesa); su bandera de lucha es la defensa de esa legalidad, de esa sociedad capitalista, y no su transformación. Equiparar rebelión con terrorismo es una genuflexión ideológica a lo más retardatario del pensamiento neoconservador, un exabrupto propio de un Uribe, de un Aznar, de una Thatcher, de un Bush, no de alguien que se dice ser de “izquierdas”. Machacar el discurso anti-terrorista sin definir el terrorismo, es aceptar, tácitamente, las definiciones del establecimiento.

Pero el trasfondo del artículo va más allá: es una defensa de la sociedad burguesa y del capitalismo en general, y al capitalismo español en particular. ¿Así que no respetan leyes los golpistas? ¿Así que, aun cuando estemos ante un sistema ilegítimo, tenemos que respetar sus leyes? ¿Quién dijo que hay que aceptar de buenas esa camisa de fuerzas legal impuesta a los pobres y a la clase trabajadora por parte del bloque dominante? Una cosa es denunciar la hipocresía legalista de la derecha burguesa; otra muy diferente, terminar defendiendo al cretinismo leguleyo como la más alta expresión de una política de izquierdas. ¿Ignora acaso Monedero que esa España que él defiende mantiene su unidad gracias a una monarquía cleptocrática instalada por una dictadura nazi-fascista mediante el asesinato sistemático, la desaparición y el desplazamiento de millones de republicanos desde la década de los ’30? ¿Por qué los vascos, o de hecho cualquier otro ciudadano del Estado Español deberían aceptar la legitimidad de ese régimen? Denuncia Monedero la “inclemencia de los encapuchados” sin condenar la frialdad del Estado para torturar, asesinar y desaparecer a revolucionarios en masa –España, según él, sencillamente se equivocó. Pero en últimas, los verdaderos culpables son los “terroristas” vascos: es debido a su maldad intrínseca que el Estado Español perdió el rumbo de esas sacrosantas tradiciones humanistas inauguradas por el generalísimo. Las víctimas ahora son los militares, gendarmes y policías. Ahí se encuentra el pensamiento de Monedero (quien afirmó, sorprendentemente, que Podemos existe porque ETA “ya no mata” [3]) con esa socialbacanería colombiana, jarta y cansona, que dice que las FARC-EP son responsables de todos los males de Colombia: sin ellos, supuestamente, no habría habido paramilitares, ni falsos positivos, ni torturas, y cuando desaparezcan, desaparecerá la excusa del Estado para oprimir… ¡El pensamiento utópico de la burguesía en su expresión más cándida! Sin embargo, esta lógica no resiste el menor análisis [4].

Al final, el artículo de Monedero refleja lo que realmente representa el proyecto político de Podemos: la apropiación de la indignación de buena parte de la juventud y de los sectores más golpeados por la crisis económica europea, para canalizarla por los cauces institucionales de un sistema desacreditado, y así lavar la imagen del capitalismo y su Estado mediante reformas cosméticas. Estas opiniones se convierten en verdaderamente criminales en un contexto que, debido a la profundidad de la crisis sistémica, requiere de claridad ideológica y una radicalidad constructiva. Este exabrupto de Monedero, por lo menos, aclara que el compromiso fundamental de él y sus áulicos es con la defensa de la democracia burguesa, no con su transformación. Es preferible esta claridad a su apropiación de un lenguaje libertario, que en el fondo jamás han compartido, para cuentear sobre democracia participativa y sobre un “cambio” al cual casi nunca definen con claridad.

José Antonio Gutiérrez D.
15 de Septiembre, 2015


[1] http://www.comiendotierra.es/2015/06/06/bogota-una-alde...-paz/
[2] http://rebelion.org/noticia.php?id=203278
[3] http://www.comiendotierra.es/2015/06/06/bogota-una-alde...-paz/
[4] Para el caso colombiano, ya habíamos criticado esta tesis en un artículo conjunto previo http://anarkismo.net/article/28251

author by horaciopublication date Thu Sep 17, 2015 06:37author address author phone Report this post to the editors

es que a este tío el capitalismo lo ha tratado muy bien, por eso lo defiende. Bravo por ponerle las cosas claras a este que se cree todo un gurú.

author by Diarmuid - independientepublication date Tue Sep 22, 2015 02:20author email author address author phone Report this post to the editors

La moneda quizás va a cambiar su diseño pero va a valer lo mismo! Es interesante que los movimientos reformistas o aún revolucionarios fallan tantas veces cuando se enfrentan a la cuestión del derecho a la independencia de las naciones dentro del estado o, aún en las colonias. Ahi se han caído de su carrera revolucionaria tantos republicanxs, comunistas y aún anarquistas. O por lo menos, gente que se auto denominaban de esa manera.

Revolucionarios que tienen algo de formación ya habrán mirado a los líderes del Podemos y su discurso algo cínicamente pero quizás sin saber por cierto donde destaparían sus principios burguesas. A mi me sorprende nada que la evidencia mas fuerte contra ellos ha sido en su posición ante los movimientos para la independencia de las naciones Paises Catalans y Euskal Herria. La burguesía Española desea controlar toda "su" terreno y quiere rendir nada. Los políticos que van a servir a la burguesía tienen que comportarse de acuerdo con ese pensamiento, aún que lo disfrazen con palabras de "izquierda" como "la unidad de la clase obrera en el estado" o "estar en contra de todo nacionalismo", o lo expresan en discurso burgués como la de "obedecer la ley".

 
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