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Bitácora tropical de un viaje exprés al ártico

category escandinavia / dinamarca / islandia | miscellaneous | opinión / análisis author Thursday June 26, 2014 18:26author by Brenda Aguilar Report this post to the editors

Los políticos y las buenas conciencias no tardaron en poner a Islandia como un ejemplo para el mundo, pero tal vez tendríamos que revisar el ejemplo que nos imponen. Un ejemplo de la viabilidad del capitalismo mediante la administración pacífica de su crisis para así garantizar su rápida recuperación. Hoy día queda poco de la memoria del 2008, las inmobiliarias florecen cambiando el aspecto de Reikiavik, sustituyendo las hermosas casas antiguas por horribles complejos departamentales de lujo sobre los que el ciudadano común apuesta su futuro convirtiéndolo nuevamente en deuda.
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Bitácora tropical de un viaje exprés al ártico

Europa, esa pequeña península del inmenso continente asiático. Si se le ve en un mapa, sus dimensiones geográficas contrastan significativamente con su capacidad civilizatoria. Apenas continente, se ha beneficiado por las corrientes del mediterráneo y del Atlántico, convirtiéndose en un espacio privilegiado de intercambio humano, tanto así que aún cercada en el siglo VIII por el embate del Islam, se dinamiza con migración de los pueblos del norte, integrando la visión del mundo antiguo y del orden económico y social establecido por la cultura romana con la propia, y fortaleciendo una red comercial de escala global.

Situada en la placa continental que divide y une a Europa con el continente Americano, Islandia es un ejemplo revelador de este proceso histórico.

Convertida en un fuerte natural Europeo por su lejanía, ha resultado inaccesible en muchos aspectos a pesar de los medios a disposición, Islandia encarna en el imaginario europeo los ideales puros de su matriz civilizatoria germana. En oposición al mediterráneo y su legado romano, el norte es germano y fundamentalmente Atlántico. Islandia es una reserva que naturalmente favorece la conservación casi intacta de un legado ya no histórico, también biológico. Los islandeses se definen como europeos, no solo por herencia cultural, también racial. Este matiz genético, nos guste o no, es clave en la identidad europea y prefigura la constitución como unión económica del bloque continental. Recordemos que países como Irlanda tuvieron que modificar sus leyes de ciudadanía para formar parte del grupo privilegiado, otorgando el derecho a la ciudadanía a partir del linaje. En ningún otro lugar queda este concepto más claro como en Islandia con su tradición patronímica arcaica. [1]

A pesar de ser periferia del centro Europeo continental (o tal vez debido a eso) y de su virtual aislamiento, el país fue uno de los primeros en sufrir las consecuencias de la crisis financiera de la fase terminal del sistema mundo capitalista que inicio en el 2008. Sorprendentemente, a diferencia de los países mediterráneos, a Islandia se le otorga el privilegio de afrontar el problema dignamente, sin socializar la deuda y garantizando los depósitos de sus bancos. Aunque no podemos minimizar el rol de la sociedad civil islandesa, cabe subrayar que el origen de estas protestas era fundamentalmente proteger ahorros e inversiones para seguir garantizando el poder de compra y demás privilegios de un gran sector de la población. Este matiz moderado, parece haber garantizado la transición de manera pacífica, pero existe otro componente histórico que vale la pena señalar: resulta interesante que de la misma forma que la migración del siglo IX de los pueblos del norte dinamizó la economía europea sumida en una gran depresión debido a la pérdida del mediterráneo; el manejo racional de la crisis bancaria islandesa, en pleno siglo XXI, parece asegurar la circulación de los capitales europeos, sobre todo de las florecientes mafias de los países del este, poniéndolos a salvo de la debacle bancaria en el continente. [2]

Los políticos y las buenas conciencias no tardaron en poner a Islandia como un ejemplo para el mundo, pero tal vez tendríamos que revisar el ejemplo que nos imponen. Un ejemplo de la viabilidad del capitalismo mediante la administración pacífica de su crisis para así garantizar su rápida recuperación. Hoy día queda poco de la memoria del 2008, las inmobiliarias florecen cambiando el aspecto de Reikiavik, sustituyendo las hermosas casas antiguas por horribles complejos departamentales de lujo sobre los que el ciudadano común apuesta su futuro convirtiéndolo nuevamente en deuda. A pocos años de la crisis, vuelven a ocupar escaños en el gobierno los mismos partidos y políticos que la ocasionaron. Sin duda el país sigue la tendencia del resto de Europa, cuyo Parlamento está compuesto actualmente de 212 eurodiputados conservadores y 185 socialistas.

Como en el continente la derecha islandesa se posiciona favorablemente en gran parte porque a diferencia de la izquierda –muchas veces sectaria y tibia- aborda temas cruciales (como la continuidad de la Unión Europea o la posible anexión, en el caso de Islandia) aunque sin cuestionar sus fundamentos económicos, que han impuesto austeridad en los gastos sociales, y en cambio exacerbando los argumentos xenofóbicos y nacionalistas.

Temas que han servido muy bien a la derecha para regresar al gobierno islandés. Sin haber generado las condiciones históricas para separar el Estado y la Iglesia, Islandia, como el resto de Europa es Cristiana. Definida en oposición al Islam desde el siglo VIII, cuando Carlomagno detuvo el avance musulmán en los Pirineos, el cristianismo ha sido eje ideológico y molde de sus instituciones. Estas influencias históricas siguen asombrosamente vigentes aún hoy, el caso del falso debate sobre la libertad de culto que ha generado la solicitud de la población que practica el islam de construir una mezquita en Reikiavik resulta más que elocuente. Nadie o pocos cuestionan el papel del Estado islandés o se plantean la cuestión de la laicidad. En cambio el falso debate a veces toma un tono profundamente racista y provinciano. Expliquemos: la misma constitución estipula el derecho y la obligación del Estado a financiar las iglesias, a pesar de este derecho constitucional, se pide llevar a cabo un referéndum (violatoria de la misma ley), sumiendo a la población en un debate estéril sobre la construcción o no de un lugar de culto para la población musulmana –una cuestión de principio constitucional- y exhibe los atavismos de un país que a pesar de estar situado en dos placas continentales, parece empeñarse en permanecer aislado. [3]

En las fronteras: un lugar mágico.Todfrastadir.

Islandia no se puede entender más que a partir de sus paradojas. Entre vapores hirvientes y temperaturas gélidas y un paisaje tan bello como desolado. Intento rastrear huellas de ese pasado reciente que algunos llaman ejemplar. A pesar de que la ciudad y los inversionistas se empecinan en ofrecer como garantía de bienestar propiedades a precios exorbitantes, lo único que parece tener cierto sentido en un lugar como este es el trabajo de la tierra. El terreno es vasto, el agua abundante y la energía imperecedera.

Es incomprensible el empeño del gobierno por explotar la industria del aluminio aunque insista en hacerlo con energías amigables sin profundizar en el impacto que tendría en un ecosistema remoto y frágil. Frente a esto han surgido silenciosamente proyectos que aspiran a ser autosustentables difundiendo la agricultura consiente y responsable. Así llegue a Todfrastadir, una granja cerca de la ciudad de Selfoss, en el sur del país, que empezó a funcionar colectivamente desde septiembre del 2013. El reto que impone la agricultura en clima frio se compensa con el contexto favorable que ofrece el país. A pesar del clima y las limitaciones que puede imponer la temporada invernal, la tierra tiene la capacidad de hacer crecer una gran variedad de plantas y vegetales, como papas, zanahorias, coliflores, etc. Otros vegetales (tomates, pepinos, chiles y ajíes) pueden sembrarse en invernaderos gracias al potencial térmico natural que poseen en abundancia; además el clima ártico ofrece justamente ventajas inesperadas para la agricultura: la ausencia de insectos hace prácticamente innecesarios el uso de agroquímicos, y las largas horas de exposición a la luz solar en los días de verano las benefician el crecimiento de forraje de excelente calidad. La relativa pureza del ambiente se traduce en alimentos menos contaminados con químicos artificiales que puede sin duda ser aprovechado por quienes estén interesados en una agricultura responsable y desarrollar una propuesta alternativa de vida, que integre el paisaje, la naturaleza y la posibilidad de establecer relaciones sociales más igualitarias y armoniosas.

Pacífico y a escala humana, el país ofrece un contexto amigable para proyectos como Todfrastadir. Con todo y su geografía extrema más que limitar obliga a optimizar los recursos que se tienen a la mano, que sin duda son muchos. Proyectos que cuentan con un antecedente exitoso como Sólheimar, fundada en 1930 y que con los años se ha constituido en una aldea ecológica exitosa con más de un centenar de habitantes.

Muy lejos de las mafias especulativas, el campo islandés ofrece expectativas esperanzadoras. Tal vez si se aprende a vivir sin destruir el entorno, a convivir sin expoliación, tal vez haya todavía una oportunidad para la vida en este planeta.


[1] Para recordar el caso irlandés ver Citizenship referendum: Politicians played the race card and most workers were fooled, un breve texto de la WSM enhttp://struggle.ws/wsm/ws/2004/82/referendum.html
Cabe subrayar que los apellidos islandeses tienen la peculiaridad de formarse patronímica, y a veces matronímicamente, y reflejan el vinculo directo con el padre o la madre inmediatos y no el linaje histórico mas extenso; además los nombres que no hayan sido usado previamente en Islandia deben ser aprobados por un Comité (Mannanafnanefnd) antes de poder ser usados. El criterio para que sean aceptados es el poder incorporarlos fácilmente al islandés.

[2] Desde el testimonio de Alistair Darlin, canciller británico de economía al momento del colapso bancario islandés, sobre las donaciones millonarias de los bancos islandeses al Partido Conservador Británico, hasta los rumores que parecen confirmar el posible lavado de dinero de la mafia rusa en contubernio con Bjorgolfur Bjorgolfsson, mogul islandés cuya familia ha creado un verdadero imperio con intereses en la industria farmacéutica, telecomunicaciones, media, serivicios financieros, y su socio Magnus Thorsteinsson, (el hombre detrás de Excel Airways), parecen confirmar que el supuesto milagro islandés –aun después del manejo responsable de la crisis- responde más a monopolios dudosos que otra cosa.

[3] La libertad de culto esta garantizada en Islandia por el articulo 64 constitucional, sin embargo este mismo articulo establece que la iglesia nacional es la Luterana (þjóðkirkja). De este modo se colecta un impuesto religioso. Los que no pertenece al culto estan exemptos de este impuesto, sin embargo quienes están registrados sin pertenecer a ningún grupo religioso están obligados a pagar dicho impuesto. Por supuesto que el manejo discrecional de estos fondos también enrarece el debate sobre la construcción de lugares de cultos no católicos.

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