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2012 Recuento de un año que no logró la primavera por estar instalado en el eterno Invierno Tropical

category américa del norte / méxico | la izquierda | opinión / análisis author Friday February 08, 2013 04:14author by Brenda Aguilar Report this post to the editors

Para muchos el vaticinio maya del fin del mundo resultaba preferible al también anunciado regreso del PRI. Un apocalipsis por demás rebasado por los trágicos resultados de los dos sexenios presidenciales de la extrema derecha que dejan un saldo de más de 80 mil muertos, 25 mil desaparecidos, 250 mil desplazados y a 50 millones de seres humanos de los 123 que tienen el infortunio de habitar el país en la pobreza más indigna.
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En el 2012 llega a su fin el impecable montaje que conocimos como “transición democrática”. Una perversa farsa electoral instrumentada en las elecciones del 2000 que lejos de poner fin al legado del PRI aseguró su continuidad al neutralizar hábilmente el reclamo de la sociedad mexicana, dándole un “rayito de esperanza” (como se autodenominó el aspirante presidencial de la supuesta izquierda), sin pretender jamás arriesgar los intereses de la burguesía nacional ni las prerrogativas de la clase política. El triunfo de Vicente Fox fue posible gracias al irresponsable voto útil de la oposición a cambio de algunas gobernaturas –como la Ciudad de México- para también simular el funcionamiento de una democracia madura que eventualmente convalidara la victoria irrefutable del PRI; la torpeza del gobierno de “transición” y la traición a los compromisos adquiridos con los partidos de oposición agudizaron estrepitosamente la crisis institucional que apenas había sido contenida por el presidencialismo del viejo régimen. El grosero fraude que llevó a la presidencia a Felipe Calderón y a su patética estulticia al poder colocó al PRI como tercera fuerza política, resultado lógico de ésta descomposición. Su voto es indispensable para llevar a cabo las reformas estructurales del Estado Mexicano recomendadas por el FMI, principalmente abrir la participación de capital privado en la paraestatal petrolera PEMEX y flexibilizar el empleo, en otras palabras legalizar la expoliación y explotación que de facto se lleva a cabo de los recursos y trabajadores mexicanos a favor del gran capital transnacional dejándolos en la indefensión jurídica, propósitos que no se han logrado a pesar de haber sumido al país en un estado virtual de excepción. Seguramente el sólo pensar en la determinación de Enrique Peña Nieto por concretarlas ha ocasionado que 57% de la población en México manifieste algún síntoma de stress postraumático o sicosis social.

Una cosa es evidente, en el juego perverso de la democracia mexicana, ya sea con el PAN, con el PRI o con el PRD, siempre ganan los mismos. El 2012 termina con alrededor del 53% del territorio nacional en manos de mineras extranjeras, con más de 300 km2 concesionados ilegalmente por 25 años para la exploración petrolera a empresas privadas; una participación importante (del 30%) de capital privado en el sector eléctrico y gasero y un sistema bancario totalmente privatizado que como el resto reportó ganancias récord (por más de 15 mil millones de pesos en el último año). Estos éxitos incontestables de la política macroeconómica –como suelen llamar al sistema financiero global del actual sistema mundo capitalista-explican la mejora en la calidad de vida de los 11 nacionales poseedores de las insultantes fortunas listadas como las más grandes del planeta, sumando un total de 129 700 millones de pesos equivalente al 50% del ingreso anual de la mitad de los habitantes de un país que cuenta con 30 millones de afligidas almas sobreviviendo apenas en la más abyecta miseria. La implacable liberalización económica que implica la inevitable sustitución de las burguesías nacionales y sus Estados por capitales financieros supranacionales impuesta por la expansión misma del sistema mundo capitalista configura la agenda política de los administradores venidos a presidentes que desgobiernan el país desde 1982 a la fecha. Las consecuencias engrosan la lista de ignominias que componen la terrible historia del capitalismo en América: despojo de territorios ancestrales, devastación ecológica, aumentos constantes al precio de la gasolina y gas, tarifas de comunicación exorbitantes, intereses crediticios rapaces y un desempleo endémico -de más del 40 % de la población económicamente activa- que en el mejor de los casos puede aspirar a un empleo precario percibiendo un salario ínfimo, y en el peor a engrosar las cifras del subempleo, la migración o del crimen organizado.

Sin cambiar en lo más mínimo ésta agenda económica, el entramado político del antiguo régimen no sólo siguió intacto, fue pieza clave en la imposición de los espurios gobiernos del PAN: recordemos la impunidad cínica del asesino Ulises Ruiz a pesar del repudio del pueblo oaxaqueño a cambio del espaldarazo del PRI al fraude de Calderón; y cómo no mencionar a la dirigente vitalicia del sindicato de maestros? Repugnante mafiosa que por más de 23 años ininterrumpidos ha puesto el voto de su millón 400 mil agremiados al servicio tanto del PRI –artífice de tal engendro corporativo- como del PAN.

132 Llamaradas de petate.

Siempre que me hablan de ti,
es para hacerme llorar
siempre que me hablan de ti es para darme la queja,
que te ha ido muy mal.
Con lágrimas te advertí,
solo te van a engañar.
y hoy de fracaso en fracaso
mencionas mi nombre y eso me hace llorar.


Leña de Pirul. Banda Machos.

.
El 21 de mayo de 2012 el candidato del PRI entró a las instalaciones de una universidad de medio pelo. La responsabilidad criminal de Peña Nieto, entonces gobernador del Estado de México, en los hechos de Atenco fue el detonante del repudio del que fue objeto y que sin duda tomó por sorpresa no sólo a su equipo de campaña, también a todo el país. Las redes sociales difundían la huida poco digna del galán con pretensiones presidenciales y cómo fue obligado a refugiarse en un baño. Nadie esperaba que esto ocurriera en una universidad privada, caracterizada por una población estudiantil tradicionalmente conservadora si no es que apática. Resulta curioso el racismo rampante de la clase dominante mexicana que no atinaba a digerir ésta protesta. Los medios de comunicación matizaron su condena llamando a los jóvenes estudiantes, no “pseudo-estudiantes” como invariablemente se califica a los “vándalos” de la UNAM o a los indios retrogados de las normales rurales, que se niegan a aprender inglés y computación y que contra todo siguen librando una lucha heroica defendiendo un proyecto educativo público y social, teniendo como respuesta la violenta represión de más de 800 policías federales que dejaron un saldo de 176 estudiantes detenidos, numerosos lesionados y 13 vehículos incendiados en Octubre de ése año.

Beneficiados por los prejuicios de la sociedad mexicana, los 132 que iniciaron las protestas en la Universidad Iberoamericana presentaron un perfil “aceptable” para las buenas conciencias, usualmente temerosas de la “violencia” de los “ultras” y radicales, logrando una gran difusión en las redes sociales y el internet, literalmente articulando en un click un movimiento ciudadano tan amplio como contradictorio. La oposición, casi de sentido común, a Peña Nieto aglutinó a grupos y organizaciones variopintas: atenquistas, adherentes de la Otra Campaña, “radicales” del PRD y hasta conservadores; convocando sin duda a luchadores sociales honestos pero también a quienes intentaron aprovecharse de la inexperiencia de muchos de los participantes, sobre todo de las asambleas de las universidades privadas.

Justamente ésta amplitud fue la principal limitante del naciente 132: diferente de barrio a barrio, de escuela a escuela, de estado a estado, planteó una vez más un dilema urgente de resolver que caracteriza a los movimientos “ciudadanos” espontáneos. Movimientos populares carentes de un programa de lucha previo que permitan la coordinación entre grupos, individuos y colectivos. En el caso del 132 explica la incomprensible aceptación de la premisa falsa y facilona del mal menor: Sin duda instigados por los grupos cercanos al PRD -aglutinados en el Movimiento de Regeneración Nacional encabezado por su perpetuo candidato presidencial-sigilosamente promovieron el voto contra Peña Nieto como único recurso contra el PRI, como si no hubiesen sido suficientes las consecuencias nefastas de su voto útil, como si ignorásemos que con la democracia burguesa no se puede combatir el capitalismo. El resultado fue una participación masiva en las urnas, como no se había dado en décadas, convalidando un tramposo sistema electoral y legitimando, paradójicamente, la victoria del PRI.

De la narcohisteria al anarcolinchamiento.

Para nosotros, la violencia se origina en el sistema político y en el Estado.
Comunicado de la Cruz Negra Anarquista México. Diciembre 2012.

Calderón pudo gobernar imponiendo una política bélica contra el crimen organizado, mafias y carteles que en realidad funcionan como brazo armado del Estado, aterrorizando poblaciones enteras, secuestrando y asesinando impunemente activistas y luchadores sociales y desplazando comunidades enteras dejando como legado testimonios que asustarían al mismo Carl Panzram. Una violencia extraordinaria pero tan cotidiana que se vive en medio de la más incomprensible indiferencia.

En Ostula, en Cheran, en Guerrero, se impone la legítima necesidad de defenderse. Los yaquis, en el norte defienden su derecho al agua, los waxáricas se oponen a las mineras, los mazahuas defienden sus tierras comunales, los purépechas en michoacan organizan su autodefensa contra bandas de secuestradores y talamontes, los amuzgos en Oaxaca reclaman el derecho a la palabra, en el istmo defienden su territorio contra proyectos por generar energía eólica, en Guerrero se consolida un sistema de justicia comunitaria, en Chiapas defienden una autonomía ejemplar. Una geografía muy distinta de la que difunde el gobierno: un México insurrecto, un 2010 que sin darnos cuenta sucedió. 1

En el Distrito Federal, supuesto oasis de democracia, pocos son conscientes de que el PRI nunca dejó de gobernar a pesar del “triunfo” incontestable del PRD desde 1997 a la fecha en las elecciones locales. Pocos recuerdan la extracción priísta de Cárdenas, de Rosario Robles (ahora miembro del gabinete de Peña Nieto), de Lopez Obrador, de Marcelo Ebrard. Todos han sido fieles a su pasado reprimiendo sin miramientos toda disidencia con un discurso hipócrita de tolerancia benefactora. Para quienes vivieron el 99 en la UNAM era lección aprendida en la cárcel con la macana de la policía federal como guía de estudio. El 132 reprobó el examen de Historia y pagó la factura de su desmemoria.

Condicionados por su clase, los jóvenes del 132 no pudieron cuestionar cabalmente a un sistema político que les favoreció por generaciones. Su ingenuidad facilitó el boicot constante de los grupos cercanos al Movimiento de Regeneración Nacional, preocupados por evitar enfrentamientos con el gobierno local para no comprometer a su supuesta democracia, impidiendo el ejercicio de la autonomía necesaria para madurar como movimiento social. Pero ni toda la falsa mesura ni el pacifismo más vil lograron contener el descontento el 1 de diciembre de 2012, día nefasto de la toma de posesión de Enrique Peña Nieto. Tal vez el 132 hubiera llegado hasta donde se le permitiera y hubiese leído algún comunicado inocuo, tal vez el rencor etílico del ex presidente Calderón ocasionó el exabrupto de la Policía Federal . “Haiga sido como haiga sido”… los hechos logran externar éstas incongruencias, sobre todo en las asambleas de las universidades y escuelas públicas; “Los intereses partidistas de algunos de los miembros más influyentes del 132 , aunados al comprensible pacifismo de las asambleas de los colegios privados, se conjugaron para que todo lo que hiciera el movimiento, después del 2 de julio, fuera marchar, marchar y marchar, siempre cuidándose de no poner en problemas al sacrosanto gobierno de la Ciudad de México.” 2

El análisis tan necesario y la inevitable reivindicación autonómica curiosamente aproxima al 132, (aunque a destiempo), a los anarquistas mexicanos. Con un gobierno que desde el 2010, con Marcelo Ebrard al frente y Miguel Angel Mancera como su entonces Procurador de Justicia (actualmente flamante gobernador de la entidad), elaboró una campaña de criminalización contra grupos anarquistas para satisfacer el pueril deseo de venganza del entonces jefe de gobierno contra quienes se habían atrevido a exhibir el verdadero carácter represivo, corporativo y autoritario de su gobierno. Su comprensible obsesión por hacer de la ciudad una meca gay y su “valiente” defensa de la interrupción legal del aborto, se habían visto ensombrecidas por la denuncia de los anarquistas, principalmente de grupos anticarcelarios, sobre la reforma vergonzosa–digna de una dictadura bananera- del artículo 362 del Código Penal del Distrito Federal que equiparaba el “delito”de ataque a la paz pública a terrorismo condenando con más de 30 años de cárcel a quienes mediante la utilización de sustancias tóxicas, por incendio, por inundación o violencia cometieran actos contra las personas, los bienes públicos o privados o servicios públicos y perturbaran la paz pública. Una reforma que indudablemente criminalizaba la protesta social al no definir cabalmente los requisitos de la paz pública.

1 de diciembre, esa ambigüedad sella la alianza implícita del Gobierno capitalino con el gobierno federal resultando en una escisión del PRD y la inminente conversión del Movimiento de Regeneración Nacional en un patético partido político “verdaderamente de oposición”,que afortunadamente obliga al 132 a reivindicar una autonomía sumamente necesaria aunque tardía con respecto a los Partidos Políticos.

Si los eventos del 1 de diciembre no fuesen tan tristes los habitantes de la capital se hubiesen maravillado una vez más con la fabulosa imaginación de sus gobernantes. Amantes de la ficción, el terror, el surrealismo más sui géneris, y del humor negro e involuntario, se empecinaron en señalar que la protesta había sido una acción concertada por peligrosos grupos anarquistas. Afirmaban tener pruebas y se rumoraba la inminente aprehensión de sus maquiavélicos “líderes”. Aunque la trama tenía algunos elementos interesantes, los límites intelectuales inherentes a su condición de burócratas se impusieron. Erróneamente asumían que los anarquistas eran los chivos expiatorios ideales porque al carecer de una base social real, aislados y vulnerable, no lograrían dar una respuesta articulada al montaje estúpido del cual eran objeto. Sucumbieron otra vez a su infalible estupidez.

No se pudo adjudicar la autoría o participación de los anarquistas el 1 de diciembre a pesar de la detención arbitraria de 88 personas. 13 fueron inculpadas de los destrozos, entre ellos un bolero en situación de calle, una ama de casa que se atrevió a defender a un manifestante, y otros más que pasaban por ahí después de la compra ocasional de fin de semana y terminaron viviendo una pesadilla que ni Kafka hubiese podido concebir. No se pudo criminalizar a las figuras incómodas del 132 vinculándolas a los anarquistas, en cambió se comprobó la responsabilidad de Marcelo Ebrard en las acciones criminales de la policía en “su hemiciclo”. Víctima de su propia incoherencia, el mismo gobierno tuvo qué reformar, el 27 de diciembre del 2012, el artículo 132 para dar una salida más o menos digna al dilema que planteaban los presos políticos para el gobierno “democrático” de la ciudad. A pesar del clamor ciudadano la ley no se derogó, se redujo la sentencia máxima del delito de tal forma que se alcanzara a pagar una fianza, una fianza que en estos inesperados reveses de la tragicomedia mexicana, fue pagada por el mismo partido que los había encarcelado. La “Paz”una vez restaurada para la teleaudiencia, dejó a 13 personas sujetas a un juicio por el mismo gobierno que violó todos y cada uno de sus derechos. 3

Lo que sigue…

Como hace más de 500 años un asesino está en el poder y con él un sistema económico brutal. En el calendario maya se cierra un ciclo de 1444 días, casi 394 años. El tiempo cíclico de los mayas es una parábola sarcástica: un salto cuántico a un pasado infame o como hace 18 años, a un futuro posible; tan posible como el improbable pasado que se repite. Otra vez los zapatistas, ésta vez por miles, salieron a las calles, aquél día de 1994 un cleptómano perverso tomaba el poder, en 2012 un dipsómano imbécil era sustituido por un asesino y torturador. En México el fin del mundo sucedió hace muchos, muchos años.

Brenda Aguilar

Notas:

1. “Considerando … Que las políticas y acciones de los malos gobiernos Federal; Estatal y Municipal sólo han logrado el fortalecimiento del crimen organizado y la clara debilidad de un sistema económico, político y social que deja en la pobreza a la mayoría de los mexicanos en beneficio de un reducido número de empresarios explotadores; y de políticos que cambian de partido político según convenga a sus intereses particulares y que afecta al conjunto de la población trabajadora; la no asalariada ; los campesinos; los jóvenes ; las mujeres y los niños… “ sigue en http://caminatuspensamientos.blogspot.mx/2012/09/cni-co....html

2. Respuesta a Adolfo Gilly en relación a los eventos del 1 de diciembre la Asamblea del 132 de la FFYL señala: “En los últimos meses las expectativas revolucionarias se convirtieron en hartazgo e incluso en rabia. Porque las acciones que no beneficiaran directa o indirectamente a la Coalición Progresista eran rechazadas o marginadas, porque toda crítica a la izquierda institucional era considerada una afrente a la unidad del movimiento, porque todo lo que se acordaba iba a tono con las necesidades del GDF y porque las alianzas con otros sectores sociales siempre fueron meramente simbólicas o estuvieron condicionadas por los compromisos corporativos de cada quien. Los intereses partidistas de algunos de los miembros más influyentes del movimiento, aunados al comprensible pacifismo de las asambleas de los colegios privados, se conjugaron para que todo lo que hiciera el movimiento, después del 2 de julio, fuera marchar, marchar y marchar, siempre cuidándose de no poner en problemas al sacrosanto gobierno de la Ciudad de México.”
http://www.anarkismo.net/article/24575

3. Ebrard argumenta que los ataques a la paz pública contiene elementos objetivos, “subjetivos” y normativos del artículo 139 del Código Penal federal sobre terrorismo, por lo que se debe equiparar el delito a terrorismo. http://www.anarkismo.net/article/24428?search_text=cruz...negra

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