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El lucro y las mentiras de las AFP

category bolivia / peru / ecuador / chile | economía | opinión / análisis author Wednesday November 07, 2012 00:07author by Horacio Vergara Tello - Periódico Solidaridad Report this post to the editors

Las AFP son otra herencia más del capitalismo autoritario. Es a partir de 1981, mediante las armas y en un contexto de sumisión de la oposición obrera organizada, que se logró imponer la denominada “capitalización individual” por sobre el aporte tripartito que realizaba la y el trabajador, el patrón y el Estado.
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Durante 31 años las administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) han venido expropiando las contribuciones que hacemos los trabajadores para nuestra futura seguridad social y la han puesto al servicio de los grandes grupos económicos para que abulten aún más su capital. En este camino, que han tomado los más ricos, de “acumulación fácil y con dinero del esfuerzo ajeno”, los de abajo somos desfavorecidos una vez más, ya que desde 1995, debido la especulación a la que someten nuestros ahorros, sólo se han generado pérdidas. Ejemplo de ello son los 25 mil millones de dólares mermados entre abril y septiembre de 2011.

Las AFP son otra herencia más del capitalismo autoritario. Es a partir de 1981, mediante las armas y en un contexto de sumisión de la oposición obrera organizada, que se logró imponer la denominada “capitalización individual” por sobre el aporte tripartito que realizaba la y el trabajador, el patrón y el Estado.

La “capitalización individual” es un ahorro obligado, para quienes se encuentran bajo un régimen de contrato; todos los meses desvía el 10% de los ingresos a una cuenta individual que luego se invierte tanto en Chile como en el extranjero, esto dependiendo del Fondo en que se encuentre el dinero, desde el Fondo A, “muy riesgoso” hasta el Fondo E, “muy conservador” y, que por tanto, sólo es ocupado en “inversiones menos riesgosas”.

A partir de este año (2012), todas las personas que trabajan bajo el sistema de Boleta de Honorarios y, que por ende, no se desempeñan con un contrato laboral, se verán obligados a aportar en una AFP para su futura vejez. Esta nueva legalidad impuesta, obviamente tampoco nos favorece como clase obrera, e incluso atenta contra la propia legalidad burguesa, ya que hace efectivo el hecho de que todos los patrones puedan comprar trabajo sin un régimen de contrato, sometiéndonos a la precariedad laboral, lo que principalmente significa desprotección ante cualquier eventualidad de esta azarosa vida.

Por otro lado, existen datos confiables que hablan de que un tercio de las y los asalariados que cotizan en una AFP, viven el descuento mensual que hacen sus empleadores. Pero efectivamente aquel dinero no llega a las administradoras, por tanto, los patrones simplemente roban ese dinero. Estar alertas con esto y denunciarlo a su AFP, por ahora es tarea de cada persona, porque no existe un órgano, nacido desde el campo obrero organizado, que ampare este despojo.

Este “ahorro forzoso” que nos han impuesto los de arriba, no tiene como resultado un sistema de previsión. En Chile no existe seguridad social, ni mucho menos un sistema de pensiones. De hecho, el Estado es quien se hace cargo de la gran mayoría de las actuales pensiones (60%), por tanto, este sistema es un fracaso que ha sumido en la pobreza a la tercera edad. Incluso si buscáramos el lado positivo de este régimen, nos referimos a la supuesta rentabilidad mensual que nos deberían entregar al invertir nuestro dinero, nos encontramos con su fracaso, ya que sólo entregan “rentabilidad negativa”, que dicho en buen castellano y sin disfraz, es pérdida (Ver, Diario Financiero del 30 de mayo de 2012).

Insistimos, sólo se ha buscado favorecer a los grupos financieros y a individuos como Guillermo Arthur (presidente de la Asociación de AFP) y el resto de presidentes de AFPs. La contracara de esto, es que una mujer trabajadora debe ahorrar $120.000.000 y un trabajador $100.000.000, para lograr jubilar con una pensión mensual cercana a los $480.000. Pero con los actuales sueldos de hambre que recibimos las y los asalariados ¿Quién puede alcanzar ese nivel de ahorro? Incluso si pensamos en el futuro de quienes nunca han cotizado en una AFP, los cuales son una amplia cantidad de actuales personas jóvenes, la historia se torna aún más macabra. Recientemente en 2008, el gobierno de Bachelet reformó el sistema y se resolvió entregar una “Pensión Básica Solidaria” a quines nunca han cotizado y a quienes no les alcanza su aporte para una jubilación. Esta pensión actualmente consta de miserables $75.000.

El sistema de AFP, otro lucro disfrazado y avalado por la burguesía política

Luego de una agitada propaganda de desprestigio del antiguo sistema de reparto, solidario y universal, los ideólogos del actual modelo lograron hegemonizar en otra área social el tan conocido lucro. Esta campaña fue impulsada por los nenes de Chicago y sus amigos neoliberales nativos, como Hernán Büchi y José Piñera, hermano del innombrable. Sustentaba sus argumentos, principalmente, en que el modelo de seguridad social dejaba sujeto los ahorros previsionales a los gobiernos de turno, los que hacían uso de ellos con otros fines ajenos al tema. Más allá de la realidad o ficción de este hecho, el sistema clásico de seguridad social cumplía su rol y, además, de forma eficaz y eficiente.

El lucro del que hablamos, queda al descubierto al verificar que desde su implementación hasta la actualidad, las AFP y las compañías de seguros asociadas al tema (Cajas de Compensación, etc.) se han embolsado 1 de cada 3 pesos cotizados por sus afiliados, mientras que los otros 2 pesos son prestados a los empresarios que viven del trabajo ajeno o simplemente invertidos en calidad de acciones de capital, es decir, capital especulativo. Dos ejemplos conocidos de ello son Enersis y La Polar, los cuales a su vez son casos emblemáticos de pérdida de ahorros y, por ende, son una muestra concreta de la fragilidad en la que se encuentran atrapados los dineros que necesitamos para nuestra vejez.

Los oscuros cálculos que discriminan a la mujer y nos hacen recibir pensiones de hambre

La oscura historia de las AFP, es una abultada madeja que a veces se torna compleja de desenredar, principalmente al indagar en sus oscuras formulas para el cálculo de pensiones. Su misteriosa metodología se sustenta en el supuesto principio de que el fondo acumulado al momento de jubilar debe alcanzar para solventar la pensión a lo largo de lo que queda de vida. Sin embargo, estos cálculos se realizan con una serie de elementos que en definitiva son doblemente perversos, ya que por un lado, discriminan a las mujeres y por otro, en su gran mayoría equivalen a un tercio del salario que recibía el contribuyente.

La causa de discriminación a la mujer que realizan las AFP, se sustenta, según un informe de la propia Superintendencia de Pensiones del año 2010, “en que las mujeres tienen una mayor esperanza de vida que los hombres, por tanto, por la misma cantidad de dinero, se les debe pagar una pensión por más tiempo”. Esto, concretamente se traduce en que una mujer con igual años de contribución que un hombre, que no haya tenido lagunas en su aporte, ya sea por cesantía o por embarazo, sólo por su condición sexual, por el hecho de jubilar 5 años antes y por la posibilidad de vivir más tiempo que un varón, recibe un tercio menos en su pensión mensual.

Por otro lado, cuando se impuso el modelo previsional de AFP, se orquestó la gran mentira de que al término de la vida laboral, los pensionados obtendrían, en promedio, entre un 75% a un 85% de la remuneración que recibían en su vida activa. No obstante, según datos del Instituto de Normalización Previsional (INP), una trabajadora o trabajador que obtiene un salario de $200.000 mensuales y cotiza mensualmente en una AFP, recibirá a su vejez una pensión de $76.000 al mes, mientras que una persona que se mantuvo en el antiguo sistema (INP), recibirá $170.000, la comparación está hecha, te invitamos a sacar tu propia conclusión.

La Seguridad Social es concebida en todo el mundo como un derecho esencial de las personas, que a fin de cuentas quiéranlo o no, han dado su fuerza de trabajo en beneficio del capital. En todo el mundo es concebido como un sistema cuyo fin principal es entregar protección en caso de enfermedad, desempleo, invalidez, vejez o muerte a los habitantes de un país que han aportado al crecimiento de aquel territorio y sobre todo a la acumulación de capital privado. Sin embargo, Chile es el único país en el mundo en que existe un sistema en que ni el Estado, ni los patrones aportan a este derecho esencial. El régimen de AFP, sólo existe en esta angosta franja de tierra, donde la lógica del absurdo se ha hecho regla, ya que hay que pagar para todo y muchos creen que esto es justo, cambiar esta lógica mercantil que prevalece en la conciencia de gran parte de nuestro pueblo es una de nuestras grandes tareas. Terminar con el actual sistema de AFP y reconstituir un modelo de reparto universal, solidario, donde exista un aporte justo desde los tres sectores involucrados (trabajador, Estado y patrón) y controlado por las propias agrupaciones de trabajadores, es un horizonte concreto y viable que debemos impulsar. Además, discutir y profundizar cuál es el rol del Estado en esta materia, es una urgente tarea que debemos encarar como campo libertario organizado.

Horacio Vergara Tello


Publicado en el nº13 del periódico comunista libertario "Solidaridad"

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