user preferences

Venezuela: Por una sociedad libertaria y emancipada, ¡el fascismo no pasará!

category venezuela / colombia | movimiento anarquista | portada author Tuesday October 02, 2012 00:57author by Federación Anarquista Revolucionaria de Venezuela - FARV Report this post to the editors

1er Comunicado de la FARV ante las elecciones presidenciales del 7 de octubre de 2012

featured image
Federación Anarquista Revolucionaria de Venezuela

Comunicado ante las elecciones presidenciales del 7 de octubre de 2012



La Federación Anarquista Revolucionaria de Venezuela, conformada por grupos e individualidades comunistas libertarias de las ciudades de Caracas, Valencia, Maracay y Barquisimeto, damos a conocer el siguiente comunicado

[Italiano] [English]

Negras tormentas agitan los aires. El capitalismo y los poderes económicos internacionales pretenden retomar los espacios que van perdiendo en Nuestra-América, pretenden encadenarnos nuevamente, pretenden hacer de la historia local del norte-occidente, diseño global para los pueblos del mundo. Estamos conscientes que la coyuntura del 7 de octubre no se trata de un mero conflicto inter-burgués, sino de un escenario de lucha de clases y de enfrentamiento anticolonial.

Como anarquistas, reconocemos las condiciones de posibilidad que se han venido generando a partir de la tensionada articulación Estado/Comunidades Organizadas, traducida en innegables conquistas en relación a los derechos sociales y populares que el actual proceso bolivariano ha provocado en el seno del pueblo de Venezuela. Sería necio y poco realista afirmar que no se ha avanzado en la satisfacción de las necesidades sociales y políticas de la población históricamente excluida en este país, producto de las luchas de lxs hijxs del pueblo venezolano. Sin embargo, reconocemos también las limitaciones de dicha articulación que, más allá de los múltiples errores y fallas –propios de la naturaleza jerárquica, burguesa y reaccionaria de cualquier Estado- tiende a represar la potencialidad del pueblo venezolano en la construcción de una sociedad donde se erradique la hegemonía capitalista y predomine la organización económica, política y social desde un verdadero poder popular socialista, colectivo y asambleario de democracia directa. Como anarquistas sabemos que ese proceso de profundización se constituye como una tarea colectiva y común al pueblo venezolano y que, por lo tanto, no debe abandonarse a las condiciones de posibilidad que hoy plantea la articulación táctica con el Estado Bolivariano.

Ningún Estado es revolucionario: las revoluciones las hacen los pueblos. Por lo tanto, ante las elecciones presidenciales del venidero 7 de octubre, mantenemos la firme posición de no dejar que la derecha fascista burguesa puntofijista y entreguista vuelva a tomar las riendas del gobierno nacional, y enfatizamos nuestro compromiso de lucha por la profundización de la Revolución.

Sabemos que históricamente lxs anarquistas de todo tipo han estado en contra de las elecciones burguesas y toda la parafernalia del show electoral, como anarquistas no validamos ese circo. Los Estados no hacen revoluciones, pero si pueden destruirlas. Por lo tanto no es de extrañar que, ante ciertas coyunturas bien particulares y concretas, han existido ejemplos en el mundo de participación política electoral por parte de sectores ácratas, verbigracia las elecciones españolas de 1936 donde el pueblo proletario español, muchxs de ellxs anarquistas tanto de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) como de la Federación Anarquista Ibérica (FAI), dieron su apoyo al Frente Popular contra las agrupaciones y partidos de derecha ibéricos que rápidamente ejecutaron el golpe de estado en julio de ese mismo año.

Ese mismo pueblo que acudía a las urnas electorales fue el que, meses después, hizo posible uno de los momentos más gloriosos del proletariado mundial, llevando a la realidad el Comunismo Libertario y la Anarquía. Igualmente, el Partido por la Victoria del Pueblo en Uruguay se fundó con influencias libertarias provenientes de la Federación Anarquista Uruguaya, cuyxs integrantes fueron grandes luchadorxs que combatieron las dictaduras sureñas de décadas pasadas, entre otros.

Las coyunturas y las particularidades de cada lucha no son un asunto nuevo. En una reunión celebrada en Biel (Suiza), en el cincuentenario del Congreso de Saint-Imier, Bertoni y Malatesta se planteaban la interrogante de cuál debería ser la actuación de los anarquistas ante posibles revoluciones sociales que no fuesen de cuño libertario.

No se trataba de descubrir una revolución como la queremos nosotros, una revolución anarquista como sería posible si todos, o por lo menos la gran mayoría de los habitantes de un determinado territorio fuesen anarquistas. Se trataba buscar lo mejor que se podía hacer en favor de la causa anarquista en una revolución social que pueda producirse en la realidad presente.” (1)

Sin embargo, ese ejercicio de imaginación en favor del anarquismo, de plantearse ante la situación del estallido de una posible revolución, encontró sus adversarios en el campo libertario:

Los compañeros aporten sus luces a la cuestión y el amigo y compañero Colomer no se escandalice ni se indigne. Si éstas para él son cuestiones nuevas, no es de anarquistas espantarse tanto de lo nuevo.” (2)

Esa, que era una situación hipotética para Malatesta es una realidad que nos ha tocado enfrentar a lxs anarquistas revolucionarixs venezolanxs.

Todo lo anterior nos permite expresar que las circunstancias históricas no pueden ser obviadas al momento de evaluar la participación en los espacios de construcción socialistas y revolucionarios. La acción y la teoría no pueden ir divorciadas de la realidad, del contexto político histórico donde le tocan desplegarse. Estamos firmes en la convicción de que la posibilidad de un genuino cambio revolucionario radical, es decir de raíces profundas, se encuentra vivo en los poderes creadores del pueblo, en esas comunidades en lucha que han enrumbado al país por la senda de la transformación social y que apoyan al compañero Hugo Rafael Chávez Frías. Estamos convencidos, pues la experiencia nos lo ha señalado, de que allí, en las bases populares, es donde radica el germen de una nueva sociedad comunal.

En los actuales momentos ya existen muchos ejemplos de espacios que, aún sin definirse como anarquistas, sin lugar a dudas exhiben en su cotidianidad prácticas libertarias: comunidades que poseen cierto grado de producción social, de autogobierno y auto seguridad (Colectivos del 23 de Enero, Colectivo Alexis Vive, Colectivo Montaraz, entre otros); radios comunitarias que no se pliegan a dictámenes contrarios a la causa popular y que se autodefinen como libertarias (Radios comunitarias de la zona norte de Barquisimeto, Waraira Repano, Toromaima Rebelde, Radio Comunitaria Sanareña, portales como La Guarura y similares). El Movimiento de los “Sin Techo”, las “Comunidades al Mando”, el “Proyecto Nuestra América”, Frente Campesino Ezequiel Zamora y muchísimos otros colectivos y organizaciones del Movimiento Popular que, si bien son los protagonistas, constructores e impulsores del proceso bolivariano, son profundamente críticos con respecto al mismo.

Es por ello que, frente a la visión de los sectores neoliberales de la derecha venezolana y su deseo de implantar políticas económicas que reduzcan el Estado a su mínima expresión (tal y como sucede en la actualidad en Europa, África y otros países de nuestramérica), les decimos que no sientan simpatía al observar y escuchar nuestro posicionamiento. Nuestra lucha es por el comunismo libertario y por ello, no estamos dispuestos a retroceder a un “estado de cosas” donde: seremos perseguidxs ocupantes y luchadorxs sociales, donde serán cerrados medios alternativos, serán devueltas a latifundistas y empresarios tierras y empresas ahora de propiedad comunal, donde habrán violaciones sistemáticas a los derechos humanos; donde desaparecerán instrumentos jurídicos que pueden ayudar a la causa popular, la futura construcción de espacios comunales verdaderamente horizontales y asamblearios, la concreción de consejos de obrerxs, campesinxs, estudiantiles; donde las misiones sociales, que por ahora son necesarias, para ayudar a las clases más desposeídas sean erradicadas; a involucionar a un pasado que, no tan agazapado, espera dar su zarpazo fascista.

La historia nos ha dado ya muchos ejemplos:

Desde su puesto de guardia en La Protesta, Santillán comprendió mejor que ninguno de los hombres de la izquierda argentina, la dirección y el sentido de la conspiración anti-irigoyenista, que no era en realidad sino un intento de destruir el movimiento obrero, de detener la revolución social (que presuntamente se avecinaba) y de establecer las bases de un Estado corporativista (con apoyo de las fuerzas armadas, de los terratenientes y del clero). Cuando se produjo el golpe del 6 de septiembre, hizo desde las páginas del diario un llamado a la huelga general. La FORA lo desoyó: atenidos a un punto de vista aparentemente muy ortodoxo y lógico, sus militantes se negaron a inmiscuirse en las luchas de los partidos políticos burgueses, como si se hubiera tratado de una mera disputa entre conservadores y radicales o entre antipersonalistas y personalistas. Más aún, atenidos a un doctrinarismo inflexible, proclamaron: para un anarquista y para un proletario lo mismo da el populismo de Irigoyen que el fascismo de Uriburu. Tal error de perspectiva costó a la FORA muchas muertes y muchos exilios y hasta puede decirse que le costó la vida a ella misma. Clausurada La Protesta y puesta fuera de la ley la organización obrera…” (3)

Estamos tanto en contra de esas posiciones de supuesta “izquierda” que pretenden hacer creer que “esto es más de lo mismo” como de los arribistas y acomodaticios que aseguran que “esta es una verdadera revolución”.

Y mucho más de ciertas “personalidades” que refugiándose en los ideales del anarquismo (y ciertas posturas del trotskismo) buscan encubrir su lugar de enunciación burgués y junto con ello, invisibilizar las luchas y procesos por el cambio que, desde las comunidades populares y movimientos contra-hegemónicos, se han venido desarrollando durante los últimas tres décadas. A estos anarquistas devenidos en mercachifles, comerciantes y turistas de la idea, les decimos también, que el fascismo no pasará.

La FARV reitera no apoyar ningún gobierno o ningún Estado, sino al pueblo en sus luchas emancipatorias y a la Revolución Social.

Nuestra postura es la siguiente: defender las conquistas populares que hemos logrado y tanta sangre nos han costado; combatir por todos los medios posibles la vuelta al poder de la derecha oligarca fascista histórica de Venezuela y pelear junto al pueblo, las organizaciones, movimientos y colectivos políticos y sociales afines a nuestra lucha, para la profundización autónoma y popular de la Revolución Bolivariana, contra la “derecha roja” y contra las fallas y errores provocados por la aún presente estructura económica jurídica capitalista burguesa, que todavía no logra ser desmontada y que si no llega a hacerse, correríamos el riesgo inminente de ser otro ejemplo fallido de revolución socialista, democrática y participativa en el mundo.

El cielo encapotado anuncia tempestad. Hacemos el llamado lxs trabajadorxs venezolanxs, a lxs campesinxs, a todxs lxs explotadxs y excluidxs de Venezuela a acudir a la batalla del 7 – O, a cerrarle las puertas al fascismo, bien sea en las urnas electorales o en la calle.

El fascismo no pasará. La invitación es a que se escoja la opción que exprese la visión de las organizaciones, movimientos y colectivos revolucionarios y socialistas afines a nuestra causa y a favor de la continuidad del Proceso Bolivariano. La invitación es a estar alertas ante cualquier agenda de violencia por parte de la derecha, a defender nuestra determinación de ser libres. Pero, sobre todo, a construir desde la base hacia la izquierda, desde la cotidianidad y el día a día, desde lo pequeño y lo común, desde la calle, el barrio, los caseríos y los montes, espacios libertarios que ayuden a la consecución de la Revolución Social.

Fuera del sistema Mazziniano que es el sistema de la república en forma de un Estado, no hay ningún otro sistema sino el de la república como una comuna, la república como una federación, una república genuinamente socialista y popular -el sistema del Anarquismo” M. Bakunin. (4)

¡POR UN PROCESO BOLIVARIANO Y POPULAR!
¡POR UN SOCIALISMO ZAMORANO Y LIBERTARIO HACIA LA REPÚBLICA COMUNAL!
¡POR EL COMUNISMO LIBERTARIO!


Federación Anarquista Revolucionaria de Venezuela - FARV



(1) Escritos. Errico Malatesta. Fundación Anselmo Lorenzo. Madrid 2002. Pág. 56
(2) Ibíd. Pág. 59
(3) El Anarquismo en América Latina. Carlos M. Rama y Ángel J. Cappelletti. Biblioteca Ayacucho. Caracas 1990. Pág. LVII
(4) Socialismo Sin Estado. Bakunin. http://www.marxists.org/espanol/bakunin/socsinestado.htm

Related Link: http://farvespecifistas.blogspot.it/
author by Larry Gambone - IWWpublication date Sun Sep 23, 2012 08:09author email redlionpress at hotmail dot comauthor address author phone Report this post to the editors

I am very pleased to see FARV has adopted a direction visa vis the Bolivarian Revolution that falls into neither of the two traps - sectarianism nor liquidationism. Rather they support the grass roots popular movements and seek to push the struggle forward in a libertarian direction. This is exactly what I discussed in "Anarquiso y Gobiernos Radicales"

Related Link: http://www.anarkismo.net/article/15916?search_text=Gambone
author by Luis TB(A)SM - FARVpublication date Wed Sep 26, 2012 01:17author address author phone Report this post to the editors

Muchas gracias por el apoyo compañero Larry Gambone, nos parece un muy buen aporte su artículo sobre “anarquismo y gobiernos radicales”, pues da luces sobre ese mismo dilema que se planteaba Malatesta en Biel y que a nosotros, los anarquistas revolucionarios de Venezuela, nos ha tocado en concreto vivir. Y el camino es el que nos tracen las comunidades en lucha, construyendo desde abajo, con humildad y solidaridad, con autogestión y autonomía, las alternativas que demolerán al capitalismo y al Estado. Sin caer, cómo usted muy bien señala, en las trampas del sectarismo inmovilista ni del liquidacionismo que diluye las luchas y nuestro proyecto libertario.

Con los hijos del pueblo, las comunidades en lucha y el movimiento popular, no con ningún gobierno; con la revolución social y por la defensa de los avances, no con ningún Estado.

Podría decirse que tanto su posición como la nuestra puede resumirse en esta cita de Malatesta:

"Sin los anarquistas, sin la obra de los anarquistas, la revolución podrá malograrse y hacerse estéril. La revolución necesita de nuestro impulso. Si los anarquistas se adhiriesen a una forma cualquiera de gobierno y a una constitución cualquiera llamada de transición, la próxima revolución, en vez de señalar un progreso de libertad y de justicia y de encaminarnos a la liberación total de la humanidad, daría lugar a nuevas formas de opresión y de explotación, quizás peores que las actuales, o, en el mejor de los casos, no produciría nada más que un mejoramiento superficial en gran parte ilusorio y completamente desproporcionado al esfuerzo, a los sacrificios y a los dolores de una revolución como la que se anuncia para un tiempo más o menos próximo." Enrico Malatesta. “Escritos”. Fundación Anselmo Lorenzo. Madrid 2002. Pág 62.

Un saludo desde Venezuela compañero y gracias nuevamente por todas sus palabras de apoyo.

Salud y Revolución Social.
¡Que Florezca la Anarquía!

Luis TB(A)SM / FARV

Related Link: http://toparquia.blogspot.com/
author by danvel57publication date Tue Oct 02, 2012 23:44author address author phone Report this post to the editors

Compañeros de la FARV: he leido atentamente el comunicado y no pude dejar de sorprenderme ante la postura adoptada frente a las próximas elecciones venezolanas. En primer lugar quisiera destacar la contradicción que significa, por una parte afirmar que ningún estado es revolucionario, que no lleva a cabo revoluciones aunque sí puede destruirlas, que la democracia representativa y sus elecciones son una farsa que crean la ilusión de participación en el proceso de toma de decisiones, todas afirmaciones que comparto, y al mismo tiempo calificar al fantoche de turno como "compañero Hugo Chavez" y llamar a apoyar a su gobierno mediante el voto; por otra parte, se sostiene esta contradicción con el siempre a mano ejemplo de la postura adoptada por la CNT-FAI ante las elecciones españolas de febrero de 1936, pero se olvidan los profundos errores cometidos que llevaron al fracaso de esa experiencia tan rica. Dada la extensión del tema, que da ara un riquísimo debate, me limito a enviar en un anexo un artículo de Paul Mattick publicado en el "International Council Correspondence", vol. 3 de 1937 titulado "Las barricadas deben ser retiradas: el fascismo de Moscú en España" que considero muy ilustrativo.
En segundo lugar, el libro del compañero venezolano Rafael Uzcátegui "Venezuela: la revolución como espectáculo" es por demás ilustrativo de la verdadera naturaleza de clase burguesa de la autotitulada "revolución bolivariana" y el "socialismo del siglo XXI". Si esta obra, editada en 2010, es ampliamente conocida entre los anarquistas argentinos, ¿cómo es que no la conocen los venezolanos?
Para finalizar, porque no quiero extenderme demasiado, considero que lo que se está produciendo en Venezuela, pero no solamente allí, también en Argentina, Ecuador, sí es una revolución, pero no es nuestra revolución. Es la emergencia de una nueva clase social, una nueva burguesía ligada a los nuevos factores productivos del Siglo XXI, el capital inmaterial, la infomercancía, como lo denominan pensadores de la talla de Paolo Virno o Zygmunt Bauman, que le disputa el poder político a la vieja burguesía ligada al capital productivo tradicional.
Acuerdo en que se debe apoyar a toda experiencia de base, participando activamente en la construcción de colectivos horizontales, autónomos, autogestivos, pero manteniéndose alertas para no caer dentro de la órbita estatal; siempre por fuera del Estado y sus instituciones, incluyendo, desde ya, toda participación electoral.
Un saludo libertario.

Daniel de Buenos Aires.

ANEXO
“Las barricadas deben ser retiradas”
El fascismo de Moscú en España
Paul Mattick
Tomado de:
“The barricades must be torn down”: Moscow-fascism in Spain
International Council Correspondence; vol. 3; nos. 7-8 (aug. 1937); p. 25-29.
El 17 de mayo de 1937 la CNT-FAI de Barcelona emitía la siguiente orden: “¡Las barricadas
deben ser retiradas! Las horas de crisis han pasado. Hay que restablecer la calma.
Pero están circulando rumores por la ciudad que contradicen los informes de una
vuelta a la normalidad como la que ahora estamos ordenando. Las barricadas están contribuyendo
a esa confusión. Ya no necesitamos las barricadas ahora que la lucha ha acabado.
Las barricadas no tienen objeto ahora, y la continuación de su existencia puede
dar la impresión de que deseamos volver al anterior estado de cosas – y eso no es verdad.
Camaradas, cooperemos en el total restablecimiento de la vida civil normal. Todo
lo que la impide volver a la normalidad debe desaparecer”.
Y entonces comenzó la vida normal es decir, el terror de los fascistas de Moscú. El
asesinato y el apresamiento de los obreros revolucionarios. El desarme de las fuerzas revolucionarias,
el silenciamiento de sus periódicos, emisoras, la eliminación de todos los
puestos que habían alcanzado con anterioridad. La contrarrevolución triunfaba en Cataluña,
donde, como aseguraban a menudo los líderes anarquistas y del POUM, se avanzaba
hacia el socialismo. Las fuerzas contrarrevolucionarias del Frente Popular fueron
bien acogidas por los líderes anarquistas. Las victimas aclamaban a sus verdugos.
“Cuando hubo un intento de hallar una solución y restablecer el orden en Barcelona –
leimos en un boletín de la CNT – la CNT y la FAI fueron las primeras en ofrecer su colaboración,
fueron las primeras en pedir el alto el fuego e intentar la pacificación de
Barcelona. Cuando el Gobierno Central asumió el orden público, la CNT estuvo entre
las primeras organizaciones que pusieron a disposición de los representantes del orden
público todas las fuerzas bajo su control. Cuando el Gobierno Central decidió enviar
fuerzas armadas a Barcelona con el fin de controlar las fuerzas politicas que no obedecían
a las autoridades públicas, la CNT fue una vez mas la única en ordenar a todos los
distritos facilitar el paso de aquellas fuerzas, para que pudieran llegar a Barcelona y restablecer
el orden”.
Sí, la C.N.T. ha hecho todo lo posible para ayudar a la contrarevolución del Gobierno
de Valencia en Barcelona. Los obreros detenidos pueden agradecer a sus líderes anarquistas
su apresamiento, que conduce a los pelotones de fusilamiento de los fascistas de
Moscú. Los obreros muertos son apartados de en medio junto con las barricadas; son silenciados
para que sus líderes puedan continuar hablando. ¡Qué excitación por parte de
los neo-bolcheviques! “Moscú ha asesinado a trabajadores revolucionarios”, gritaron.
“Por primera vez en su historia, la Tercera Internacional está disparando desde el otro
lado de las barricadas. Antes, solamente había traicionado la causa, pero ahora está combatiendo
abiertamente contra el comunismo”. ¿Y qué esperaban de la Rusia capitalista
de estado y de su Legión Extranjera estos vocingleros? ¿Ayuda para los trabajadores españoles?
El capitalismo en todas sus formas tiene solamente una respuesta para los trabajadores
que se oponen a la explotación: la muerte. Un frente unido con los socialistas
o con los “comunistas” de partido es un frente unido con el capitalismo, que sólo puede
ser un frente unido por el capitalismo. Es inútil regañar a Moscú, no tiene sentido criticar
a los socialistas: ambos han de ser combatidos hasta el fin. Pero ahora, los trabajadores
revolucionarios deben reconocer también que los líderes anarquistas, que también
los apparatchiks de la CNT y FAI se oponen a los intereses de los trabajadores, pertenecen
al bando enemigo. Unidos al capitalismo tenían que servir al capitalismo; y donde
las frases no valían para nada, la traición se convirtió en el orden del día. Mañana pueden
ser ellos quienes disparen contra los trabajadores rebeldes como disparan hoy los
verdugos “comunistas” del cuartel “Karl Marx”. La contrarrevolución se extiende desde
Franco a Santillán.
Una vez más, como tan a menudo antes, los decepcionados trabajadores revolucionarios
denuncian la cobardía de sus líderes, y buscan nuevos y mejores líderes para una organización
mejorada. Los “Amigos de Durruti” rompen con los líderes corruptos de la
CNT y la FAI con el fin de restaurar el anarquismo original, para salvaguardar el ideal,
para mantener la tradición revolucionaria. Han aprendido algo, pero no lo suficiente.
Los obreros del POUM están profundamente decepcionados de Gorkin, Nin y compañía.
Esos leninistas no fueron suficientemente leninistas, y los miembros del partido
buscan mejores Lenines. Han aprendido, pero muy poco. La tradición del pasado pesa
como una losa en torno a su cuello. Con un cambio de hombres y una revitalización de
la organización no hay bastante. Una revolución comunista no la hacen los líderes y las
organizaciones, sino los trabajadores, la clase. Una vez más los trabajadores esperan
cambios en el Frente Popular que puedan llevar hacia un giro revolucionario. Largo Caballero,
descartado por Moscú, puede volver a hombros de los miembros de la UGT que
han aprendido y han visto la luz. Moscú, defraudada porque no encuentra la ayuda apropiada
de las naciones democráticas, puede volverse otra vez radical. ¡Todo esto no tiene
ningún sentido! Las fuerzas del Frente Popular, Largo Caballero y Moscú, son incapaces,
incluso aunque quisieran, de derrotar el capitalismo en España. Las fuerzas capitalistas
no pueden tener una politica socialista. El Frente Popular no es un mal menor para
los trabajadores, es simplemente otra forma de la dictadura capitalista que se suma al
fascismo. La lucha debe ser contra el capitalismo.
La actitud actual de la CNT no es nueva. Hace pocos meses el presidente catalán,
Companys, dijo que la CNT “no tiene la intención de perjudicar el régimen democrático
en España, sino mantener la legalidad y el orden”. Como las otras organizaciones antifascistas
españolas, la CNT, no obstante su fraseología radical, ha limitado su lucha a la
guerra contra Franco. El programa de colectivizaciones, en parte realizado por las necesidades
de la guerra, no perjudica los principios capitalistas o al capitalismo como tal.
En lo que alcanza el objetivo final declarado por la CNT recuerda a alguna forma modificada
de capitalismo de estado en la que la burocracia sindical y sus filosóficos amigos
anarquistas tendrían el poder. Pero incluso este objetivo era para un futuro lejano. No se
dio ningún paso real en esa dirección, pues un paso real, incluso hacia un sistema de capitalismo
de estado habría significado el final del Frente Popular, habría significado las
barricadas en Cataluña y una guerra civil en el seno de la guerra civil. La contradicción
entre su “teoría” y su “práctica” la explicaban los anarquistas a la manera de los farsantes:
“que la teoría es una cosa y la práctica otra, y que la segunda nunca es tan armónica
como la primera”. La CNT se dio cuenta de que no tenía un plan real de reconstrucción
de la sociedad, se daba cuenta, además, de que no tenía a las masas españolas tras ella,
sino solamente una parte de los trabajadores en una parte del país, se daba cuenta de su
debilidad nacional e internacional, y su frases radicales estaban destinadas a ocultar la
total debilidad del movimiento en las condiciones creadas por la guerra civil.
Hay muchas excusas posibles para la posición adoptada por los anarquistas, pero no
hay ninguna para su programa de falsificación que oscureció el movimiento obrero y favoreció
a los fascistas de Moscú. Intentando hacer creer que el socialismo estaba funcionando
en Cataluña y que ello era posible sin romper con el gobierno del Frente Popular,
demostraban hasta qué punto el fortalecimiento del Frente Popular era capaz de hacer
cumplir sus dictados a los trabajadores anarquistas españoles. El anarquismo en España
aceptaba una forma de fascismo, disfrazado como movimiento democrático para ayudar
a aplastar al fascismo franquista. No es cierto, como los anarquistas actualmente intentan
hacer creer a sus seguidores, que no había otra altenativa y que, por eso, cualquier
critica contra la CNT es injustificada. Los anarquistas, que habrían intentado, después
del 19 de julio de 1936 establecer el poder de los trabajadores en Cataluña, también podían
haber intentado aplastar las fuerzas del gobierno en Barcelona en mayo de 1937.
Podrían haber marchado tanto contra los fascistas franquistas, como contra los fascistas
de Moscú. Muy probablemente habrían sido derrotados, posiblemente Franco habría
vencido y habría destrozado a los anarquistas, asi como a sus competidores del Frente
Popular. La abierta intervención de los capitalistas puede que se hubiera producido. Pero
había también otra posibilidad, aunque mucho menos probable. Los obreros franceses
podrían haber ido más allá de la simple declaración de huelga; su intervención podría
haber llevado a una guerra en la que todas las potencias se hubieran visto involucradas.
La lucha habría tomado, de una vez por todas, un claro cariz entre Capitalismo y Comunismo.
Cuales quiera que hubieran sido los acontecimientos, una cosa es segura: las caóticas
condiciones del mundo capitalista se habrían vuelto aún más caóticas. Y sin catástrofes
ningún cambio es posible en la sociedad. Cualquier ataque real contra el sistema
capitalista podría haber acelerado una reacción, pero la reacción se producirá de todos
modos, aunque con algún retraso. Este retraso costará más vidas obreras que cualquier
otro intento prematuro para aplastar el sistema de explotación. Pero un ataque real
contra el capitalismo podría haber creado unas condiciones más favorables para la acción
internacional por parte de la clase obrera, o podría haber llevado a una situación en
que habría agudizado todas las contradicciones capitalistas y, de ese modo, acelerar el
desarrollo histórico hacia la quiebra del capitalismo. En el principio está la acción. Pero
la CNT, se nos ha dicho, sintió demasiada responsabilidad por la vida de los trabajadores.
Quiso evitar un baño de sangre innecesario. ¡Qué cinismo! Más de un millón de
personas han muerto ya en la guerra civil. Si de todos modos se ha de morir, mejor sería
hacerlo por una causa que valga la pena.
La lucha contra el capitalismo, esa lucha que la C.N.T. quería evitar, es inevitable. La
revolución obrera debe ser radical desde el comienzo, o se perderá. Era necesaria la total
expropiación de las clases propietarias, la eliminación de todo poder que no fuera el de
los trabajadores armados, y la lucha contra los elementos opositores. Al no hacer eso,
las jornadas de mayo en Barcelona y la eliminación de los elementos revolucionarios en
España eran inevitables. La CNT no se planteó nunca la cuestión de la revolución desde
el punto de vista de la clase trabajadora, sino que su principal preocupación ha sido
siempre la organización. Intervenía en favor de los trabajadores y con la ayuda de los
trabajadores, pero no estaba interesada en la iniciativa autónoma y en la acción de los
trabajadores independientes de intereses organizativos. Lo que contaba no era la revolución,
sino la CNT. Y desde el punto de vista de los intereses de la CNT los anarquistas
tenían que distinguir entre Fascismo y Capitalismo, entre la Guerra y la Paz. Desde ese
punto de vista, se vio forzada a participar en politicas nacional-capitalistas y tuvo que
pedir a los trabajadores que colaborasen con un enemigo con el fin de aplastar a otro,
con el fin de ser más tarde aplastados por el primero. Las palabras radicales de los anarquistas
no se pronunciaban para que fueran seguidas; simplemente servían como un instrumento
para el control de los trabajadores por el aparato de la CNT; “sin la CNT – escribían
orgullosos – la España antifascista sería ingobernable”. Querían participar en el
gobierno y la dominación de los trabajadores. Sólo pedían su parte del botín, una vez
que reconocieron que no podían obtenerlo entero para ellos mismos. Al igual que los
bolcheviques, identificaban sus propias necesidades organizativas con las necesidades e
intereses de la clase trabajadora. Lo que decidían era lo correcto, no había necesidad de
que los trabajadores pensaran y decidieran por si mismos, ya que eso sólo contribuiría a
perturbar la lucha y a crear confusión; los trabajadores simplemente tenían que seguir a
sus salvadores. No hubo ningún intento de organizar y consolidar el poder real de la clase
obrera. La CNT hablaba en anarcosindicalista y obraba como bolchevique; es decir,
como capitalista. Con el fin de dirigir, o de participar en la dirección, tenía que oponerse
a cualquier iniciativa autónoma de los trabajadores y asi tuvo que apoyar la legalidad, el
orden y el gobierno.
Pero hubo otras organizaciones en liza, y no hay identidad de intereses entre ellas.
Cada una lucha por la supremacia contra las otras, por obtener el dominio exclusivo sobre
los trabajadores. La cuota de poder que cada una obtenga no acaba con la lucha entre
ellas. A veces todas las organizaciones se ven obligadas a colaborar, pero es sólo una
manera de posponer el ajuste de cuentas final. Un grupo debe tener el control. Mientras
los anarquistas iban de “éxito en éxito”, su posición se iba socavando y debilitando. La
afirmación de la CNT en el sentido de que no quería imponerse a las demás organizaciones,
ni combatirlas, era en realidad una excusa para no ser atacada por las otras, era el
reconocimiento de su debilidad. Al estar comprometida en la politica capitalista junto
con sus aliados del Frente Popular, dejó a las grandes masas la posibilidad de escoger a
sus representantes de entre los elementos burgueses. El que más ofreciera, era el que tenía
mayores posibilidades. El fascismo de Moscú se puso de moda incluso en Cataluña.
Las masas vieron en el apoyo de Moscú la fuerza necesaria para deshacerse de Franco y
de la guerra. Moscú y su gobierno del Frente Popular significaban el apoyo del capitalismo
internacional. Moscú se hizo más influyente, pues las grandes masas de España
aún estaban a favor de mantener la sociedad de la explotación. Y se afirmaron en esta
actitud porque los anarquistas no hicieron nada para aclarar la situación; es decir, mostrar
que la ayuda de Moscú no significaba más que luchar por un capitalismo que complacía
a algunas potencias imperialistas, aunque contrariaba a otras.
Los anarquistas se convirtieron en propagandistas de la versión del fascismo de Moscú,
en servidores de esos intereses capitalistas que se oponen a los planes actuales de
Franco en España. La revolución se convirtió en el terreno de juego de los rivales imperialistas.
Las masas tenían que morir sin saber por quien o para qué. La situación dejó de
ser un asunto de los trabajadores. Y ahora, también ha dejado de ser un asunto de la
CNT. La guerra puede finalizar en cualquier momento mediante un acuerdo entre las
potencias imperialistas. Puede acabar con la victoria o la derrota de Franco. Este puede
abandonar a Italia y AIemania y volverse hacia Francia e Inglarerra. O aquellos países
pueden perder su interés por apoyar a Franco. La situación en España se puede ver decisivamente
modificada por la guerra que se incuba en el Extremo Oriente. Hay otras muchas
probabilidades que se suman a la más probable: la victoria del fascismo de Franco.
Pero ocurra lo que ocurra, a menos que los trabajadores no levanten nuevas barricadas
también contra los Leales, a menos que no ataquen realmente al capitalismo, cualquiera
que sea el resultado de la lucha en España, no tendrá una real significación para la clase
obrera, que continuará explotada y oprimida. Un cambio en la situación militar en España
podría forzar una vez más al fascismo de Moscú a ponerse el traje revolucionario.
Pero desde el punto de vista de los intereses de los trabajadores españoles, al igual que
el de los trabajadores del mundo, no existe diferencia entre el fascismo de Franco y el
de Moscú, por muchas que sean las diferencias existentes entre Franco y Moscú. Las barricadas,
si se levantasen otra vez, no deberían ser retiradas. La consigna revolucionaria
para España es: “Abajo los fascistas, y también los Leales”. Por inútil que pueda resultar
el intento de luchar por el comunismo, dada la situación mundial actual, signe siendo el
único camino para los trabajadores. “Más vale seguir un camino verdadero, aunque aparentemente
inútil, que desgastar las energías en falsos caminos. Al menos, preservaremos
nuestro sentido de la verdad, de la razón a toda costa, aunque sea a costa de su inutilidad”.

author by un comunista libertariopublication date Wed Oct 03, 2012 02:15author address author phone Report this post to the editors

Un saludo Daniel.

Seguramente los compañeros de la FARV conocerán el libro que citas, otra cosa es que no compartan su contenido, y no me extraña, pues está lleno de tonterías de grueso calibre y lo que diga tanto su autor como la cofradía a la que pertenece en realidad no le interesa a nadie en el movimiento popular venezolano, que es casi tanto como decir movimiento bolivariano. En realidad, como el petróleo que tanto critica, su panfleto también es un producto de exportación, y también con muy poco valor agregado. En Venezuela no hay quien lo consuma más allá de la derecha opositora y alguna que otra secta trotskista.

Sobre el otro referente que citas, la verdad es que los análisis y los argumentos de los comunistas de izquierda tipo Paul Mattick me parecen en general ridículos, no voy a detenerme en sus divagaciones afiebradas. Ya he perdido demasiado tiempo en mi vida leyendo ese tipo de cosas.

En cuanto a lo que puedan decir Paolo Virno o Zygmunt Bauman sobre el cognitariado, el trabajo inmaterial y demás, aunque interesante a nivel macro, como tendencias globales y como materia interesante para reflexionar acerca de ella, no creo que tenga demasiada pertinencia ni para los procesos que se están produciendo en Venezuela en particular ni en la Patria Grande en general.

Los sectores que más se están beneficiando del proceso bolivariano no son ni los amos del teclado ni los burócratas apernados en el rentismo petrolero (que fueron quienes intentaron poner la reversa mediante el paro y sabotaje petrolero de hace diez años): son los pobres del campo y de la ciudad y en todo caso unas cada vez más amplias capas medias, los sectores precisamente que constituyen la base de masas del gobierno, y negar eso es tener caladas unas anteojeras tamaño casa, estar sobreideologizado hasta el punto de tener que forzar la realidad para que entre en el marco teórico.

El tema de las formas de lucha. Si hay que renunciar a alguna, que sea por motivos prácticos y bien claros. Que se explique con argumentos válidos y no con teoría huera que vale lo mismo (es decir, bien poco) en Argentina que en Venezuela o en Zimbabwe. No creo que hoy por hoy el proletariado venezolano deba renunciar a promover sus intereses en todas las áreas, también en la electoral.

No se trata de personalizar el proceso y decir "Chávez esto o Chávez aquello", sino de considerar lo que abre y lo que cierra espacios para el protagonismo popular y está claro lo que una victoria de la MUD significaría no sólo para la izquierda venezolana, sino del continente. Lo que hubiera significado la victoria de los invasores de Playa Girón, lo que significó la derrota electoral de los sandinistas o la militar de la Unidad Popular chilena.

Repito, hay que ser muy ignorante o estar muy cegado para decir que lo mismo da la revolución cubana que la gusanera, la contra que los sandinistas, Pinochet que Allende, la derecha de Capriles o el proceso bolivariano.

Compañeros de las FARV, saludos revolucionarios y a darle duro y a la cabeza tanto al imperialismo como a la burguesía y a la burocracia, tanto las exógenas como las endógenas al proceso. Antes, durante y después del 7 de octubre.

Arriba los que luchan!!

author by danvel57publication date Wed Oct 03, 2012 08:42author address author phone Report this post to the editors

Hola "un comunista libertario". En primer lugar estás poniendo en mi boca (o en mi teclado) palabras y conceptos que jamás dije (o escribí); ¿en qué parte de mi argumentación digo que es lo mismo la revolución sandinista que la contra o los castristas que los cubanos de Miami? Quizá no comprendiste lo que intento decir, que es básicamente lo siguiente: una cosa es aprovechar las posibilidades que ofrece la coyuntura política del momento para difundir las prácticas libertarias de autogestión, organización horizontal y asamblearia y antijerárquica, y otra muy distinta es apoyar efectivamente y con el voto a una alternativa política burguesa que tiene todos los componentes de clase: organización vertical, jefaturas, disciplina, defensa del Estado y la propiedad, etc. Quizá si lo comprendiste y tu respuesta es un intento de desviar el eje del debate, táctica a la que ya estoy acostumbrado pues aquí, en Argentina, con los kirchneristas sucede lo mismo. Cuando se les plantean críticas serias, con argumentos y documentadas, una de sus estrategias para eludir el debate es la de acusar a la otra parte de considerar lo mismo a la revolución cubana que a los anticastristas, etc, etc (fijate que hasta usan los mismos ejemplos... ¡que curioso!) Así que, para que quede claro, ya sabemos que no son lo mismo, lo cual no significa que para salir de la sartén haya que caer en las brasas. Elegir "el mal menor" es siempre elegir el mal... ¿y quién te dice que existen sólo dos alternativas y sólo dos? E una visión maniquea que no comparto. Que Capriles represente la vieja política acuerdista de la vieja burguesía petrolera no significa que haya que ir corriendo a entregarse a la nueva burguesía que intenta desplazarla (porque, te guste o no, el gobierno chavista ES burgués, representa y defiende intereses de clase, su clase, que no es la nuestra).
Para terminar, en cuanto a la documentación que presenté, nadie pide tomarla a libro cerrado y aceptarla sin más, pero son trabajos elaborados, documentados, con ejemplos y datos concretos, y no un simple comentario como el que hacés en tu respuesta del estilo "tonterías de grueso calibre", "divagaciones afiebradas", etc. Un debate se compone de argumentos, no adjetivos.
Si querés debatir, debatamos. Hace décadas que el anarquismo perdió el terreno que supo ganar con la sangre de tantos caidos justamente porque se quedó en las consignas de hace un siglo; no supo o no quiso ver que el mundo cambiaba, se complejizaba, y que era necesario, y hasta urgente, repensar todo de nuevo. Lamentablemente no tenemos en nuestras filas un Virno, un Bauman, un Bifo o un Agamben, pero estos pensadores, por su manera de ver e interpretar la realidad que nos toca vivir están mucho más cerca del anarquismo que aquellos que quieren ir a votar.
Reitero. Si querés debatir, bienvenido el debate. Pero sólo con argumentos, nada de consignas ni adjetivos.

Daniel de Buenos Aires

author by un comunista libertariopublication date Wed Oct 03, 2012 23:28author address author phone Report this post to the editors

Hola de nuevo Daniel.

Dices que no pones en el mismo plano al proceso bolivariano que a sus opositores, pero en la práctica, negándote a que los revolucionarios asuman tareas perentorias del momento, estás dejando el flanco abierto a la reacción. Aunque por lo que manifiestas a continuación tampoco ves un avance en el proceso actual y no verías como un drama que se viniera abajo (total, si según tu punto de vista únicamente es "burgués, representa y defiende intereses de clase, su clase, que no es la nuestra", identificando así gobierno y proceso y amalgamando todas las tendencias que hay en su seno en una sola)

Comentas también que si es que no hay más alternativas en Venezuela. Evidentemente, podemos IMAGINARNOS muchísimas alternativas, todas las que abarque nuestra imaginación, pero las presentes en el escenario político nacional son las que son (el proceso se profundiza, el proceso se estanca, el proceso se aplasta) y no podemos confundir los deseos con la realidad. Pretender crear un movimiento revolucionario ex-novo, por fuera y contra el pueblo bolivariano, aparte de absurdo, es pecar de elitismo y despreciar todo el acumulado que en estos 20 años ha construido el movimiento popular en Venezuela y el tremendo aporte que ha significado para todo el continente.

En el actual contexto venezolano, quedarse únicamente en la propaganda del basismo ("difundir las prácticas libertarias de autogestión, organización horizontal y asamblearia y antijerárquica"), supone

1- renunciar a disputar hegemonía al reformismo en el movimiento popular (no el que exista en nuestra imaginación, EL REALMENTE EXISTENTE) y quedar aislado, por no querer tener nada que ver con "organización vertical, jefaturas, disciplina, defensa del Estado y la propiedad, etc" que aunque no nos guste, es el medio y la configuración mental en el que se mueve el movimiento popular en el 99% de los contextos. Hay que luchar por darle una configuración más libertaria, en los hechos, no quedándonos a un lado lamentándonos porque el movimiento popular no va por donde nos gustaría.

2- renunciar a la lucha política y quedarse en lo meramente prefigurativo y en el grupo de propaganda impotente. Como mucho en lo reivindicativo si se consiguiera superar ese estado.

Vuelvo con los ejemplos: cuando la Contra avanzaba, renunciar a dar la pelea política y militar y quedarse en la cooperativa, en la labor gremial o en la escuelita (mucho más si es que no queríamos trabajar en una cooperativa, en un sindicato o en un proyecto cualquiera "sandinista"!!!!) era dejarle el terreno abonado a la reacción para que avanzara. Y acabara destruyendo, como lo hizo, no sólo el gobierno sandinista, sino todo el poder popular que había florecido a su alero. Golpeando por décadas los niveles de conciencia y de organización del pueblo. ¿Ese es el futuro que queremos para Venezuela?

Ya que tocas la situación argentina, respóndeme a una pregunta ¿Cuál es el peso de la izquierda en el escenario político nacional? No es extraño que el kirchnerismo haga esas críticas a la izquierda, y que el pueblo las compre, sobre todo teniendo en cuenta que buena parte de esa izquierda adolece de una cultura política de la que el predominio trotskista la ha impregnado, una cultura signada por la incapacidad de leer la coyuntura, por el sectarismo, el oposicionismo permanente y el consignismo más vacío.

Con lo que estoy de acuerdo contigo es con lo que planteas:

"Hace décadas que el anarquismo perdió el terreno que supo ganar con la sangre de tantos caídos justamente porque se quedó en las consignas de hace un siglo; no supo o no quiso ver que el mundo cambiaba, se complejizaba, y que era necesario, y hasta urgente, repensar todo de nuevo".

Por eso me apena que, pese a sostener todo esto, no lleves el razonamiento hasta sus consecuencias lógicas, rompiendo tabúes y aplicando esa máxima a la complejidad de un panorama como el latinoamericano actual, al que los anarquistas de seguro que pueden aportar con algo más allá de la consigna "no votes" y la crítica a todo y a todos. La declaración de los compañeros de la FARV es un ejemplo patente.

En cuanto a los autores que citas, el posmodernismo tiene su punto, más como tensión y estímulo a replantearse las certezas que como herramienta para la acción política. La muestra está que los cuatro filósofos que citas tienen planteamientos muy divergentes en ese plano.

Un saludo

author by danvel57publication date Thu Oct 04, 2012 10:59author address author phone Report this post to the editors

Hola nuevamente,
¿Cómo es posible debilitar la organización jerárquica de la sociedad (el poder estatal) fortaleciendola al adoptar sus prácticas? Es un absurdo lógico. Y este absurdo se pone de manifiesto porque, a pesar del ida y vuelta de las reflexiones, seguimos girando en torno al mismo punto: una cosa es actuar en la cotidianeidad participando activamente en las prácticas y colectivos que la misma clase crea, para generar debate, proponer, construir formas organizativas distintas a las tradicionales, y otra, totalmente diferente y hasta opuesta, es aceptar y levar a cabo las prácticas del sistema representativo de la democracia burguesa. Más aún, ¿Cómo es posible pregonar una cosa y en los hechos hacer lo contrario? ¿Es posible, dondequiera que uno esté inmerso, una cooperativa, un grupo sindical, un colectivo de educación popular, un barrio, hablar, insistir, pregonar la autoorganización horizontal e igualitaria, sin mandantes ni obedecientes, pero al mismo tiempo instar a apoyar a una fuerza política (cualquiera sea), mediante el voto a sus dirigentes? Absurdo por donde se lo mire. Me recuerda esa maravillosa escena de "La vida de Brian" donde Brian se asoma a la ventana atraido por el clamor de la multitud, y cuando les dice "sean libres" todos repiten a coro "somos libres", luego les dice "no deben seguir a nadie" y todos repiten a coro "no debemos seguir a nadie", Brian dice "deben pensar por sí mismos" y todos repiten como una letanía "debemos pensar por nosotros mismos" mientras lo siguen adorando como al enviado de dios... Si el discurso se contrapone a la práctica, la que termina por imponerse siempre es la práctica, mientras que el discurso pierde toda efectividad. De qué vale pregonar la autoorganización si en la práctica nos sometemos a las jerarquías; de qué vale pregonar la horizontalidad, el debate, la igualdad, si en los hechos aceptamos que otros decidan por nosotros...
Ese es el drama de la izquierda, no sólo en Argentina. Pero me voy a referir a la Argentina pues aquí vivo. La izquierda se la pasa pregonando la revolución, el socialismo, la igualdad... pero en los hechos está dividida en no sé cuantos partidos, partiditos y grupos (todas las semanas aparece uno nuevo) porque todos quieren ser jefes, imponer su programa y su bandera (Nuevamente me viene a la memoria otra escena de "La vida de Brian", cuando el comando de uno de los grupos revolucionarios que iba a atentar contra Poncio Pilatos se cruza en las catacumbas con otro grupo revolucionario y se matan entre ellos para ver cual es más revolucionario). Y lo peor es que, en sus discursos y su prensa se muestran grandes revolucionarios pero después se presentan a las elecciones (aún no cayeron en la cuenta de la contradicción que implica rechazar la democracia burguesa y presentarse a elecciones para meter un diputado o concejal) y, para colmo de males, se presentan todos por separado. En las últimas elecciones (en 2011) creo que se presentaron 5 o 6 listas y ninguna alcanzó al 1% de los votos válidos. Verdaderamente patético.
El punto está en la trampa de lo impensable. Para construir lo nuevo hay que pensar lo nuevo, y para pensar lo nuevo no sirven las categorías de lo viejo; primero tenemos que elaborar esas categorías... y se elaboran a partir de reflexionar sobre las prácticas. Por eso es tan importante sostener las prácticas libertarias, aunque seamos (y en verdad lo somos una ínfima minoría). Predicar con el ejemplo y sostener lo que se predica.
No estaría mal que aprendamos de nuestro enemigo: el capitalismo. En trazos gruesos podríamos decir que los primeros indicios de una práctica burguesa pueden hallarse en los mercaderes venecianos y florentinos del siglo XII... y las "revoluciones burguesas" que dieron por tierra con el antiguo régimen feudal se producen a partir de fines del siglo XVIII y en el transcurso del XIX. Seis siglos desde la aparición de las primeras prácticas burguesas hasta el comienzo de las revoluciones que levaron al poder a la nueva clase. Y la toma del poder político fue lo último que hicieron los burgueses, no lo primero. Seis siglos les demandó la irradiación de sus prácticas hasta que permearon vastos sectores sociales, seis siglos debieron esperar para que gran parte de los seres humanos de carne y hueso pensaran y actuaran como ellos, adoptaran sus usos y costumbres, sus creeencias, sus aspectativas y mitos... y recién entonces la situación estuvo madura para que se lanzaran a derribar la cáscara vacía en que se había convertido la sociedad feudal, y se hicieron con el poder político para organizar todo de nuevo según sus prácticas. Claro está que esto no respondió a un plan preconcebido por algún genio, simplemente se dio así. Pero el ejemplo demuestra que un verdadero cambio sólo puede concretarse si se hace de abajo hacia arriba, comenzando por las pácticas cotidianas hasta llegar al poder político.
Y la izquierda hace exactamente lo contrario, influenciada por el pensamiento erróneo de Marx. Cree que haciéndose con el poder político (por la fuerza o peor aun mediante el voto) va a cambiar de la noche a la mañana las prácticas sociales, como el tristemente célebre ejemplo de los bolcheviques rusos que creyeron que era suficiente con prohibir la religión para que las masas abandonaran sus "falsas creencias" y se volcaran al materialismo científico.
Para poder pensar distinto hay que actuar distinto; y no tenerle miedo a las matemáticas. ¿somos una pequeñísima minoría? Desde luego, pero creer que la verdad está del lado de la mayoría también es permanecer dentro del paradigma burgués.
Un saludo libertario.

Daniel de Buenos Aires.

author by un comunista libertariopublication date Fri Oct 05, 2012 02:58author address author phone Report this post to the editors

Hola Daniel,

Creo que nos estamos yendo "por las ramas", apartándonos de lo central del debate acerca de la coyuntura en Venezuela. Sin embargo, creo que en nuestro intercambio hay presentes algunos elementos que nos pueden ayudar a comprender determinadas actitudes hacia el trabajo político.

En cuanto a lo que comentas de la coherencia, creo que partimos de modos diferentes de concebir la acción política. Según lo veo, consideras que lo fundamental es "evangelizar", difundir las bondades de las formas de organización horizontales, de la toma de decisiones colectivas... Mientras que yo creo que esa labor de propaganda "de ideas" debe ocupar un lugar bien secundario. En la propaganda hay que hacer más hincapié en lo programático y esa propaganda en todo caso tampoco es lo principal, debe estar subordinada a una estrategia general, a la lectura que se haga de la situación concreta en la que hay que operar. La propaganda en abstracto no tiene mucho valor práctico.

También creo que le das demasiada importancia al hecho de votar. Ni las tendencias más legalistas del socialismo le dan tanta importancia a ese hecho como algunos anarquistas. El resultado de unas elecciones puede resultar fundamental para determinar el marco normativo en el que se desarrollará la lucha de clases en el siguiente periodo, pero no es lo decisivo para inclinar la balanza hacia un lado u otro, ni mucho menos lo único.

Transformar una cuestión de táctica (votar en unas elecciones) en una cuestión de principios (ya sea no imaginando otra forma de participación política que ésa, o ya sea negándola siempre y en todo momento) creo que tiene poco de política y mucho de religión. Ese es el punto en que el socialismo reformista y el anarquismo pretendidamente "puro" se tocan: en su incapacidad para combinar inteligentemente todas las formas de lucha, renunciando a priori a algunas (y en eso no aprenden nada del enemigo, como dices, y con razón, que deberíamos hacer).

La horizontalidad no es un ente químicamente puro y abstracto que se construye de la nada. Puede ser, sí, un objetivo y una tensión permanente, algo que se considera importante, pero no un pre-requisito para el trabajo político. Nunca un sindicato, por ejemplo, va a ser total y completamente democrático, y por muchos motivos. La tradición de lucha del gremio, la densidad organizativa, los desniveles en compromiso, el tamaño de las diferentes empresas, las relaciones con la patronal, la legislación existente... En fin, mil cuestiones que si nos enrocamos en la necesidad de que la organización sea plenamente como nos gustaría que fuera antes de decidirnos a intervenir, nos acabaremos quedando fuera. O dentro pero incapaces de aportar en algo sustantivo a su desarrollo.

En cuanto a lo que comentas acerca de la dispersión orgánica de la izquierda, no tiene tanto que ver con que "todos quieren ser jefes, imponer su programa y su bandera" (¿acaso los anarquistas renunciamos a nuestro programa y a que nuestras ideas-fuerza sean asumidas por los demás?), sino con culturas políticas sectarias que acaban fraccionando hasta el extremo un espectro en el que, si fuera por diferencias profundas, de fondo, no se justificaría tanta división.

El hecho de presentarse o no a las elecciones poco influye en eso. De hecho puedes echar un vistazo a experiencias de frentes políticos amplios que comprendieron la necesidad de unirse no sólo de cara a unas elecciones, sino para todo un periodo, para conseguir mayor fuerza y tener opciones de realizar cambios. En Venezuela, sin ir más lejos. Lo mismo en cuanto a la existencia de líderes carismáticos. Que en Argentina sea un obstáculo para el avance de la izquierda no quiere decir que lo sea en todos los lugares.

En lo que respecta a la lectura que haces del desarrollo histórico, déjame decirte que para abjurar tanto de Marx asumes algunos de sus análisis menos útiles para comprender el decurso histórico, como la linealidad o una concepción demasiado cerrada de los sujetos sociales. Aspectos en los que algunos de sus epígonos (los que como buenos discípulos se han apartado del maestro según han ido madurando) han hecho aportes bastante más ajustados.

En lo relativo a los tiempos históricos y la duración de las transiciones, creo, por las lecturas a que haces referencia, que eres consciente de que hoy no son los mismos que hace 2000, 500 o siquiera 100 años. No son equiparables ni la duración ni la extensión geográfica de las transiciones del Paleolítico al Neolítico, que del esclavismo al feudalismo y menos aún del mundo rural a la ciudad a día de hoy. La revolución de la información y las comunicaciones ha acortado tiempos y distancias y ha transformado radicalmente (y no soy un determinista tecnológico) muchos campos. Y eso ¿en cuántos años? No estoy diciendo que la transición del capitalismo al socialismo vaya a ser de un día para otro, hablo de que no siempre los tiempos de las transiciones son equiparables ni pueden servir como referencia.

Por cierto, los de abajo ni podemos ni debemos esperar a que culmine la evolución del capitalismo al socialismo y mientras tanto renunciar a disputar hegemonía, quedándonos únicamente en lo micro, en prácticas autogestionarias locales mientras el capitalismo sigue avanzando posiciones. No sólo hay que construir, también hay que disputar. Y para ello hay que trazarse planes de lucha, fraguar organizaciones, frentes, alianzas, dotarse de objetivos a corto, medio y largo, leer coyunturas. Repito, no sirve quedarse sólo en lo testimonial, en la propaganda de ideas y en lo micro.

Y es que está claro, hay que saber matemáticas. Para manejarse con los tiempos, y también para saber cuándo, a pesar de no compartir el 100% del programa, se puede sumar. Saber forjar alianzas es clave. No es necesario para ello diluirse, el compañero Larry Gambone creo que lo ilustra bien en el artículo que cita.

Habiendo leido y releido el documento que origina este intercambio de impresiones, no veo que los compañeros de la FARV se hagan falsas ilusiones. No se conforman con la mera defensa de lo que hay, son conscientes de que el camino es largo, pero saben que hay obstáculos y obstáculos, contradicciones principales y secundarias. No se conforman con el cliché y le ponen el hombro a esta batalla, conscientes de que es fundamental para seguir teniendo opciones, en lo sucesivo, de seguir construyendo poder popular, de seguir abriendo paso al socialismo.

author by danvel57publication date Fri Oct 05, 2012 10:22author address author phone Report this post to the editors

Los ejemplos siempre son útiles para ilustrar o complementar una reflexión, y no siempre constituyen la parte más importante de la argumentación. Cuando utilicé el ejemplo de cómo había surgido el capitalismo el hincapié estaba puesto en el modo, no en lo temporal. Lo importante era destacar que el capitalismo comenzó a gestarse a partir de prácticas tan cotidianas como antiguas (el intercambio comercial, que se hunde en la profundidad de los tiempos). Dicho de otro modo, primero surgió una práctica, una forma de hacer, que a su vez fue mutando otras, lo que comenzó a cambiar fue la manera de actuar en lo cotidiano, en los usos y costumbres, retroalimentada por la reflexión sobre esas mismas prácticas que a su vez las volvía a mutar... y estos nuevos modos de vivir coexistieron y hasta fueron fortalecidos en un primer momento por el marco institucional, el poder político en su forma del absolutismo feudal... hasta que llegó un momento en que esos marcos devinieron en una camisa de fuerza que obstaculizaba el desemvovimiento de las nuevas prácticas... y allí estalló el antiguo régimen. El hincapié está en el modo, no los tiempos, y el ejemplo demuestra que un cambio de sistema social sólo es posible cuando se genera en la profundidad de la subjetividad, en las fuerzas sociales, en los vínculos, en una palabra, en la praxis de la comunidad, y la reconfiguración de lo político es el último paso, jamás puede ser el primero.
Me parece que esta discusión alcanzó su límite, hay un punto infranqueable y de continuarla giraríamos en círculos sin avanzar, puesto que tenemos concepciones diferentes. Yo creo que se puede construir subjetividad, una nueva subjetividad colectiva por fuera de la lógica jerárquico-estatal; es más creo que es la única opción para construir lo diferente. Afortunadamente, no es una mera especulación teórica, sino que refleja prácticas, más o menos extendidas, de personas comunes que construyen día a día un nuevo horizonte ni estatal ni antiestatal, sino prescindente del Estado: me refiero a lo que en mi país se conocen como "asambleas ambientalistas" que están conformadas por gente común, trabajadores en su mayoría aunque no sólo por trabajadores, simples vecinos de distintas ocalidades muy seriamente amenazados por emprendimientos mineros, desmontes para la siembra de soja transgénica, construcción de represas hidroeléctricas, etc. y que están organizados de una manera que despertaría la envidia del mismo Bakunin, no tienen ni quieren tener jefes o líderes, todo lo discuten y deciden entre todos, en lo posible por consenso, y están articuladas a nivel nacional en una red que no tiene un centro y que se reúne periódicamente en distintas localidades del país. Y en las asambleas participan, piensan y opinan juntos desde adolescentes hasta ancianos, desde campesinos que apenas saben leer y escribir hasta profesionales universitarios, y nadie se cree más que nadie. Y no creen en los políticos ni en el Estado, es más, cualquier persona puede participar de una asamblea, ya que son abiertas, pero siempre a título personal o en representación de su comunidad, no se admite la participación de militantes o representantes de partidos políticos en cuanto tales, y mucho menos de funcionarios gubernamentales. Éste es el germen del mundo nuevo.
Quisiera poner punto final a mi intervención con una vuelta a las fuentes, que nunca está de más tener presentes. Se trata de parte de una carta de Malatesta a Saverio Merlino de 1899, a propósito del deseo de éste de participar en elecciones: "El socialismo se realizará por obra de trabajadores directamente asociados y federados en grupos de producción y de consumo. El parlamentarismo es una manera de evitar esa directa asociación y fereración, una manera de engañar a los trabajadores con la ilusión de estar representados. Constituye, por lo tanto, un obstáculo para el socialismo; una hábil engañifa de las clases dominantes y del gobierno. Los anarquistas, que no aspìran a conquistar el poder sino a suprimirlo, que no quieren conquistar el Estado sino acabar con él, nada tienen que hacer en las elecciones, ni en los parlamentos ni en los ministerios. Los parlamentarios legisan contra la voluntad o, en todo caso, más allá de la voluntad, de sus electores, y en definitiva las leyes que promulgan no hacen sino asegurar el status y defender los privilegios propios y de las clases dominantes, aun cuando se presentan bajo la forma de leyes populares y progresistas. Prestarse a intervenir en el juego electoral y parlamentario es dejarse envolver por los intereses de la sociedad burguesa e, incluso, cuando se llega a las cámaras en nombre de un partido "socialista" es renunciar al socialismo". La claridad de conceptos exime de comentarios.
Una vez más, el tiempo dictaminará quién sustenta la postura correcta.
Un saludo libertario,

Daniel de Buenos Aires.

author by un comunista libertariopublication date Fri Oct 05, 2012 20:31author address author phone Report this post to the editors

Daniel, concuerdo contigo en que ya nos estamos repitiendo en nuestras argumentaciones. A mí me ha quedado meridianamente claro tu punto de vista y creo que a ti también el mío, y a los lectores el de ambos, así que de acuerdo en dejarlo aquí.

Para finalizar resumiendo mi punto de vista, decir que me parece una falsa disyuntiva tener que elegir entre prácticas prefigurativas como las que describes (demasiado idílicamente, a mi entender) y disputar proyecto político. Considero que se puede y se debe hacer ambas cosas al tiempo, y que para ello no es necesario renunciar a nuestro programa ni nuestros objetivos finalistas.

Ya compañero, un saludo y nos encontramos en la lucha.

author by Vpublication date Sat Oct 06, 2012 05:45author email author address author phone Report this post to the editors

Llega casi el momento y los coletazos de las campañas se mudan al entorno directo de las personas, ya no tendremos a los candidatos inyectando esa dosis diaria de campaña por los medios de comunicación, o bueno, eso se supone. En cambio tenemos ahora la arduísima tarea de los convencidos de convencer a los “ninis” por quien decantarse. Cada uno saca a relucir sus mas brillantes argumentos pero lo cierto es que son mas de lo mismo. La proyección del aguacero no cesa y lo emocional se mezcla ahora con la política para llegar a la originalísima conclusión; si no votas no quieres a tu país. O, si no votas, no te quejes.

Y yo les digo porque no han logrado convencerme a mi ni a ese grupito, que por mas que digan que son “istas” del bando que sea en el closet, son porcentajes del proceso electoral que siempre están ahí y no es posible invisibilizarlos o querer montarlos en la hoya con proyecciones personalistas.

No voy a votar porque no se olvidan los discursos fuera del circo electoral. No voy a votar porque a mis treinta y pocos años me ha quedado claro que la política no se reduce a entregar una papeleta en una urna para que luego el elegido tome las decisiones que nos corresponden como sociedad sin consultar a nadie mas que los de la Asamblea Nacional y sus lacayos de partido. No voy a votar porque el desarrollo de este país basado en la extracción de los recursos minerales desde siempre me ha demostrado que beneficia a las cúpulas tecnocráticas y a las personas nunca les llega mas alla de la repartición en épocas de bonanza de precios petroleros y como parte del asistencialismo del estado una migajas con la demagogia populista del color que sea. No voy a votar porque las dos ofertas, todas las ofertas de proyecto de gobierno, legitima las empresas mixtas manteniendo las tajadas de las multinacionales que se sirven gustosas tajadas frente a la demanda internacional energética que impone guerras y masacres. No voy a votar señores del gobierno oficialista porque han dejado una marca imborrable y grosera en cuanto lo que es el socialismo y ahora si que va ser jodido propagar el ideal y el accionar del comunismo libertario, ese que proponemos. No voy a votar señores de la oposición porque nunca confiaría en una coalición de “demócratas” que desarrollan una apoteósica campaña de marquetin con tal de atrapar incautos, camuflándose con ideas “centro izquierdistas” cuando veo que en realidad son unos liberalismos caducos rodeado de miserables. No voy a votar porque no voy a legitimar el estado militar y la imposición de unos ideales patrios que le acompañan y que son manipulaciones históricas de valores que me son impuestos por el simple hecho de ser los ideales de la liberación y de la independencia. ¿Liberación de que? De España si, pero ¿Y esta esclavitud de hoy? ¿O es que trabajar como un burro toda la vida para levantar sus castillos y obras megalómanas es la libertad?

No voy a votar por que no me da la gana de legitimar el conjunto a la OTAN, ONU, OEA, UNASUR, ALCA y la sarta de socios que se adhieren al BM, FMI y demás santicos del liberalismo y el capitalismo moderno. No voy a votar porque ninguno de los candidatos me ofreció una respuesta que me convenciera, y eso si respondieron, cuando les preguntaron sobre el IIRSA, sobre el plan Puebla Panamá o sobre temas inexistentes en el debate como el aborto o la propiedad privada multimillonaria de las corporaciones y sus hijitos cuervos las PYMES. No voy a votar porque he reflexionado sobre alimentar a una cuerda de parásitos y burócratas que se llenen la boca con el producto de las luchas populares y esfuerzos individuales de las personas para vivir como unos marqueses independientemente de si ya vivían como marqueses o son nuevos marqueses. No, no la harán en mi nombre. Y cada día que pasé me encargaré de hacérselos ver. Me encargaré de desmentir sus discursos soeces y desmantelar sus argumentos dirigidos a limpiarse las manos con respecto a la responsabilidad delegada que gustosos aceptan. Me voy a encargar de hacer publico sus opulencias y sus astucias falaces para dar paso al único responsable de esta sociedad de desorden anacrónico y analfabetismo emocional de la que les culpare siempre movido por el dolor propio de haber crecido aquí y ser parte de esto; la justicia demócrata de la mayoría, la fuerza aplastante de la bota militar, el capitalismo como relación sexual con lo etéreo y la construcción de una sociedad de enajenados de los valores humanos.

Es día señores votantes me voy a ir a la playa a que me de el sol, voy a subir a la montaña a mirar pajaritos preñados de plumas hermosas, voy a compartir una arepita con mis amigos en cualquier parque de caracas y lo haré mientras me desligo de esa culpa cristiana de no haber obrado según el elevadísimo código moral de la ciudadanía. Lo haré como un acto de amor propio, ese que le duele a la masa que no dejo de atormentarme estos días de campaña cuando caminaba por la calle o escuchaba a los medios audiovisuales y me tildo de infantil e idealista. Lo celebraré a la salud de quienes ese día no votaron porque se les olvido inscribirse o lo que sea, porque detrás de ese desliz irresponsable existe la interpretación del cambio de gendarme como un acto estéril.

Lo celebraré como una pequeña muestra de solidaridad con los 17 mil presos que no van a votar en este país a quienes ninguno de ustedes se les ocurre mencionar mas allá de criminalizarlos a todos por pranes. Por ellos no voto y por respeto a sus familiares y amigos, por los muertos de las cárceles que construyeron en el pasado y que mañana querrán apuntalar con mas pobres de las calles. ¿O es que van a acabar con la delincuencia dasapareciéndoles y asesinándoles como en el Estado Lara? Porque cuando las campañas hablaron de terminar con esta lacra unos quedaron en ridículo con sus argumentos (y eso sin mencionar el discurso no oficial de la campaña MUD, ese de la gente que conozco), otros decretan desarme pero construyen una fabrica de AKAs47. Sean ustedes pues los próximos verdugos.
Por todas esas cosas y otras mas no voy a votar.
Por estas y otras cosas soy un nini.

Ni dios, ni amo, ni marido, ni partido, ni voto ni un carajo.

author by anarco-comunistapublication date Tue Oct 09, 2012 21:52author address author phone Report this post to the editors

Creo que la discusión real no es si Chávez es el socialista más bacano. Ni siquiera si el mal llamado socialismo del siglo XXI es en realidad socialismo o no. Claramente no lo es. Desde una perspectiva funcional-estructuralista uno está totalmente en lo correcto de criticar esta u otra política de lo que hace Chávez. El tema es que este análisis ignora la realidad de la lucha de clases venezolana. El problema es qué significa una derrota de Chávez para el pueblo, para la izquierda en general, para los revolucionarios e incluso para los anarquistas. Los comentarios que acá critican pasan eso absolutamente por alto. A Chávez no sólo se le puede, sino que se le debe criticar, pero se le puede criticar desde el punto de vista del socialismo, de qué tipo de socialismo se va a construir. La victoria de Chávez nos lleva a un momento en el cual podemos decir ahora qué se hace para avanzar en la construcción del socialismo más allá e las consignas. Un triunfo de Capriles hubiera significado el fortalecimiento de la derecha más reaccionaria en todo el continente y un reflujo del movimiento popular impresionante.

Number of comments per page
  
 

This page has not been translated into العربية yet.

This page can be viewed in
English Italiano Deutsch
© 2005-2024 Anarkismo.net. Unless otherwise stated by the author, all content is free for non-commercial reuse, reprint, and rebroadcast, on the net and elsewhere. Opinions are those of the contributors and are not necessarily endorsed by Anarkismo.net. [ Disclaimer | Privacy ]