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Perú: Humala recibe cada vez más apoyo de los estratos más altos y menos de los movimientos sociales

category bolivia / peru / ecuador / chile | la izquierda | entrevista author Tuesday December 27, 2011 23:11author by Revista Política y Sociedadauthor email uslperu at yahoo dot es Report this post to the editors

La pasada semana tuvimos la oportunidad de conversar brevemente, a su paso por Santiago de Chile, con José Miguel Cortés, joven compañero de la Unión Socialista Libertaria (USL) de Perú, que nos habló sobre cambios y continuidades tras la llegada al gobierno de la coalición Gana Perú y sobre el trabajo que desarrolla su organización, una de tantas que ha surgido en los últimos años en América Latina de la matriz comunista libertaria, reivindicando la potencia emancipadora de las luchas populares desde abajo.
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Perú: Humala recibe cada vez más apoyo de los estratos más altos y menos de los movimientos sociales


La pasada semana tuvimos la oportunidad de conversar brevemente, a su paso por Santiago de Chile, con José Miguel Cortés, joven compañero de la Unión Socialista Libertaria (USL) de Perú, que nos habló sobre cambios y continuidades tras la llegada al gobierno de la coalición Gana Perú y sobre el trabajo que desarrolla su organización, una de tantas que ha surgido en los últimos años en América Latina de la matriz comunista libertaria, reivindicando la potencia emancipadora de las luchas populares desde abajo.
Revista Política y Sociedad (anteriormente Hombre y Sociedad)

Han pasado varios meses de la llegada de Ollanta Humala a la presidencia de Perú, ¿qué balance se puede hacer de los inicios de su mandato?

Humala ha mostrado desde el comienzo que es falsa la imagen de radical que quisieron vender los medios de comunicación de la derecha más dura, la ligada al fujimontesinismo, para impedir su llegada al gobierno. Su intento de asustar al electorado despolitizado y a las clases medias urbanas hablando de que Humala quería ser el Chávez peruano y convertir a Perú en Cuba chocaron ya desde la campaña electoral (con más claridad en la segunda vuelta) con la imagen de moderación y de calma a los inversionistas que Humala quiso transmitir. El apoyo que recibió para la segunda vuelta de personalidades como Mario Vargas Llosa o Alejandro Toledo no fue gratuito. Su política está siendo pragmática, y eso en el Perú donde el modelo neoliberal campea significa nadar a favor de la corriente y todo para el empresariado y la casta dominante. Además su gestión está siguiendo un rumbo que no toca las estructuras claves de la producción nacional, ahondando el carácter primario exportador de nuestra economía, al tiempo que se trata de paliar mediante el gasto social y reformas los peores efectos de este modelo. Es decir, populismo político combinado con fortalecimiento del libre mercado, al estilo clásico.

En el plano laboral, Humala ha introducido algunas reformas tendentes a paliar la fragmentación y precarización extrema del mercado de trabajo introducidas por los gobiernos neoliberales, reduciendo el empleo informal y regularizando mucho trabajo en negro, haciendo que la patronal pague impuestos y que los trabajadores puedan acceder a beneficios y seguros sociales, aunque con el nuevo ministro de Trabajo las anteriores reformas se ha frenado o han retrocedido, quedando en el aire los aumentos salariales prometidos, así como la publicación del último listado de reposición o compensación laboral a los trabajadores despedidos durante la época de la dictadura fujimorista.

Además, la relación con los movimientos sociales o grupos de activistas (muchos de los cuales en un principio apoyaron su elección) está siendo cada vez más conflictiva. Muchos sectores del movimiento sindical, que también hizo campaña por Humala y le apoyó en estas medidas, están sorprendidos por el modo en que el gobierno está enfocando el modelo económico del país y el trato autoritario, tendiendo a cerrar espacios participativos a las organizaciones populares.

Asimismo, de momento se está viendo que el principal eje de conflicto social es el choque de intereses entre multinacionales mineras y las comunidades o poblaciones campesinas donde se asientan sus proyectos, que protestan por el modo negativo en que éstos afectan a la calidad y cantidad de agua para su consumo y el de sus cultivos y animales, para el desarrollo de otras actividades productivas y el nulo impacto positivo que tienen sobre el territorio donde se asientan, incrementando los precios de los productos, precarizando el empleo (subempleo), amenazando a los trabajadores que intentan sindicalizarse, además de destruir el equilibrio del ecosistema en dichas zonas. Ejemplos de estos conflictos los hemos tenido en zonas tan distantes entre sí como Puno, Tacna, Apurímac, Cuzco o Cajamarca, este último con particular fuerza, tanta que el pueblo movilizado consiguió que la empresa de extracción de oro más importante de Sudamérica paralizara el proyecto, a base de movilización que ha costado detenciones, persecuciones y la implantación de un arbitrario Estado de Emergencia, que es signo de una clara criminalización de la protesta, al mismo estilo que los gobiernos anteriores.

¿Ha habido quiebres o desacuerdos importantes en la coalición de gobierno por esta orientación?

La alianza con Perú Posible, del expresidente Toledo, que apoyó a Humala en la segunda vuelta electoral, se ha debilitado por motivos de estrategia de este último, que contempla que el desgaste de Gana Perú puede abrirle puertas en un futuro y considera que su paso a la oposición puede serle más rentable políticamente. Pero no hay desacuerdos políticos y económicos de fondo. Toledo puede sacar conclusiones y darse cuenta que el sector de derecha en el Perú está muy fuerte y puede intentar acercarse astutamente a la izquierda, pero sin desagradar al poderoso empresariado.

A pesar de la reforma laboral antedicha, el resquemor de los dueños del país respecto a la posible orientación “populista” del gobierno de Humala se ha ido disipando y hoy día concita en las encuestas un nivel de apoyo mayor por parte de los estratos más altos que cuando llegó a la Casa de Gobierno. Dicen haber visto que su línea es más similar a Lula que a Chávez, aunque en la práctica saben que ni siquiera se trata de eso, pues Humala se ha convertido en el consentido y el niño mimado de la derecha transnacional y oligarca del país.

Hay que señalar, por otro lado, que en el gabinete han entrado, e ido ganando peso, importantes técnicos y cuadros de derecha y eso ha generado malestar entre su llamada “ala de izquierda” y de los movimientos sociales, unido a la forma de encarar los conflictos sociales, de clase, comunitarios y ambientales, que por cierto han crecido desde el comienzo de su mandato, quizás estimulados por las promesas electorales y dispuestos a tomar lo que el gobierno ahora les niega, aunque hay que recordar que el ascenso de las luchas del movimiento popular viene de atrás, teniendo hitos como el “Baguazo” en 2009.

Eso está generando tensiones, qué duda cabe, pero el capital político de Humala se mantiene alto pese a todo. Todavía mantiene un voto de confianza por parte del parlamento (ahora más a su favor, ya que la segunda fuerza política en ese ámbito es el fujimorismo). En la mayoría de la izquierda oficial o de partidos aliados al gobierno sigue siendo predominante el reformismo y la mentalidad del “mal menor” y aunque haya un creciente descontento, se critiquen medidas concretas del gobierno y se hable de su giro a la derecha, no se contempla la posibilidad de construir una alternativa por fuera a él. Sin embargo, podemos afirmar que son los propios movimientos sociales de base y ciertos sectores de activismo político autónomo quienes, por necesidad, van forjando propuestas de lucha independiente. Es allí donde estamos participando e incidiendo.

¿Ha habido cambios significativos en la política exterior de Perú?

La incorporación con fuerza de Perú al proceso de integración regional, y sus crecientes lazos comerciales con Brasil o Venezuela, no interfieren para que se hayan mantenido los compromisos con los Estados Unidos acordados por los gobiernos entreguistas de Alejandro Toledo y Alan García. Hasta Santos o Piñera han tenido que subirse al tren de la integración latinoamericana y no precisamente porque sean anti-imperialistas. El TLC sigue vigente, así como la política anti-drogas dirigida desde Washington por la DEA y que está afectando muy negativamente a los campesinos, principalmente a los cocaleros. Por su parte, Humala hizo un tímido intento por revertirla y apostar, en vez de la fumigación de los cultivos de coca por la sustitución de plantaciones, pero ante las presiones de la Embajada de los Estados Unidos rápidamente dio marcha atrás. El gobierno intenta llevarse bien con todos, mantener una apariencia de tecnocracia y neutralidad, y eso en la práctica supone hacer más concesiones al más fuerte y en este caso, como en otros, no es el pueblo.

Además, debido a que el actual gobierno apuesta por la consolidación del actual modelo económico, nuestro país está siendo promocionado al exterior como país rentable para las inversiones y desde ya el actual mandatario está empeñado en viajar a otros países y concretar firmas de acuerdos comerciales bilaterales o en grupo, todo bajo la publicidad de progreso.

¿Qué nos puedes comentar sobre la organización en la que militas, la Unión Socialista Libertaria?

La USL es una organización política libertaria aún joven (vamos hacia el cuarto año), con presencia consolidada en dos ciudades, Lima y Huancayo, y con núcleos formativos en otras más. Desarrolla trabajo en los barrios, entre los comités de madres, entre los pensionistas, los estudiantes, los trabajadores, de cara a la construcción de poder popular. Todo esto obedece a la línea de trabajo orgánico que sostenemos de inserción en tres frentes estratégicos de lucha y empoderamiento: Sindical, Estudiantil y Barrial.

Para vehicular al pueblo nuestros puntos de vista, más allá de nuestros espacios de inserción social, contamos con un periódico, “Avancemos” (el cual ha tenido mejor acogida de lo que habíamos pensado, puesto que se distribuye en movilizaciones, actos políticos y culturales, tanto en la capital como en provincias y fuera del país) y un boletín de análisis y propaganda política libertaria sobre la coyuntura o el periodo que nos toca enfrentar llamado “Lucha Libertaria”. También impulsamos el desarrollo de una cultura popular libertaria y la reflexión colectiva sobre lo que ocurre en el plano nacional, para ello llevamos a cabo jornadas de difusión y de formación, en Huancayo impulsamos el Centro de Estudios Manuel González Prada (dentro de la principal e histórica universidad pública de la zona) y en Lima una biblioteca popular.

También participamos en debates con otras fuerzas políticas de la izquierda de base para dar a conocer nuestras posiciones y generar debate o corrientes políticas dentro del espectro de la izquierda local. Y sobre esto afirmamos que se ha recorrido mucho terreno puesto que hemos sostenido un discurso estable desde el inicio y en esa línea hemos manifestado no sólo nuestra desconfianza sino nuestro rechazo al actual gobierno, y ahora muchos se suman a nuestros postulados dándonos la razón.

Por su parte, los núcleos formativos de los cuales hablamos, están realizando trabajo de acumulación de fuerzas con otros sectores en sus ciudades como Chiclayo o Tacna, donde se apuesta por converger y construir bloques de trabajo popular con independencia y solidaridad de clase. Todo este trabajo lo publicamos en nuestra prensa escrita o virtual o de ser el caso se tiene como actas o documentos internos de análisis y debate.

Sabemos que en nuestro país no existe una tradición de anarquismo organizado y mucho menos antecedentes inmediatos de organizaciones especificas libertarias de los cuales beber y trazar líneas de trabajo, por eso nos toca construirlo todo desde cero y lidiar con muchos factores adversos, incluyendo aciertos y errores, propios de procesos de maduración y consolidación. El elemento libertario en nuestro país es aún muy disperso y receloso del trabajo político y popular, por ello muchas veces nos hallamos solos –desde el anarquismo- en los procesos sociales, pero por lo que se avanzó en estos primeros años creemos que sí es posible la maduración política de muchos compañeros y sus propias apuestas por la organización y la lucha.

Related Link: http://uslperu.blogspot.com
author by Felipepublication date Wed Dec 28, 2011 03:59author address author phone Report this post to the editors

Interesante entrevista, solo quería hacer un pequeño apunte para una comprensión mejor, y es cuando el compañero dice:

"...el resquemor de los dueños del país respecto a la posible orientación “populista” del gobierno de Humala se ha ido disipando y hoy día concita en las encuestas un nivel de apoyo mayor por parte de los estratos más altos que cuando llegó a la Casa de Gobierno. Dicen haber visto que su línea es más similar a Lula que a Chávez, aunque en la práctica saben que ni siquiera se trata de eso, pues Humala se ha convertido en el consentido y el niño mimado de la derecha transnacional y oligarca del país."

De hecho sí es así, no solamente porque Humala ha repetido muchas veces que su referente es Brasil sino porque en los hechos así lo muestra. Algunos de sus asesores más cercanos son brasileños del PT y su línea política (amplios consensos) y económica (continuidad) son muy cercanos. El referente claramente es Brasil, también un socio comercial preferente.

Lula, y ahora Dilma Roussef, son muy apreciados por los grandes inversionistas por haber aportado al país estabilidad y "buen clima de negocios", combinando un manejo económico dentro de la ortodoxia del Consenso de Washington y al tiempo amortiguando el conflicto social gracias a su capacidad de llegada a amplios sectores de los movimientos y a la política redistributiva mediante el Bolsa Familia y otras medidas. De hecho el espacio de oposición a su derecha cada vez es más restringido porque le han quitado el piso político a los partidos tradicionales, vaciándolos de savia popular.

Sólo era ese apunte, para mejorar la comprensión de los procesos latinoamericanos, que cada vez más y a más velocidad son uno solo.

Fuerza y suerte a los luchadores peruanos!!!

author by Carlos Noriega - Página/12publication date Thu Dec 29, 2011 02:23author address author phone Report this post to the editors

Cinco meses después de que Ollanta Humala asumiera el poder con el apoyo de la izquierda, se ha instalado el debate sobre el distanciamiento del presidente de sus aliados progresistas y populares y su acercamiento al empresariado y la derecha. El prematuro cambio de gabinete ministerial en la segunda semana de diciembre parece marcar ese nuevo rumbo del gobierno. El nuevo primer ministro es el coronel en retiro Oscar Valdés, identificado con posiciones de mano dura y poco diálogo. La tecnocracia neoliberal ha ganado espacio en el nuevo equipo ministerial y la izquierda ha perdido posiciones. Como telón de fondo están los conflictos sociales, que estallaron en la norteña región de Cajamarca con una protesta campesina contra las operaciones de una transnacional minera. Para analizar esta situación, Página/12 consultó con un congresista de izquierda que integra la bancada oficialista, un ex asesor del gobierno y dos analistas políticos.

Javier Diez Canseco, líder del Partido Socialista y miembro de la bancada oficialista, señala que con el cambio de gabinete “el gobierno pierde su carácter concertador y se ha desplazado hacia una posición más conservadora, más neoliberal, más de derecha; el nuevo gabinete ministerial expresa un mayor énfasis en el principio de autoridad”. En su opinión, estos cambios se explican por el peso de los poderes fácticos –grupos económicos, las fuerzas militares y los medios– y la debilidad de las organizaciones sociales y políticas progresistas. “No hay una ruptura de Humala con la izquierda –precisa Diez Canseco–, pero sí un debilitamiento de esa relación y un distanciamiento significativo. Ahora esa relación es compleja y difícil.”

El sociólogo Sinesio López, asesor político del gobierno de Humala hasta el cambio del gabinete ministerial, dice que “con el anterior gabinete el juego político central era de concertación, con el cambio ministerial ese juego ha terminado. Ya no tenemos un gobierno de concertación, sino un gobierno de los poderes fácticos: los grupos de poder económico y la fuerza militar, que han ocupado el espacio dejado por la izquierda y ahora gobiernan con Humala”.

“El cambio de gabinete ministerial lleva al gobierno hacia la derecha. El gabinete anterior era de concertación, dialogante, de un centroizquierda moderado; el nuevo gabinete prioriza en exceso la cuestión del orden y la autoridad, es poco partidario del diálogo y expresa una opción de cambiar muy poco”, afirma Carlos Reyna, politólogo y catedrático de la Universidad Católica. El analista opina que “Humala está perdiendo el respaldo de sectores populares que lo apoyaron y que lo podían haber seguido respaldando con mucha fuerza; ahora tiene el apoyo de los sectores empresariales, pero una cosa es que esos sectores aplaudan sus últimas medidas y otra que estén dispuestos a defenderlo y sostenerlo”.

Nelson Manrique, historiador y analista político, dice que el gobierno ha dado un giro a la derecha y explica que “una razón fundamental de ese giro a la derecha es la convicción de Humala de que lo decisivo para tener éxito es tener el apoyo de las grandes inversiones. No diría que hay una ruptura total de Humala con sus bases populares, pero sí un distanciamiento muy fuerte”.

Los políticos y analistas consultados por este diario coincidieron en que el gobierno de Humala ha pasado del centroizquierda al centroderecha y que si bien la izquierda mantiene alguna presencia en el nuevo gabinete, ésta ha quedado reducida a algunas individualidades en sectores sin mayor peso político.

El nombramiento del coronel en retiro Oscar Valdés como primer ministro y el poder que como asesor presidencial ha ganado el también coronel retirado Adrián Villafuerte, quien estuvo vinculado con el fujimorismo, han desatado las especulaciones de un probable giro autoritario y una posible militarización del régimen del ex comandante Humala. “Yo no diría que hay una militarización, pero sí una posición más autoritaria y vertical”, dice Diez Canseco. Por su parte, Reyna advierte que “si el gobierno sigue en la misma lógica, se va a reforzar más la presencia militar y se va a recurrir con más frecuencia a la represión frente a las protestas sociales”. “No se puede decir que ya se ha dado una militarización, pero ése es un escenario posible. Humala no tiene un partido político que funcione como tal y se está apoyando crecientemente en el estamento militar. Se ha reforzado el núcleo militar que lo rodea. El escenario más probable del gobierno es el autoritario”, apunta Manrique.

Sinesio López y Nelson Manrique coinciden en que el fantasma del ex presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez puede presentarse en el horizonte del presidente Humala. “Humala puede ser desbordado por las demandas de los sectores populares que lo apoyaron y terminar como Lucio Gutiérrez. Otra alternativa es que siga adelante con la cancha libre y se convierta en otro Fujimori. Una tercera posibilidad es que retorne a sus propuestas originales y retome su alianza con los sectores de izquierda y populares. En el Perú todo es posible y no descarto eso, pero creo que ésa es la opción menos probable”, dice López. Por su parte, Manrique señala que “habiendo Humala abandonado sus propuestas originales y sin un Plan B ni un aparato político sólido que lo respalde, el escenario de Lucio Gutiérrez está abierto. También podría darse un retorno de Humala a posiciones más moderadas y dialogantes, pero veo difícil un reencuentro con la izquierda. Las cosas todavía no están definidas. Estamos en las primeras escaramuzas”.

“El rumbo que ha tomado Humala lo hace depender cada vez más del sector empresarial y del respaldo militar para sostener ese rumbo”, afirma Carlos Reyna. Javier Diez Canseco prefiere no hacer pronósticos sobre el futuro del gobierno de Humala. En su opinión, las tensiones internas entre los sectores progresistas y conservadores del gobierno continúan y nada está dicho. “Estamos ante un proceso complejo. El rumbo no está definido, probablemente será un rumbo zigzagueante. La conducción del gobierno que hace Humala es bastante pragmática y él va a responder según las circunstancias. Lo que suceda dependerá de la correlación de fuerzas que se vayan armando y de-sarrollando. Ahora esa correlación de fuerzas favorece a las corrientes más conservadoras, pero eso puede cambiar. Este es un partido de varios tiempos.”

author by Antonio Vpublication date Sat Dec 31, 2011 08:18author address author phone Report this post to the editors

Me gustaría participar en la biblioteca de Lima, ¿donde queda?

author by Margaritapublication date Fri Jan 06, 2012 06:35author address author phone Report this post to the editors

Compa, hay mucho para discutir o extraer de la entrevista o de los comentarios posteriores aparte de la biblioteca. La coyuntura que vive Perú es crucial no solo como política interna, sino de cara a los procesos regionales y hasta mundiales y quienes formamos parte de la corriente libertaria deberíamos tener más criterio y madurez política para afrontar lo que se nos viene. Pero bueno, si te interesa el proyecto de biblioteca u otros que se menciona en la entrevista, puedes comunicarte al correo de los compañeros que lo mencionan y si eres de Perú o Lima, seguro podrás conocer más o mejor aún, hacerte parte activa sobre los proyectos.

Saludos ácratas.

 
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