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Ya Basta: Todos a Exigir el Fin de la Ocupación Militar de la ONU en Haití (29 de Febrero, 2012)

category américa central / caribe | imperialismo / guerra | comunicado de prensa author Wednesday October 19, 2011 17:34author by Varios Autores Report this post to the editors

Hay mil razones para que las tropas de ocupación de la ONU en Haití (MINUSTAH) se vayan. No hay una sola razón legítima para que se queden. [English] [Kreyòl Ayisyen] [Français]
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Ya Basta: Todos a Exigir el Fin de la Ocupación Militar de la ONU en Haití (29 de Febrero, 2012)

Hay mil razones para que las tropas de ocupación de la ONU en Haití (MINUSTAH) se vayan. No hay una sola razón legítima para que se queden. ¿Cuáles son los logros de la MINUSTAH? Repasemos los más notables de estos logros de manera breve pero franca:

  • Más de 10.000 muertes violentas relacionadas a violencia “paramilitar” o “humanitaria”;
  • Más de 6.000 muertes ocasionadas por la epidemia de cólera causada por los soldados de la MINUSTAH que utilizan los ríos locales como alcantarillas;
  • Miles de violaciones (al menos 35.000 sólo entre 2004-2006, según el informe “Lancet”)
  • Más de 700.000 personas aún viviendo en carpas más de un año y medio después del terremoto;
  • 2 elecciones selectivas y fraudulentas con una participación de las más bajas en toda la historia de ese país (apenas un 22% en la última);
  • Reforzamiento del modelo maquiladoras de falso “desarrollo”;
  • Ha otorgado la seguridad necesaria para el retorno de los elementos nostálgicos de los “buenos viejos días” de la dictadura duvalierista;

    La MINUSTAH ha estado en Haití desde 2004, supuestamente por razones humnitarias. Pero jamás deberían haber ido allá. De cualquier modo, la lista de sus logros es realmente curiosa para una intervención supuestamente “humanitaria”.

    Desde luego, sabemos que no existe tal cosa como una intervención “humanitaria”. Las potencias solamente intervienen según sus intereses, no en beneficio de las mayorías oprimidas y empobrecidas. Intervienen cuando ven oportunidades comerciales, y no vacilan a la hora de aplastar (por razones “humanitarias”) cualquier forma de resistencia local en contra de sus elevados propósitos. Hemos visto este patrón de conducta en repetidas ocasiones. Pero pobre Haití… a nadie le han dado tan duro.

    ¿Por qué? Podemos remontarnos al nacimiento de la República de Haití en 1804, fruto de una rebelión de esclavos –la primera república negra en el mundo. Desde entonces, a los ojos de las potencias “civilizadas” de Occidente, ha sido una república paria. De hecho, han hecho todo cuanto ha sido posible para asegurarse que los haitianos sean para siempre una población oprimida y empobrecida: se les impuso deudas ielgítimas apenas se independizaron, sufrieron de bloqueos, embargos, ocupaciones militares e intervenciones, a la vez que se les impuso toda clase de dictadores según los intereses de tal o cual potencia: Francia primero, Alemania después, los EEUU hoy en día. El Occidente “civilizado” ha demostrado la bestia salvaje que lleva adentro en su trato salvaje hacia Haití.

    Pero para realmente comprender lo que está pasando ahora, debemos remontarnos a 1986, un momento crucial en la historia haitiana, durante el cual movilizaciones de masas en todo el país derrocaron al infame dictador “Baby Doc” Duvalier, quien gozaba del pleno respaldo de los EEUU y de Francia. Que una nación pequeña, tercermundista, empobrecida, en medio del Caribe haya podido desafiar los planes de los amos de EEUU e intentar construir formas de democracia directa y radical fue algo intolerable para ellos. Desde entonces, la “comunidad internacional”, liderada por EEUU, ha hecho todo lo humanamente posible para suprimir el movimiento popular que derrocó a la tiranía y que osó construir un Haití para sí mismo. Primero, impusieron nuevas dictaduras por parte de los militares; luego, en 1991, derrocaron al primer presidente elegido democráticamente en la historia haitiana, Aristide, después de escasos siete meses en el poder; después, impusieron una nueva dictadura militar; luego, en 1994, permitieron el retorno de Aristide con la condición de que implementara un programa de profundas reformas neoliberales y que permaneciera en el poder solamente por unos cuantos meses; después, dejaron al país hundirse en una crisis causada por la deuda externa ilegítima, mientras saqueaban al país con sus corporaciones transnacionales; más adelante, cuando Aristide ganó nuevamente las elecciones en 2000 y mostró señales de demasiada independencia a la vez que rechazaba la implementación plena de un programa de mayores privatizaciones que había sido decidido para Haití, el país fue víctima de sanciones internacionales por acusaciones espurias de comportamiento “anti-democrático”, lo cual arruinó la economía.

    Finalmente, en 2004, cuando todo esto fue insuficiente, y después de que Aristide insultara el orgullo colonial de su antiguo amo francés al demandar que se devolviera a Haití el dinero pagado a Francia como una ilegítima compensación por su derecho a la independencia (la cual se comenzó a pagar en 1825 y solamente se concluyó su pago en 1948), la CIA entrenó y armó a una pandilla de matones neo-duvalieristas en la República Dominicana y patrocinó un golpe militar que llevaron a efecto desde comienzos de Febrero de 2004. Luego, los EEUU enviaron tropas, secuestraron a Aristide a punta de fusil, lo subieron a un avión y lo enviaron a la República de África Central. Brasil, que estaba dispuesto a cualquier cosa para asegurar un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, tomó a su cargo la comandancia de la MINUSTAH, relevando así de las tareas de la ocupación a las tropas francesas, norteamericanas, canadiensas y chilenas que desarrollaron esta labor durante algunos meses, dando así un manto de “legitimidad” a la ocupación por parte de la mal llamada “comunidad internacional”.

    Todo esto es bien conocido y está muy bien documentado –no es sencillamente una teoría conspirativa. Lo importante que es la MINUSTAH para los intereses imperialistas yanquis en Haití, fue revelado por un cable de 2008, del embajador de EEUU, dado a conocer por Wikileaks: “Si MINUSTAH abadona al país de manera prematura, dejaría al gobierno [haitiano]… vulnerable a… emergentes fuerzas políticas populistas y contrarias a la economía de mercado –revirtiendo el progreso que hemos hecho en estos últimos dos años”. La MINUSTAH “es una herramienta indispensable para la realización de los intereses políticos claves del gobierno de EEUU en Haití”. [1]

    ¿Cuál es entonces el rol de la MINUSTAH? No es sencillamente una fuerza de ocupación común y corriente. Es más que eso, es de hecho, la fuerza armada que respalda al régimen de facto, la dictadura impuesta a los haitianos con el golpe de 2004 (la cual ha sido apenas disfrazada en ropajes democráticos mediante dos elecciones fraudulentas, llenas de irregularidades y que contaron con una bajísima participación). El golpe en Haití fue bastante peculiar; ya que el ejército haitiano había sido disuelto por Aristide en 1995 (argumentando que su rol histórico fue el de guardián de los privilegiados y por su tendencia a los golpes de Estado), no podía desarrollarse un golpe militar clásico, así que exoficiales del disuelto ejército se convirtieron en mercenarios de la CIA. Pero si bien podían realizar su golpe posando de “combatientes libertarios” al más puro estilo de la CONTRA, no podían hacerse cargo del país; entonces, la fuerza militar capaz de hacer esto fue facilitada por las tropas de “paz” internacionales, los cascos azules. Ellos han reprimido y atacado a los pobres a la vez que permiten que operen bandas paramilitares armadas por empresarios y oligarcas recalcitrantes. Esto no debería sorprendernos si consideramos que las tropas de esta misión de “paz” está compuesta casi exclusivamente por países cuyos ejércitos están comprometidos en serios abusos en contra de los derechos humanos, tales como Marruecos, Jordania, Uruguay, Brasil, Chile, Perú, Sri Lanka, etc.

    Es hora de poner término a esta farsa. El 29 de Febrero de 2012, será el octavo aniversario del golpe. Serán ocho años desde que comenzó esta forma de tutelaje imperialista. Será el octavo aniversario de la completa ruina del pueblo haitiano. Todos –organizaciones solidarias, medios alternativos, todos- deberíamos comenzar a agitar para que ese día sea una demostración de masiva solidaridad con el pueblo haitiano en su lucha por la liberación de la odiosa bota militar de la MINUSTAH. Ahora el pueblo haitiano está exigiendo con mayor fuerza que nunca el término de la ocupación de Haití –después de la epidemia de cólera, de repetidos ataques contra las barriadas populares, de violaciones sexuales sistemáticas como demostrado por el video de tropas uruguayas agrediendo sexualmente a un joven. Todos deberíamos unirnos para apoyar su voz.

    Habrá gente de buen corazón que crea, equívocamente, que el pueblo haitiano no debería ser abandonado por la “comunidad internacional”. Pero pongamos las cosas claras: la mal llamada “comunidad internacional” hace mucho tiempo abandonó al pueblo haitiano, al menos desde el punto de vista meramente “humanitario”. Todo cuanto ha hecho el “Occidente civilizado” durante las últimas décadas es infligir dolor a las masas haitianas, hambrearlas, humillarlas, robarles todo cuanto pudieran robarle y dejarlas sin absolutamente nada. La mal llamada “comunidad internacional” no ha mostrado nunca signos de una genuina preocupación por el pueblo haitiano, como lo demuestra la extraordinariamente ineficiente respuesta al trágico terremoto del pasado año, que solamente sirvió para que las agencias internacionales se llenaran los bolsillos con miles de millones de dólares que el pueblo haitiano jamás ha visto. Mientras que la ONU se ha negado a dar más que la mitad del dinero necesario para actividades humanitarias para este año (U$382.000.000 como fue el total solicitado)[2], mientras que solucionar el problema de quienes no tienen donde vivir después del terremoto de 2010 costaría tan sólo U$200.000.000 [3], mientras que la ONU ha sido incapaz de conseguir apenas U$100.000 para combatir la epidemia de cólera que ha costado más de 6.000 vidas hasta ahora, la ONU gasta, aproximadamente, U$850.000.000 en esta costosa fuerza de ocupación militar que es una afrenta para el pueblo haitiano [4]. En lugar de aprovechar la oportunidad del terremoto para reconstruír un mejor Haití, como dijo cínicamente Bill Clinton (probablemente el individuo en el mundo con más sangre haitiana en sus manos), se otorgaron contratos multimillonarios a grandes compañías de EEUU sin ningún compromiso para que cumplieran con resultados concretos, quedando así cientos de miles de personas en la calle [5]. En lugar de aprovechar esa oportunidad para devolver al campo a los haitianos mediante una largamente esperada reforma agraria cabal, decidieron pavimentar el camino para las maquiladores como el medio para “desarrollar” a Haití.

    Todo lo que ha hecho el “Occidente civilizado” es interferir en los asuntos haitianos, imponer un régimen neoduvalierista en contra de la voluntad de la mayoría del pueblo haitiano, destruir lo que quedaba del movimiento que en un lejano 1986 soñó con un país diferente. Esta ocupación, al igual que la intervención constante y la sucesión de regímenes terroristas patrocinados por los EEUU desde 1986, está ideada para quebrar la voluntad popular, para convencer al pueblo de la futilidad de la resistencia y para convencerles de que el duvalierismo es el mejor modelo para Haití. Pero el pueblo haitiano sabrá demostrarles que están equivocados: toda su historia no es otra cosa que una lucha a contracorriente en contra de la servidumbre y este no es más que el último capítulo en esta historia.

    La hora ha llegado para decir: ¡ya basta! Hay mil razones para que las tropas de ocupación de la ONU en Haití (MINUSTAH) se vayan. No hay una sola razón legítima para que se queden. Comencemos a coordinar y a trabajar para que el 29 de Febrero envíemos un mensaje claro a la comunidad internacional: el pueblo haitiano no está solo.

    Digamos fuerte y claro:

    ¡No más mentiras, no más MINUSTAH!
    ¡No más ocupación, no más MINUSTAH!
    ¡No más violaciones, no más MINUSTAH!
    ¡No más abusos, no más MINUSTAH!
    ¡No más asesinatos, no más MINUSTAH!
    ¡No más racismo, no más MINUSTAH!
    ¡No más colonialismo, no más MINUSTAH!
    ¡No más intervenciones, no más MINUSTAH!
    ¡Respeto para la dignidad y autodeterminación del pueblo haitiano!
    ¡Hay mil razones para que la MINUSTAH se vaya, no hay una sola para que se queden!

    José Antonio Gutiérrez D.
    Henry Boisrolin
    Elsie Haas
    Isabel Ledesma
    Franck Seguy

    7 de Octubre, 2011




    [1] http://www.thenation.com/article/162598/wikileaks-haiti...files
    [2] http://www.espacinsular.org/spip.php?article12903
    [3] http://www.guardian.co.uk/commentisfree/cifamerica/2011...s-aid
    [4] http://www.zcommunications.org/brazil-minustah-need-a-t...sbrot
    [5] http://www.thenation.com/article/161469/wikileaks-haiti...racts

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