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ANNCOL: La libertad de opinión justifica nuestra existencia

category venezuela / colombia | miscellaneous | non-anarchist press author Friday May 06, 2011 07:18author by ANNCOL Report this post to the editors

en el día mundial de la libertad de expresión

Con la tinta fresca aún de los titulares sobre la detención de nuestro camarada Joaquín, las plumas del régimen colombiano, salieron como carroñeros a sobrevolar sobre nuestro supuesto cadáver, se lamian su pico, prestos a lanzarse sobre nuestro cuerpo, supuestamente inerte.

El primero fue Ernesto Yamhure, asesor de la casa Castaño, Yamhure no le perdona a ANNCOL que al descubrirlo haciendo sus pinitos de espía internacional, lo denuncio con foto y todo, cuando recogía información sobre los opositores al régimen desde el famoso buque escuela Gloria. Hasta allí le llegó su carrera diplomática, a la cual llegó por recomendación de los parapolíticos ligados a la casa Castaño (Jefe máximo paramilitar). Este individuo que posa como flamante columnista del espectador, ahora también tiene una columna radial en Paracol (Caracol) y desde allí se vino lanza en ristre sobre el supuesto financiamiento de la Agencia de Noticias de la Nueva Colombia, su éxtasis paramilitar lo llevo al delirio máximo para hacer elucubraciones sobre el supuesto funcionamiento de ANNCOL.

Luego fue el primo de Pablo Escobar, José Obdulio Gaviria, al origen del espionaje del DAS y de los seguimientos a opositores, le asignó seudónimo a Joaquín y lo ubico bien alto en la estructura de mando de la comisión internacional de las FARC-EP, estilo que ya todos conocemos para justificar falsos positivos y enriquecer partes de victoria. Como por arte de magia le sembraron correos al computador atómico de Raúl Reyes, e inventaron correos recientes donde, supuestamente un jefe insurgente del secretariado, le ordena a Joaquín desplazarse a Venezuela.

Las dos lacras antes citadas, creyeron que ya podrían abalanzarse sedientas y hambrientas sobre nuestro féretro, pero se equivocaron, aquí estamos y les anunciamos que desde esta trinchera no nos sacara nadie, hasta verlos judicializados, el primero por asesorar a los paramilitares y al segundo por promover crímenes de lesa humanidad desde su función en presidencia.

Para completar el cuadro, el espectador dedicó un editorial al secuestro de nuestro camarada por parte del gobierno cómplice de Venezuela, y su posterior entrega al régimen criminal de 'Chucky' Santos, que como todos sabemos, no garantiza el debido proceso, y per se, un opositor es condenado antes de juicio. Mientras muchos medios alternativos sostienen que con la captura de Joaquín se pretende silenciar la prensa alternativa, como es obvio, el espectador sale a negar de plano los objetivos que tiene el gobierno de destruir a ANNCOL, afirmando que la libertad de expresión no está en peligro cuando se penaliza y judicializa a un periodista alternativo. El Espectador como otros medios, se creen paradigmas de libertad de expresión, cuando en realidad tienen la pluma empeñada, con intereses compartidos con el poder económico y político del régimen colombiano.

Los portavoces del gobierno fueron más claros que el Espectador, al afirmar que la Agencia de Noticias De la Nueva Colombia, ANNCOL y nuestro compañero Joaquín a la cabeza, son los culpables de la mala imagen del gobierno en el extranjero. Frente a estas afirmaciones, que sólo pretenden tapar el sol con las manos, afirmamos categóricamente que seguiremos con nuestra tarea informativa. Seguiremos defendiendo el derecho del pueblo colombiano a organizarse y a luchar contra el régimen para reivindicar sus derechos. Seguiremos denunciando hasta la saciedad el terrorismo de Estado del régimen narcoparamilitar que encabeza Santos, alias 'Chuky'.

Le recordamos al gobierno que es, desde sus cuarteles, donde han salido los masacradores del pueblo colombiano, si denunciarlo daña la imagen del gobierno, entonces que paren las masacres y se judicialicen a los promotores y ejecutores.
No es el denunciador el culpable de la mala imagen del régimen, los culpables son el mismo régimen que legitima al masacrador, el que porta la motosierra y quien da las órdenes, este último, escondido en el parlamento, en los partidos políticos tradicionales, en los gremios económicos y en las altas esferas del poder.

Bajo una lógica de “espiral de silencio” el régimen colombiano se ha estructurado de tal manera que no se escribe una silaba, ni se emite una imagen que no pase por el censor oficial, velado o manifiesto. La mayoría de comunicadores sociales colombianos se han vuelto expertos en subrayar y copiar los cables internacionales, sin hacer el mínimo esfuerzo de investigar e indagar sobre el origen social y político de sus notas, sin entrevistar a sus protagonistas, y muchas veces, con una sola fuente se construye una chiva informativa. Sólo algunas excepciones confirman la regla.

Otros periodistas, se han dedicado más a vender publicidad, para completar sus salarios de miseria que a investigar sobre la realidad que los circunda. Esta dinámica hace que el periodista no haga las preguntas que enojan, que no indague las cuestiones que molestan o toquen intereses cruciales. Es curioso, que casi ningún periodista osa preguntarle al narco-Uribe (ex-presidente) por la relación de reciprocidad que existe, entre ser el padre de 'Tom y Jerry' (Tomás y Jerónimo Uribe), haber ejercido la presidencia y la aumentación descomunal del patrimonio de sus dos vástagos. El patrimonio de los hijos del expresidente narcoparamilitar se naturaliza, bajo el silencio de la prensa secuestrada por el régimen.

Todos estos factores, explican y justifican la existencia de los medios alternativos de comunicación, entre ellos ANNCOL. Debemos romper el latifundio mediático que ejercen dos o tres grupos económicos que controlan toda la prensa en Colombia (escrita, tv, radio, etc.) para que una lectura crítica del país se vulgarice y salga a flote la realidad que los medios nos ocultan. No es gratuito, que la prensa sea unánime en afirmar que la oligarquía colombiana ya ganó la guerra frente a la insurgencia. Muchos incluso, nos preparan el post conflicto, cuando la realidad es otra, la conflictualidad del país se dispara, los indicadores macroeconómicos se maquillan con artimañas estadísticas que no están al alcance del 90% del pueblo colombiano, pero que con la ayuda de la prensa amordazada se impone un unanimismo en torno al poder vigente.

Es por eso que la verborrea oficial, y sus columnistas esbirros – como los antes citados-nos marcatizan con el único fin de silenciarnos. No somos nosotros quienes hemos creado una mala imagen del país, es el terrorismo de Estado, quien bajo su fundamento básico, elimina todo lo que se le opone, imperando una visión genocida y fascista frente al otro.

Nuestro camarada Joaquín cometió un delito de lesa majestad que consiste en pensar diferente. Enviarlo a una celda, bajo las condiciones indignas como viven los más de 7500 prisioneros políticos, es para la redacción de ANNCOL un hecho que nos sume en una tristeza profunda, pero al mismo tiempo nos fortalece. Los ataques del régimen oligárquico, cuyos componentes narco-mafiosos lo hace más peligroso-, dignifica más nuestra labor y multiplica nuestro compromiso. Estamos en el camino correcto.

Los carroñeros que sobrevolaban nuestro cuerpo, supuestamente inerte, fracasaron de nuevo en su intento de destruirnos, guarden sus garras y picos nauseabundos que nuestras plumas están más vivas que nunca. Viva la libertad de expresión.

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