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Renovación y Regeneración: dos publicaciones ácratas en la Revolución Mexicana

category américa central / caribe | historia del anarquismo | opinión / análisis author Friday January 21, 2011 06:23author by José Julián Llaguno Thomas Report this post to the editors

Ponencia inédita presentada en el Congreso Solar, Heredia, Costa Rica, octubre, 2010. La temática corresponde al eje sobre la Revolución Mexicana y las publicaciones culturales en América Latina.
Regeneración de México, 1910
Regeneración de México, 1910


Renovación y Regeneración: dos publicaciones ácratas en la Revolución Mexicana.

José Julián Llaguno Thomas[1]

“La libertad no es la prerrogativa
de escoger un amo;
es la imposibilidad del amo”

Praxedis Guerrero

Resumen

El siguiente trabajo reflexiona sobre los niveles de colaboración y de solidaridad entre los anarquistas de Costa Rica y los de México, a través de dos de sus publicaciones más importantes, las que pertenecían, a su vez, a una red libertaria más amplia, que se extendía por los continentes americano y europeo; éstas son: la revista costarricense Renovación y la revista mexicana Regeneración. Asimismo, los acontecimientos revolucionarios en México sirvieron como un dinamizador importante de esta red, que también sirvió como soporte y difusor de lo acontecía en estas tierras.

Introducción

El punto de partida de esta ponencia es la conmemoración del primer centenario de la Revolución Mexicana (1910-1917) y su impacto en Costa Rica. Esta fecha ha estado rodeada de otras celebraciones como: el Bicentenario de la independencia de México que, en medio del desgaste del gobierno de Felipe Calderón y su política militar para combatir el narcotráfico, ha significado un ritual de festejos y de amnesia popular.

Esto se evidencia por dos hechos principales; por un lado, el discurso nacionalista que pone énfasis en la conciliación y la exaltación de lo mexicano, justo en el momento cuando el país se encuentra sitiado militarmente y, por otro, el gasto multimillonario que ha realizado el Estado federal en los festejos del Bicentenario y, en menor medida, de la Revolución.

Por tal motivo, ahora nos toca reflexionar sobre el impacto de los acontecimientos revolucionarios que se desarrollaron hace cien años desde una mirada particular; esta se refiere a la red tejida alrededor de la Revolución desde su tendencia libertaria. Serán el Partido Liberal Mexicano y su órgano de propaganda Regeneración los encargados de desarrollar una estrategia de solidaridad internacionalista que llegará hasta Costa Rica a través de dos recursos importantes: la revista sociológica anarquista Renovación y el Centro de Estudios Sociales Germinal.

A continuación, veremos cómo se desarrolla esta red, sus alcances y propósitos, tomando como medios los textos de colaboración intercambiados entre los dos proyectos fundamentales. Para tal propósito, acudiremos a dos artículos, escritos por dos de los artífices de las ideas libertarias en Costa Rica: Omar Dengo Guerrero y José María “Billo” Zeledón Brenes, y un manifiesto elaborado por el Centro Germinal en solidaridad con el proceso revolucionario mexicano.

Pero antes, es necesario hacer un breve repaso sobre las bases libertarias de acción intelectual en Latinoamérica, repaso que anotamos seguidamente.

Red de intelectuales libertarios en América Latina

Las primeras décadas del siglo XX significaron, para el movimiento anarquista internacional, un impulso importante; al respecto, lanzamos varias hipótesis que, creemos, fortalecen esta posición: la primera, la fuerte migración de militantes hacia América Latina; la segunda, el impulso del anarcosindicalismo, y la tercera, el tejido de contactos y relaciones directas entre los intelectuales más importantes, todo esto favorecido por acontecimientos que dinamizaron el proceso y le dieron un carácter internacional, como el caso particular del proceso revolucionario en México (Llaguno, 2010).

En este contexto, un sector importante de intelectuales, es decir, escritores, periodistas y artistas, aboga por la difusión de las ideas anarquistas en el continente, y desarrolla una red de contactos que servirá como base para la comunicación y extensión de la propaganda. La dramática desigualdad social en las ciudades, la permanente represión, la influencia del modernismo, el ascenso organizativo de las clases populares y el impulso de una extensa cultura libertaria fueron algunos rasgos que marcaron este proceso (Viñas, 2004:15-16).

Uno de los principales medios utilizados para emprender esta labor de difusión y transformación fueron las revistas y los periódicos; a través de ellos, se desarrollaron verdaderas escuelas de formación y divulgación, ya que servían como medio de enlace entre las organizaciones anarquistas, pues sus páginas contenían artículos, reseñas, resúmenes y crónicas sobre pedagogía, sociología, arte, literatura y ciencias naturales.

Además de esta función pedagógica, los medios libertarios escritos servían a un objetivo más amplio que era el de: difundir e interiorizar, en la clase trabajadora, sus valores rectores tales como: la solidaridad, el internacionalismo, el apoyo mutuo, la fraternidad y la conciencia de clase.

En breve, veremos cómo los sucesos revolucionarios en México ayudaron a dinamizar esta red, la que sirve como escudo y enlace entre distintas organizaciones y militantes libertarios de la época.

Dos compañeros de la revolución social

Vamos a reflexionar sobre esta red libertaria por medio de dos de sus revistas importantes: Regeneración y Renovación; de dichas publicaciones estudiaremos sus similitudes y sus niveles de colaboración desde una posición que va más allá de las fronteras de estas publicaciones, atendiendo a un valor intrínseco de estos proyectos: el internacionalismo proletario.

Regeneración fue una publicación impulsada por los hermanos Jesús, Enrique y Ricardo Flores Magón en cuatro etapas que van desde 1900 a 1918[2]. Esta publicación, inspirada en un liberalismo radical, y que empezó como un semanario de oposición jurídica a la dictadura de Porfirio Díaz Mori, tenía como principales objetivos el anticlericalismo y la denuncia de los excesos del gobierno. A partir de 1905, en su tercera etapa, se convierte en el órgano del Partido Liberal Mexicano,[3] y para septiembre de 1911, la cuarta etapa, divulga el programa de esta organización con un carácter explícitamente revolucionario y anarquista (Cappelletti, 1990: CLXXXIV-CXCII).

De esta matriz ideológica, que pasa de un liberalismo radical a un anarquismo revolucionario, nos interesa resaltar el proyecto sociológico difundido por esta publicación.

Es sabido que, a principios del siglo XX, entre los círculos anarquistas eran bastante difundidas corrientes como: el racionalismo, la sociología positivista y el clasismo. Regeneración las reunía todas en un proyecto político que iba más allá del periodismo de combate (Regeneración, 1911).

Este medio apuntaba hacia un proyecto de sociedad que pasaba por dos procesos: uno destructivo, que se relacionaba con el rompimiento del orden a través de una revolución social, y otro constructivo, que se dirigía al reordenamiento de la humanidad a través de la educación de las clases populares. Estos dos momentos fueron llevados a cabo de la mano de Regeneración, cuyos impulsores estaban convencidos de que la sociedad podía ser transformada y reconstruida desde sus bases, atendiendo a su consigna: ¡Tierra y Libertad!

En este sentido, en Costa Rica la publicación ácrata Renovación se dirigía a la difusión y a la práctica de la sociología, el arte y la pedagogía racionalista como los medios primordiales para lograr el reordenamiento de la sociedad; este proyecto lo llevó a cabo en dos periodos: el primero de 1911 a 1913, dirigido a la conexión con la red anarquista construida entre Europa y América y, el segundo, en 1914, cuando cambia su rumbo a la difusión literaria y la critica bibliográfica a nivel nacional (Oliva, 2010).

Gracias a estas conexiones, apuntamos a los niveles de colaboración de los dos medios, planteando, a su vez, dos conceptos que nos sirven para caracterizar este proceso: circuitos de propaganda[4] y focos ideológicos[5].

Estos niveles de colaboración los podemos ver en cuatro aspectos importantes[6]:

1. Publicidad o divulgación

Este nivel se refiere a todos los avisos que tienen que ver con la publicación, la venta y la distribución de las publicaciones. De este modo, sabemos que las oficinas de Regeneración, en Los Ángeles California, servían como punto de venta y de distribución de la publicación costarricense hacia otras ciudades de los Estados Unidos y México[7]. Asimismo, el semanario revolucionario mexicano era distribuido por la librería Falcó, en San José.[8] A continuación, dos de estos avisos:

RENOVACIÓN es una revista que no debe faltar en ningún hogar. Enseña y deleita al mismo tiempo. Plumas brillantísimas colaboran en dicha publicación, y esta colaboración va á ser enriquecida con producciones de los más notables escritores anarquistas” (Sic). (Renovación ,N°86, 1912).

En este anuncio vemos cómo se realza la participación de escritores anarquistas de la revista que tiene colaboradores de los dos lados del Atlántico tales como: Anselmo Lorenzo, Ricardo Mella, Pedro Kropotkin, Paul Giles y Alberto Grihaldo (Llaguno, 2010:159). En sus páginas, Renovación se dirige a promocionar la figura del director de Regeneración, Ricardo Flores Magón: “Nuestro distinguido colaborador en Los Ángeles, Cal., uno de los principales hombres de la Revolución Social que hace actualmente esforzados avances en tierra mejicana” (Sic) (Renovación, 1911, N° 22).

Este contacto permite, a las dos publicaciones, una distribución de su material hacia otras ciudades y organizaciones anarquistas de Europa y Latinoamérica.

2. Distribución de material libertario

Esta se realizaba por medio de un intercambio bastante regular entre las redes libertarias del continente en donde se distribuían: folletos, libros, manifiestos, periódicos, revistas, postales y retratos; esta distribución tenía dos objetivos principales: el primero, la extensión y la divulgación de las ideas anarquistas y, el segundo, el auto financiamiento de los proyectos emprendidos.

Las dos publicaciones poseían, a disposición de sus lectores, una amplia biblioteca sociológica que incluía las principales obras sobre ciencias, arte, literatura y anarquismo, la cual servía como medio para la instrucción de las y los trabajadores cercanos a estos proyectos.

Esta red de contactos, construida a partir de distintas publicaciones, establecía una serie de circuitos de propaganda que favorecían la circulación del material libertario por todos los países donde hubiera presencia anarquista. Los más importantes, con respecto a su seguimiento y a la solidaridad con el proceso revolucionario mexicano, eran[9]:

  • En Europa: la mayoría de las publicaciones provenían de España y, en menor medida, de Francia e Inglaterra; del primer país resaltaban: Solidaridad Obrera, Tierra y Libertad y La Escuela Moderna; en lengua francesa las más importantes fueron: La Guerre Social y Les Temps Nouveaux y, de habla inglesa, Freedom, cuyo director era el ruso Pedro Kropotkin.

  • En Suramérica: el principal circuito de propaganda era el Río la Plata, que incluía a las organizaciones de Argentina y Uruguay. Recordemos que para la época principios del siglo XX, en esta región se concentraban uno de los focos anarquistas más importantes del mundo, en cuanto al tejido organizativo, circulación de propaganda y cantidad de afiliación. Resaltaban: Acción Obrera, La Protesta y La Confederación de Argentina; El Obrero Panadero y Tiempos Nuevos de Uruguay. Desde acá se daba una comunicación estrecha con publicaciones de Chile como: Luz y Vida, El Despertar de los Trabajadores y, en Perú a través de: La Protesta y El Jornalero.

  • Antillas Mayores: el principal foco en este espacio geográfico está situado en Cuba, donde los anarquistas mantenían una presencia importante en varias ciudades de la isla. Las publicaciones más difundidas eran: ¡Tierra! y La Voz del dependiente, de Cuba. En Puerto Rico, la prensa anarquista difundía las noticias que llegaban de México y en este marco se desarrollaron algunas actividades de solidaridad con la Revolución.

  • En Norteamérica: este es uno de los circuitos de propaganda más importantes de apoyo al proceso mexicano. Estaba constituido, principalmente, por migrantes mexicanos en varias ciudades como: Los Ángeles, Nueva York, Baja California, Chicago y San Louis, así como los núcleos de la Industrial Workers of the World (IWW). Las principales publicaciones eran: Cultura Obrera, Cultura Proletaria, Brazo y Cerebro.
    Así pues, este circuito de propaganda tenía puntos muy fuertes que servían como enlace para irradiar otros países con menos presencia ácrata. El caso centroamericano es muy curioso, puesto que nos hemos encontrado con pocas referencias de la región, en el sentido de publicaciones libertarias estables, excepto en El Salvador y, en menor medida, en Guatemala y Panamá (Llaguno, 2010:106). Costa Rica parece ser la excepción en el periodo 1911-1914, donde Renovación logra insertarse en los circuitos de propaganda más importantes para recibir y difundir este material en el país.

    3. Tejido Organizativo de apoyo

    Este es uno de los niveles de colaboración más estrecho, ya que se refiere al apoyo explícito del proceso revolucionario desarrollado por los libertarios en México. Es aquí donde se genera un proceso internacionalista bastante importante que tenía como objetivo general difundir los logros del proceso, así como garantizar una base de apoyo en el caso de que la represión aumentara. Los principales núcleos de apoyo estaban en los Estados Unidos, en la Industrial Workers of the World (I.W.W.), de amplia presencia en este país, así como en comités de apoyo, donde participaban conocidos militantes anarquistas, entre ellos: Alexander Berkman y Emma Goldman (Cappelletti, 1990: CXCII).

    Dicha prensa libertaria difundía, regularmente, notas y comunicados sobre los acontecimientos revolucionarios, y el desarrollo de actividades de apoyo, por ejemplo: colectas de dinero, marchas y motines (Regeneración, 1912, N°120).

    Voces de combate y solidaridad internacional

    Hemos visto, hasta el momento, varios niveles de involucramiento entre las publicaciones hermanas con respecto al proceso revolucionario. Ahora reflexionaremos sobre el posicionamiento de varios ácratas costarricenses que se pronunciaron sobre la revolución en curso.

    El contexto particular, en donde se inscriben estos artículos, responde al llamado de solidaridad internacional hecho desde la redacción de Regeneración, en relación con la constante intimidación del gobierno de Estados Unidos por intervenir en el proceso mexicano. Acudiendo a este llamado responden José María Zeledón Brenes, “Billo”, Omar Dengo Guerrero y el pleno del Centro de Estudios Sociales Germinal. Los primeros escriben varios artículos con su posición con respecto al concepto de revolución social, y el segundo constituye un manifiesto de solidaridad con respecto a una posible intervención yankee.

    En el texto de Omar Dengo[10] podemos distinguir tres elementos sobre los que nos referiremos, estos son: su concepto de revolución, la labor de los militantes y la experiencia mexicana (Regeneración, 1913, N°122).

    En el primer punto se acentúan dos conceptos que para el autor son complementarios: la revolución y la evolución, estos son parte de la aceleración de los acontecimientos en la búsqueda de la transformación social. El objetivo final es el triunfo definitivo de la revolución proletaria; en el fondo de esta propuesta existe una idea de progreso continuo y de conquista final. La revolución es el camino intermedio para garantizar esta vía.

    Para llevarla a cabo, es necesario el desarrollo de dos ejes principales: la propaganda doctrinaria y la acción política. Las dos están dirigidas a preparar a la clase trabajadora para asumir el proceso revolucionario en el que resaltan dos niveles: el individual y el colectivo o popular. Para lograr esta labor, el papel que Dengo asigna a los militantes es el de los educadores: “...la evolución y la revolución no difieren entre sí de manera esencial; y aún más: que la voluntad individual socializada por un proceso educativo consigue ambos factores de la transformación de las sociedades, por tal modo de que las revoluciones conscientes llegan a no ser sino evoluciones aceleradas” (Sic) (Regeneración, 1913, N°122).

    Detrás de esta visión, podemos inferir una serie de valores que apuntan a la solidaridad y a la conciencia, donde Dengo y sus compañeros asumen la tarea diaria de: “buscar á todas horas la luz solar de la conciencia, enfocarla sobre el corazón de las multitudes, y dejar que sus rayos enciendan la acción” (Sic) (Regeneración, 1913, N°122).

    Por su parte, la revolución desatada en México es un intento parcial por llevar a cabo la liberación definitiva por la que se apostaba en ese entonces. Sobre este intento se pronuncia Billo Zeledón,[11] quien dirige su disertación hacia dos puntos principales: por un lado, hace una diferenciación sobre los conceptos de revolución que han prevalecido en la humanidad y, por otro, discute el papel de los liderazgos políticos en estos procesos (Regeneración, 1912, N°84).

    Sobre el primer punto, hace una referencia a los valores que han guiado, tradicionalmente, los procesos de cambio en la historia humana; estos han estado dirigidos hacia un cambio político, que se ve detenido o interrumpido en la mitad del proceso. Para el autor, esto se debe a la circulación de valores dominantes de la época, en donde la mayoría de las revoluciones son impulsadas por caudillos, quienes fácilmente se acomodan al nuevo orden institucional y es, en este momento, donde se detienen los profundos cambios que impulsan los sectores populares.

    En palabras de Billo esto se da porque: “...las revoluciones todas de la tierra se han detenido en el punto preciso en que colmado el interés de los caudillos políticos que las han conducido, significan un esfuerzo estéril para las masas de opinión que en el sigilo de su dolor las engendraron” (Sic) (Regeneración, 1912, N°84).

    El papel de estos caudillos es lo que Billo discute, y es en donde podemos encontrar una suerte de diferenciación interna entre estas formas de liderazgos. En nuestra reflexión se refiere a los caudillos políticos, cuando habla de los líderes que, luego de participar de los cambios, se asientan al nuevo orden ocupando cargos en el gobierno. Por esta línea podríamos ver a la burguesía mexicana, cuyo representante más visible era Francisco Madero González.

    En contraposición a este estilo de liderazgo, se hace referencia a los políticos de acción, cuyo papel principal es el de servir de elementos explosivos para incentivar y promover la lucha revolucionaria en los primeros momentos. En este sentido, es donde se sitúan los miembros del Partido Liberal, cuya tendencia más radical -ligada a los hermanos Flores Magón, Librado Rivera, Anselmo Figueroa y otros revolucionarios- se dirigía a incentivar a los sectores populares hacia el combate.

    Esta tendencia es la que Billo identifica con la revolución social, concepto que utilizan los anarquistas para identificar el tipo de cambios sociales por los cuales se luchaba. Es en esta perceptiva que el poeta anuncia su solidaridad y simpatía hacia el pueblo que: “Cuando tomó las armas para combatir por su derecho á la tierra, ya sabía que sólo habría de deponerlas sobre su parcela cultivada, bañada por el sol y acariciada por la brisa; ya conocía de antemano que la jornada era larga y tenía formulado el vasto plan de resistencia que ha traído el desconcierto á la fila de cálculos de sus oportunistas conductores” (Sic) (Regeneración, 1912, N°84).

    Unos meses después de este pronunciamiento, Regeneración anuncia una valiosa manifestación de solidaridad del proletariado de Costa Rica en la que se comunica lo siguiente: “Compañeros de la Revolución Social Mexicana. El Centro de Estudios Sociales "Germinal", de San José de Costa Rica, después de haber leído la circular vuestra en que requerís de los compañeros de todo el mundo una manifestación de solidaridad qué auxilio vuestro esfuerzo en el caso de que fuerzas extrañas á las del gobierno mexicano intenten ahogarlo” (Sic) (Regeneración, 1913, N°137). Los siguientes puntos constituyen una síntesis del documento[12]:

  • Simpatía y solidaridad con la revolución.
  • Colaboración y apoyo moral con el proceso.
  • Desarrollo de una campaña de información al pueblo de Costa Rica sobre los acontecimientos.
  • Protesta contra cualquier intervención de los Estados Unidos en México.
  • En caso de ser necesario, brindar refugio a cualquier revolucionario que así lo necesite.

    Firman 28 miembros del Centro, incluyendo a Omar Dengo[13]. Al respecto, es importante resaltar dos elementos: el primero es sobre el valor del documento, porque significa una muestra directa de solidaridad internacionalista que, desde las posibilidades propias de la organización, se realiza con el proceso revolucionario, y lo segundo se dirige, más bien, hacia una interrogante que nos queda luego de revisar las firmas de los participantes: ¿Dónde están las firmas de los demás intelectuales miembros de Germinal? ¿Por qué solo firma Omar Dengo?

    Conclusiones

    Luego de este pequeño recorrido podemos concluir que existía una relación importante y bastante directa entre los anarquistas de Costa Rica y México, que es evidente por los distintos niveles de colaboración que se extendieron alrededor de los acontecimientos revolucionarios de la época. Estos hechos sirvieron como catalizadores para dinamizar la red libertaria construida a lo largo del continente americano y europeo.

    Esta red se hace palpable por dos procesos principales; el primero se distingue a través de los distintos circuitos de propaganda establecidos en varios territorios, que tenían la función de difundir las ideas anarquistas y servir de soporte a los acontecimientos llevados a cabo en México; el segundo se refiere a la creación de focos ideológicos que tienen la intención de desarrollar un proceso de formación sostenido en las clases populares. Esto lo identificamos en el contenido de los artículos comentados, donde encontramos una interiorización importante de las ideas anarquistas en varios sectores sociales, principalmente en intelectuales, obreros y artesanos.

    Estos conceptos nos ayudan a subrayar una reflexión más amplia sobre los alcances y los límites de esta red libertaria esparcida por los dos continentes mencionados. Las publicaciones y los emprendimientos editoriales siguen siendo un medio útil y fértil para distinguir los niveles que asumían esta colaboración en hechos concretos, como el caso de la Revolución Mexicana. Queda pendiente reflexionar sobre la ausencia de otros intelectuales cercanos al Centro Germinal y Renovación con respecto a los hechos descritos.

    Bibliografía

    Cappelletti, Ángel (1990). El anarquismo en América Latina. Caracas. Biblioteca Ayacucho.

    Cappelletti, Ángel (1990a). Hechos y figuras del anarquismo hispanoamericano. Madrid. Ediciones Madre Tierra.

    Dengo, Omar (2007). Escritos y discursos. Heredia. EUNA.

    Llaguno, José (2010). Pensamiento Anarquista, Cultura Política y Nueva Intelectualidad en Costa Rica (1900-1914). Tesis para optar por el grado de licenciatura. Universidad de Costa Rica.

    Oliva, Mario (2009). La revista Renovación, 1911-1914: de la política a la literatura. En: http://pacarinadelsur.com/component/content/article/11/91

    Regeneración (1911-1913).Ciudad de México, En: http://archivomagon.net

    Renovación (1911-1913).San José. Biblioteca Nacional

    Viñas, David (2004). Anarquistas en América Latina. Buenos Aires. Paradiso.



    [1] Politólogo costarricense. Investigador del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) y docente Equipo coordinador del Programa Kioscos Ambientales de la Vicerrectoría de Acción Social (VAS). Universidad de Costa Rica (UCR). jjllaguno@gmail.com

    [2] Regeneración, mismo que se publicó sucesivamente en la ciudad de México (1900-1901) y en los Estados Unidos de América en las ciudades de San Antonio, Texas (1904-5), Saint Louis Missouri, Missouri (1905-1906) y Los Ángeles, California (1910-1918). Ver: http://archivomagon.net

    [3] Este es uno de los casos más interesantes y paradójicos del anarquismo mundial, puesto que es un Partido Liberal que en el transcurso de los años va pasando de un liberalismo radical a una línea socialista y libertaria. Esta tendencia interna es la que se conoce como “magonismo” por el papel de los hermanos Flores Magón en esta evolución. A pesar de los cambios de línea política la organización mantiene el mismo nombre (Cappelletti, 1990a: 24-25).

    [4] Este se refiere al proceso de circulación y divulgación de las ideas anarquistas en distintos territorios. Los medios principales para llevar a cabo esta tarea son las publicaciones impresas: folletos, periódicos, revistas, postales, grabados, discursos ,etc. (Llaguno, 2010)

    [5] Se relaciona con los espacios construidos para la interiorización y puesta en práctica de las ideas anarquistas. Aquí nos referimos a los lugares concretos en que se desarrolla este tejido organizativo compuesto por: sindicatos, federaciones, ateneos, centros de lectura, bibliotecas, etc. (Llaguno, 2010)

    [6] Esta diferenciación es elaboración nuestra y de carácter analítica.

    [7] Algunas ciudades en que se distribuían eran: Los Ángeles, Nueva York y Chicago (Regeneración,1912)

    [8] Esta Librería se ubicaba en San José y era administrada por el tipógrafo catalán y editor de Renovación Ricardo Falcó (Renovación, 1911)

    [9] Nos referimos a los que encontramos en el periodo de mayor intercambio entre las publicaciones estudiada 1911-1913. Ver en Regeneración las secciones: “Movimiento de solidaridad y Leyendo la Prensa”. En Renovación ver: sección de recibidos.

    [10] Artículo titulado “Las Revoluciones”, no conocemos ningún versión anterior publicada en la prensa de la época. Sin embargo, este artículo ha sido recuperado por su hija María Eugenia Dengo Obregón (Dengo, 2007:72) sin hacer referencia a su publicación en México.

    [11] El mismo texto llamado: “Lo de Méjico” fue publicado en Renovación un mes antes el 15 de marzo de 1912 en la sección de epílogos.

    [12] No tenemos referencias a que este manifiesto se haya publicado en Costa Rica en la prensa de la época y ¿es? la primera vez que conocemos de su existencia de forma directa. Sobre la labor de este importante centro de difusión del pensamiento anarquista ver: Llaguno, 2010:154-185)

    [13] Patricio Ortiz, O. Rafael Salastu, Omar Dengo, José Alfaro, JJ Romero, Aristides Muñoz R.,Manuel Muñoz S., Antonio Florencio Q., Manuel, Araya, Odilón Cordero, Juan Revilla, Juan R. Bonilla, Amadeo Muñoz, F. Álvarez P, Andrés Montero, Santiago Montero, Ramón Pineda S, Juan Rafael Meneses C, Sergio Segovia, Raúl A. Maldonado, Leonardo Estrada, Adán , Brenes R., Antonio Carrillo, Fidel Urcieri, Julio Monge C, Alberto Gómez, Juan D. López M., Aurelio y Cadillo L. Valle.




    Anexos

    Transcribimos a continuación los textos analizados igual a como los encontramos en su publicación original

    Las Revoluciones

    A propósito de la revolución social que actualmente se desarrolla en México, es preciso declarar: que todas las revoluciones de esa índole que la rebeldía proletaria logre realizar, aun cuando en apariencia perjudiquen las ideas que las impulsen, en definitiva las beneficiarán, de modo efectivo. Porque tales revoluciones preparan la revolución definitiva que el proletariado ansia y debe llevar á cabo, y cuyo surgimiento es necesario preparar ampliamente desde ahora, no sólo por medio de una incesante propaganda doctrinaria, sino, á la vez, por medio de la más, decidida acción. Acción ha de ser esa sí, lo más condicionada que sea posible á las prácticas genero­sas de la solidaridad, porque es dentro de esa norma como se llega á resultados de verdad intensos, con el menor esfuerzo.

    Ha de recordarse siempre, además, qué la acción no es realmente fecunda sino en lo tanto que es consciente. Por lo que la mirada del luchador ha de mantenerse fijo en el paraje en que se asienta aquella antigua verdad: toda revolución ha de provenir de la propia conciencia dé los individuos que pongan en ella su afán. La labor que se impone, pues, debe consistir en revolucionar los espíritus primero, los pueblos después.

    Es del corazón de donde brota la fuerza batalladora más potente. Por ese camino se evitan reacciones nocivas. Acaso hayan de parecer erradas á los compañeros de criterio evolucionista las ideas que sintéticamente quedan expuestas; pero es nuestra de ahora y de siempre, que la evolución y la revolución no difieren entre sí de manera esencial; y aún más: que la voluntad individual socializada por un proceso educativo consigue ambos factores de la transformación de las sociedades, por tal modo de que las revoluciones conscientes llegan a no ser sino evoluciones aceleradas, intactas en su esencia, intactas por lo mismo en sus frutos, que no hade creerse, como de ordinario se suele pensar que sean ni estériles ni salidos de la vía normal.

    Buscar á todas horas la luz solar de la conciencia, enfocarla sobre el corazón de las multitudes, y dejar que sus rayos enciendan la acción. Tal ha de ser nuestra diaria tarea, hermanos de toda la tierra en este gran ideal creador de humanidades, si de cierto concebimos su grandeza, si de cierto la amamos, si somos ó queremos ser dignos de ella.

    Para los valerosos compañeros de ti la revolución mexicana, hemos de desear una pronta hora cordial celebración del triunfo, bajo los pliegues inmarcesibles de la bandera roja. Es casa ó completa, cercana ó remota, la victoria la obtendrán, pero si no la obtuvieran, siempre la historia de nuestras luchas habrá de reconocerlos; el gran mérito de haber intentado los primeros la hazaña gigantesca que algún día nos unirá á todos en el anhelo de una misma realización—la más, hermosa que pueda ver el mundo — tal como en el océano están unidas todas las olas para cantar perpetuamente un himno de libertad.

    OMAR DENGO.

    San José de Costa Rica

    Regeneración. N°122. 1 de enero de 1913

    **********

    LO DE MEXICO

    De "Renovación."

    El oro de la experiencia que amontona la batalla de los siglos, ya no va siendo un caudal decorativo siempre pesado, siempre inútil. Puestos en circulación, esos valores, van sirviendo para equiparar con más rumbo y mayores fuerzas las falanges heroicas del presente que habrán de conseguir las victorias definitivas del porvenir. Los pueblos esquilmados que alzan por fin las cóleras de su protesta, saben que las revoluciones todas de la tierra se han detenido en el punto preciso en que colmado el interés de los caudillos políticos que las han conducido, significan un esfuerzo estéril para las masas de opinión que en el sigilo de su dolor las engendraron. Por eso la tendencia actual de los revolucionarios sociales va resueltamente al logro de sus aspiraciones más lejanas. En las profundas conmociones de la hora presente, los políticos de acción

    No representan otro papel que el de elementos explosivos cuyos efímeros rigores son de gran utilidad en las primeras algaradas. No constituyen ya el centro propulsor del mecanismo ni poseen por lo tanto la facultad de graduar ni detener la marcha a su sabor.

    Así se explica lo que está pasando en Méjico. Iniciada por los políticos liberales una campaña contra la dictadura secular de don Porfirio, con todos los fermentos que agitaban el subsuelo social, la revolución tomo cuerpo y concluyó por apersonarse en toda la extensión de aquel terruño. Conseguido el fin político de los cazadores del Poder, tocaron retirada a sus huestes y procedieron á repartir entre ellos el botín a costa de tantos sacrificios populares conquistado. Allí terminó para ellos la gestión revolucionaria.

    Pero he aquí que el pueblo, aleccionado ya por la experiencia lejos de abandonar el arma y volver al mismo oscuro rincón de las tristezas habituales, la dirigió tranquilamente hacia el pecho de los nuevos amos, con gran sorpresa de los que nunca sospecharon tal resolución en el humilde Sancho, sendero prudente y reflexivo, que hasta la fecha había guardado racional distancia de la palestra radical en que se debatía solo y heroico el idealismo.

    El pueblo mejicano, atado al feudalismo anacrónico más absurdo, no hacia ni podía hacer consistir la cesación de su ignominia en un cambio de personal en el Gobierno, que dejaba incólume el oprobioso sistema que lo hacía gemir. Cuando tomó las armas para combatir por su derecho á la tierra, ya sabía que sólo habría de deponer las sobre su parcela cultivada, bañada por el sol y acariciada por la brisa; ya conocía de antemano que la jornada era larga y tenía formulado el vasto plan de resistencia que ha traído el desconcierto á la fila de cálculos de sus oportunistas conductores.

    Por eso el estado social de aquel país de hermanos deja mucho que desear á los amigos del orden y de la tranquilidad que sólo piden paz para su dicha, así tenga ella que fundarse sobre el más abyecto de los renunciamientos del vigor popular y sobre los más intensos delirios de la violencia omnipotente.

    ¡Tierra! Este es el grito de combate de los batalladores mejicanos hacía los cuales vuela con alas de simpatía nuestro pensamiento. Desposeídos de su suelo enfrente de los grandes acaparadores del terreno, no cejarán hasta conquistar la parte que a cada uno corresponde en el regazo de la madre cariñosa y fecunda.

    ¡Que su esfuerzo consiga la victoria!

    José María Zeledón

    Regeneración. N°84. 6 de abril de 1912

    **********

    UNA VALIOSA MANIFESTACION DE SOLIDARIDAD DEL PROLETARIADO DE COSTA RICA, CENTRO AMERICA

    REGENERACION se enorgullece al estampar en sus columnas la comunicación que recibimos la semana pasada y al calce de la cual firman todos los miembros del Centro de Estudios Sociales GERMINAL de la capital de Costa Rica.

    Por ella vemos que nuestros llamamientos á nuestros hermanos de los países del trópico son respondidos con esa conciencia de clase que singulariza al proletariado de habla española y con la solidaridad que crea la fuerza, y que verdaderamente es el único proyectil mortífero que puede barrer para siempre al odioso sistema capitalista.

    La manifestación de nuestros hermanos de Costa Rica no será olvidada por ningún proletario mexicano. Unidos por la comunidad de clase, lengua, costumbres, y vecindad, nuestros hermanos de Centro América y los trabajadores mexicanos, no podían guardar silencio los primeros ante los atentados que pretende hacer á los segundos el capitalismo, internacional.

    He aquí la comunicación:

    Compañeros de la Revolución Social Mexicana. El Centro de Estudios Sociales "Germinal", de San José de Costa Rica, después de haber leído la circular vuestra en que requerís de los compañeros de todo el mundo una manifestación de solidaridad qué auxilio vuestro esfuerzo en el caso de que fuerzas extrañas á las del gobierno mexicano intenten ahogarlo, ha acordado declarar:

    I. —Que la revolución social de México, por ser justa y necesaria, le merece todas sus simpatías;

    II.—Que se esforzará cuanto le sea posible por ayudarla aún cuando sólo sea con la casi platónica colaboración de su apoyo moral, pues, á más de que el número de sus socios es muy escaso para hacer factible otra forma de ayuda, los que le integran carecen de las condiciones necesarias para suplir tal deficiencia.

    III. —Que con ese fin procurará informar ampliamente al público de este país y en especial á las clases trabajadoras, del significado y de la trascen­dencia de esa revolución.

    IV. —Que de serle posible, si llega á presentarse la presentida interven­ción de las naciones amigas de la mexicana, protestará enérgicamente de ello ante sus respectivos representantes políticos, y de no haberlos, ante la correspondiente colonia.

    V. —Qué en las mismas condiciones, hará llegar su protesta directamente al jefe del estado ó estados que con su conducta perjudiquen la marcha del movimiento revolucionario.

    VI. —Que en el caso hasta ahora inverosímil de una derrota, acogerá fraternalmente á los compañeros ó quienes ella obligue á buscar refugio en este suelo.

    VI—-Que desea ardientemente el triunfo definitivo de dicha revolución y trabajará con ardor por qué su ejemplo llegue á ser fecundo para las contiendas del proletariado de Costa Rica.

    Patricio Ortiz, O Rafael Salastu, Omar Dengo José Alfaro, JJ Romero.—Aristides Muñoz R.—Manuel Muñoz S.—Antonio Florencio Q. Manuel, Araya.—Odilón Cordero.—Juan Revilla.—Juan R. Bonilla.—Amadeo Muñoz.—F. Álvarez P.—Andrés Montero.—Santiago Montero.—Ramón Pineda S.—Juan Rafael Meneses C.—Sergio Segovia.—Raúl A. Maldonado.— Leonardo Estrada.—Adán , Brenes R.—Antonio Carrillo.—Fidel Urcieri — Julio Monge C—Alberto Gómez.—Juan D. López M.—Aurelio Cadillo. L. Valle. .

    Regeneración. N° 137. 19 de abril de 1913

    Renovación de Costa Rica, 1913
    Renovación de Costa Rica, 1913

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