user preferences

Search author name words: VA

La democracia tranquilita

category venezuela / colombia | miscellaneous | non-anarchist press author Saturday May 09, 2009 07:09author by Juan Gabriel Vásquez - El Espectador Report this post to the editors

EL PRESIDENTE URIBE ESTUVO ESta semana en Inglaterra, y por alguna razón que se me escapa accedió a sentarse frente a un periodista de la BBC Julián Miglierini, se llama para una entrevista filmada.

Digo que se me escapan sus razones, porque Uribe no soporta a los periodistas, y la mera proximidad de uno de ellos lo pone nervioso: llevamos ya varios años viéndolo defenderse a gritos o con insultos de alguien que ni está insultando ni está gritando, sino haciendo una pregunta. A Uribe le incomoda que le hagan preguntas, tal vez porque él no se las hace a menudo: como Bush, como Chávez, Uribe no es un hombre de dudas, sino de certezas. Y, aunque ya nadie sabe qué se le pasa por la cabeza a Uribe, no me parece posible que se haya sentado frente a un periodista sin pensar o prever que tal vez, sólo tal vez, el periodista le iba a hacer la misma pregunta que se está haciendo todo este país y buena parte del continente: “¿Usted quiere ser presidente de Colombia cuatro años más?”.

Lo que siguió fue francamente surrealista. “Otra pregunta, amigo”, le dijo Uribe a Miglierini, olvidando que: a) el periodista no era su amigo, y b) estaba en una entrevista con la BBC, no en un juego de Sabelotodo. Pero antes de que Miglierini pudiera tratar de explicarle algo de esto, o incluso darle gusto y cambiarle la pregunta, Uribe le lanzó a la cara su propia pregunta: “¿Usted de dónde es?”. Miglierini debió de pensar por un instante que era muy cordial este presidente que tanto se interesaba por él; luego se dio cuenta de que no era interés, sino grosería, y una de las peores formas de la grosería, si vamos a eso: la que intenta incomodar al interlocutor por razones de proveniencia. Un ataque al hombre, mejor dicho, no a sus maneras ni sus actitudes ni su tono (que por otra parte eran impecables: Miglierini mostró en esa entrevista toda la elegancia que le faltó al Presidente). Miglierini le dijo: “Soy argentino”. Y Uribe, que ya para este momento estaba de vuelta en su rancho, hablando con sus peones, no vio ningún problema en contestar: “Estudie la historia de su país y deje la democracia colombiana tranquilita”.

Pero justamente ése es el asunto: que la democracia colombiana no está tranquilita. De hecho, está más intranquilita que nunca en los últimos añitos, y eso se debe en gran parte a la poquita certidumbre que tiene un país cuya Constitución cambia cada vez que lo necesite el lidercito para seguir al mando. A Uribe no le interesaba responder a esa pregunta, pero una vez más dejó pasar la oportunidad de la cortesía y la elegancia, y se puso a repetir como un adolescente malcriado: “Otra pregunta. Otra pregunta. Otra pregunta”. Al final, claro, Miglierini logró preguntar; y la respuesta de Uribe, claro, no fue una respuesta, sino otra agresión. “Por eso —dijo— los científicos de la política dicen que es mejor entenderse directamente con la opinión pública” (es decir, con micrófono en los consejos comunales) “que con quienes se dicen los voceros de la opinión pública” (es decir, los medios que se creen con derecho a preguntar cosas, imagínese usted).

Uribe fue a Inglaterra, en parte, para tranquilizar a esa opinión pública, esta vez la internacional. Con esta entrevista —parece evidente— logró todo lo contrario.

Con razón odia a los periodistas.

Related Link: http://www.elespectador.com/columna139817-democracia-tranquilita
This page can be viewed in
English Italiano Deutsch
© 2005-2024 Anarkismo.net. Unless otherwise stated by the author, all content is free for non-commercial reuse, reprint, and rebroadcast, on the net and elsewhere. Opinions are those of the contributors and are not necessarily endorsed by Anarkismo.net. [ Disclaimer | Privacy ]